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DDHH Olvidados | Las mujeres lidian con “suelos pegajosos” y barreras financieras

Más de 1,8 millones de mujeres venezolanas no están incluidas en el mercado laboral por cumplir responsabilidades en el hogar como cuidadoras, según los hallazgos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) del año 2023.

Para Patricia Valladares, presidenta de la Alianza Venezolana Empresarial por el Liderazgo de las Mujeres (AVEM) “hay que hacer muchas cosas” para mejorar esa situación, además de resaltar la existencia de la brecha salarial, que, según señaló, para muchos “es invisible”.

“La gente te dice que todos los salarios son iguales, pero ahí está en nuestras cuentas bancarias y en la dificultad de llegar a ganar más que ellos”, señaló Valladares durante el cuarto foro anual de AVEM.

Valladares consideró que estos espacios, como el foro de AVEM, realizado el pasado 20 de marzo en el Hotel Eurobuilding de Caracas, son necesarios para compartir información de calidad que permita implementar los cambios que son posibles y que estos “traigan mejoras a las mujeres de nuestras empresas y así lograr un avance palpable”.

Bajo porcentaje de mujeres con altos cargos en empresas

Marita Seara, fundadora ejecutiva de Visionarias Business, señaló que las mujeres hacen que las economías “crezcan y las sociedades evolucionen”, por lo que insta a las mujeres a “caminar juntas para derribar barreras, síndromes y todos los estereotipos” que frenan para  alcanzar la igualdad.

Visionarias Business nació en 2021 como una iniciativa enfocada en objetivos de desarrollo sostenible que involucran los derechos de las mujeres. Ese año presentaron un estudio hecho en alianza con Business Venezuela y aplicado a una muestra de casi 90 empresas. 60% manifestó que nunca había tenido una mujer CEO; 24% tenía cero representación de mujeres en sus juntas directivas y 69% no tenía ninguna política o programa de igualdad en sus compañías. 

“En tres años sé que eso ha cambiado bastante, porque hoy más empresas están comprometidas por mejorar la participación de la mujer, abogar y realizar acciones por su bienestar e implementar protocolos y políticas para acabar, entre muchas otras cosas, con el acoso sexual en las empresas”, señaló Seara.

Sin embargo, consideró que todavía hay cifras que se deben superar, pues muchas indican las ganancias que tendrían si las empresas y organizaciones invirtieran más en las mujeres.

Al respecto, recordó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe “Las mujeres en la gestión empresarial: Argumentos para un cambio”, publicado en el 2019 y en el que se consultaron a 13.000 empresas en 70 países, mencionó  que más del 54% de las empresas manifestaron que mayor inclusión de las mujeres en todos los niveles “ha significado mejoras en materia de creatividad, innovación y apertura”.

“La igualdad debe ser una realidad y no debemos esperar 200 o 300 años más. Debemos comenzar desde nuestras trincheras para transformar nuestras vidas y transformar las vidas de la gente a nuestro alrededor”, añadió Seara.

“Suelos pegajosos”

Susana Reina, directora fundadora de la ONG FeminismoINC, organización que trabaja por el empoderamiento femenino para que más mujeres accedan al poder económico, político y social en sus ámbitos de influencia, refirió que la gran mayoría de las mujeres sufre de los “suelos pegajosos”, una metáfora que, según explica, mantiene a la mujer “empegostada a la base” al tener dificultades para llevar sus trabajos por su labor de cuidadoras o porque a sus esposos no les gusta, por ejemplo, que salgan a “tomarse unos tragos”.

“Es todo el trabajo invisible de los cuidados. Por la idea de que somos cuidadoras naturales todavía. Crecemos creyendo que los cuidados son cosa nuestra, una división arbitraria, muy sexista; que además nos ancla, porque el cuidado no es solamente de los niños, pues e mujeres sin hijos tienen problemas para cuidar padres y hermanos menores”, dijo.

Para Reina los “suelos pegajosos” representan una “dificultad para conciliar”, algo que se hace más cuesta arriba con los Estados que no tienen infraestructura, medidas o políticas públicas que apoyen.

También se le suma que muchas mujeres tienen trabajos “peor remunerados” a tiempo parcial o freelance, donde no hay ni seguridad, ni  estabilidad ni posibilidad de ahorrar.

Susana Reina se refirió por otra parte a los “sectores feminizados”, que usualmente son los peor pagados, destacando ejemplos como la enfermería, trabajos de maestra y el trabajo doméstico, donde la mujer está más representada, pero no alcanzan una posición alta.

Autonomía económica contra la violencia

Vanessa Marcano, comunicadora social y cofundadora de Femdata, consultora que brinda asesorías en la formación, concientización y comunicación con perspectiva feminista, consideró que es importante que las mujeres tengan autonomía financiera, pues es algo que las “libera de cualquier tipo de violencia doméstica o de género”.

“Está comprobado que las mujeres que tienen autonomía económica no se quedan en hogares donde hay violencia”, apuntó Marcano en su intervención durante el foro de AVEM.

Marcano recalcó con preocupación que las mujeres representan “la población más pobre del mundo entero”. Además, advirtió que el continente americano, pese a ser el más joven, “está envejeciendo”, lo que puede estar relacionado “con que cada vez queremos tener menos hijos”.

“¿Por qué tenemos que decidir si ser madres o ser profesionales? ¿Por qué esa pregunta no se la hacen a los hombres?”, cuestionó Vanessa Marcano, al tiempo que refirió que las mujeres llevan a cabo, al menos, 2.5 más de veces el trabajo en el hogar que los hombres. Y estas labores no son remuneradas.

“Con la maternidad, las mujeres decidimos dejar trabajos formales por tomar trabajos de menos cantidad de horas, o en la informalidad. Y hay muchas que se dedican a ser mamás y a los cinco años no saben lo duro que es repensar volver al trabajo”, alertó.

Para Vanessa Marcano, la corresponsabilidad en el hogar permitiría a las mujeres tener “mayor libertad y menor carga mental”.

Menos acceso a servicios financieros

Laura Ignino, miembro de Visionarias Business y abogada con experiencia en el sector gremial, de negocios y comercio internacional, indicó que las mujeres tienen barreras en lo financiero, lo cual “afecta su empoderamiento, crecimiento y autonomía económica”.

Consideró que se necesita más educación financiera para derribar esas barreras “y entender la importancia de ahorrar y planificar”. También, destacó la poca capacidad para ahorrar y que los sueldos son más bajos que los de los hombres, muchas se ven en la obligación de emprender y “la difícil incorporación que tienen en el mercado laboral formal por temas de trabajo y temas de cuidado”.

“¿Cómo hacen las mujeres para ahorrar? Vemos muchas mujeres que después de los 60 años se ven obligadas a emprender y no pueden disfrutar de su jubilación”, señaló Ignino en su intervención.

En conclusión, de acuerdo con Laura Ignino, las mujeres tienen menos acceso a los servicios financieros que los hombres y existen tres elementos que representan una desventaja: los servicios de salud, plan de pensiones y los créditos de emprendimiento liderados por mujeres.

@Andrea_GP21