Inaesin exhorta a una política salarial concertada
León Arismendi, director general del Instituto de Altos Estudios Sindicales, sostuvo que los venezolanos van para dos años con un salario mínimo de 130 bolívares, poco menos de cuatro dólares mensuales, el más bajo de la región
En marzo de 2024 se cumplirán dos años de que el Gobierno de Nicolás Maduro fijó el salario mínimo en 130 bolívares, es decir, el pueblo venezolano tiene 18 meses lidiando con un sueldo que actualmente representa menos de cuatro dólares mensuales.
El pasado 1 de mayo de 2023, Dia del Trabajador, Maduro se limitó a aumentar los bonos que no tienen incidencia en los pasivos laborales y dejó estático el insuficiente sueldo de Bs. 130. Desde entonces no ha profundizado en un eventual incremento salarial y como es costumbre culpa de la hecatombe económica en Venezuela a la sanciones, que fueron flexibilizadas luego de la firma de acuerdos con la Plataforma Unitaria en Barbados.
A propósito de esto, León Arismendi, director general del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin), sostuvo que es perentorio concertar una política salarial para que pueda recuperarse el valor del trabajo.
“Mantener congelado el salario mínimo hasta su casi desaparición, así como incrementar el monto del denominado cesta ticket Socialista y el bono de guerra de los trabajadores del sector público, sin que existan medidas eficaces para controlar la inflación y fomentar la actividad productiva, no da respuesta al problema de fondo”, dijo León Arismendi.
El experto en materia sindical indicó que sostener esas condiciones es darle continuidad a una misma política salarial unilateral.
“Espasmódica e incoherente que ha conducido a la merma alarmante del poder adquisitivo de la remuneración, de las pensiones y, en general, a la pérdida del valor del trabajo”, sentenció.
León Arismendi aseveró que la imposición por parte del Estado de un sueldo mínimo miserable por casi dos años explica la fuerte caída del consumo y la alta conflictividad laboral existente en el país.
“Los trabajadores no tienen un solo estímulo distinto a la sobrevivencia para cumplir con sus labores. No es casual que más venezolanos engrosen las filas de los que se van a otros países en busca de mejores condiciones de vida”, dijo León Arismendi.
El director de Inaesin indicó que es necesario recuperar el valor del trabajo como eje fundamental de la política económica.
“El país necesita con urgencia una política salarial concertada. No es con insultos al imperialismo ni evadiendo responsabilidades propias como deben abordarse los cambios que el país requiere”.
El directivo resaltó que es indispensable diseñar una política para la progresiva mejora del salario, teniendo como premisa principal la satisfacción de las necesidades de los trabajadores y sus familias.
“Hay que tomar en cuenta variables como la inflación, la paridad cambiaria, el costo de la canasta básica, el promedio de las remuneraciones en el sector público y privado, el presupuesto nacional, la productividad de las empresas y su capacidad de empleo. En fin, datos suficientes y actualizados que faciliten la toma de decisiones y su seguimiento”.
Arismendi lamentó que el Gobierno, en lugar de aprobar un método para la fijación del salario mínimo y cumplir el Convenio N° 26 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), insista en su política unilateral y arbitraria.
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