Punta Cana archivos - Runrun

Punta Cana

Detienen en República Dominicana a empresario de seguros vinculado a Hugo Chávez

OMAR FARÍAS LUCES, que habría cultivado una gran fortuna gracias a sus nexos con el fallecido presidente Hugo Chávez, fue apresado por las autoridades de Dominicana por presunto lavado de dinero en el caso del Banco Peravia. El empresario es dueño en Venezuela de Seguros Constitución y su nombre también aparecía en los documentos del bufete Mossack Fonseca, conocido como Panamá Papers. También habría sido investigado en Ecuador por legitimación de capitales y se le ha relacionado con el tráfico de drogas.

La Fiscalía del Distrito Nacional informó hoy que arrestó a Omar José Farías Luces, uno de los acusados en el fraude millonario del Banco Peravia, en el momento en que se disponía a salir del país en un avión privado a través del Aeropuerto Internacional de Punta Cana.

Farías Luces, acusado de complicidad de violación a la Ley Monetaria y Financiera y coautor en lavado de activos, fue detenido la noche del pasado jueves 4 de agosto, mediante orden de arresto emitida por la jueza Solange Raquel Vásquez, de la Unidad de Atención Permanente del Distrito Nacional.

El arresto fue posible con la colaboración de la Dirección Central De Investigaciones Criminales de la Policía Nacional (Dicrim), el Cuerpo Especializado en Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (Cesap) y la Dirección Nacional de Migración, informó la Fiscalía.

Lea también: Omar Farías Luces: un magnate del socialismo que aseguró fondos en un paraíso fiscal

El pasado 28 de junio, Farías Luces fue acusado formalmente de fraude bancario, estafa, abuso de confianza, asociación de malhechores y lavado de activos en perjuicio de ahorradores de esa entidad financiera.

El abogado César Amadeo Peralta, quien representa a varios empresarios extranjeros, había denunciado la situación por la presunta comisión de diferentes fraudes que estaban ocurriendo dentro del Banco Peravia.

Las acusaciones  aseguraban que los directivos del banco, encabezados por Gabriel Arturo Jiménez Aray y José Luis Santoro Castellano, realizaban captaciones de depósitos en dólares, prohibido por el artículo 42 de la Ley Monetaria y Financiera, además de sustraer dinero de las cuentas de ahorros de sus clientes.

También, emitían préstamos de manera fraudulenta y pagaban sobornos con tarjetas de crédito, además de que uno de sus clientes le fue frustrado el intento de secuestro en un hotel de la capital con la intención de no devolverle el dinero que le reclamaba a los directivos del Banco Peravia.

Las denuncias también aseguraban que cuando captaban los recursos en dólares, entregaban a los clientes unos «certificados financieros» falsos, ya que no reportaban el ingreso de estos valores y luego se querellaban contra dichos ahorrantes y el ahorrante terminaba siendo acusado en la mafia que allí operaba.

 

*Con información de 7dias.com.do

Jun 13, 2016 | Actualizado hace 8 años
Diálogo interruptus en Punta Cana, por Armando Durán

NicolásMaduroyHugoChávezAFP

 

Para nadie es un secreto que el supuesto diálogo entre el gobierno y la oposición murió antes de nacer. El lunes 6 de junio, como había previsto el régimen, Ernesto Samper y los tres ex presidentes en papel de presuntos mediadores se reunieron en solitario con los representantes del oficialismo en República Dominicana. La oposición, a pesar de las exhortaciones públicas de Samper y de las gestiones más o menos privadas de José Luis Rodríguez Zapatero, ya lo había advertido. Sus representantes no volverán a sentarse a la mesa dominicana hasta que Maduro asuma las cuatro condiciones de la oposición. Es decir, nunca.

No podía ser de otro modo. ¿Cómo superar el impacto demoledor que tuvo en la conciencia de los ciudadanos el gato encerrado que terminó siendo la primera ronda de conversaciones organizada por Unasur y sus ex presidentes iberoamericanos en el Caribe dominicano?

Las sociedades civilizadas recurren al diálogo para superar sus diferencias, pero siempre a partir de la buena fe de las partes. En este caso, nadie duda de la mala fe del gobierno. La oposición, sencillamente, no podía continuar “dialogando” con el gobierno, en el extranjero y en el mayor de los secretos, ni siquiera con la excusa de intentar producir a partir de ese diálogo algún dispositivo capaz de satisfacer las crecientes menguas de los ciudadanos. Tampoco para aprovechar la presión internacional, léase Washington, La Habana, el Vaticano, diversas cancillerías latinoamericanas y hasta la Unión Europea, para darle un impulso mayor al mecanismo constitucional del referéndum revocatorio.

Los actos de fe no tienen razón de ser en el ejercicio de la política. Aceptar que si bien Chávez primero y hasta ahora Maduro han actuado de mala fe, pero que las circunstancias obligan a Maduro a adoptar súbitamente una posición razonable, es un simple acto de fe, ajeno por completo a los hechos y los cálculos políticos reales. Maduro y sus lugartenientes podrán cantar misa cada mañana, pero por definición, al menos por definición ideológica, ninguno de ellos aceptará jamás ceder en nada, mucho menos si se trata de no vetar una ley de amnistía, celebrar el referéndum revocatorio antes de diciembre, acatar la autoridad institucional de la Asamblea Nacional y respetar la independencia y el equilibrio de los poderes públicos, problemas constitucionales que deben quedar resueltos antes de enfrentar con éxito la crisis global que está haciendo colapsar a Venezuela como nación.

La memoria nos hace recordar que no es esta la primera vez que el régimen “bolivariano” ha propiciado lo que ellos entienden por diálogo nacional. Chávez lo intentó, crucifijo de buen cristiano arrepentido en las manos, tras su restauración en la Presidencia de la República. Desesperado intento por reanudar la marcha de su proyecto, que produjo, primero, su fallida Comisión Presidencial para el Diálogo y la Reconciliación Nacional y, después, la Mesa de Negociación y Acuerdos, organizada por César Gaviria y Jimmy Carter, que sí arrojó grandes beneficios políticos al régimen. Como también ocurrió cuando Maduro invitó a ciertos dirigentes de la oposición a reunirse con él en Miraflores en marzo de 2014, encuentro sin otra finalidad que desmovilizar las protestas callejeras auspiciadas por el movimiento estudiantil y por Leopoldo López, Antonio Ledezma y María Corina Machado, promotores de lo que ellos mismos llamaron La Salida.

La interrupción esta semana de este último intento de trucado diálogo gobierno-oposición ha despojado a Maduro de un recurso político que podía haberle facilitado una salida menos traumática de Miraflores. Cerrado ese camino, ya no le queda otra opción que recurrir a sus fuerzas represivas para frenar las acciones de la oposición, a las que de pronto se han sumado las de miles los ciudadanos en las calles de toda Venezuela y las de un sector originalmente chavista, que ante la magnitud de la crisis, la ceguera política de Maduro y la incompetencia sin remedio de sus ministros y funcionarios consideran necesario cambiar de gobierno. Por las buenas, si Maduro, en un último destello de realismo lo acepta, o por las malas.

@aduran111

El Nacional

De Puntofijo a Punta Cana por Marianella Salazar

NMaduro

 

Nuestra historia política contemporánea se puede resumir en diferentes pactos de gobernabilidad entre sectores militares y civiles que se repartieron el poder y la administración de los recursos del Estado. El famoso Pacto de Puntofijo permitió la convivencia de los partidos con los militares hacia la consolidación de la democracia después de la caída de Marcos Pérez Jiménez. Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera lideraban las fuerzas opositoras y junto con las Fuerzas Armadas llevaron al país hacia una paz que duraría unos 40 años. La corrupción, la pobreza, la ineficiencia, las conspiraciones de las élites del poder y la complicidad entre sectores cívico-militares promovieron el surgimiento de la antipolítica que representó Hugo Chávez y lo llevó al poder por la vía de los votos, no sin antes intentar un golpe militar, con sus respectivas víctimas mortales.

El modelo basado en los altos precios del petróleo permitió a Chávez consolidar un régimen personalista y ladrón, operado desde Cuba para convertir a Venezuela en la base de la subversión hacia el resto del continente. Una realidad edulcorada durante décadas por la propaganda del chavismo petrolero y sus portavoces internacionales. Es ahora cuando la ruina y la emergencia sanitaria impactan en la comunidad internacional, advertida de una inminente implosión social que afectará la situación hemisférica y a gobiernos de la región.

 

Cónclave en Punta Cana

El régimen necesita tiempo para salvar al PSUV y llegar a las elecciones presidenciales de 2019, con o sin Nicolás Maduro. El cónclave secreto en Punta Cana, promovido por los impresentables de Unasur, entre representantes de la oposición y el sector más radical del régimen fue filtrado por quienes en la MUD están en desacuerdo con una negociación. Hasta la Iglesia descalifica la intermediación de Unasur. Solo unos miopes o colaboracionistas se prestan a darle respiro al moribundo gobierno de Maduro. Tuvieron que salir apresurados a desmentir el encuentro clandestino, desde Ramos Allup, de quien piden su cabeza, hasta Chúo Torrealba, repitiendo un comunicado emitido después de una reunión con Zapatero en Caracas, que no aportó ningún elemento nuevo que justificara el desplazamiento y solo dejó una estela de suspicacias.

No se olviden de que en 2014 la dirigencia se sentó con Nicolás Maduro y se prestó a hacerle piso político a una dictadura que comenzaba a desenmascararse ante los ojos del mundo. ¿A qué juega la dirigencia de oposición?, ¿acaso a enfriar la aplicación de la Carta Democrática, que deja al régimen al desnudo y mortalmente herido ante la comunidad internacional?…

 

Entre gallos y medianoche

En los 17 años del chavismo-madurismo, los militares han jugado un papel predominante en el equilibrio de los acuerdos con el régimen: en 2002, el Alto Mando Militar solicitó la renuncia a Hugo Chávez “la cual aceptó”, pero fue tal el papelón de la dirigencia opositora que en menos de 24 horas los mismos militares les quitaron el coroto y tuvieron que regresarlo al poder.

Ante la inminente caída del gobierno y al producirse un estallido social, los militares se verán obligados a actuar, pero el gobierno ha perdido importantes apoyos militares y al ala que sostiene a Maduro en la Fuerza Armada se le abrió un boquete con los chavistas comandados por Miguel Rodríguez Torres y, por otro lado, Clíver Alcalá Cordones, además de los institucionalistas, que son la mayoría y que internamente están dando muestras de que no acompañarán más este desastre. Por eso propician un diálogo, el gobierno necesita pactar y la MUD es su única tabla de salvación. Veremos si se prestan a ser cómplices.

 

@AliasMalula

El Nacional