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Prensa

Armando Martini Pietri Dic 17, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Contar para no perdernos

@ArmandoMartini

Desde que nacemos no hay dos con la misma aptitud. Lo que sí podríamos tener es la misma actitud frente a la injusticia. No sirven las excusas para enterrar la cabeza como el avestruz frente a la inequidad y el desafuero. Provoca rabia observar cómo desarticulan la ciudadanía, despedazan la venezolanidad, desmiembran familias, nos hacen cuadritos la vida, amputan el tejido social. Nos arrebatan el presente y el futuro.

Algunos asumieron la tarea de documentar para la historia los aspectos oscuros y retorcidos del acontecer venezolano.

Entrevistas, programas, denuncias, crónicas, memorias de prisión y exilio deben mostrar al mundo sin dobleces las realidades ocultas tras la verdad oficial y el silencio obligado por la censura o autocensura impuesta por el natural miedo. Gracias a ellos y sus plumas hemos conocido a los criminales dueños de los poderes políticos o fácticos y, sobre todo, a las víctimas inermes, abandonadas, que conmueven de dolor e impotencia.

La mentira es su verdad

El punto de quiebre de Venezuela fue un teniente coronel que pretendió ser un líder intergaláctico, pero que es el epítome del fracaso: desde su insignificancia y mediocridad académica, pasando por querer ser un gran pelotero que no llegó ni siquiera a recogebates, hasta arruinar hasta lo intolerable la nación que juró convertir en “potencia”. Ese que simuló que le importaba la suerte del país, desnaturalizó la palabra inclusión porque lo que instauró fue un apartheid político y social. El mismo que se jactó de ir contra los corruptos, fue el que terminó destruyendo toda vida decente en Venezuela.

En la mentira no fracasó. Y desplegó su atraso, frustración, odio, y resentimiento para instaurar un régimen de cleptómanos, aduladores e incapaces. Mientras su gobierno corrompía a militares y a civiles acabados, a deslustrados y políticos cínicos y ambiciosos, el país al cual juraron servir caía en el abismo de la miseria. La indigencia y el deshonor se alzan como sus únicas y auténticas victorias. Porque hasta para reprimir y torturar Chávez y su ungido, Nicolás Maduro, necesitaron la depredadora asesoría de Cuba. Es el fracaso social y el triunfo de la tiranía.

La desvergüenza apoderada del poder, sus pipiolos parásitos, enchufados, mocosos vividores, oportunistas e interesados que estimulan la cohabitación le ha dado vueltas a la justicia hasta convertirla en arma emética contra el ciudadano.

¿En qué cabeza cabe que Alphonse Gabriel Capone introdujera querella criminal contra Eliot Ness e Intocables, y se la aceptaran? El colmo de la desfachatez. Y algunos en Venezuela pretenden hacerlo.  

Los venezolanos podemos ser ingenuos, pero no cobardes. No le temen a la muerte, solo al hambre, al desempleo y a la desesperanza. Sí somos un poco desorganizados, confianzudos, alegres, contadores de cuentos y chistes; pero al mismo tiempo ciudadanos responsables, orgullosos de ganarnos la vida con trabajo digno.

La corrupción se alimenta y fundamenta en la impunidad que procuran quienes la ejercen. Les importa poco llevarse por delante a quien sea con tal de conseguir su objetivo. Por lo civil, penal o militar todo está permitido. Y al ser sorprendidos en flagrancia, no se retractan de la transgresión; sino que más bien acusan a quienes señalaron sus tropelías. Eso les incomoda, molesta porque, en sus enfermas mentes e inconciencia, se consideran ciudadanos ejemplares. 

Contar contra la indecencia

Para minimizar la corrupción, se precisa más de un puñado de valientes que sin miedo de los mecanismos que inmorales utilizan, actúen contra colaboradores, cómplices, tontos útiles, políticos oportunistas y quienes hayan consentido cometer atropellos, excesos e injusticias. La sanción moral es un inicio. 

La vergüenza es sentirnos dirigidos por deshonestos, rodeados de ladrones que nos han llevado al límite, al ¡ya basta! Los venezolanos somos capaces de morir en defensa de una causa, lo hemos demostrado. Nuestra historia está llena de ejemplos. Y no existe mejor causa que la libertad para alcanzar una democracia perfectible. Los que gobiernan y sus cómplices se hacen poderosos acaudalados, pero no logran levantar nada por lo cual valga la pena morir, y por eso más que perecer son muertos en vida, zombis de la indecencia, bribonada y perversión. Disfruten mientras puedan su mediocre vida, pero al menos tengan el detalle de no hacerla pública.

Solidaridad y admiración para aquellos que, pese a estar sufriendo desde hace ya demasiado tiempo las injusticias que desde el poder se ejecutan, lo han hecho de pie, sin dejar amilanarse ni traicionar principios y valores; soportado de manera estoica la cruzada inquisitoria de las bandas que pactan cohabitación.

Nunca sobrará el homenaje a unos cuantos que, pese a las adversidades y a un régimen que todo lo corrompe y todo lo destruye con cálculo y saña, han sabido mantener la dignidad. Aunque en ello se les vaya la vida.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

SIP denuncia intimidación y detenciones arbitrarias a periodistas venezolanos
Dos periodistas asesinados, violencia, detenciones arbitrarias y amenazas en contra de periodistas venezolanos, denunció la SIP en una conferencia virtual 

 

“Las detenciones arbitrarias y la intimidación verbal a periodistas venezolanos tienen un carácter masivo e indiscriminado. Ocurren en cualquier parte del territorio y a cualquier hora”, recoge un informe presentado en la 76 Asamblea General de la SIP que se celebra de forma virtual.

Además, el reporte destaca que “no hay dónde reclamar por esos atropellos porque los organismos oficiales están cerrados”.

El informe también alerta de que los militares y los policías “impiden la libre circulación de los periodistas”, por ello, las unidades móviles y los reporteros son secuestrados o atacados.

“Les amenazan, les roban sus teléfonos, les borran las imágenes o sonidos, los golpean y los detienen. Fueron decenas los periodistas que permanecieron secuestrados por días, sin que sus abogados o familiares reciban alguna información sobre su lugar de encierro y su condición de salud”, destaca el informe de la SIP.

Según el informe, la fuerza pública y los grupos paraestatales tiene como objetivo “crear miedo y zozobra entre los periodistas”.

“Hubo casos en que más de 20 encapuchados, portando armas largas y porras, golpearon a un periodista y lo despojaron de sus pertenencias” en este 2020, subrayan.

Dos periodistas asesinados, detenciones y amenazas

El reporte de la SIP recordó que el 21 de agosto “fueron asesinados Andrés Eloy Nieves Zacarías y Víctor Torres, de Guacamaya TV” en estado Zulia, fronterizo con Colombia, “durante un presunto operativo de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES)”.

Este grupo está adscrito a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), ha sido acusado de cometer ejecuciones extrajudiciales desde su fundación en 2016 y la ONU ha reclamado su disolución.

El 23 de agosto, el director de Guacamaya TV, Franklin Torres, aseguró al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) que una comisión policial “entró a la sede el canal de forma violenta y luego de los asesinatos, decomisó todos los equipos de la planta televisiva”.

El “Informe Sombra” sobre libertad de expresión, libertad de prensa y acceso a la información, publicado en julio pasado e incluido en el reporte de la SIP, también “denuncia el abuso sistemático del poder del Estado, agresiones violentas, ataques y amenazas, desinformación, falta de transparencia y censura”.

El informe de la SIP recoge una serie de amenazas y detenciones a periodistas que se produjeron en los últimos meses en Venezuela.

Entre ellas están las recibidas por el periodista Luis Gonzalo Pérez, quien, el 1 de abril, “recibió amenazas en su teléfono de seis números distintos que mencionaban a su familia y su dirección”.

Charito Roja, que trabaja en Unión Radio, recibió amenazas en sus redes sociales luego de ser mencionada por el considerado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, en su programa “Con el mazo dando”, en el que suele amenazar e insultar a periodistas.

Otro periodista, Darvinson Rojas, fue detenido durante 12 días entre marzo y abril por informar sobre la pandemia y no revelar su fuente de las estadísticas de los casos de COVID-19. Posteriormente, fue liberado con medidas cautelares.

El informe de la SIP recuerda que, el 7 de abril, la periodista Mayerlin Villanueva y el fotógrafo Luis Cobaría, del diario La Prensa del estado Tachira, fueron detenidos durante cuatro horas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) “cuando intentaban acceder al cuerpo de bomberos” en la localidad fronteriza de San Antonio.

El 15 de abril, el periodista Arnaldo Sumoza fue detenido en el céntrico estado Guárico cuando grababa una protesta por falta de agua. El 6 de mayo, tras cinco meses y 16 días detenida en la sede de la DGCIM, fue excarcelada Ana Belén Tovar, gerente de Venmedios.

En junio, el director de la emisora Tremenda105.7, Eduard Rojas, fue detenido sin orden judicial en Mérida, sacado de su casa por una comisión de la GNB y liberado tres días después.

También en junio, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) detuvo a los periodistas Mimi Arriaga, coordinadora del portal 800Noticias, y a Marco Antoima por “el supuesto manejo de cuentas anónimas en redes sociales”.

El último caso documentado es el del Correo del Caroní, un periódico regional del amazónico estado Bolívar, cuyo director, David Natera, fue arrestado durante horas el pasado 12 de octubre y su casa allanada.

 

*Con información de EFE

Runrunes de Bocaranda: BAJO – EL MIEDO DEL PODER

 EL MIEDO DEL PODER

Al recibir esta semana el Premio Mariano de Cavia 2020 el periodista y escritor español Arturo Pérez-Reverte se lanzó un pequeño discurso que aquí reproduzco por la importancia y actualidad que tiene frente a gobiernos como el venezolano y a los censores de esta y otras dictaduras que aún padece el mundo libre. Los que están en el poder y los que en algunos medios ejercen de obsecuentes policías del pensamiento libre y de la opinión oportuna para agradar al régimen de turno.

Tras agradecer el galardón, entre sus palabras emergieron estos conceptos que no podemos olvidar los que ejercemos el periodismo a diario y en todas partes: “En mi opinión, el único freno que conocen el político, el financiero o el notable, cuando alcanzan cotas perversas de poder, es el miedo a la prensa libre. Hay quien prefiere llamarlo respeto, pero prefiero la otra palabra. Quizá porque, como me gusta mucho leer a Suetonio, recuerdo siempre aquello de: «Oderint, dum metuant» (que me odien, pero que me teman).

Miedo, de quienes deben tenerlo, a perder la influencia, el poder, el dinero, el privilegio, la reputación, la impunidad. A sufrir las consecuencias de su ambición, sus mentiras, sus cobardías o sus delitos.

Sin ese miedo, todo poder se vuelve tiranía. Por muy disfrazada que esté. Tengo poco tiempo y quiero emplearlo en recordar un episodio que he contado muchas veces, pero que considero adecuado en los tiempos que corren. Yo tenía 16 años, quería ser reportero, y cada tarde, al salir del colegio, frecuentaba la redacción del diario «La Verdad». Estaba al frente de esta Pepe Monerri, un veterano periodista.

Empezó a encargarme cosas menudas, y un día me ordenó que entrevistase al alcalde de la ciudad. Y cuando, abrumado por la responsabilidad, respondí que entrevistar a un alcalde era demasiado para mí, y tenía miedo de hacerlo mal, el veterano me miró con mucha fijeza. Encendió uno de esos pitillos que antes fumaban los viejos periodistas, y dijo algo que no he olvidado nunca: «¿Miedo?… Mira, chaval. Cuando lleves un bloc y un bolígrafo en la mano, quien debe tenerte miedo es el alcalde a ti». Pienso en eso a menudo. Y últimamente, en España, más todavía. 

Me gusta que los alcaldes, incluso los buenos alcaldes, tengan miedo. Los alcaldes, y los ministros, y los presidentes de gobierno y los líderes de la oposición, y los obispos, y los reyes, y todos cuantos de una u otra forma condicionan nuestra vida. Me gusta que todos ellos tengan un saludable miedo a una prensa libre cuyo único límite sea el código penal. Miedo al titular en primera página, a la información veraz, a la columna explicativa, rigurosa, lúcida. Miedo a la voz de los periodistas libres y de los hombres y mujeres libres que los leen”.

¡Chapó!

 “DD. HH. ONU REITERA VIOLACIONES

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, manifestó ayer en su nuevo informe, “la utilización política de la justicia en Venezuela para perseguir a la disidencia y violar los DD. HH.”.

El informe documenta múltiples violaciones causadas por la falta de independencia del TSJ, los demás tribunales y los fiscales del Ministerio Público, con graves consecuencias para el Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos.

“La ACNUDH sigue preocupada por la falta de independencia que padece el sistema judicial en la República Bolivariana de Venezuela, como fue manifestado en sus informes anteriores por los órganos de tratados y de los procedimientos especiales de las Naciones Unidas, así como durante el examen periódico universal de la República Bolivariana de Venezuela, y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.

El llamado Arco Minero también fue una dura referencia en cuanto a las violaciones: “Los trabajadores en el Arco Minero del Orinoco, una de las áreas más ricas en recursos minerales de Venezuela, están sometidos a graves abusos y violencia que han causado al menos 149 muertos desde 2016”, denuncia el informe.

La investigación, presentada por la alta comisionada de la ONU para los DD. HH., destaca que los mineros de la zona “están atrapados en un contexto generalizado de explotación laboral y altos niveles de violencia” por parte de grupos criminales que controlan las minas en el área, apodados como “sindicatos”.

“A pesar de la considerable presencia de fuerzas militares y de seguridad en la región, y de los esfuerzos realizados para abordar la actividad criminal, las autoridades no han podido investigar y llevar a juicio las violaciones de los derechos humanos, los abusos y los delitos relacionados con la minería”, subrayó Bachelet.

En un aparte se refiere el documento a lo que llaman: “Una tiranía en las minas”. Allí se indica que «esos ‘sindicatos’ aplican castigos crueles a quienes infringen las reglas que ellos imponen y sacan beneficios económicos de todas las actividades en las zonas mineras, incluso recurriendo a prácticas de extorsión a cambio de protección”.

Sin embargo, familiares de presos políticos recluidos en el DGCIM escribieron a la colega Sebastiana Barráez protestando dicho informe, pues no se refiere a sus casos. Alegan: “La tortura blanda y psicológica contra detenidos y familiares, la ausencia de chequeos médicos, el robo de los alimentos y agua potable, la ducha solo una vez a la semana, la prohibición de lecturas y actividades físicas, el encierro durante las 24 horas perdiendo la noción del día y la noche, con pérdida de memoria y de peso, sin ningún tipo de visitas de familias ni abogados. Así están los detenidos en los sótanos de la DGCIM. Es peor para quienes están en el subsótano en la llamada Casa de Los Sueños”.

Me pregunto: ¿No será la mano peluda del representante coordinador de la ONU en Venezuela, Peter Grossman, quien pudo haber maquillado las denuncias a presentar ante la alta comisionada? ¿No les extraña que estando tan clara Bachelet no se incorporen esos casos al arsenal de violaciones comprobadas del régimen militar-cívico venezolano?

De hecho, sobre Grossman pesan varios señalamientos de su nada neutral posición ente las violaciones rojas rojitas a los derechos humanos en Venezuela. Hace unas semanas les conté que sorpresivamente la ONU había colgado un aviso en las redes ofreciendo su cargo a los interesados en reemplazarlo y animándolos a que presenten sus currículos de vida cuanto antes. Atentos entonces en Ginebra…

Demandarán a Jair Bolsonaro por poner en riesgo a periodistas al anunciar su positivo en Covid-19
Al anunciar que era positivo, no respetó la cuarentena, la distancia de seguridad y se quitó la mascarilla al terminar la rueda de prensa

 

La Asociación Brasileña de Prensa (ABI) anunció ayer que presentará una demanda ante la Corte Suprema contra el presidente Jair Bolsonaro, a quien acusan de «poner en peligro» la vida de los periodistas que acompañaron el anuncio de su positivo al nuevo coronavirus.

“A pesar de saber que estaba infectado con la Covid-19 , el presidente Jair Bolsonaro continúa actuando de forma criminal y poniendo en peligro la vida de otras personas”, dijo el presidente de la ABI, Paulo Jerónimo de Sousa, a través de un comunicado.

De Sousa denunció que el mandatario “rompió el aislamiento recomendado por los médicos” y “recibió a periodistas de medios de comunicación que considera afines” a sus políticas para “informarles personalmente” que está infectado con el virus.

Bolsonaro compareció ante la prensa con una mascarilla blanca simple y sin respetar la distancia de seguridad con los informadores, quienes durante la comparecencia sostuvieron sus micrófonos cerca de la boca tapada del gobernante. Al final de su intervención, Bolsonaro dio unos pasos atrás para alejarse unos pocos metros de los periodistas y se quitó la mascarilla a fin de pronunciar unas últimas palabras.

Para la ABI, la actitud del presidente infringió el artículo 131 del Código Penal brasileño que castiga por «transmitir a otros una enfermedad grave de la que se está infectado» o «un acto capaz de producir el contagio», bajo pena de uno a cuatro años de cárcel y multa.

En días anteriores, Bolsonaro calificó al coronavirus como una simple «gripecita», por eso acudió a manifestaciones y se paseó varia veces por Brasilia provocando aglomeraciones. Brasil es el epicentro latinoamericano de la pandemia y el segundo país más golpeado por el coronavirus, después de Estados Unidos, al registrar 1,66 millones de contagios y cerca de 67.000 muertes, con 1.254 fallecidos en el último día.

*Con información de EFE

Liberan a equipo periodístico de VPI tv detenido en Chuao
Es la segunda agresión por parte de efectivos de seguridad en contra de periodistas

 

El Colegio Nacional de Periodistas (CNP) informó este viernes 5 de junio que fue liberado el equipo de prensa de Venezolanos por la Información TV (VPI tv), detenido en horas de la mañana por funcionarios de la Guardia Nacional.

Según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (Sntp), los detenidos responden a los nombres de Luis Patiño (reportero); Jhonatan Bello (camarógrafo); Dangert Zorrilla (asistente) y Óscar Ávile (taxista).

El grupo había sido detenido por la GN mientras se encontraba en las inmediaciones de una estación de gasolina, en Chuao. Los efectivos militares los retuvieron hasta la llegada de una comisión de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

El CNP indicó que a las 11:00 am, 90 minutos después de su arresto irregular, fueron puestos en libertad. Además, les devolvieron sus credenciales laborales.

Este hecho constituye la tercera agresión en contra de los representantes de la prensa en menos de 48 horas. La mañana del 4 de junio, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana arrestaron a la productora radial y periodista del Circuito FM Center, Carol Romero por estar grabando una protesta en el kilómetro 12 de El Junquito.

En el estado Zulia, el pasado 3 de junio el directivo y conductor de Mágica 93.3 en el estado Zulia, Jorge Cortez, fue excarcelado con régimen de presentación de 45 días por hacer entrevistas en una gasolinera de Ciudad Ojeda.

 

*Con información de El Pitazo y TalCual

Periodismo y libertad de expresión en cuarentena
En Venezuela las vulneraciones a los medios de comunicación, periodistas y trabajadores de la prensa en su derecho a la libertad de expresión y acceso a la información no tienen vacuna.
Entre enero y abril de 2020, el Instituto Prensa y Sociedad, IPYS Venezuela, contabilizó 146 casos de censura y de violación a la libertad de expresión e información en el país. 
Los principales asaltantes a estas libertades fueron los cuerpos de seguridad del Estado y grupos simpatizantes al oficialismo. 

El pasado domingo 3 de mayo se conmemoró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, e IPYS Venezuela recordó la importancia del periodismo como un ejercicio fundamental de la libertad de expresión, mediante un reporte publicado en su página oficial. 

Desde que se registró el primer caso de coronavirus en el país, el pasado 13 de marzo, hasta el 30 de abril, cuerpos de seguridad provocaron 27 casos de agresiones a la libertad de prensa, y las detenciones arbitrarias se ubicaron como los ataques más graves y numerosos. 

En los primeros cuatro meses del año, al menos 121 periodistas fueron limitados a su derecho de buscar y difundir información de interés público. En el ejercicio de su profesión, fueron impedidos o agredidos. «IPYS Venezuela también registró 18 casos de detenciones arbitrarias entre enero y abril que cercenaron la libertad de forma temporal, a 23 periodistas, cinco familiares y un defensor de derechos humanos vinculado con el periodismo», indica el reporte. 

Entre enero y febrero de 2020, los ataques a la prensa estuvieron vinculados con las coberturas informativas realizadas en el Palacio Legislativo y con las actividades organizadas por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó. Sin embargo, los incidentes se acentuaron a partir del 13 de marzo, desde que se decretó el Estado de Alarma por la pandemia de la Covid-19. Desde entonces, las fuerzas públicas han ejercido acciones para silenciar la información en Venezuela. 

En solo 49 días, entre el 13 de marzo y el 30 de abril, los cuerpos de seguridad provocaron 27 casos de agresiones a la libertad de prensa. En 15 de estas oportunidades, fueron privados 20 trabajadores de la prensa en Miranda, Vargas, Cojedes, Táchira, Guárico, Apure, Delta Amacuro, Zulia y el Área Metropolitana de Caracas.

 

La organización, adicionalmente, realizó un monitoreo a 51 medios de comunicación tradicionales durante cuatro días y encontró que la escasez informativa predomina en el marco de la cobertura de la pandemia del coronavirus en el país. Puntualizan que «los contenidos sintonizados se limitaron a transmitir comunicaciones oficiales por parte del gobierno de Nicolás Maduro a través de cadenas de radio y televisión, o declaraciones de los principales funcionarios del gabinete oficial». 

Asimismo, IPYS concluyó que las alocuciones en las que fueron reveladas cifras de coronavirus en el país no se realizaron por fuentes médicas especializadas, sino, principalmente, por tres voceros oficialistas: Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez. También otros dirigentes políticos regionales realizaron intervenciones públicaas oficiales, como es el caso de los gobernadores Héctor Rodríguez y Carmen Meléndez. 

El reporte de IPYS también hizo referencia a las incongruencias en las cifras dadas por el oficialismo, a la desinformación en torno al Interferón, a los remedios caseros, y a la censura epidemiológica. 

Con información de: IPYS Venezuela. 

Periodismo en recesión | Día Mundial de la Libertad de Prensa
  • Este 3 de mayo IPYS Venezuela reitera la necesidad de autonomía, independencia, diversidad y pluralidad de voces para garantizar el pleno ejercicio del periodismo en Venezuela, así como el respeto al derecho de los ciudadanos a estar informados sobre los hechos de interés público de manera adecuada, pertinente y oportuna.
  • En el marco de esta celebración, el mandato de la Unesco recuerda que los principios fundamentales de la libertad de prensa constituyen los pilares de la libertad de expresión y también de las sociedades democráticas

 

A PROPÓSITO DEL DÍA MUNDIAL de la Libertad de Prensa, este 3 de mayo el Instituto Prensa y Sociedad Venezuela alerta sobre el aumento de los fenómenos de desinformación y las vulneraciones a la libertad de expresión y acceso a la información pública que han ocurrido entre enero y abril de 2019, las cuales sumaron al menos 244 incidentes que dificultaron el derecho de los periodistas y ciudadanos a difundir y consultar libremente informaciones, ideas y opiniones a través de entornos tradicionales y digitales.

Se trata de un número de limitaciones sin precedentes dentro de ese período y que incluso alcanza el 84% de la totalidad de casos registrados en todo el año 2018, cuando se registraron 266 alertas. En este contexto, se han agudizado las detenciones arbitrarias y las medidas de censura en los medios tradicionales y en las plataformas digitales. Fue así que en lo que va de 2019 la arbitrariedad de las autoridades estatales fue responsable de al menos 45 detenciones arbitrarias a periodistas nacionales y extranjeros.

Los datos del sistema de monitoreo de esta organización también demostraron que la cobertura periodística de los hechos de interés público que ocurrieron el martes 30 de abril sobre la situación política de Venezuela, enfrentó obstáculos que acumularon al menos 22 casos de violaciones a la expresión y de acceso a la información. Estos hechos afectaron a periodistas, medios de comunicación nacionales e internacionales, plataformas digitales y a los ciudadanos en todo el país.

IPYS Venezuela insiste en la gravedad de las prácticas de censura que han impedido a los venezolanos acceder a la información de forma libre e independiente a través de internet, lo cual abre las compuertas de los rumores y la desinformación. Según los registros de esta organización, entre enero y abril de 2019 se han registrado un total de 62 casos de limitaciones a los derechos digitales de los venezolanos. De esta cifra, 28 portales fueron bloqueados durante la cobertura de asuntos de interés público y 14  medios digitales se vieron afectados por estas medidas.

Nos preocupa que estas acciones represivas también se relacionan con las trabas que enfrentaron los periodistas y medios de comunicación durante el 2018, año que cerró con 266 casos de violaciones a la libertad de expresión, según el informe anual 2018 de IPYS Venezuela denominado Periodismo migrante, y en el que el Índice de libertades informativas IPYSve arrojó un promedio global de 61 puntos que dan cuenta de un período de restricciones frecuentes en la cobertura informativa, y que demuestran un retroceso de cuatro puntos en comparación con 2017 y 2016, cuando alcanzaron 65 y 66 de promedio, respectivamente. Puedes leer nuestro informe anual aquí.

Este fue el resultado de una consulta que realizó esta organización con 326 periodistas de 18 estados del país, y que reveló que la opacidad y la violencia fueron las condiciones de mayor riesgo para el periodismo en Venezuela en el 2018. Otros de los desafíos que repercutieron sobre el ejercicio periodístico en el país en ese período fueron la migración, los desplazamientos forzados, prohibiciones de salida del país, migraciones de medios tradicionales a entornos digitales, cierre y contracción en la prensa escrita, así como los abusos de poder y las limitaciones en el acceso a la información pública.

En el estudio, las restricciones al acceso a la información tuvieron una valoración promedio de 35 puntos, que demostró que existen inconvenientes graves en esta categoría, y evidencia que aumentaron los impedimentos para el manejo de los datos oficiales en el país. El componente de seguridad de la medición fue el segundo de mayor riesgo en la medición de libertades informativas al obtener un promedio de 50 puntos, que denotan que hubo limitaciones agudas y frecuentes de esta categoría.

Ante estos riesgos, compartimos el llamado de la Unesco que recuerda que “La existencia de medios de comunicación libres, pluralistas e independientes es una condición indispensable   para el buen funcionamiento de las democracias. El periodismo independiente permite exponer los  hechos a los ciudadanos y que estos se formen una opinión. La libertad de prensa garantiza unas sociedades en las que  impere la transparencia y en las que toda persona pueda acceder a la información. El periodismo independiente  analiza el mundo y lo hace accesible a todas las personas, fomentando la diversidad de opiniones”.

IPYS Venezuela considera que urge mejorar las condiciones de libertad de expresión en el país tanto en entornos digitales como tradicionales, y exhorta a las autoridades del Estado a seguir las siguientes cinco recomendaciones para salvaguardar las libertades periodísticas y el derecho de los ciudadanos a estar informados:

  1. Garantizar, sin demoras, los principios de pluralidad y diversidad en los medios de comunicación y plataformas digitales, para evitar las órdenes de bloqueos y censura.
  2. Mejorar y garantizar el acceso a la información pública y datos abiertos a través de diversas políticas y prácticas estatales.
  3. Asegurar que los periodistas puedan desempeñar sus funciones libremente, sin procesos injustificados, riesgos, amenazas ni presiones.
  4. Implementar de manera urgente protocolos de protección de periodista según las consideraciones de los estándares internacionales y que permitan actuar de manera eficaz y eficiente para que el derecho a la vida, la integridad física y la libertad personal sean efectivamente garantizadas y todas las instancias del Estado respeten y protejan el derecho de toda persona a la libertad de expresión.
  5. Fomentar la libertad para opinar y la difusión de información en las plataformas digitales, y se garantice internet como DDHH.
Editorial: A cuatro años de la censura contra Infobae

 

EL 10 DE OCTUBRE DE 2014, la dictadura militar de Nicolás Maduro ejecutaba otro golpe contra la libertad de expresión. Censuraba a Infobae. Fue por la divulgación de una noticia que molestó al régimen. Desde ese momento, los venezolanos eran un poco menos libres. Libertad que el chavismo le recortaba a su pueblo antes y continuó haciéndolo hasta el presente.

Aquel día, la decisión estuvo en manos de la por entonces ministra de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez. Por su persecución a los medios independientes fue premiada: en la actualidad es la vicepresidenta de la República Bolivariana de Venezuela. La funcionaria es uno de los tentáculos de la dictadura que controla todo en un país que sufre una diáspora dolorosa, interminable y sin antecedentes en la región.

En esa jornada de amordazamiento, William Castillo -quien ejercía como presidente de Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel)- justificó la censura: «Siguiendo instrucciones, en razón a graves violaciones a las leyes venezolanas, Conatel ha ordenado el bloqueo del portal Infobae«.

Las «graves violaciones» a las que hacía referencia el vocero del régimen era la publicación de información referente al asesinato del diputado Robert Serra, cuya causa de muerte la dictadura pretendió manipular.

Ayer, la paradoja llegó a su máxima expresión. Fue cuando uno de los mensajeros de la dictadura, Mario Silva -conductor del programa ultrachavista La HojillaTV– falsificó con un grosero Photoshop una supuesta noticia publicada por Infobae. En ella intentaban inculpar al líder opositor Julio Borges por la muerte del preso político Fernando Albán. El régimen utilizaba la credibilidad de este medio para ensuciar a sus opositores.

Albán murió este lunes en dependencias oficiales luego de ser detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). El bloque de su partido, Primero Justicia, culpó al presidente. «Responsabilizamos a Nicolás Maduro y a su régimen torturador de lo ocurrido. Exigimos la verdad y declaramos que esta dolorosa situación demuestra lo peor de la dictadura: un sistema de muerte que penetra en la conciencia de quienes defendemos la libertad en Venezuela», dijo mediante un comunicado.

Las Naciones Unidas, los Estados Unidos y el Grupo de Lima -conformado por Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Santa Lucía– pidieron esclarecer de forma urgente el crimen del opositor y una investigación independiente a la que pudiera encargar la dictadura chavista.

Infobae se compromete a seguir informando sobre la dictadura militar de Maduro, pese a todos los escollos que ello represente. Pese al bloqueo. Pese a la censura. Pese a las fake news. Pese a todo.