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DDHH Olvidados | Leider García recibió un disparo intentando ingresar ayuda humanitaria
Han pasado cuatro años desde que Leider falleció y su caso, al igual que el de muchos asesinados en protestas, sigue impune

 

El nombre de Leider García Rangel quedó plasmado en la memoria de todos los venezolanos luego de que se hiciera pública la noticia que un ex policía resultó herido de bala cuando trataba de ayudar para que los camiones que contenían ayuda humanitaria ingresaran a Venezuela. 

Comenzaba la mañana de aquel violento 23 de febrero de 2019 y los ánimos ya estaban caldeados. A la crisis económica, política y social que mantenía de rodillas a todo el país, se sumaba la amenaza que representaba para el gobierno de Nicolás Maduro el recién juramentado presidente encargado, Juan Guaidó.

La gente estaba en las calles apoyando la figura del presidente interino y la esperanza de retomar la senda democrática estaba más viva que nunca. Guaidó ofrecía un cambio y  el ingreso de ayuda humanitaria para  miles de venezolanos que estaban en condiciones vulnerables. 

La familia de Leider, quienes vivían en San Antonio del Táchira, apoyaban la idea de salir a marchar para salir del gobierno y luchar por el cambio que tanto anhelaban, pero siempre de manera pacífica. 

Leider García se formó como policía en el año 2012 para tener mejores ingresos y poder servir a su país, pero un día cansado de la crisis de los años 2016, 2017 y 2018 decidió pedir la baja para irse a Colombia. La solicitud se la negaron, pero él de igual forma se fue al vecino país y allá trabajaba como instructor de gimnasio.

Apoyo al ingresos de la ayuda humanitaria

Viana Pereira, nombre ficticio cambiado a petición por temor a represalias, comentó que ese 23 de enero cuatro de los seis hermanos de Leider salieron a marchar en apoyo al ingreso de los ocho camiones que transportaban comida, medicinas y equipos médicos para amortiguar la grave situación del país. 

Relató que todo transcurría con normalidad hasta que los camiones se apostaron en el Puente Internacional Simón Bolívar, frontera que comunica a Cúcuta con San Antonio del Táchira.

“Cuando llegaron los camiones fueron recibidos por decenas de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, pero no solo eso, también había muchos colectivos”, dijo Pereira. 

Pereira afirmó que la situación empezó a tornarse violenta cuando metros antes, ellos comenzaron a escuchar disparos y otros sonidos que parecían detonaciones y prefirieron no seguir; sin embargo, Leider sí se fue a ver qué pasaba. 

“Veíamos que venía mucha gente corriendo, era la policía y los colectivos dispersando a la gente. A muchos los hirieron con perdigones, bombas lacrimógenas, los golpearon y se los llevaban detenidos”, dijo Pereira.

Viviana detalla que la última vez que vieron a Leider iba a bordo de una moto y les dejó dicho con un familiar que iba a buscar algo en casa de un vecino. 

Viviana Pereira continuó narrando que Leider comenzó a liderar un grupo de personas para intentar ayudar a que ingresaran los camiones de ayuda humanitaria. “Él agarró un tubo y les hizo creer a los guardias que tenía una bazuca, un arma de fuego portátil usada para disparar proyectiles de propulsión a chorro, y lo logró, hizo que los guardias se dispersaran, pero no vio cuando venían los colectivos al acecho y es cuando se lanza a correr, pero una bala lo alcanzó y atravesó su tórax”, dijo. 

A través de las redes sociales circularon varios videos en donde se aprecia cuando Leider está mal herido en el suelo e inconsciente, y varias personas lo suben a una moto para llevarlo al hospital. 

La doble tragedia de Leider

Leider llegó muy mal al Hospital Central de San Cristóbal. Perdió mucha sangre y aunque le prestaron ayuda, no pudieron sacarle la bala que ya estaba localizada en su médula ósea. 

Viviana Pereira detalló que al siguiente día Leider despertó, habló y preguntó varias veces por sus piernas. Con el paso de los días comenzó a empeorar y estaba presentando mucha fiebre. 

“Cuando pensamos que había una luz al final del túnel él empezó a recaer, le daba mucha fiebre, era la bala que había contaminado su cuerpo”, dijo Pereira. Sin embargo agradece toda la ayuda que recibió cuando Leider estaba hospitalizado. “Las personas nos ayudaron mucho con dinero, con sangre, con medicinas… Vendimos muchas cosas para salvarle la vida, pero él murió por negligencia porque los doctores le dieron la orden de que él no podía vivir”, afirmó. 

La familia García Rangel al ver que Leider empeoraba, tomaron la decisión de trasladarlo a Colombia para que recibiera atención y tratamiento. 

“Trasladarlo fue una verdadera odisea. Los médicos se negaban a firmar la salida porque la orden era dejarlo morir. Sin embargo lo sacamos y gracias a un familiar conseguimos una ambulancia, pero la mayor humillación fue pasar a Leider en su estado por la trocha porque no permitieron que fuera por el Puente”, dijo. 

Gracias a que Leider tenía doble nacionalidad, lograron ingresarlo a una clínica privada en donde, según comentó Pereira, la atención fue muy diferente, pero bastante tardía, pues ya estaba muy mal de salud.

Los doctores le dijeron a la familia García Rangel que si Leider sobrevivía iba a quedar inválido. Pero el 12 de marzo el ex policía retirado por no estar de acuerdo con todo lo que estaba pasando en el país, falleció. 

Pereira dijo que Leider murió engañado de que sus piernas solo estaban dormidas. Asegura que en un momento el joven le comentó a su madre que si quedaba inválido se iba a matar porque no iba a aguantar estar sin poder moverse. 

Documentos perdidos

Han pasado cuatro años desde que Leider falleció y su caso, al igual que el de muchos asesinados en protestas, sigue impune. 

Según detalla Pereira, lo último que supo del caso de Leider García es que los documentos se perdieron. “Llamaron de la Fiscalía para decir que los documentos se habían extraviado y que si querían cerrar el caso debido al tiempo que ha pasado”. 

“Es una falta de respeto que llamen para decir eso cuando ellos saben quien le disparó a Leider. Se supo que hace dos años uno de los colectivos que andaba ese día murió y quieren hacer creer que con esa muerte ya se resolvió el caso, pero lo cierto es que en la calle, todavía anda suelta mucha gente involucrada en la muerte de Leider”, dijo Pereira. 

La vida de la familia García Rangel cambió para siempre desde la muerte del joven. Al padre le dio un ACV producto del dolor y la impotencia. El hijo de Leider quien tenía cuatro años cuando ocurrió la tragedia, contempla las fotos de su padre y se consuela con decir que está en el cielo. 

#MonitorDeVíctimasCaracas | Delincuentes acribillaron a un polimiranda en Petare
La víctima había sufrido un atentado hace un año y había querido mudarse de la zona. Pero regresó para estar con su familia

 

@loremelendez / Foto: Carlos Ramírez

 

Los familiares del oficial jefe de la Policía del estado Miranda, Dionys Alexander Batista, de 44 años de edad, sabían que estaba amenazado de muerte por las bandas de delincuentes que hacen vida en el barrio La Bombilla de Petare, municipio Sucre de Miranda, donde él vivía. Por eso, su madre y sus hermanas le pedían que se fuera de la zona, pero él siempre regresaba porque allí estaban su esposa y sus dos hijos menores.

La noche del martes 29 de marzo, cuatro hombres lo rodearon y lo mataron a balazos. Le dieron más de una decena de tiros. El suceso, que presenciaron su hijo y su esposa, ocurrió alrededor de las 10:00 p. m., en la Segunda Vuelta de La Bombilla.

Batista acababa de llevar su moto al estacionamiento de un preescolar cercano a su vivienda, donde solía dejarla guardada cada noche. Cuando se devolvía a su hogar, dos hombres en moto se le acercaron y le dispararon de frente. Él sacó su arma de reglamento y comenzó a disparar e hirió a uno de los victimarios. Pero, enseguida, otros 2 hombres salieron de un callejón aledaño para cercarlo. Parientes afirman que su cadáver tenía más de 15 impactos de bala. Lo despojaron de su pistola.

Un vecino auxilió a Batista y lo llevó en su moto al Hospital Dr. Domingo Luciani, de El Llanito. Llegó consciente a pesar de la balacera y entró a quirófano. Pero murió poco después de ingresar.

Agentes de Polimiranda y del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) cercaron esa noche la zona del suceso para dar con el paradero de los asesinos.

De acuerdo con el relato de sus cercanos, el policía intentaba “poner orden” en su barrio. Solía evitar que las actividades de niños y jóvenes en la cancha deportiva aledaña a su casa se prolongaran más allá de las 9:00 p. m., lo que molestaba a los presuntos delincuentes de la zona.

Durante 2021, habían intentado matarlo a tiros, pero Batista pudo refugiarse en un carro. Tras el atentado, decidió pasar algunas noches en la sede de La Urbina de la Policía de Miranda, donde trabajaba, o en casas de familiares en El Valle y Parque Caiza. Había intentado alquilar un apartamento fuera de Petare, pero no alcanzaba a cubrir los costos del depósito y los pagos por adelantado. Por eso se quedó en La Bombilla.

Esta es la segunda vez que la familia Batista vive la tragedia de un homicidio. En septiembre de 2019, el detective agregado del Cicpc, Franklin Sojo —quien era uno de los seis hermanos del funcionario— fue asesinado por su pareja, la también funcionaria Greivy Hidalgo, en medio de una discusión.

Batista era padre de tres hijos, dos de ellos menores de edad. Llevaba 14 años como funcionario de Polimiranda. Entre mayo de 2017 y febrero de 2022, 106 policías murieron víctimas de homicidio en el Área Metropolitana de Caracas.

#MonitorDeVíctimas | Regresaron de Colombia y los asesinó la policía 
Camacaro Perdomo estaba en Colombia con su esposa y sus dos hijas menores de edad. Habían sido desalojados de la vivienda en la que residían porque no tenían cómo pagar el alquiler

Karina Peraza Rodríguez / Foto: Anderson Piña 

 

En marzo de este año las autoridades venezolanas anunciaron el cierre de la frontera con Colombia ante los contagios por la pandemia del COVID-19. El protocolo para quienes regresaban al país era pasar por refugios en los que debían permanecer al menos 15 días y posteriormente ser enviados a los estados donde residían. Allí también estarían aislados por igual lapso. Una vez que sabían que estaban sanos se les permitía ir a sus hogares. 

Así sucedió con Edward José Camacaro Perdomo, de 20 años de edad, y con Yender Javier Arriechi Mujica, de 26 años. Ambos pasaron por refugios: primero uno ubicado en el estado Táchira y luego otro en Lara. Por otro lado,  Kenis Hernán Chirinos Gutiérrez, de 35 años de edad, quien se dedicaba a pasar personas por las trochas, al ser testigo de los malos ratos e incomunicación por la que atravesaban los retornados, decidió dirigirse al estado Lara antes de que fuese internado en algún refugio.

Además de haber emigrado para trabajar en Colombia y luego regresar a Venezuela por la pandemia, estos tres hombres tienen otro aspecto en común: fueron asesinados por la Brigada de Reacción Inmediata (BRI) y la FAES, grupos de la PNB. 

Había vuelto a Venezuela porque no tenía para el alquiler

Camacaro Perdomo estaba en Colombia con su esposa y sus dos hijas menores de edad. Habían sido desalojados de la vivienda en la que residían porque no tenían cómo pagar el alquiler. Habían dejado de trabajar por las restricciones que generó la pandemia. 

El hombre, que cruzó la frontera con su familia, no tenía ni una semana de haber salido del confinamiento que exigía el protocolo sanitario cuando una comisión de la BRI llegó a su vivienda. 

El 28 de abril los funcionarios llegaron en horas de la madrugada, lo esposaron y le indicaron a sus parientes que sería trasladado a una comisaría para un chequeo. No regresó. Fue reportado como muerto en un enfrentamiento.

Su padre avisó que se lo habían llevado con vida

La segunda víctima fue Arriechi Mujica. El pasado 25 de mayo a las 4:00 de la madrugada efectivos de las FAES llegaron a la casa del hombre, ubicada en la calle 2 con carrera 3 del barrio La Victoria, parroquia Unión, Barquisimeto, estado Lara. Lo sacaron vivo de su casa, según el relato de sus familiares.

El joven también había estado en un refugio en Táchira y después en la Villa Bolivariana, ubicada en Barquisimeto. Una vez confinado en la capital larense tardó en ser dado de alta debido a que ameritó asistencia médica, porque presentó convulsiones.

Apenas tenía diez días en su vivienda cuando la FAES se lo llevó. En el momento de la incursión de los uniformados, el padre de Arriechi Mujica mandó varias notas de voz a diversos grupos, advirtiendo que a su hijo lo habían sacado vivo. De nada valió: al muchacho lo mataron horas más tarde en la comunidad de Santos Luzardo. Las autoridades aseguraron que se trató de un enfrentamiento.

Pagó con su vida pasar personas por las trochas

La tercera víctima fue Chirinos Gutiérrez. El joven, que pasaba personas por las trochas, había sido testigo de lo que se vivía en los refugios y además sabía que existía la amenaza por parte de Freddy Bernal, designado como protector de Táchira, de que serían detenidos.

El hombre había vuelto a Barquisimeto en marzo de este año. Algunas de las personas de la comunidad quisieron reportarlo ante la Gobernación. El 21 de julio una comisión de la BRI llegó directo a su vivienda. Sacaron a su familia de la casa y a él lo asesinaron en el lugar.

El hecho se produjo en horas de la mañana en una invasión ubicada en la comunidad de la Gil Fortoul, en la parroquia Unión, Barquisimeto, capital larense.

Casi 200 personas ejecutadas este año por la policía 

Lara es uno de los estados que en los últimos dos años ha registrado más casos de resistencia a la autoridad y ejecuciones extrajudiciales en todo el país. 

De enero a noviembre de 2020 la cifra de muertes a manos de cuerpos de seguridad del Estado se ubicó en 197 víctimas, según un registro de prensa.

Los datos de Monitor de Víctimas se registran desde el 1° de abril, cuando inició el proyecto en esa entidad. De acuerdo con estas cifras van 125 muertos por responsabilidad de las autoridades.

Policía de España desarticula banda que explotaba sexualmente a venezolanas

La Policía española desarticuló una banda que explotaba sexualmente a más de 200 mujeres latinoamericanas -la mayoría venezolanas-, detuvo a veinte miembros de la organización y liberó a diecinueve víctimas.

Según informó este viernes 21 de febrero la policía de España, la operación comenzó cuando los agentes conocieron la existencia de varios clubes de alterne ubicados en la provincia de Murcia (sureste), en los que supuestamente se explotaba sexualmente a mujeres latinoamericanas.

La Policía identificó que la organización, liderada por un peligroso clan familiar, que también traficaba con drogas, que explotaba a las mujeres en clubes de su propiedad en Murcia.

El viaje lo hacían grupos de dos o tres mujeres y la banda se hacía cargo de todos los gastos que generaba el desplazamiento.

Pero el mismo día que llegaban España las trasladaban a clubes propiedad de la organización, donde se les informaba de que debían ejercer la prostitución para pagar la deuda contraída.

La deuda que la banda imponía a las mujeres, aunque era superior al coste real del traslado, en comparación con otras redes no era especialmente elevada, ya que la estrategia de obtención de beneficios de este grupo se basaba en explotar a muchas mujeres, por lo que podía pedir menos dinero a cada una.
Muerte de joven en protestas conmocionó a Colombia

 

La muerte del estudiante colombiano Dilan Cruz, de 18 años, herido el sábado por la Policía durante una manifestación pacífica en Bogotá, conmocionó a su país este lunes, en el quinto día de las protestas contra el presidente Iván Duque.

Cruz falleció esta noche en el Hospital San Ignacio, en el barrio de Chapinero, donde había sido ingresado el sábado por la tarde después de que una bomba aturdidora disparada por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía lo hiriera de gravedad en la cabeza cuando se encontraba en la céntrica Avenida 19 para participar en la protesta antigubernamental.

 

 

“Con pesar informamos que, no obstante la atención brindada durante estos días en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos, Dilan Cruz, en razón a su estado clínico, acaba de fallecer. Nuestros sentimientos solidarios de pésame a su familia y personas cercanas a él”, indicó el hospital en un comunicado.

Cruz se convierte así en la primera víctima mortal de la violencia policial en Colombia desde que se iniciaron las protestas y se suma a otras tres personas que murieron en disturbios el pasado jueves en las ciudades de Buenaventura y Candelaria, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste).

Tres policías también murieron y siete más resultaron heridos el viernes en un ataque con explosivos a un cuartel del municipio de Santander de Quilichao, una zona montañosa del suroeste colombiano, en un ataque atribuido a disidentes de las FARC que no aceptaron un proceso de paz, en un hecho no relacionado con las protestas, según fuentes militares.

 

ONU pide aclarar muerte de Dilan Cruz 

La Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos pidió este martes a la Fiscalía esclarecer las responsabilidades por la muerte de Dilan Cruz.

«Pedimos que sean esclarecidas las responsabilidades por la muerte de Dilan Cruz por parte de la Fiscalía. No debe haber impunidad», señaló la oficina en un mensaje publicado en sus redes sociales.

 

 

Por su parte el director de la ONG Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, le dijo al presidente Iván Duque que además de condolencias, hace falta justicia.

Vivanco pidió a la Fiscalía una investigación confiable y al Ministerio de Defensa que anuncie medidas para que esto no vuelva a ocurrir.

 

 

*Con información de La Vanguardia, EFE y El Tiempo de Colombia

Al menos tres policías muertos y siete heridos dejó un atentado con explosivos perpetrado el viernes 22 en la noche por desconocidos contra una comisaría del municipio de Santander de Quilichao, en el departamento colombiano del Cauca (suroeste de Colombia).

«Hoy aproximadamente a las 9.10 de la noche se presentó un impacto explosivo contra la estación de Policía del municipio de Santander. El reporte es tres policías muertos y siete policías heridos», afirmó a periodistas el secretario de Gobierno del Cauca, Jaime Asprilla.

Los fallecidos son los patrulleros Ever Danilo Canacuan Cuaical, Roy Gallyadi Fernández y Jesús Norbey Muelas Ipia, según las autoridades.

Este ataque se produjo en un momento de máxima tensión en Colombia por la ola de disturbios y vandalismo que siguió a las protestas pacíficas del jueves 21 contra la política económica y social del presidente Iván Duque, y que motivaron la declaración del toque de queda ese día en Cali y la noche de este viernes en Bogotá.

El funcionario agregó que los criminales instalaron una rampa frente a la estación y desde allí «dispararon los cilindros que segaron la vida de estos tres policías», aunque no atribuyó a ningún grupo el ataque, del que inicialmente se informó de que era con coche-bomba.

El mandatario colombiano se pronunció a través de sus redes sociales condenando el ataque contra la estación policial en Santander. «La orden a nuestra Fuerza Pública es identificar a los responsables de este hecho. Nuestra voz solidaria a esta comunidad y a los familiares de estos héroes».

El departamento del Cauca está inmerso en una espiral de violencia generada por las disputas territoriales de distintos grupos como disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y carteles mexicanos del narcotráfico.

La rivalidad entre estos grupos por el control de tierras para el tráfico de drogas hace de este departamento uno de los que tiene un mayor número de cultivos ilícitos en el país, con 17.177 hectáreas sembradas de coca, según cifras del centro de investigación del crimen organizado InSight Crime.

La violencia en el Cauca se ensaña con las comunidades indígenas y a finales de octubre pasado la autoridad neehwe’sx Cristina Bautista y los guardias Asdruval Cayapu, Eliodoro Inscué, José Gerardo Soto y James Wilfredo Soto fueron asesinados por disidencias de las FARC, que según el Gobierno les dispararon en el caserío de Tacueyó.

La ONG Programa Somos Defensores precisó en su «Informe Semestral Enero-Junio 2019» que al menos 59 defensores de derechos humanos fueron asesinados durante el primer semestre de este año en Colombia, diez de ellos en el Cauca.

El 17 de enero pasado, el ELN perpetró un atentado con coche bomba en Bogotá contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, que causó 22 muertos y 67 heridos.

*Con información de El Espectador

#EstoNoEsNormal | La carne y los cuatro policías

CULMINABA UNA JORNADA LABORAL del jueves 7 de marzo en Coro estado Falcón. Cuando salí de la oficina a las 4:00 pm aún había energía eléctrica, pero al llegar a casa ya el apagón estaba instalado.

Ante lo inesperado concluí que seguro era una falla en Planta Centro y por ello nos habíamos quedado sin el servicio, sin embargo, las horas transcurrían y al amanecer del viernes desconocía cuál había sido la falla.

El sábado ya sumábamos dos noches y un día sin luz. En el Mercado Viejo los carniceros, preocupados por el apagón, comenzaron a ofertar el kilo de carne a. 5.500 bolívares. La noticia inundó de luz a todos los que estaban en el mercado y pronto las comunidades adyacentes llegaron con la esperanza de quedarse con un kilo.

El temor de que comenzaran los saqueos se percibía en el aire. Pero no fue sino hasta pasada las 9:00 pm cuando, en un momento en el que olía a caucho quemado y sonaban las cacerolas, terminarían por saquear un comercio de licores en los alrededores del Hospital Universitario de Coro, ubicado a varios kilómetros del mercado.

Las pérdidas fueron cuantiosas, pues no solo fue el robo de los licores sino también el daño a la infraestructura que suma años de trabajo y esfuerzo familiar. La noche del saqueo la policía estadal no pudo con los vándalos puesto que solo enviaron una patrulla con cuatro funcionarios que, aun estando armados no controlaron la trifulca de los saqueadores. Cuatro policías, mientras en las marchas los cuerpos de seguridad reprimen y la Guardia Nacional Bolivariana cuida la estatua de Chávez.

Anny Bermúdez Laclé

@annylacle

Policía de Cúcuta busca a mujeres que dieron burundanga al Diputado Superlano y a su primo

EL CORONEL JAVIER BARRERA, comandante de la Policía de Cúcuta, informó que están tras la pista de dos mujeres que, presuntamente, dieron burundanga al diputado Freddy Superlano y a su primo y asistente, Carlos Salinas.

Salinas murió el sábado 23 de febrero de un paro respiratorio, producto del consumo de escopolamina, sustancia conocida como burundanga, indicó a El Pitazo la Fiscalía de Cúcuta.

El comandante de la policía de Cúcuta precisó que, después de asistir al concierto Venezuela Aid Live, Superlano y Salinas fueron a cenar y luego acudieron a una zona de discotecas en Cúcuta, donde presuntamente conocieron a las dos mujeres.

 

En el motel

“Posteriormente ingresaron a un motel, ubicado muy cerca del municipio Villa del Rosario”, confirmó Barreras.

Señaló que la Policía de Cúcuta fue informada por los responsables del motel de dos personas que no abrían la puerta de su habitación. Tras ingresar, dijo que hallaron inconscientes a los hombres.

“Fueron trasladados a una clínica en Villa del Rosario, donde desafortunadamente falleció el asistente“, dijo.

Informó que Superlano y Salinas fueron despojados de sus pertenencias y objetos de valor, y aseguró que la policía de Cúcuta está tras la pista de las dos féminas. 

“Tenemos la investigación bastante adelantada”, dijo el comandante de la Policía de Cúcuta.

Con información de César Batiz