G4 archivos - Runrun

G4

Entre la adaptación y la adaptación
El fetichismo electoral excluye lo más importante para que el voto sea efectivo: la movilización ciudadana en su defensa, en caso de desconocimiento por el régimen

 

@AAAD25

Creo que muchas personas le deben una disculpa a Henri Falcón. Démosle el asiento del piloto a Mnemósine para que ponga la palanca en retroceso (la única marcha en la que puede manejar, obviamente) y nos lleve a 2018. Falcón lanzó su quijotesca campaña presidencial contra Nicolás Maduro. Los partidos de la MUD, convencidos por las horriblemente arbitrarias elecciones regionales de 2017 de que el voto ya no podría ser un instrumento para el cambio político, se abstuvieron de participar. Sus seguidores en aquel entonces denunciaron a Falcón como inepto, en el mejor de los casos, o como cínico actor en la simulación chavista de democracia, en el peor de los casos.

La MUD se inclinó por un plan rebelde y antisistema, totalmente divorciado del statu quo diseñado por el chavismo para que su autor jamás pierda su hegemonía, aunque la voluntad ciudadana se oponga. La apoteosis de dicho plan ocurrió en Chacao en enero de 2019, cuando Juan Guaidó se juramentó como “presidente interino”. Están por cumplirse tres años de aquel día, sin que el interinato cumpla su objetivo fundamental. El plan antisistema de la MUD no dio frutos. El resultado ha sido la desilusión de las masas deseosas de cambio político como preludio para la recuperación económica y social del país.

Todo bien hasta ahora… Bueno, no. Mal, pero comprensible. La frustración es comprensible. Lo que sigue, no tanto. Y es que, aunque la rebeldía de la MUD y del interinato terminó llevando a una calle ciega, algunos conciudadanos dieron media vuelta para ir a… Otra calle ciega ya conocida. A saber, el callejón sin salida del fetichismo electoral. La creencia de que lo único que pueden hacer los adversarios del chavismo es ganar elecciones y esperar por el milagro de que al chavismo le dé la gana de respetar el resultado (y con esto no me refiero solo a los números; también a los efectos del resultado, como permitir que un ente conquistado por la oposición actúe de forma autónoma).

En varios casos, el salto de la rebeldía antisistema al fetichismo electoral se dio de forma muy brusca, y con desparpajo para efectos de justificación. Sobre todo a partir de la decisión de la MUD de tomar parte en las regionales del año pasado y, más aun, tras la victoria de Sergio Garrido en Barinas, cuyos méritos y límites discutí la semana pasada en esta columna. De manera que personas que en 2018 condenaron a Falcón por “medirse” con Maduro, ahora repiten los mismos argumentos esgrimidos por aquel hace cuatro años. Dudo que lo admitan, aunque deberían.

Pero por más que estos individuos hagan en público como si no vieran la montaña de evidencia de que el voto por sí mismo no se traduce en cambios políticos bajo el sistema chavista, no creo que en su fuero privado de verdad lo hayan olvidado. No soy psicólogo social, pero me parece que estamos ante una especie de mecanismo colectivo de defensa. Un intento de racionalizar la disonancia cognitiva entre la necesidad de sentir que se está haciendo oposición efectiva y el hecho de que en realidad no se está haciendo.

En otras palabras, estas personas se rindieron. Desistieron de la lucha opositora y su objetivo de restaurar la democracia y el Estado de derecho en Venezuela.

Ven como algo inevitable que el chavismo siga gobernando hasta quién sabe cuándo y se conforman con adaptarse al sistema y vivir lo posiblemente mejor en él. Pero no lo quieren admitir, vaya usted a saber por qué. De ahí que necesiten racionalizar la disonancia. Sin embargo, la realidad es terca, y cada vez que insiste en presentarse, en vez de admitirla, se redobla el esfuerzo por racionalizar la disonancia, tal como sostuvo Leon Festinger, autor de esta teoría. No importa cuán descabellado sea el argumento.

Es así como la adaptación al sistema chavista por arte de magia se convierte en «oposición» al mismo. Administrar las migajas de poder y recursos que el chavismo tolera, a cambio de someterse a él, es «ocupar espacios de lucha». Los nuevos prohombres de este ethos son los políticos del G4 que se están «falconizando»: Manuel Rosales, Sergio Garrido, etc. Curiosamente, el propio Falcón y sus aliados no reciben el mismo reconocimiento, sospecho que por razones de sectarismo.

Pero, repito, la realidad insiste. Adaptación y oposición nunca serán lo mismo. Sé que es difícil mantener la aspiración de vivir en democracia luego de tanto esfuerzo y sacrificio sin llegar ahí, pero no me parece correcto tirar la toalla. Porque creo que merecemos algo mejor. La adaptación, tener a gobernadores como Garrido, solo nos permitirá en todo caso gozar de una calidad de vida un poco menos mala. Jamás cuestionaré que alguien quiera vivir menos mal, pero vivir menos mal no es vivir bien, ni ser libre.

Así que yo le sugiero a todos los interesados en el porvenir de la nación que sean firmes exigiendo a los políticos y líderes de opinión claridad en sus propósitos. ¿Quieren adaptarse u oponerse? No pienso increpar a nadie si se inclina por la adaptación, pero que no la disfrace, con ribetes épicos, de esfuerzo para lograr un cambio político. Eso es burlarse de la gente y darle falsas esperanzas.

Lamentablemente pareciera que, en la medida en que la MUD retoma la participación electoral, son los creyentes en la adaptación los que dictan pauta, sin reconocer ante el público, y quizás ante ellos mismos, su limitada visión de progreso. Esto es un problema porque su fetichismo electoral en esencia excluye lo más importante para que el voto sea efectivo: la movilización ciudadana en su defensa, en caso de desconocimiento por el régimen. Si así va a ser la agenda opositora en 2022 y más allá, está condenada. En el mejor de los casos, será un fracaso con buenas intenciones. En el peor de los casos, una farsa descarada.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Analista considera que las regionales marcaron una doble rebelión que golpeó a Maduro y al G4
En un artículo publicado en la revista Democratización del Instituto de Estudios Políticos y Sociales FORMA, el sociólogo e investigador de la UCV advierte el debilitamiento tanto de la maquinaria chavista como del monopolio que ejercía la MUD en la oposición

Las elecciones regionales fueron el epicentro de una “doble rebelión” que no deja ni ganadores ni perdedores absolutos, pero que sí sacó a relucir las debilidades tanto del régimen de Nicolás Maduro como de la Plataforma Unitaria encabezada por el G4 (Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular).

“El comportamiento diferenciado entre poblaciones grandes y pequeñas nos muestra una doble rebelión de las zonas rurales: participan más, en contra del discurso abstencionista que mantuvieron los grandes partidos de la oposición (MUD y G4) durante al menos tres años consecutivos, y paralelamente castigan más al gobierno”, evalúa el sociólogo Héctor Briceño en un artículo publicado en la revista Democratización, editada por el Instituto de Estudios Políticos y Sociales FORMA.

Briceño destaca que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados “perdieron una cantidad importante de votos, una gran mayoría en sus tradicionales bastiones, zonas rurales, poco pobladas y económicamente deprimidas, donde los mecanismos de control político y social suelen ser mucho más poderosos y la población más dependiente del estado regional, local y de las estructuras políticas”.

A juicio del investigador de la Universidad Central de Venezuela (UCV), el retroceso del PSUV “sugiere un agotamiento de la maquinaria partidista y que la crisis ha golpeado también al gobierno, deteriorando tanto sus fidelidades como su capacidad coercitiva”. En esa línea, sostiene que “la votación representa una clara protesta contra el gobierno, pues en estas zonas -rurales- el colapso de la capacidad del Estado y de los servicios públicos ha impactado más profundamente la calidad de vida en la población”.

Al hacer el balance de la oposición, Briceño observa que la “MUD aumentó como nunca antes su votación en los circuitos más pequeños, donde obtuvo un desempeño por encima de su promedio, aunque perdió espacio en sus bastiones tradicionales, las grandes ciudades, no solo frente al chavismo sino también frente a las nuevas coaliciones opositoras, Fuerza Vecinal y Alianza Democrática”.

“A diferencia de lo ocurrido en el bloque chavista, dentro del cual el PSUV mantiene el control hegemónico, entre el voto y liderazgo opositor se consolidó una división que disolvió el monopolio que ejercía la MUD y el G4”, advierte el doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Rostock, Alemania.

Campo abierto

En el artículo publicado en la revista Democratización de FORMA, Briceño puntualiza: “En las elecciones regionales y municipales 2021 no hay ganadores ni perdedores absolutos. Los resultados dejan la puerta abierta, de par en par, a la política. Ese es quizás el mensaje más importante que nos deja la rebelión democrática del 21 de noviembre de 2021: el futuro estará en manos de aquellos liderazgos que puedan tejer la más amplia red de alianzas, basadas en confianza y en la voluntad de cooperación para enfrentar los retos de la reconstrucción democrática”.

Así como analiza la actuación del liderazgo político, Briceño tiene palabras de elogio para el votante venezolano. “Los electores se elevaron por encima de las divisiones y diferencias políticas, apoyando una pluralidad de liderazgos de distinto signo por igual. Distribuyeron premios y castigos a líderes y partidos. Demostraron manejar y dominar información política aún en un proceso electoral sumamente complejo, y más importante aún, demostró una vez más gran madurez a la hora de elegir”, concluye el académico.

Armando Martini Pietri Nov 11, 2021 | Actualizado hace 1 mes
A quien pueda interesar

@ArmandoMartini

El interinato se desvanece por fuerza de la realidad. Traición y engaño al ciudadano, su mayor error. Irrelevante, se parece a una fábula que desaparecerá en cualquier momento. Que se critique y amoneste con severidad un sector opositor es comprensible, un derecho, igual que exigir rendición de cuentas. Han incumplido la palabra empeñada, lleva años fracasando en sus promesas y además haciéndolo mientras tenían sobrado respaldo a favor.

El G4 no es más que el resultado de estúpidos dimes y diretes, ofrecimientos por cumplir, juramentos quebrantados. Perjuros con afán de poder que llevó, por contraste de errores oficialistas, incluso a ganar elecciones presidenciales que dejaron atadas a los clavos vergonzosos de la cobardía y del hagan ustedes que yo no sé qué hacer.

El castro-madurismo, infractor a los derechos humanos, perseverante en el deterioro de los servicios públicos y calidad vida, responde con imprecaciones a las denuncias de un mundo que observa con horror cómo llevan al país por el despeñadero de la corrupción. Gerencia de Estado que, con la narrativa redentora de la izquierda, selecciona a los funcionarios por lealtad, no por capacidad para resolver problemas que, en vez de disminuir, aumentan.  

En la otra acera la oposición sorda, embustera, encorvada, sin triunfos, que flotaba sobre la fe ciudadana en decrecimiento, la que aprovechó un acuerdo solo de ellos y sin consideraciones democráticas. Simple pacto para disfrutar del escaso poder que aún quedaba sin tomar en cuenta al resto de esa misma oposición, que dio advertencia de salida a los problemas que después vinieron. Basados en la esperanza ciudadana decepcionada por desengaño, frustración y fiasco evidente del chavismo, ofrecieron imposibles y dominaron la Asamblea Nacional.

En tres períodos sucesivos consiguieron quitar pendones, pinturas y fotos, despreciados e irrespetados por militares y despojados del Palacio Legislativo. Cuando tocó la oportunidad al partido de turno, su máximo líder y otros de importancia relativa estaban anulados políticamente, colocando a un joven ingeniero, diputado que pareció figura diferente a lo habitual, militante entusiasta y sin pretensiones personales que se dejaría llevar.

Organizaron la parafernalia de ayuda humanitaria a través de la frontera, actuando como excitados adolescentes por proscritos chavistas que participaron del festín por años, creyeron que la dictadura se asustaría y apelaron a gobiernos que ya tenían diferencias con el abusador castro-madurismo.

Sin embargo, el ingreso terminó de la manera que el régimen podía controlar, burdel y borrachos enratonados, puentes bloqueados y fanáticos incendiando el auxilio. Pero al mismo tiempo que perdían la batalla contra la tiranía, no se percataron que habían creado un nuevo caudillo. Presos, asilados, desgastados y sin brillo especial de otros, el muchacho de Vargas se montó en el techo de una camioneta y el público sintió que tenía un nuevo jefe.

La comunidad internacional, distraída con problemas en el mundo, enredos europeos, crecimiento chino; lectores de titulares para conocer desplantes del presidente en la Casa Blanca, creyó lo mismo. Políticos estadounidenses pensaron que el novato designado en lo que parecía un alarde constitucional frente a la retorcida ilegitimidad de un presidente cuestionado y sin reconocimiento, prefirió lo que parecía el mejor y cómodo camino, aunque la jerarquía republicana daba a entender sin decirlo que estaba dispuesta a todo, opciones encima y debajo de la mesa, hasta una invasión al estilo Día D, se llevó al párvulo a Estados Unidos para coronarlo mundialmente.

No obstante, en libertad condicional, el agazapado en morada doméstica organizó la primera trampa, un golpe de Estado en el cual se vieron calles vacías, ningún entusiasmo, pocos militares sin poder, y un presidente interino que parecía dirigente universitario mediocre, oscuro, sin experiencia. Los comprometidos en aquella aventura jamás aparecieron, el cabecilla corrió a esconderse en una embajada dando así al régimen oportunidad de quitárselo, mandarlo a lejanías, dándose el lujo de no tocar al interino e ignorarlo. Y sin acoso ni persecución, no hay heroísmo.

De entonces para acá, solo ha podido girar contra el prestigio inicialmente acumulado, seguir cayendo en la fe popular como simple muñeco en manos de dirigentes opositores politiqueros, conjuros e intrigantes a su propio estatuto que rige la transición y en los cuales ya es imposible confiar ni creer. El caso Monómeros es solo una muestra de que son más de lo mismo, iguales, similares, con honrosas excepciones.

El encargado, con bolas o sin ellas, tendrá que tomar una decisión, seguir siendo marioneta bloqueada por intereses e incertidumbres de quienes ahora son obstáculos, o emprender camino por su cuenta. Hacia allá o su casa, la decisión no es fácil, pero es únicamente suya.

¿Un nuevo ciclo?

¿Un nuevo ciclo?

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

#GuachimánElectoral AD lidera en postulaciones entre partidos de la oposición
El G4 (AD, PJ, VP y UNT) agrupado bajo la tarjeta de la MUD lidera las postulaciones, seguido del apoyo a los partidos independientes con 23 aspirantes. La tarjeta de “la manito”, apoyará a 7 de los candidatos de Fuerza Vecinal.

Dayimar Ayala Altuve

A menos de seis semanas de que se puedan seguir haciendo sustituciones de nombres de candidatos, que no se verán reflejados en la boleta electoral y a tan solo 28 días de que inicie formalmente la campaña electoral, la oposición agrupada en el G4 definió totalmente sus candidaturas para las gobernaciones y le restan, apenas, 3 por definir para las alcaldías.

Stalín González, representante de Un Nuevo Tiempo y miembro de la mesa de negociación en México, precisó al #GuachimánElectoral que las candidaturas, definidas por partidos son: 99 de Acción Democrática, la de Henry Ramos Allup; 69 de Primero Justicia; 57 de Un Nuevo Tiempo; 55 de Voluntad Popular; 23 de partidos independientes; 20 de Copei, la que no está intervenida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); 7 de Fuerza Vecinal; 3 del Movimiento Progresista de Venezuela (MPV) y 2 por definir.

En cuanto a las gobernaciones, apuntó González que, la distribución por partidos quedó: 6 para Acción Democrática; 1 Copei; 8 para Primero Justicia; 2 independientes; 4 de Un Nuevo Tiempo, 2 de Voluntad Popular y 1 del Movimiento Progresista de Venezuela.

Sin embargo, líderes de los partidos se han pronunciado contra la designación de los abanderados en estados puntuales. Pasó en Aragua, en Lara, Distrito Capital y Miranda.

El pasado 31 de agosto, cuando anunciaron el consenso de ir a elecciones, Ramos Allup afirmó que la maqueta estaba bastante avanzada y que “el gobierno se estaba frotando las manos con nuestras divisiones y se va a quedar con los crespos hechos porque vamos a anunciar un solo candidato por gobernación”.

Guachimán Electoral

El resignado regreso a la vía electoral
Solo tiene sentido ir a elecciones bajo la hegemonía chavista si ello es parte de una estrategia que trascienda el mero acto de sufragar. No veo indicios de un plan

 

@AAAD25

Tal como me imaginaba, las elecciones regionales y locales de noviembre serán el evento que domine el acontecer político venezolano en lo que queda de año, para bien o para mal… Más probablemente, para mal. Quienes me han honrado con su lectura han de estar al tanto de mi postura sobre el dilema entre votar y abstenerse. La mantengo, y por eso no me siento emocionado con la demorada decisión de participar tomada por el G4 y varios de sus aliados.

El mantra, a mi juicio, que debe guiar a la dirigencia opositora fuera del falso dilema maniqueo es que solo tiene sentido ir a elecciones bajo la hegemonía chavista si ello es parte de una estrategia que trascienda el mero acto de sufragar, con miras a presionar por una transición pactada. Es decir, que los comicios sean el aliciente para movilizar a los ciudadanos hacia un nuevo reclamo de cambio real, hasta que la elite chavista sienta que su mejor opción es negociar en serio.

No veo indicios de que el G4 cuente con un plan de esa índole hoy, ni creo que en los tres meses que nos separan de la jornada electoral la alianza disidente será capaz de desarrollarla. Porque, como imaginarán, eso no es sencillo. Es un proceso que requiere mucho tiempo y esfuerzo. Más aun con una ciudadanía desencantada con la política y que no ve en el voto, al menos por sí solo, una herramienta para restringir el poder absoluto del chavismo, paso previo necesario para cualquier recuperación socioeconómica amplia. Si la extinta (y tal vez ahora resucitada) MUD iba a terminar yéndose por la senda electoral de nuevo, debió empezar a preparar la movilización de la base opositora hace meses. A la postre, hoy tendríamos que estar viendo una recuperación del entusiasmo masivo como indicios de que tal vez el liderazgo tendrá éxito. De más decir que entusiasmo no hay.

Mi impresión es que estamos ante una dirigencia opositora que por fin reconoció su estancamiento estratégico, pero que cree, o dice creer, que puede superarlo volviendo a tácticas que el chavismo se encargó de neutralizar. Por más que el anuncio de participar haya sido ahíto del lenguaje grandilocuente de rigor, no pude evitar notar un deje de resignación. Algo así como el reconocimiento de que se está preparando el regreso, por falta de opciones, a un juego diseñado para que el chavismo siempre gane, a ver si por una anomalía se puede por ahí lograr el objetivo.

Entre el dolor y la nada

Entre el dolor y la nada

De hecho, se notó más aun en la rueda de prensa de Freddy Guevara, pocas horas antes del anuncio. Sé que hay que tratar con cuidado las palabras de un preso político que acaba de ser excarcelado y sigue estando a merced del régimen, sin hacer juicios apresurados. También estoy al tanto de que algunas palabras de Guevara fueron sacadas de contexto y que él en realidad no instó a convivir con el régimen chavista. Aun así, su discurso expone un cambio de paradigma, por el cual se da por hecho que la elite gobernante es monolítica y no hay forma de separarla de manera que una facción con poder emprenda la transición negociada.

Y al reducir la resistencia al diálogo y las elecciones, repito, se retorna a vías neutralizadas por el poder de facto, lo cual deja en suspenso a cualquiera que se interese por nuestro drama político y entienda la situación.

Hace poco lamenté que la oposición acuda una vez más a la mesa de negociación como la parte débil. Ahora luce más débil todavía. En cambio, el chavismo se ve envalentonado. Ahí está Nicolás Maduro, empezando a echar para atrás con los “gestos de buena voluntad”, al insinuar que finalmente no eliminarán a los “protectores” de estados y municipios.

También está exigiéndole a la oposición que hable con sus aliados internacionales para que los activos del Estado en el extranjero sean devueltos al control de la elite chavista, y para que sean retiradas las sanciones que pesan sobre el régimen. Es decir, está demandando el fin de toda la presión sobre el chavismo. Cualquiera con dos de frente puede entender que sin esa presión, para Venezuela solo habrá más sumisión. Si esas van a ser las condiciones para que el régimen admita de nuevo al G4 en su juego electoral, más algo de maquillaje que haga que todo se vea más limpio sin cambiar nada realmente, imagínense…

Mientras tanto, el grupo de Falcón, Zambrano, et. al. increpa a los restos de la MUD por “abandonar la política real”, solo para terminar retornando a ella. Por desgracia, tienen algo de razón. No moral, sino comunicacional. El G4 tendrá que hacer malabares retóricos para explicar por qué se inclinó por la abstención y ahora retoma el voto. Al mismo tiempo, tendrá que explicar cómo es que este giro no lo reduce a otra expresión más de la oposición prêt-à-porter.  Por último, pero no menos importante, aunque retenga ante los ojos de la base disidente su identidad como liderazgo opositor real, tendrá que mostrar que sí tiene una estrategia que vaya más allá de las urnas. Solo así cumplirá su propósito.

Tal vez consiga distinguirse del “falconismo”. Veo mucho menos probable que pueda exhibir destreza estratégica. Al menos de cara al proceso de noviembre. No hay tiempo. Esa oportunidad, en mi opinión, ya pasó. En el mejor de los casos, el liderazgo recuperaría algo de la credibilidad perdida y sobre esa base seguiría construyendo un nuevo movimiento de presión ciudadana que exija un cambio político real en diciembre y después.

Esto es, por cierto, mucho más importante que un improbable mapa azul. Improbable porque no tengo idea de cómo el G4 y aliados podrán ponerse de acuerdo entre ellos mismos y con todas las figuras que se hacen llamar “oposición” para presentar candidaturas unitarias, generar una avalancha de votantes como la de 2015 y pasar por encima de los vicios del sistema, todo esto en menos de tres meses.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Renuncia directiva de la MUD ante indecisión del G4 sobre elecciones regionales
En días pasados, Cartaya dirigió un mensaje interno a los partidos opositores mayoritarios que conforman el G4

La directiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció su renuncia al partido político ante la indecisión del G4 sobre las elecciones regionales.

A través de un comunicado, la directiva de la MUD recordó que el lunes, 23 de agosto, se encontraban a cinco días «de vencer el plazo para formalizar las postulaciones de candidatos en el Consejo Nacional Electoral (CNE)».

Quienes renunciaron fueron Ramón José Medina, quien hasta ahora cumplió el rol de presidente de la MUD; y José Luis Cartaya, secretario general del partido opositor.

Añaden que tomaron la decisión de renunciar ante la «imposibilidad» de cumplir con dicho requisito en tan breve plazo.

«Nos vemos obligados a renunciar a los cargos de presidente y secretario del partido Mesa de la Unidad Democrática y poner a su disposición usuario y clave para el Sistema de Postulaciones», agregan.

 

En ese sentido, Medina y Cartaya solicitan designar a sus sustitutos a la «mayor brevedad posible para notificar inmediatamente de ello al CNE», dice el texto.

En días pasados, Cartaya dirigió un mensaje interno a los partidos opositores mayoritarios que conforman el G4.

Para ese momento, el político advirtió que quedaba poco tiempo para definir las postulaciones de la alianza opositora en las próximas elecciones del 21 de noviembre.

A juicio de quienes administran la tarjeta de la MUD, para poder hacer las postulaciones, se tendría que trabajar por lo menos 10 horas durante seis días continuos, lo cual resultaba poco posible logísticamente.

«Todo eso sin distracciones como la caída de la internet, bajas de luz e imponderables. Un minuto perdido es una posible postulación que no se haga».

 

Reacciones

Poco se ha comentado por parte de políticos opositores en redes sobre esta decisión. Hasta ahora, solo algunos periodistas difundieron la información.

Al respecto, la periodista Dayimar Ayala comentó: «Si usted se durmió temprano anoche, esto pasó pasadas las 11:00 pm, los representantes de la tarjeta MUD renunciaron ante la indecisión del G4 sobre las postulaciones».

Por su parte, la también periodista Gabriela González se pregunta si el G4 se hablará al respecto, lo que hasta ahora, no ha ocurrido.

Con información de TalCual

Entrevista | Américo De Grazia: La oposición va a participar en las regionales pero no le hablan claro al país
El diputado de la Asamblea Nacional electa en 2015, asegura que la abstención en las legislativas sirvió para deslegitimar a Maduro pero que ahora hay que avanzar en un escenario distinto
Considera como una falta de respeto decirle a la gente que seguirán siendo parlamentarios hasta que Nicolás Maduro salga del poder

@saracosco

Desde su exilio en Italia, el diputado Américo De Grazia anunció su candidatura a la gobernación del estado Bolívar, entidad que representa como diputado de la Asamblea Nacional electa en 2015. 

En entrevista telefónica con Runrunes, señala que la abstención de la mayoría de la oposición en las elecciones legislativas de diciembre de 2020 sirvió para deslegitimar a Nicolás Maduro, y que además no se jugó a construir escenarios y eventos. Sin embargo, estos últimos tres meses su postura cambió por completo y ahora asegura que la ruta que se debe construir es la del voto y la de la participación en las regionales. 

Aunque no cuenta con el apoyo de su partido La Causa R, De Grazia señala que tiene el respaldo de distintos dirigentes políticos de Guayana que pertenecen a organizaciones políticas de la oposición, e indica que hay hipocresía por parte de la oposición, porque sí participarán en las elecciones regionales, pero no “le hablan claro” a la gente. 

El pasado 22 de abril, el presidente Juan Guaidó en un acto en Prados del Este, Caracas, aseguró que respeta a Américo De Grazia, pero se preguntó si participa en las regionales, con cuál tarjeta lo hará. “Si cualquier dirigente quisiera participar, ¿con cuál tarjeta va a participar? ¿Le va a pedir prestada una a cualquier alacrán?”, expresó Guaidó. 

“El único camino son las elecciones libres y justas, lo que sí tenemos claro es que tenemos que luchar por condiciones, no es un deseo, es la realidad. La hoja de ruta está dibujada, elecciones libres y justas”, añadió el presidente. 

Ese mismo día, a través de su cuenta de Twitter, De Grazia le respondió a Guaidó que no se preocupara por la tarjeta electoral, “que ya la tenemos, nada que ver con alacranes y firmes contra el Narco Maduro. La unidad se construye de abajo hacia arriba “y celebramos desde Guayana el nuevo centro de dirección política nacional”. 

 

Guaidó designó a Américo De Grazia como Comisionado presidencial para el Arco Minero en diciembre de 2019, cargo que mantiene hasta el momento. 

¿Por qué decidió postularse como gobernador del estado Bolívar? 

En vista de que no hay un centro de dirección política que tome decisiones a nivel central,  las regiones y en este caso Guayana, de manera específica porque es el patio donde yo trabajo, decidimos tomar la iniciativa y no esperar que llueva café en el campo.

En consecuencia, tomamos la iniciativa antes de que tomemos apresurados otras. Optamos por la figura de Américo de Grazia, pero en esta plataforma están incluidos líderes de todas las tendencias en Guayana: Carlos Chancellor, ex alcalde de Tumeremo, Coromoto Lugo, ex alcalde del Callao, Héctor Barrio, ex alcalde de Ciudad Bolívar, Emilio González, alcalde titular electo en la Gran Sabana, hoy en el exilio y en el destierro; Henry Arias de las empresas básicas, líder sindical de Alcazar; Marcos Lima de la sociedad civil de Ciudad Bolívar, nefrólogo que tiene una fundación de ayuda médica a la gente más vulnerable, entre otros. 

Sin embargo, La Causa R, partido al que usted pertenece, anunció que no apoya su postura. ¿Cuenta con el apoyo de otros partidos políticos?

No, yo digo que más que apoyo de partidos políticos contamos con el apoyo de los guayaneses y los liderazgos más neurálgicos. En esos nombres que yo te acabo de dar hay gente de todos los partidos, de UNT, La Causa R, Primero Justicia, Voluntad Popular. También hay independientes como el caso del doctor Marcos Lima, que no tiene nada que ver con partidos políticos. 

No le estamos pidiendo a nadie que renuncie a su militancia política, por el contrario estamos enfilando las cosas hacia una plataforma de unidad democrática donde quepamos todos sin excluidos, y que le hablemos de manera transparente, no solamente a los guayaneses, sino al país para construir una ruta que nos conduzca al referendo revocatorio y a las presidenciales libres.

Si no se consiguen condiciones para unas elecciones locales o regionales, cómo podrás conseguir condiciones para un referéndum revocatorio y unas elecciones presidenciales. Aquí lo que hace falta también es sentido común y que le hablemos de manera transparente a los venezolanos. 

¿Aspiraría a que los partidos políticos incluyendo la Causa R, cambien su postura y se inspiren a participar en las regionales?

A mí no me preocupa tanto si cambien su postura o no, es que no le están hablando claro al país, están siendo hipócritas. Por eso es que nosotros nos atrevemos a dar este paso. Cuando digo que están siendo hipócritas es porque ellos van a participar y ellos saben que van a participar, pero no le hablan claro a los venezolanos y eso es lo que hace perder credibilidad. 

¿Ha hablado con el presidente Juan Guaidó sobre esta decisión?

He hablado en todos los chat donde yo estoy y él está, ahora, creo que no ha manifestado, que yo sepa, una opinión distinta a decir queremos elecciones libres presidenciales.

Pero ese discurso no es suficiente, porque yo también quiero elecciones libres y presidenciales ¿y cómo las logras? Estamos diciendo desde esta plataforma que las elecciones libres y presidenciales se conquistan, no te la van a regalar, se construye la ruta y estamos planteando una ruta, las elecciones regionales. Electos los gobernadores, los alcaldes, los concejales se constituye una instancia que está en la Constitución, llamada Consejo Federal de Gobierno, compuesto por alcaldes y gobernadores, concejales y diputados, que exigen el referéndum revocatorio y por eso estamos planteando ni una sola gobernación para Maduro y convertir las elecciones regionales en una suerte de plebiscitarias.

La oposición no participó el año pasado en las elecciones con el argumento de la falta de condiciones y este año parece ser bastante parecido, además que el chavismo va a elegir un nuevo CNE, ¿continuaría con su postulación o con esta propuesta, aunque no se consigan las condiciones mínimas?

Las condiciones mínimas en tiempos de tiranía no van a existir, por eso estamos llamando al voto apabullante, tipo tsunami. La única manera de ganarle al chavismo es que nosotros nos sobrepongamos a todas esas dificultades y por supuesto, aquellos que alegan la ilegitimidad del CNE, porque ese es otro de los argumentos que se utilizan con frecuencia en el mundo político alienado por el pesimismo y la derrota y la inercia.

A eso le respondemos: si van a sacar su cédula. ¿Acuden al Saime ilegítimo o no? ¿Quién les va a entregar la cédula? Eres comerciante, ¿acudes al Seniat para pagar los impuestos y sacar la licencia de licores o de cualquier otra cosa, o no?. Vamos a dejarnos de ridiculeces. Aquí hay que pisar tierra y hablarle en serio a la gente. De eso se trata.

¿Cuál es la diferencia entre no votar el año pasado y si votar este año? y ¿Cuál sería la diferencia de esta propuesta con lo planteado por Henrique Capriles?

No haber participado o haberse abstenido en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente, en las presidenciales, en las parlamentarias del 2020, trajo sus beneficios, que es el haber deslegitimado al régimen de Nicolás Maduro. Eso ya es materia vista, ahora tenemos que avanzar en un escenario totalmente distinto. 

Además hubo una razón política que privó que nunca anticipamos eventos para construir escenarios. Si uno no los anticipa, siempre te vas a encontrar acorralado por el discurso del régimen. Por eso es que estamos haciendo la jugada que estamos haciendo hoy, porque no queremos que el G4 nos madrugue y que se presente un tótem del G4 en un programa en Vladimir Villegas a decir “nosotros sí vamos a ir a las regionales”.

La otra diferencia con lo planteado por Henrique Capriles, es que no acepta la legitimidad de la Asamblea Nacional, no acepta la legitimidad de Juan Guaidó. Yo digo que Juan Guaidó es presidente interino, la Asamblea Nacional es legítima. Ahora, ¿Hasta cuándo es legítimo Américo de Grazia como diputado de la AN electa en el 2015?. Eso también tiene que tener un tiempo perentorio, la prórroga de la Asamblea Nacional legítima ¿de cuánto es?.

Algo que le ha hecho muchísimo daño a la oposición es que en los últimos tiempos ha lucido desconcertada. Como político, no te puedes dar el lujo de jugar al desconcierto permanentemente y de presentarte como perro en carretera mirando para los lados. No le puedes decir al pueblo, que eres diputado de la Asamblea Nacional hasta que se vaya Maduro. Eso es una falta de seriedad en la política. 

Hay que comenzar a darle a la gente rutas ciertas de lo que está pasando y eventualmente de lo que puede pasar. ¿Cuál es el abecé? Yo estoy dando un abecé, puede ser que sea derrotado, pero estoy dando una respuesta, le estamos hablando en serio al país y también a las regiones de que hagan lo propio. Estamos hablando de capitalizar toda nuestra fuerza.

Los políticos estamos en la obligación de dar la cara. Esto tenemos que legitimarlo con el voto universal, directo y secreto. La democracia también tiene legitimación de origen y legitimación de ejercicio. Entonces tenemos que legitimamos en ambos campos.

¿Sabe si hay otros dirigentes o diputados que estén considerando postularse a las gobernaciones en otros estados?

Muchísimos, pero yo no lo voy a delatar. Si ellos no toman esa decisión, yo se las respeto. Pero yo he hablado con diputados de todas las regiones, a todos les hemos hecho el mismo planteamiento y en todos los casos hago la misma oferta y como no vale decirla solamente en privado, nos tomamos la atribución de decirla también en público, para que se sepa que ese debate no se puede dar a espaldas de los venezolanos.

¿Si le llegara a ocurrir lo mismo que le pasó a Andres Velázquez en 2017, qué acciones consideraría tomar?

Seguir en la lucha, esto no termina porque Américo de Grazia sea o no sea favorecido en un proceso electoral o si me roban o no me roban. Aquí no hay garantía absolutamente de nada de eso, estamos hablando que nos estamos enfrentando a una organización criminal, pero para eso también tenemos un plan de vacunación, ¿Cuál es el plan de vacunación? Crear en cada centro electoral que existe en el Estado Bolívar y lo estamos pidiendo también que se cree a nivel nacional un Comité de Defensa Ciudadana, para  que desde ya comencemos con nuestro músculo electoral a defender con Comité de Defensa Ciudadana el derecho que tiene la gente al gas, a la luz, a la gasolina, a la electricidad, a que le recojan la basura, a la vacuna contra la COVID-19, a la comida, a cualquier otro tipo de servicio.

Una vez que entrenemos a nuestra gente a defender y a estar al lado de los ciudadanos, porque ellos también son víctimas y también padecen esas mismas penurias, podemos entrar a la defensa del voto y luego a la defensa del resultado electoral. Pero no puedes venir y pretender que la gente salga a defender tu victoria cuando tú no has sido capaz de defender sus derechos a gas, a agua, luz, teléfono, etc.

¿Cómo se hace campaña en Bolívar, tomando en cuenta la situación de las minas, las mafias, la falta de combustible y cómo eso puede condicionar la participación de la gente?

De hecho, estamos haciendo ya campaña, tengo una agenda de reuniones todos los días en el Callao o en Tumeremo, Guasipati, Upata, Santa Elena de Uairén, Ciudad Piar, Ciudad Bolívar. Por supuesto que en el caso de Guayana tiene una particularidad que es el lumpen pranato, los terroristas del ELN, que son las amenazas que pesan contra nosotros y son los riesgos que de alguna manera implica combatir una organización criminal como la que hoy lamentablemente nos ha tocado combatir.

3×3 | La oposición tiene opciones ante las elecciones legislativas
Benigno Alarcón considera que las 27 organizaciones no deben participar en los comicios y que deben prepararse para una etapa post electoral
Marisela Betancourt expresó que la oposición debe aterrizar su discurso a la realidad de la gente para lograr una movilización

@saracosco

27 organizaciones políticas de la oposición decidieron rechazar y no participar en las elecciones legislativas convocadas para el próximo 6 de diciembre. Mediante un comunicado publicado el 2 de agosto, aseguraron que la decisión responde a la falta de garantías para que el voto sea respetado.

Al día siguiente, la diputada Delsa Solórzano (Encuentro Ciudadano-Miranda) aseguró que “en los próximos días” se daría a conocer la ruta alternativa para poder generar un cambio político. Agregó que todas las organizaciones están planteando sus opciones para poder llegar a un consenso y presentarle el plan al país. 

La analista y experta en marketing político Carmen Beatriz Fernández, el director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, Benigno Alarcón y la politólogo Marisela Betancourt nos dan su visión sobre la decisión de la oposición de no participar en los comicios, las posibles estrategias que podrían o deberían aplicar y  las oportunidades reales de promover la movilización ciudadana. 

Teniendo en cuenta los estudios que hablan de la disposición a votar de una buena cantidad de personas ¿Debe el G4 reconsiderar su posición?

Carmen Beatriz Fernández

No lo creo, no. El G4 más las otras 23 organizaciones llegaron a esa decisión por alguna razón, que tiene que ver con que no se pudo avanzar en los intentos que venía haciendo Noruega y Europa de que hubiese una mejora de las condiciones y una postergación electoral. 

Llegan a esa armonización por una razón determinada que creo que es una razón potente. No es una locura. Además, al final el liderazgo no debe dejarse guiar por las encuestas. Las encuestas son súper importantes, pero el liderazgo debe estar allí por alguna razón. 

Benigno Alarcón

No, honestamente no creo. Es alta (la disposición a votar) si la oposición participa y está por debajo un 50%, si no participan. El problema que está teniendo es que la mayoría de los que sí participan en cualquiera de los escenarios, es el Gobierno y la gran cantidad de gente que no participa, es oposición.

Básicamente es por cuestionamientos a las condiciones. Es decir, porque con este CNE no confío, porque mi voto no elige. Pero nuevamente el problema básico, no tiene que ver con el hecho de que yo participo si gano y si no gano, no participo.

El problema es que ha habido una arremetida brutal del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral contra la oposición y la han dejado incluso sin sus partidos. 

Honestamente no veo ningún indicador en el estudio (de Delphos) que me diga que la oposición debió haber participado. Creo que esta va a ser una elección con muchísima abstención, que va a votar bastante menos del 50% de la gente. Las condiciones dificultan mucho la participación.

Marisela Betancourt

Primero hay que establecer una diferencia entre abstenciones. Es decir, no es lo mismo la abstención de 2018  que la abstención que se pretende convocar en el 2020. 

La abstención del 2018 tuvo otro contexto, veníamos de una mesa de diálogo y las elecciones presidenciales eran uno de los puntos más álgidos que se negociaba. La abstención del 2018 permite posicionar a Venezuela en la agenda internacional. Se logra con esa abstención, un lobby muy importante en materia internacional.

Pero hoy el escenario es otro. Tenemos una oposición desgastada, fragmentada, que no cumplió con lo que prometió. Y hay unas elecciones legislativas que están previstas constitucionalmente, es decir, no hay escapatoria. Son elecciones que están previstas constitucionalmente, tienen que hacerse. 

La encuesta de Delphos me parece que fue lapidaria porque hay un marco de referencia de que la política venezolana se circunscribe a algunas vocerías y algunas redes sociales. Y resulta que eso no es así. Según las encuestas hay un 25% de abstención, de gente que no irá bajo ninguna circunstancia y un 60% de personas que está dispuesto a votar. 

El venezolano siempre ha preferido votar que abstenerse, es decir, en 2018 la cifra de de las encuestadoras sobre los venezolanos dispuestos a votar tampoco fue muy diferente a la cifra que están presentando en la actualidad. Sin embargo, la abstención, acompañada de una estrategia, logró conquistar espacios políticos, especialmente en un escenario internacional. 

Más allá de votar o no, ¿Qué estrategia podría implementar la oposición?

Carmen Beatriz Fernández

Mucho más importante que mandar a votar o no, es que la decisión fue tomada en unidad y en amplio consenso, porque eso al final en el estado calamitoso de la república en Venezuela, tiene gran importancia el que la oposición se mantenga unida. 

Ahora bien, decidir no participar sin que tengas una estrategia, tampoco sirve de mucho. Entonces, ¿cuál es la estrategia? Es una pregunta nada fácil, porque como hemos venido viendo, ninguna de las opciones que tenía la oposición eran buenas.  

Hay que pensar un poco fuera de la caja y ver qué cosas pueden hacer que permitan incidir en la agenda pública sin reaccionar a las trampas que está poniendo el gobierno. No está fácil, pero, una muy importante tiene que ver con trabajar el músculo político y hacer avance democrático. 

Primero hay que construir padrón electoral, no tanto dentro como fuera del país. El padrón de afuera es muy importante. Alcanza esos cinco millones de electores que viene a ser un 15% del registro nacional, sino que más allá de eso, tiene una visibilidad y un valor simbólico importantísimo.

Otra cosa que tienen que resaltar es explicar por qué este proceso no tiene las condiciones y no es formalmente una elección. Una de ellas sería sobre el despojo del voto a las comunidades indígenas, una cosa gravísima, desconociendo los usos y costumbres de la población indígena venezolana.

Otra importante creo que es la grosería del crecimiento del número de escaños, que fue una cosa que se sacaron debajo la manga para complacer el reparto de curules, donde le estás dando más peso a las poblaciones rurales, ergo, a las poblaciones más chavistas del electorado. 

También hay que alcanzar, en estos meses pre electorales, compromisos de acuerdo bipartisano -de dos partidos políticos- en contra del régimen de Maduro, en estos meses preelectorales en Estados Unidos. Luego sería bueno un trabajo diplomático para tratar de que no se te escape nadie de esa coalición de 60 países.

Benigno Alarcón

Hay que mirar más allá de una decisión táctica, por decirlo así, entre votar y no votar. Y hay que plantearse más bien una decisión estratégica. Es decir, si voto cuáles son los pasos que vienen posteriormente para lograr un cambio político y si no voto, igual.

Se debe tener claro que si bien la oposición nunca debe renunciar a la vía electoral, porque es una de las vía más importante para generar un cambio político. Yo diría que la más importante, eso no implica que tienes que ir a cuanta elección te ponen por delante, porque hay elecciones que pueden jugar completamente en tu contra. 

Porque te quitan el partido político, porque te inhabilitan los candidatos, porque te ponen condiciones que son inaceptables, porque no hay ningún elemento que te permita generar cierto nivel de competitividad, porque no tienes testigos que certifiquen el resultado de esa elección, como la observación internacional.

Esto que están ofreciendo ahora, no es observación, porque sería que vengan unas personas que entran inclusive desde antes de convocar a la elección y ven cómo se arma el tema con las máquinas y ven cuáles son las reglas de juego y cómo es el acceso a los medios. Eso es observación internacional y eso justamente es lo que el gobierno no quiere. 

Entonces bajo esas condiciones, ir a unas elecciones, desde mi punto de vista no tiene mucho sentido y es garantizar una derrota a tu gente y hacer que tu gente el día de mañana te respete menos, esté menos dispuesta a seguirte porque lo llevaste a una derrota. Entonces eso creo que hay que tomarlo en cuenta.

Marisela Betancourt

Hay que ver cuál es la estrategia que va a acompañar esa abstención en un país cada día más despolitizado. Hasta ahora no se ha planteado ninguna. Se comentó sobre la continuidad administrativa que es un sin sentido. 

Si la oposición pierde la Asamblea Nacional, ya no serán representantes de un poder del Estado, pierden el terreno que ganaron en 2015, ¿cuál es el objetivo de perder ese espacio? Porque si ya no eres presidente de la Asamblea Nacional, pero a la vez te proclamas Gobierno, básicamente, lo único que queda es el exilio, porque se convierte en sedición. 

Más allá de reconsiderar ir o no ir a elecciones, el G4 tiene que reconsiderar la arrogancia con la que se ha manejado, porque no está ofreciendo nada más allá de lo meramente declamativo y de un diagnóstico descriptivo que eso lo puede hacer cualquiera.

La dirigencia está allí no sólo para describir un escenario catastrófico que estamos viviendo, sino para para guiar ese sentimiento de rechazo al gobierno hacia un camino que se materialice.  

Es decir, el gobierno tiene como meta dividir a la oposición, eso está más que claro. Pero que la oposición excluya a otro sector que también quiere derrotar al gobierno en vez de establecer alianzas en las diferencias, me parece que es un poco arrogante. 

Siempre he pensado que la oposición, para ser efectiva ante lo avasallante que es el poder político de este gobierno, tiene que empezar a sorprender. Hasta ahora la oposición ha sido muy previsible y el gobierno eso lo sabe también.

Creo que un llamado sorpresivo a votar masivamente y darle a esta elección una connotación, a lo mejor más plebiscitaria, podría reactivar la movilización.

¿Cómo pudiese la oposición aprovechar esta convocatoria electoral para intentar movilizar a la base opositora?

Carmen Beatriz Fernández

Esto no es una elección, ni siquiera por el hecho de que es una elección írrita, sino que es una elección muy particular, porque la pandemia que tenemos encima es tan grave y tan omnipresente que cualquier estrategia política debe incluirlo como parte del mensaje.

Lo que debe resaltar la oposición, es que no se pueden hacer elecciones en medio de esta pandemia, y si lo hacen es porque son unos irresponsables y no les está importando en lo absoluto el desenlace y los perjuicios que le está causando a la población.

En este sentido, la COVID-19 es una oportunidad, porque la pandemia, está generando cambios importantísimos en el electorado a nivel global. La gente está buscando nuevos referentes que sean más responsables, más apegados a la verdad y más científicos. 

Benigno Alarcón

Estamos en momentos muy difíciles para poder movilizar a la gente, porque primero estás en una pandemia y es una realidad, no es un mito. Obviamente, en condiciones de esta naturaleza, que le digan a la gente que manifieste, que se movilice, es cuesta arriba. 

Lo que sí creo es que a la oposición le toca prepararse para un escenario post electoral. Lo que sí puede lograr la oposición desde un punto de vista realista, es que no se reconozca la validez de esta elección. Tengo la impresión de que una parte muy importante del país y de la comunidad internacional, no van a reconocer el resultado. 

Eso sirve para mucho, porque el no haber reconocido la elección presidencial generó grandes problemas a Maduro, empezando por congelación de cuentas en el exterior que no ha podido mover.

También hay países que tendrán que pensarlo más para hacer negocios acá, porque si países como Estados Unidos o la misma Unión Europea o buena parte América Latina dicen que no reconocen a esa Asamblea Nacional, yo me lo pensaría para firmar un contrato, aunque tenga la aprobación legislativa de esa Asamblea, porque puede pasar que si este gobierno el día de mañana no está, el nuevo gobierno, se niegue a reconocer los contratos y lo que se invirtió. 

Se ponen en una posición de riesgo tremenda al final del día. Entonces sí tiene un efecto en el hecho de que hacer negocios en Venezuela, aliarse con el régimen, terminen siendo operaciones de muy alto riesgo para cualquier país. 

Lo que la oposición puede conseguir, es que no se reconozca la elección. Otro tema como la continuidad administrativa, tengo dudas de que eso sea posible. 

Marisela Betancourt

Una elección siempre es una oportunidad de oro para la movilización. y más ahora que que hay una especie de letargo político en la sociedad. Pero para empezar a movilizar a las bases hay comenzar a hablar con la verdad, a dejarse un poco de relatos orientados hacia soluciones inmediatas e ir  más a lo real.

Creo que en la medida en que el discurso se acerque más a la realidad que vive la gente se va lograr la confianza necesaria para la movilización.

Hubiese sido tal vez interesante ver una propuesta de la oposición, de llamar a votar masivamente, de darle una connotación más plebiscitaria a esta elección. Es decir, una connotación más de vamos a votar en contra de este gobierno, más allá de la naturaleza de la elección, que es legislativa. Que pueda de alguna manera ir preparando el terreno hacia un futuro referéndum revocatorio. 

Hay que ver si estamos a tiempo o no. Hay que ver cuales son los dilemas internos dentro de la oposición. No puede haber una movilización aislada. Primero hay que legitimar el discurso ante la sociedad. Por eso digo que en la medida en que el discurso se corresponda más a la realidad, se va allanar el camino para movilizar a la gente.