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Venezolanos retan a la muerte en cada paso fronterizo
Desde las trochas colombianas, pasando por el estrecho que separa a Trinidad del estado Sucre, hasta la lejana selva del Darién o el Río Grande, los venezolanos corren el riesgo de perecer en su intento de conseguir condiciones dignas de vida fuera de Venezuela
2020 y 2021 fueron años donde la tragedia de los migrantes venezolanos quedó marcada en la memoria de muchos. Niños, jóvenes y adultos mayores, no escaparon de los riesgos que implica emigrar por pasos irregulares a otros países de latinoamérica
“El flujo de migrantes venezolanos no se ha detenido, lo que sí se ha detenido es el flujo de migrantes venezolanos por pasos oficiales.», afirmó Carlos Rodríguez, abogado e investigador

 

@yeannalyfermin

 

13 días duró la travesía de Oriana Urbáez, su esposo y su pequeña hija, para llegar a Chile por pasos fronterizos no autorizados. Atravesaron las fronteras de Ecuador, Perú y Bolivia haciendo escalas para ahorrar dinero, pues el viaje directo les salía en 680 dólares por persona y además no contaban con pasaportes ni visas para ingresar al país.                            Fronterizo

“Salimos de Bogotá a Cali -nueve horas de viaje- el 6 de febrero. Luego de Cali a Ipiales -12 horas más, unos 472 kilómetros- que ya es la frontera con Ecuador, ahí tuvimos que pagar 10 dólares para que nos cruzaran. Luego de que cruzamos, nos llevaron hasta una terminal de Ecuador, agarramos un bus directo hacia Huaquillas, -unos 1.529 kilómetros- que ya es la frontera con Perú, pero no logramos cruzar esa frontera porque llegamos de noche y eso es súper peligroso. Si la cruzas de noche te dejan sin nada, solo con la ropa que tienes puesta. Nos quedamos en un hotel y esperamos a que amaneciera.

Desde que inició la diáspora, la muerte de migrantes venezolanos ha sido noticia en medios nacionales e internacionales. Decesos por deshidratación, hipotermia, accidentes de tránsito y naufragios, han conmocionado al país. En la mayoría de los casos, han sido personas que huyen del régimen de Nicolás Maduro, la crisis económica, la pobreza, el desempleo y la violencia; para buscar en otras tierras mejores condiciones de vida.

2020 y 2021 fueron años donde la tragedia de los migrantes venezolanos quedó marcada en la memoria de muchos. Niños, jóvenes y adultos mayores, no escaparon de los riesgos que implica emigrar por pasos irregulares a otros países de latinoamérica.

Oriana y su familia iniciaron su travesía en 2018. La crisis económica y la situación del país los obligó a huir y refugiarse en Bogotá.  “Seguimos nuestro rumbo en la mañana hacia Lima, de Lima a Desaguadero que ya es la frontera con Bolivia, pero este tramo lo tuvimos que pasar en canoa. Ahí el frío es muy muy fuerte, y aunque íbamos preparados con gorros, guantes, bufanda, chaquetas; bien abrigados, el frío era inclemente. De ahí llegamos como a la mitad de Bolivia, a un pueblo que se llama Oruro y de Bolivia seguimos hacia Pisiga Bolívar, -un tramo de unos 627 kilómetros- un poblado urbano fronterizo con Chile”, dijo.

Oriana y su esposo se hicieron amigos de otras personas que también iban a ingresar a Chile por la frontera, en total, eran 10 adultos y cuatro niños los que tomaron el riesgo de atravesar ese camino.

El Proyecto de Migrantes desaparecidos, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registró que en 2021 en Suramérica se registraron más muertos que en cualquier otro momento previo. En 64 de 137 decesos las víctimas tenían nacionalidad venezolana.

Según cálculos de la OIM, desde 2014 hasta 2021, se han documentado 187 fallecimientos y desapariciones de venezolanos, solo en la ruta marítima del Caribe.

Las autoridades chilenas hasta el mes de agosto de 2021 contabilizaron 19 venezolanos fallecidos en la frontera de Colchane-Pisiga, un paso irregular entre Bolivia y Chile.

En agosto de 2021, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia publicó datos estremecedores de venezolanos fallecidos en ese país. Desde 2017, hasta el primer semestre de 2021, en Colombia han muerto de manera violenta 3.131 venezolanos. 

“1.761 por armas de fuego y armas blancas, 156 fallecieron en riñas callejeras, 566 en accidentes de tránsito y 477 fallecieron por causas indeterminadas”, señaló el instituto. 

Las cifras de suicidio también han aumentado. Según Medicina Legal en 2017, se registraron 36 casos; en 2019,  29; durante 2020, 48 y hasta agosto de 2021, 41.

Según cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela RV4, que coordinan la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de seis millones de venezolanos han huido de Venezuela.  

Para el sociólogo y coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana, Tomás Páez Bravo, mientras Venezuela siga siendo una sociedad empobrecida el problema de la migración no va a mermar. “Mientras las condiciones que motivan la migración permanezcan, pese a los intentos que se han hecho actualmente en materia económica, mientras persista la inseguridad personal y la inseguridad jurídica, la gente se va a seguir yendo para buscar sustento para la familia”, dijo.

El sociólogo afirma que un gran porcentaje de venezolanos se están yendo en condiciones precarias y muy peligrosas debido al mismo empobrecimiento. Señala también que el país hoy tiene menos vuelos desde y hacia a Venezuela de los que tenía Haití, que era el país con mayor pobreza y miseria de toda Latinoamérica. 

De un país a otro

“Cuando llegamos a Pisiga, un poblado urbano boliviano, ubicado en la frontera limítrofe con Chile, cambiamos los dólares a pesos chilenos, y ahí nos pusimos a planear por dónde íbamos a pasar porque estaban devolviendo a mucha gente, la mayoría venezolanos. Entonces un argentino nos escuchó hablando y llamó a mi esposo para ofrecerle su ayuda. Le dijo que él se había metido varias veces por un camino y que no había tenido problemas. Todo el grupo confió en el argentino y nos lanzamos a caminar. Nos dijo que caminaramos una hora hacia el desierto, que es por donde normalmente pasa la gente, pero nosotros nos echamos más de una hora porque íbamos con niños y las maletas, el camino era puro monte y hacía muchísimo frío. En otro trayecto del camino había mucha agua estancada y se nos mojó la ropa y los niños, como eran más pequeños, se mojaron por completo. Todo el trayecto que nos dijo el argentino que se hacía en una hora, en total fueron más de cuatro horas caminando. En la mitad del camino ya estábamos muy cansados pensé en devolverme, no aguantaba las manos por el peso de las maletas, estaba toda mojada, no aguantaba los pies, un frío horrible. A uno de los niños le estaba dando hipotermia porque estaba mojado y tenía mucho frío”, contó Oriana.

Luego de caminar durante varias horas, el grupo que viajaba consiguió la carretera, la cual queda muy cerca de la aduana, pero decidieron esconderse en el monte por temor a ser arrestados por la policía chilena, mientras tanto, el niño que estaba presentando un cuadro de hipotermia cada vez se ponía peor.

“A los niños logramos cambiarlos de ropa, la mamá del niño al ver que su hijo seguía mal, salió en busca de ayuda, pero con el cambio de ropa seca y algo de hidratación logramos estabilizarlo. Seguimos caminando unos metros más adelante y nos conseguimos con los combi -camionetas que transportan pasajeros- quienes estaban esperando a las personas tal cual terminal de pasajeros para ofrecerles distintos destinos. Nosotros llegamos a Viña del Mar, porque un amigo de mi esposo nos estaba esperando”.

El gasto total de la pareja y la menor fue de 800 dólares. El plan de ambos es autodenunciarse para tener un proceso abierto en Chile que más adelante les de la opción de obtener algún documento de identidad en ese país.

Se cierra la vía legal

El pasado 18 de enero, el Observatorio Venezolano de Migración (OVM) de la UCAB, en el foro virtual «Integración o retorno: Balance y perspectivas de la migración venezolana» dio a conocer que 18% de los venezolanos fuera del país aún permanecen en situación irregular.

La directora del OVM y del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la UCAB, Anitza Freitez resaltó que casi 2 de cada 10 migrantes se encuentran en situación irregular por falta de documentos o que los mismos caducaron, mientras que de otro 15% se desconoce el estatus.

Carlos Rodríguez, abogado e investigador en la línea de derechos de migrantes y de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-UCAB) recordó que antes del año 2019, había países como Ecuador y Perú que estaban permitiendo que los venezolanos ingresaran solo con su cédula de identidad, pero en 2019 esto cambió cuando comenzaron a exigir pasaportes y visas y es cuando comienza el tránsito de venezolanos por pasos no habilitados. 

“El flujo de migrantes venezolanos no se ha detenido, lo que sí se ha detenido es el flujo de migrantes venezolanos por pasos oficiales. Es decir, la población venezolana que se está yendo, está ingresando a otros países por pasos irregulares o lo que se conoce como trochas. Y lo están haciendo así porque sencillamente no cuentan con un pasaporte o una visa que les permita poder ingresar y permanecer de manera regular en esos países y no les queda de otra”, explicó Rodríguez.  

El investigador indicó que en febrero de 2022 el total de la población venezolana en el extranjero es de 6 millones de personas y de este total tan solo el 44% tiene permiso de residencia o algún mecanismo de estancia regular en los países receptores de Latinoamérica, el Caribe y España. 

El riesgo de emigrar por pasos no autorizados

Según el ranking global de pasaporte de la firma Henley & Partners, los venezolanos requieren visa para ingresar a 98 destinos, de los cuales 13 están en las Américas y ocho en el Caribe.

Anguila, Puerto Rico, Bermuda, Guyana, Canadá, Honduras, Chile, Islas Malvinas, Ecuador, Panamá, Estados Unidos, Perú, El Salvador, Surinam, Guatemala, República Dominicana, Montserrat, Trinidad y Tobago, Santa Lucía, Islas Vírgenes, Cuba, México y la zona Schengen, son algunos.

Debido al engorroso proceso que implica obtener el pasaporte venezolano, bien sea por su alto precio -uno de los más costosos del mundo- o por los trámites burocráticos, millones de venezolanos se han visto obligados a emigrar por rutas peligrosas como la vía marítima entre Venezuela y Trinidad y Tobago, el Río Bravo para llegar a Estados Unidos, la Selva del Darién, la frontera entre Chile y Bolivia y demás pasos fronterizos irregulares.

“A mí me dio miedo irme por la fronteras, pero tenía la fe puesta en Dios. Cuando llegamos a Iquique nos conseguimos a una muchacha que pasó por las montañas, contaba que el frío era horrible y que de paso no llevaba comida ni agua. Viajaba con una bebé de cinco meses que casi se le muere por deshidratación, dice que pasó mucho trabajo, se quedó varada sin pasajes, eso le pasa a mucha gente, se quedan varados porque aquí el dólar no vale nada”, dijo Oriana Urbáez.

El Secretario General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky, informó a través de una entrevista que 900 connacionales migran diariamente por rutas irregulares para huir de la crisis de su país.

Sobre los riesgos de emigrar por pasos irregulares, el abogado e investigador Carlos Rodríguez señaló que dependerá siempre del tipo de ruta que el migrante decida tomar. 

“Para Aruba, Curazao, Trinidad y Tobago, el mayor riesgo que se corre es que los peñeros o las lanchas se hundan en el medio del mar y mueran por ahogamiento”, dijo.

Asegura que muchos mueren porque esas embarcaciones no cuentan con la permisología ni las medidas necesarias para transitar en el mar que permita a los tripulantes salvarse en caso de algún accidente.

“En el caso de los venezolanos que se van por los caminos verdes o las trochas informales hacia Colombia, Ecuador o Perú se corre el riesgo de que sean reclutados por grupos armados o irregulares, para ser empleados para formar parte de actividades económicas ilícitas”, explicó Rodríguez.

El investigador señaló que en la frontera de Bolivia y Chile otro peligro es quedarse sin hidratación por el clima y las bajas temperaturas en el medio de la nada. 

Runrun.es recopiló los casos más recientes de tragedias migratorias que enlutaron al país y a cientos de familias venezolanas.