Política de Biden con Venezuela se asemeja a la de Trump - Runrun
Política de Biden con Venezuela se asemeja a la de Trump
A un año de su llegada a la Casa Blanca, internacionalistas coinciden en que el presidente demócrata le ha dado continuidad a la gestión por recuperar la democracia en suelo venezolano que había emprendido su antecesor republicano   
Los pequeños cambios apuntan por procurar mayor cooperación de la Unión Europea, acentuar la ayuda humanitaria, restablecer diálogo entre gobierno y oposición y adoptar medidas que generen menores efectos colaterales de las sanciones en la población 

 

El pasado 20 de enero, el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden cumplió un año. Durante ese período, el mandatario ha atravesado por hitos como la retirada de las tropas americanas de Afganistán, la mayor inflación en 40 años (7%), picos de contagios por coronavirus en la población y más recientemente un posible conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, donde salió a relucir la administración venezolana de Nicolás Maduro por ser eventual albergue de armamento militar de estos primeros, de acuerdo a declaraciones del canciller de Moscú, Serguéi Lavrov

Para los internacionalistas Elsa Cardozo y Tony Rosado, la política estadounidense en cuanto al gobierno de Venezuela durante este primer año de Biden no ha tenido mayores cambios.   

Con Biden la política hacia Venezuela se mantiene en lo fundamental, esto en relación con la que caracterizó el último año de Donald Trump como presidente estadounidense”, dijo Cardozo. “Sus principios se basan en reconocimiento del gobierno interino de Juan Guaidó, mantenimiento del régimen de sanciones e imposición de sanciones individuales adicionales ante la violación de derechos constitucionales por parte de Maduro y su administración”, añadió. 

A juicio de Cardozo, Biden le ha dado continuidad al cuadro final de la política exterior de Trump “cuando ya había abandonado el discurso y las actitudes de todas las opciones están sobre la mesa”.

Según Rosado la conducta de Biden ha sido consistente y continuada con la de Trump. “Porque sigue reconociendo a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, lo cual le permite tener acceso al crédito, la asistencia a estímulos económicos a través de organizaciones internacionales y el sostenimiento de la política de ayuda humanitaria”. 

Precisamente el pasado 20 de enero, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos extendió por un año más la protección sobre la petrolera Citgo. “Desde el gobierno interino seguimos trabajando para preservar los activos venezolanos en el exterior”, tuiteó el embajador del gobierno de Guaidó en los Estados Unidos, Carlos Vecchio. 

Diálogo para aliviar sanciones 

Cardozo recordó que en el tema de las sanciones, desde marzo de 2020 con el anuncio del llamado “marco para la transición democrática venezolana” propuesto por el Departamento de Estado, la administración Trump-Mike Pence vinculó expresamente el levantamiento de estas ya no a la salida del poder del gobierno de Maduro, sino a un proceso de transición paso a paso.

Por ello, el mandato de Biden ha hecho especial énfasis en la continuidad de las negociaciones entre gobierno y oposición que han tenido lugar en México y que se vieron interrumpidas por la petición de la gestión chavista de liberar al convicto colombiano Alex Saab de su prisión estadounidense por cargos de lavado de dinero.   

“El apoyo a Guaidó y al diálogo sigue siendo, pese a las tensiones entre los demócratas y republicanos, una política con sustento bipartidista, que a la administración de Biden-Kamala Harris conviene cuidar por razones de política de Estado en materia de democracia y derechos humanos, pero también por razones electorales porque saben que este un tema álgido entre los votantes latinoamericanos que viven en territorio americano”.   

De acuerdo a Cardozo, las modificaciones de Estados Unidos en cuanto a su política exterior con respecto a Venezuela han sido mínimas y responde a “procurar la mayor coordinación internacional posible con otras democracias, particularmente con la Unión Europea; dar mayor importancia a la emergencia humanitaria; activar medidas que aligeren los efectos colaterales de las sanciones sectoriales y apoyar expresamente las negociaciones entre venezolanos”.

Según Rosado, las sanciones a Venezuela son un tema que divide a la opinión pública estadounidense. “Hay personas que creen que las sanciones deben ser más duras y otras que consideran que quizás hay que cambiar la estrategia y hacerlas más puntuales”.

Rosado también manifestó que hay quienes ponen en tela de juicio la continuidad de Guaidó. “La justificación para tener a Guaidó como presidente interino eterno es muy tenue y no hay marco constitucional claro”. 

Desborde en la frontera con México 

El internacionalista expresó que los cambios en política migratoria de Biden han sido mínimos con respecto al gobierno de Trump, pese a que en los últimos meses se ha percibido una acentuación del ingreso ilegal de personas y especialmente provenientes de Venezuela a través de la frontera con México, factor que a su juicio pudo haber detonado la petición a los venezolanos de una visa para ingresar a territorio azteca. 

“Han tenido que repatriar a mucha gente por asuntos de salud pública, hay normas establecidas que no han podido ser modificadas, el gobierno mexicano ha cooperado con Estados Unidos y han reforzado las fronteras, el asunto es que la situación económica en México no es muy buena y no saben qué hacer con el desborde de migrantes que tienen”. 

Para 2019 residían 423 mil venezolanos en Estados Unidos, de los cuales 192 mil estaban sin autorización legal de acuerdo a estimaciones del Center for Migration Studies. 

Biden ofreció a migrantes irregulares en suelo americano el llamado TPS (Estatus de Protección Temporal) a partir de marzo de 2021, una fórmula que les permite permanecer en condición legal al menos hasta septiembre de este año.

Desde marzo hasta diciembre de 2020, 323 mil venezolanos lo solicitaron de acuerdo al Servicio de Inmigración y Ciudadanía, es decir un 70% del universo total. 

Latinoamérica no es la primera opción 

Rosado no considera que la actual tensión entre Rusia y Ucrania haya eclipsado el telescopio estadounidense que apunta hacia Venezuela y la cruzada por la recuperación de la democracia. “Latinoamérica siempre ha sido política exterior de segundo nivel para los Estados Unidos, nunca ha sido prioridad. El único país de la región que ha sido protagonista es Cuba durante la Guerra Fría, en este momento el gobierno americano está enfocado en la guerra económica con China y su alianza con la OTAN para frenar una virtual incursión militar rusa en Ucrania, sin embargo es obvio que el gobierno de Biden no percibe con buenos ojos que Venezuela sea aliado de los rusos”. 

Para Rosado el objetivo que tenía Trump y el que persigue ahora el gobierno de Biden es el mismo. “La idea es que eventualmente caiga el régimen de Maduro y se abra un compás democrático en Venezuela”.