La mayoría de los venezolanos no consume la cantidad adecuada de frutas y hortalizas - Runrun
La mayoría de los venezolanos no consume la cantidad adecuada de frutas y hortalizas
De acuerdo con Milagro Viloria, integrante de la FAO, «es crucial considerar el sector de las frutas y hortalizas de manera holística»
La doctora María Soledad Tapia, bióloga y miembro de la Academia de Ciencias, consideró que es necesario pensar en las proporciones comestibles disponibles

@Andrea_GP21

A inicios del 2021, la Asamblea General de la ONU declaró este como el Año Internacional de las Frutas y las Verduras, como parte de un esfuerzo para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº2 que busca conseguir la meta de Hambre Cero para 2030.

“Las frutas y verduras son la piedra angular de una dieta sana y variada. Proporcionan al cuerpo humano abundantes nutrientes, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a reducir el riesgo de contraer muchas enfermedades. Sin embargo, a pesar de estos enormes beneficios, no las consumimos en cantidades suficientes”, aseguró el Secretario General de la ONU, António Guterres, durante el lanzamiento oficial del Año.

Con motivo del Año Internacional de las Frutas y las Verduras, que está por culminar en dos meses, la Academia Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organizaron un foro en el cual participaron diferentes expertos en el área.

Dieta saludable

La doctora María Soledad Tapia, bióloga y miembro de la Academia, consideró que es necesario pensar en las proporciones comestibles disponibles. «Estamos clarísimos de que esto no garantiza una ingesta adecuada, pero sin disponibilidad, la ingesta es imposible», dijo.

Al respecto, informó que, desde la organización Cinco Al Día Venezuela han trabajado en impulsar el consumo de 400 gramos diarios de frutas y hortalizas ,estimado por la Organización Mundial de la Salud, pero les han dicho que la población venezolana no puede alcanzar esa meta.

«Esto nos llevó incluso a rediseñar la estrategia y el mensaje. Nosotros hemos intentado combatir las barreras contra el consumo, porque las cuentas no dan», señaló.

Durante su intervención, explicó que una dieta saludable incluye muchas frutas, hortalizas, legumbres, granos y semillas; y excluye los excesos de calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio.

 

En cuanto a la realidad de Venezuela, Tapia explicó que son pocos los estudios que evalúan el consumo de frutas y hortalizas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, en su estudio publicado en 2015, el consumo diario de frutas era de 85,5 gramos, mientras que el consumo diario de verduras era de 82,1 por persona.

    

Asimismo, señaló que la mayoría de la población no consume las cantidades diarias adecuadas de frutas y hortalizas.

  

Tapia se refirió a cifras del Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria que, este 2021 señaló que el 61% de los hogares zulianos no consumen frutas, mientras que el 83% no consume hortalizas verdes. Además, indicó que el 76% de los hogares tachirenses no consume hortalizas verdes.

Entre las barreras contra el consumo se encuentran los altos costos, el desconocimiento de beneficios nutricionales, motivos culturales como el prejuicio y el patrón alimentario.

 

A juicio de Tapia, el Sistema Alimentario Venezolano necesita transformarse para recuperar la producción nacional y el consumo, lo cual va a permitir niveles de seguridad alimentaria y nutricional adecuados.

También, considera necesario apoyar a los agricultores, mejorar la producción y las cadenas agroalimentarias, entre otras.

Caída en la producción

La profesora Leída Lovera, directora de Fedeagro en el ramo de las hortalizas, comentó sobre la caída en la producción de varios de estos rubros a lo que se le suma la falta de combustible.

Además, Lovera indicó que el ingreso de muchos productos desde países como Colombia ha afectado de forma negativa la producción nacional, señalando que, si se desconoce el estado sanitario de esos productos, también «puede ser una amenaza para la salud pública».

 

Otros problemas son las condiciones del pago de impuesto a los agricultores, alta intermediación en la comercialización, crecimiento de los costos de producción, asistencia técnica y desarrollo tecnológico por instituciones del Estado, entre otras.

En ese sentido, presenta las perspectivas que podrían ofrecer un mejoramiento de esta situación, como lo son el Programa de hortalizas de Fedeagro, el impulso al sector privado y la apertura de tiendas agrícolas en los estados agrícolas del país.

A su vez, Carlos Romero, quien dirige el grupo de frutales de Fedeagro, informó que desde el año 2014 las exportaciones son nulas.

En cuanto a los costos de producción, señala que se ven afectados por los rubros que no escapan de la crisis, escasez de agroinsumos, dolarización de precios y la escasez de combustibles.

«El consumo interno de frutas en Venezuela es de 300 gramos al día, hoy en día,  la capacidad interna no supera el 30%», lamentó.

De acuerdo con Romero, la fruticultura es algo vital para la dieta diaria del venezolano, pero, según comenta, un gran porcentaje de la población no consume frutas y verduras.

En su presentación, dijo que, en cuanto a los mercados locales y de exportación, la producción de las frutas se ha mantenido pese a la crisis del sector agrícola.

 

Sin embargo, detalla que la producción de cítricos ha disminuido. También, reporta una falta de ejecución de políticas al manejo del Huanglongbing, que incluya la producción de plantas certificadas y el control del insecto vector.

Por último, indicó que es obligatorio fortalecer este sector «para mantener los empleos, los recursos y mejorar la nutrición y salud del venezolano».

Agricultura urbana y periurbana

Manuel Gómez, director de la organización Acción Campesina, informó que han trabajado en proyectos de ayuda humanitaria por la crisid venezolana.

En un trabajo de campo de Acción Campesina, según Gómez, el 88% de los entrevistados no había comido frutas y hortalizas el día anterior y solo el 6% comió los tres grupos alimenticios.

Asimismo, el 93% de los entrevistados señalaron que los ingresos provenían de subsidios, 6% del empleo formal y 6% de empleos informales.

«Con el cierre de escuelas, la Encovi establece que el programa alimentario escolar cubrió en el 2020 el 19% de la población escolarizada», advirtió.

 

A su juicio, en los últimos 40 años se han modificado modelos productivos que estaban integrados a la vida familiar, «que eran estas casas con patios grandes que tenían sus matas frutales y medicinales».

En tal sentido, explicó el aporte de la agricultura urbana y periurbana al sistema alimentario de Venezuela, la cual debe ser asumida como un «complemento a la producción masiva por parte del sistema productivo»

Aprovechamiento de la tecnología

Diógenes Infante, catedrático de la Universidad Simón Bolívar (USM) e integrante de BioFarm, explicó el uso de la tecnología para cultivar hortalizas.

A su juicio, se acerca el final de la Venezuela petrolera, por lo que se deben aprovechar otros recursos que aporten a la economía nacional.

 

Desde BioFarm, según explicó, se ofrece la tecnología inteligente para la agricultura, permitiendo predicciones precisas de rendimiento, mejorar el rendimiento por planta, ciclos de cultivo más rápido y producción continua.

Además, disponen de vitrinas tecnológicas, cultivando vegetales frescos, lechugas y microverdes, empaquetados y listos para comer, libres de químicos y contaminación con organismos patógenos.

   

Todo esto se realiza a través del proyecto piloto BioFarm, que consta de dos contenedores ubicados en Caracas donde se realizan los cultivos.

                

De acuerdo con Milagro Viloria, integrante de la FAO, «es crucial considerar el sector de las frutas y hortalizas de manera holística».

«Es necesaria la participación de todos los actores. Es necesaria la inversión en cadenas de frío. Es necesario la inclusión de frutas y verduras a través de los programas del Estado, sobre todo en programas de alimentación escolar, porque hay niños que tienen alimentos solamente en las escuelas», indicó.