Los vecinos se ocupan de sus cosas y la crisis venezolana pasa a un segundo plano en la región - Runrun
Los vecinos se ocupan de sus cosas y la crisis venezolana pasa a un segundo plano en la región
Los cambios políticos y manifestaciones sociales han cambiado el foco de atención de los gobiernos del continente a sus problemas internos
Expertos indican que la Asamblea Nacional debe dejar de lado el discurso de ideologías y aclarar que la situación en Venezuela se trata de derechos humanos

@gchenriquez1

Así como en el año 2017 la empresa a cargo del sistema de voto electrónico empleado en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, Smartmatic, denunció que en agosto de ese año el Consejo Nacional Electoral anunció resultados diferentes a los arrojados por el sistema de votación, el viernes 8 de noviembre ocurrió lo mismo en Bolivia. 

Pero las consecuencias fueron diferentes. 

La empresa contratada por el Tribunal Supremo Electoral boliviano, Ethical Hacking, determinó que la integridad de la base de datos fue violada y que mucha de la data que se encontró en la investigación sustenta que el proceso electoral estuvo viciado de nulidad. Asimismo, la auditoría realizada por la OEA determinó que las elecciones del pasado 20 de octubre no podían ser ratificadas debido a “graves irregularidades”. 

Tan solo dos días, después, el domingo 10 de noviembre, Evo Morales y el vicepresidente, Álvaro García Linera, renunciaron a sus cargos luego de que el  jefe del Ejército, Williams Kaliman, sugiriera -verbo que es usado en la Constitución de ese país- su dimisión. Junto a ellos, todas las autoridades que forman parte de la cadena de sucesión constitucional también renunciaron. 

Es por eso que Jeanine Áñez, segunda vicepresidenta del Senado y política opositora, asumió el martes 12 de noviembre la presidencia interina de Bolivia, en una sesión parlamentaria con la ausencia de los representantes de la bancada mayoritaria, el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS). Después de acusaciones de haber consumado un golpe de Estado y de permitir la represión policial hacia los simpatizantes de Morales, Áñez va encaminada a definir una fecha de elecciones presidenciales. 

El de Áñez sería el segundo gobierno interino de la región, junto al de Juan Guaidó. Pero, al parecer, con consecuencias diferentes. 

Después de que a inicios de 2019 buena parte de los gobiernos del continente, a través principalmente del Grupo de Lima, cerró filas alrededor del interinato del presidente del parlamento, Juan Guaidó. Varios meses después, los vecinos comenzaron a ver su propio jardín arder.  ¿El timing venezolano ya pasó? 

Grupo de lima-limón 

En Brasilia, el 8 de noviembre se reunieron los 11 miembros del Grupo de Lima para ratificar su apoyo a Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional, tras no haberlo hecho desde el pasado 23 de septiembre. En el último encuentro se comprometieron a “adoptar otras medidas adicionales de presión – excluyendo el uso de la fuerza – sobre el régimen de Maduro, con sanciones específicas que permitan avances en la transición democrática, de acuerdo con los respectivos ordenamientos jurídicos nacionales”. El resultado de este encuentro, sintetizado en 23 puntos, reafirma la opinión expresada por el director asistente de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés), Geoff Ramsey. 

Ramsey no encuentra una solución a la vista que vaya a marcar la diferencia en la crisis venezolana.

“Yo creo que a nivel regional el Grupo de Lima probablemente va a seguir emitiendo una declaración cada mes o par de meses y va a seguir documentando el agravamiento de la crisis. Pero no veo a una región muy interesada en hacer más que eso. Quizás los países en la nueva reunión del TIAR podrían producir un anuncio en torno a las sanciones individuales, pero aún así yo no veo una solución saliendo de las sanciones”, apuntó.  

 

Luis Álvarez, internacionalista y magíster en Ciencia Política, indica que antes de la reunión del Grupo de Lima, el canciller de Perú habló de un relanzamiento del organismo, por lo que se evidencia que hubo una caída y quiebre en el dinamismo que tenía. 

Otro elemento que enrarece el contexto del funcionamiento del Grupo de Lima es la contradicción entre el apoyo de este grupo a la propuesta de Guaidó y las políticas migratorias de estos países hacia los venezolanos que ingresan a ellos. 

Álvarez considera que los países miembros deben facilitar aún más la estadía de los venezolanos. “No pedir el apostille o documentos registrados ya que eso se debe hacer en las oficinas y ministerios de un régimen que ellos no reconocen; y además, cómo los consigue una persona que se fue caminando del país. Por lo menos deben flexibilizar los requisitos en los trámites de visa como dicen que lo van a hacer”. 

Venezuela, la dueña de su propio futuro

Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay: todos estos países terminarán el año con panoramas muy distintos a como lo empezaron. Venezuela, en cambio, pareciera que finalizará 2019 en un largo purgatorio político, una burbuja económica dolarizada para beneficio de una minoría y la misma emergencia humanitaria aplastando a los sectores con menos recursos. 

En opinión de Álvarez los cambios en la región podrían afectar el trabajo por la recuperación democrática que la Asamblea Nacional viene haciendo. “Por una razón muy lógica: los países tienen que dejar de ver a Venezuela porque tienen que empezar a ver lo que ocurre hacia adentro”, explicó. 

 

Álvarez aseguró que el trabajo que queda por delante, en manos de la Asamblea Nacional, es tender los puentes necesarios con los distintos gobiernos, independientemente de su naturaleza, para dar a entender que en Venezuela no existe un problema ideológico sino de derechos humanos y de falta de libertad. “Es importante que en la política comunicacional de la Asamblea Nacional se deje claro que el drama regional empieza a aclararse si en Venezuela hay un cambio de gobierno bajo condiciones democráticas”, apuntó.   

 

 

Geoff Ramsey, de WOLA, opina que “a nivel simbólico probablemente la región va a seguir ejerciendo un papel significante pero no creo que vaya a hacer la diferencia. A nivel regional esto nunca iba a ser permanente. Cada país tiene sus preocupaciones internas y eso de cierta manera era inevitable: perder el interés en Venezuela después de un tiempo”. 

Apunta que la oposición debe volver a la estrategia de no politizar la lucha venezolana y de decir que no se trata de un conflicto de izquierda o de derecha, sino de la democracia contra el autoritarismo. 

“Recuerdo que en febrero-marzo hubo un intento de establecer lazos con sectores del chavismo democrático o con los moderados en esa coalición. Parece que esos esfuerzos han sido abandonados y yo creo que hay que volver a ese tipo de narrativa porque lo que hace es blindar el apoyo público para el movimiento opositor en el país”, explicó. 

La región, de norte a sur

En el norte, en opinión Álvarez, la administración de Donald Trump va a mantener una política de sanciones a individuos pero no irá más allá que eso. Explica que el tema venezolano le funciona para atender a un electorado del sur de la Florida y a los republicanos críticos de las políticas demócratas. No obstante, le interesa mantener a su electorado de la zona norte del país. “¿Si está retirando tropas de Siria, por qué se va a meter más en Venezuela? Una acción directa no la veo y espero que tampoco ocurra, por las consecuencias que eso implica”, indicó. 

De hecho, voceros como John Bolton, Marco Rubio y el propio Trump cada vez se refieren menos en sus redes sociales a Venezuela y cada vez se ocupan más de sus asuntos internos. Es ahora Elliott Abrams, representante especial para Venezuela, quien se refiere a al país públicamente; y el pasado miércoles 29 de noviembre aseguró que Estados Unidos mantendrá la misma política hacia la nación sudamericana. 

Ramsey asevera que Estados Unidos ya “ha usado la opción nuclear”, que son las sanciones petroleras. Estas no han generado un cambio notable dentro de la coalición gobernante en Venezuela, por lo que no avizora qué más podría hacer la comunidad internacional por el país. 

 

“Yo creo que estamos al máximo de la presión internacional y hay que volver a insistir en presión interna y en apoyar a factores políticos que están dentro de Venezuela intentando abogar por una solución política”, añadió.  

 

Las sanciones impuestas por Estados Unidos el pasado martes 26 de noviembre a la Corporación Panamericana de Cuba, empresa utilizada por la estatal Cubametales para comercializar petróleo venezolano y así ayudar al país a evadir las sanciones, refuerza la ruta de acciones a distancia que ha elegido EE.UU., país cuyos voceros además han amenazado con imponer aún más sanciones. 

En México Andrés Manuel López Obrador no se retrata abiertamente con el gobierno de Nicolás Maduro, lo que indica que si bien no tiene la posición cerrada que tenía el gobierno anterior, igual mantiene críticas y preocupación con lo que ocurre en Venezuela. No obstante, con el recibimiento del expresidente de Bolivia, Evo Morales, en calidad de asilado político el pasado 12 de noviembre, se deja en evidencia que las inclinaciones de López Obrador siguen orientadas a apoyar a mandatarios de izquierda. 

A juicio de Álvarez, los resultados de las elecciones regionales en Colombia -en los que los candidatos afines al presidente Iván Duque no fueron favorecidos- señalan que la Asamblea Nacional venezolana debería mantener una relación con los partidos políticos de ese país desde el punto de vista institucional y los distintos partidos venezolanos deberían acercarse a los que pudiesen tener afinidad con ellos.

“Los partidos de la Asamblea deberían buscar referentes o interlocutores para seguir presionando y que cada vez más Maduro y su entorno pierdan el poco respaldo que les queda. Porque el respaldo que en verdad le queda a Maduro en Colombia es el respaldo nominal del partido político de las FARC, porque el apoyo del partido armado es mucho más claro”, detalló. 

 

El director asistente de WOLA considera que a pesar de los cambios electorales en Colombia y en Sudamérica no ve que ningún gobierno en la región tenga un interés real en tomar medidas drásticas como sería una intervención militar. 

 

“Es decir, realmente ni Colombia ni Estados Unidos estaban hablando de una intervención militar en Venezuela porque saben que la crisis migratoria y la crisis de refugiados aumentaría y que no habría una garantía de una salida estable ni democrática”, explicó Ramsey. 

Asimismo, desde el paro nacional en Colombia del pasado jueves 21 de noviembre, persisten las protestas pacíficas en contra de que el presidente Duque ejecute una reforma laboral y de las pensiones. Mientras tanto, 59 venezolanos fueron deportados por Migración Colombia por estar supuestamente vinculados a hechos vandálicos durante las manifestaciones.

Carmen Beatriz Fernández, especialista en marketing político, expone en un hilo en la red social Twitter algunas de las razones por las que las protestas surgen globalmente, por diversas razones, pero, también con ciertas similitudes. 

 

En Brasil las prioridades para el mandatario Jair Bolsonaro también se podrían ver afectadas luego de que al ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva​ se le otorgara libertad por el caso Lava Jato el pasado viernes 8 de noviembre, mientras espera por el veredicto final de la Corte Suprema de Brasil. La decisión fue tomada por el juez Danilo Pereira Júnior, del juzgado penal federal 12 de Curitiba, quien aceptó el pedido de la defensa de da Silva y lo autorizó a dejar la prisión.

En agosto de 2018, antes de las elecciones presidenciales en el vecino país, las encuestadoras Datafolha e Ibope daban un 39% y 37% de intención de voto a Lula; mientras que Bolsonaro solo contaba con un 18%, según lo publicado por ambas compañías. 

Más abajo en el continente, en Argentina, aún no se descifra la posición que tendrá Alberto Fernández con respecto a Venezuela, pero su futuro canciller, Felipe Sola, ya ha anunciado que el país no se saldrá del Grupo de Lima. 

Sin embargo, Álvarez señaló que el presidente electo no tendrá una postura tan clara en apoyo a Guaidó como la que ha tenido Mauricio Macri, más bien pasará a tener una posición más inclinada a que se de un diálogo en el que participe la Unión Europea. Una posición como la que ha venido esgrimiendo México. 

En Chile, a más de un mes de iniciadas las protestas por las medidas económicas tomadas por Sebastián Piñera, el mandatario reconoció que ha habido casos de abusos y excesos policiales durante las protestas en Chile y abrió a la posibilidad a que se realice una reforma en la Constitución, vigente desde la dictadura de Pinochet. 

Finalmente, en Uruguay se llevaron a cabo las elecciones presidenciales el domingo 24 de noviembre en las que resultó electo, con tan solo 28.666 votos de ventaja, Luis Lacalle Pou (Centro-derecha). Pero por ser tan estrecha la diferencia con respecto a su contrincante, Daniel Martínez (centro-izquierda), la Corte Electoral de Uruguay debió escrutar nuevamente los votos para poder declarar a un ganador y finalmente el jueves 28 de noviembre fue reafirmada la victoria del centro derechista. 

Con Lacalle como ganador Guaidó tiene un aliado más en la región, tal y como quedó demostrado en el intercambio de mensajes en Twitter. Pero, lo importante, es que unos aliados se van y otros se suman mientras los venezolanos no asumen el propio timonel de su destino.