#EstoNoEsNormal La torta y la pistola
#EstoNoEsNormal | La torta y la pistola

ES MEDIODÍA Y EN UN RESTAURANTE-BODEGÓN del Este de Caracas hay mucha gente. Unos comen sushi, otros hamburguesa; la mayoría pide cervezas artesanales y algunos se pasean viendo las neveras llenas de carne y pescados importados.
Un sándwich –lo más económico de la carta- cuesta igual que un salario mínimo integral. El menú del día, dos salarios. El sitio está lleno y hay que esperar por una mesa.

Cada cierto tiempo entran hombres con ropa negra de escolta, bolso negro terciado sobre el abdomen de escolta, botas negras de escolta. Todos hacen llamadas y reciben indicaciones para hacer la compra.

Pasadas las 2 de la tarde llega una mujer -ropa negra, koala, botas- con su pistola: un enorme hierro resplandeciente asfixiado dentro de la pretina del pantalón. Apenas entró pidió ayuda de los vendedores para encontrar una torta. Varios la acompañaron al estante de los dulces.

Ella eligió la de chocolate y, durante varios minutos, dio vueltas por el lugar con la torta y la pistola. Su teléfono sonó varias veces para escuchar indicaciones de su jefe. Después de devolverla porque costaba 100 millones de bolívares, recibió otra llamada que la hizo molestar: ahora sí querían la torta. Con el arma en el cinto y expresión de disgusto llegó a la caja dispuesta a pagarla. Aunque su jefe había decidido que la comprara, ella no estaba de acuerdo: le parecía un robo.

@laurahcastillo