Mundial de Fútbol: Donde se conjugan Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Moscú - Runrun
Mundial de Fútbol: Donde se conjugan Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Moscú

Víctor Grao

La Pizarra del DT

@LaPizarraDelDT_

El día 14 de junio, fecha de inicio del Mundial, la Plaza Roja de Moscú tenía afluencia de gente. Normal, como cualquier sitio turístico en el mundo. Un porcentaje quizás algo elevado por tratarse del mes de la Copa del Mundo. Entre las personas a las afueras del hotel Four Season y del museo estatal de historia, se podía caminar con tranquilidad y sacar fotos de manera decente con los increíbles edificios que se alzan a los costados de la planicie.

El 15 de junio cambió. ¿La razón? Argentina juega en Moscú. Específicamente en el estadio del Spartak. Recinto que queda a unos 50 minutos en metro del centro de la ciudad, pero el lugar para armar el alboroto, llamar la atención y poder demostrar que la albiceleste está presente no fue ninguno mejor que el lugar de mayor movimiento de la capital rusa: la plaza roja.

Se habla español en los lugares turísticos. Al menos por un día. Miles de argentinos se concentraron para saltar, cantar, beber, aplaudir, gritar y ser el centro de atención de miles de fanáticos. Tímidamente, rusos, suecos o serbios se acercaban a ver qué pasaba allí. Algunos peruanos colgaban sus banderas cerca, buscando aminorar la presencia argentina, pero resultaba imposible. El ímpetu de camisas blancas y celestes resultaba indetenible.

Al iniciar con sus cánticos, se fueron acercando algunos compatriotas, logrando formar un cúmulo considerable de gente. Hinchas con camisas de Independiente de Avellaneda, River Plate, Boca Juniors, Rosario Central, Racing de Avellaneda… Los mismos que se pueden pelear durante enfrentamientos entre clubes, hoy son amigos. Lo mismo que los separa, al final los une.

Y así también la unión contó con personas externas. Rusos se aliaban para saltar, posiblemente sin entender ni una palabra, pero haciendo que el clima se volviera mucho más ameno. Los teléfonos y cámaras hacían un anillo para cerrar el círculo de aficionados albicelestes. Aunque podía parecer que duraría poco, la concentración de cánticos se mantuvo durante más de una hora. Ráfagas de hinchas entraban y salían, descansaban y volvían a entrar. Así, siendo el centro de atención de toda Rusia.

Cerca de las inmediaciones de la plaza roja, se encuentra la calle Nikolskaya con miles de luces sobre las cabezas de los peatones. Allí, también se concentró un pequeño grupo más de argentinos. Cantando y saltando.

La diferencia que marcan los sudamericanos es notoria en Moscú. Se siente una vibra diferente en los lugares más céntricos de la capital gracias a peruanos, colombianos, argentinos y mexicanos, quienes le inyectan sabor al tradicional clima ruso.

Por ello, a muchos kilómetros del puente de la mujer en Buenos Aires, Argentina conquistó una provincia más. Aparte de Mendoza, Tucumán y Santa Fe; Moscú se vistió de albiceleste por un día.