Del socialismo al comunismo, por Luis DE LION
Del socialismo al comunismo, por Luis DE LION

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Sin duda que hay diversas explicaciones posibles a la ceguera de algunos intelectuales, periodistas y analistas, voluntaria en ciertos y en otros es una actitud asumida como una obcecación político-ideológica. Algo que me atrevo a resumir, como el complejo de la izquierda castrista.

El caso Venezuela, es particularmente especial, por cuanto la colonización castrista se asentó en el establishment. Es por ello que, no se produjo jamás la necesaria emancipación. En consecuencia, no hay un pensamiento venezolano, ni nacional, ni republicano, mucho menos libertario. La cantera, me refiero al mundo universitario, jamás pasó a la etapa post-colonial (post-castrista)

A partir de los años 80 cuando la crisis económica comenzó a instalarse a raíz del “viernes negro”, se afirmaron y se asentaron las ideas propias del pensamiento castrista, el cual fagocitó todo germen de autonomía política y de desarrollo intelectual, asociativo y sindical.

A la izquierda venezolana, esta orfandad, jamás le pareció un problema.

Con ese mismo desinterés culposo, esa izquierda recibió en 1992, con los brazos abiertos al Teniente golpista Chávez. Casualmente cuando el comunismo, desaparecía en el mundo. El resto de la dramática historia es conocida por todos, y así llegamos a Maduro, y al statu quo, que lo sostiene en el poder.

Conformando un tándem, moralizador y condescendiente, que se atribuye la representación del “pueblo” sin detenerse un instante en la realidad, ni en los hechos, ni en la monserga.

De esa manera dialogan, sin importar las constantes violaciones de los derechos humanos. Lejos quedó toda sombra de democracia liberal. En lo económico, se comprometen Maduro y la izquierda opositora, a luchar hombro a hombro contra la “guerra económica”. En lo cultural, solo hay espacios para ideas y discursos, chavistas y retórica de abajofirmantes.

Todo ello desembocó en la vulgarización del análisis y en la banalización de la reflexión. A la crónica de lo obvio, la llaman opinión.

En fin, ni más ni menos, una doxa. Maduro, la tiranía propiamente dicha y el statu quo, persiguiendo y atacando todo cuestionamiento, toda crítica y considerándolo como una violación intolerable, a la sola y única moral política, tolerada, la de izquierda.

En ese esquema, el socialismo, jamás es responsable de la actual tragedia nacional.  Por lo tanto, es imposible el debate ponderado y sereno, para decidir la actitud y la táctica a implementar, para frenar el avance del comunismo en Venezuela.

Una negación que practica la opinión pública y que la conduce a rechazar el elemental principio de la realidad.

Es así como en ésta representación invertida de la realidad; Maduro, el statu quo y el Vaticano, se sientan en una misma mesa a “dialogar”, porque funcionan todos de la misma manera.

@ldelion