Claves | La esclavitud moderna infantil es la norma en el Arco Minero del Orinoco
De acuerdo con la con el CDH UCAB, más de 1.300 niños se encuentran fuera del sistema educativo debido a su migración hacia las zonas mineras del estado Bolívar
Alrededor de 40 pacientes pediátricos se diagnosticaron con desnutrición diariamente en los centros de salud del estado Bolívar
Advierten que las niñas y adolescentes, sobre todo en la edad entre los 7 y 10 años, son víctimas de redes de trata, explotación sexual y matrimonios forzados. La cifra de víctimas de explotación sexual aumentó al 35% de la niñez esclavizada
CDH UCAB: «Se ha constatado que 95% de los casos de pacientes pediátricos tratados en instalaciones de salud públicas, es decir 1.330 NNA por mes, tomando como base un solo hospital, presentan trastornos parasitarios»
Foto: Freedom House (y Transparencia Venezuela)
La esclavitud moderna infantil incrementó en los últimos dos años en el Arco Minero del Orinoco, en el estado Bolívar, según datos del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH UCAB). El trabajo forzado, deserción escolar, desnutrición, trata de personas y embarazos adolescentes y no planificados son las dinámicas sociales a las que están expuestas los niños, niñas y adolescentes (NNA) en el sur y oriente del país.
«Se documentó la deserción escolar de más de 2,500 NNA en los últimos dos años, ya que la emergencia humanitaria priorizó las necesidades básicas como la alimentación sobre la educación», se lee en su informe titulado «Relatos de una infancia en riesgo».
De ese grupo, la institución constató que 1.300 menores de edad trabajan forzadamente en 8 minas de Bolívar, en contraposición con lo que establece la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) y los Derechos Humanos en la infancia.
El estudio abarcó desde el segundo semestre del 2022 hasta el primer trimestre del 2023, y recopiló testimonios de todo el estado Bolívar, los municipios Casacoima y Tucupita de Delta Amacuro, los municipios Independencia y Juan Antonio Sotillo del estado Anzoátegui, los municipios Piar y Maturín del estado Monagas y la ciudad de Puerto Ayacucho en Amazonas.
La industria extractiva informal promovida por el gobierno de Nicolás Maduro y la crisis humanitaria compleja está evidenciando en comunidades indígenas una desprotección que afecta a todas las esferas familiares.
En Runrun.es desglosamos los hallazgos del informe en las siguientes claves:
Niñez dejada atrás por las minas
De 6.000 NNA (niños, niñas y adolescentes) encuestados en la investigación, el 60 % afirmó que al menos uno de sus representantes se fue del núcleo familiar para sobrellevar la emergencia humanitaria compleja de Venezuela, ya sea yéndose a las minas o salirse del país.
«De esa misma muestra, 3 de cada 10 se encontraban al cuidado de terceros; es decir 1.800 NNA bajo la tutela de abuelos, tíos, vecinos o hermanos mayores. Y, 1 de cada 10, entiéndase 600, estaba completamente solo, sin ninguna persona que velara por su cuidado y bienestar. (…) Estamos seguros de que son muchos
más», asevera el informe de la CDH UCAB.
La universidad advierte que la migración y desplazamiento interno no son las únicas causas de la niñez desprotegida y propensa a ser víctimas de la esclavitud moderna en el Arco Minero del Orinoco: la violencia también cobra la vida de sus familiares.
La Fundación Sagrada Dignidad de la Persona informó que han aumentado las solicitudes de apoyo psicosocial para NNA que han sido testigos de las condiciones en que alguno de sus familiares fueron muertos en su presencia, e incluso viéndose, además, en la obligación de limpiar la sangre y recoger los restos.
Trabajan forzadamente para ayudar a sus familias
2.517 NNA en el estado Bolívar abandonaron sus colegios en los últimos dos años. EL CDH UCAB censó a 11.411 estudiantes en el estado y estimó que el 35% (4.004 menores de edad) estudia y trabaja al mismo tiempo, faltando a clases especialmente los jueves y los viernes «porque, al ser los días más cercanos al fin de semana, se venden más productos y hay más ganancias».
«Para ellos el trabajo se convirtió en una obligación, no solo para padres sino para todos los miembros de la familia ya que una mano adicional es una oportunidad más de llevar comida a sus hogares», agrega el informe.
La esclavitud moderna se define como todo trabajo forzado que viole los derechos humanos y los derechos laborales de una persona, sobre todo si es menor de edad —porque vulneras su derecho a la libertad y a la educación—, según la Organización Internacional del Trabajo. Desde una empresa privada que no da condiciones mínimas sanitarias y salariales hasta la coerción de grupos delictivos y los matrimonios forzados, al menos 50 millones de personas en el mundo están en situación de esclavitud moderna según el último informe del Índice Global de Esclavitud de la OIT, en 2022.
«Los niños, niñas y adolescentes en el contexto de la esclavitud moderna no solo son víctimas directas o indirectas de esta realidad, sino que son revictimizados en el marco de violaciones sistemáticas de los derechos humanos», resalta la institución.
Los mineros mejoran las escuelas, no el Estado
De acuerdo con los testimonios de profesores recogidos por la UCAB, las esferas de poder delincuenciales han sido las encargadas de crear servicios de transporte de ida y vuelta desde las minas hasta las escuelas tanto para los docentes como para los menores de edad, así como el mantenimiento de los planteles educativos con los servicios de agua y electricidad.
«El equipo del CDH UCAB documentó casos de maestros que trabajan al sur de la entidad y reciben las llamadas “bolsas mineras”. Las cuales, en palabras de ellos mismos, “contienen alimentos no perecederos más surtidos y de mejor calidad que los distribuidos a través del CLAP” (Comité Local de Abastecimiento y Producción)», dice el documento.
«Desde el CDH UCAB se logró documentar más de 1.300 niños viviendo dentro de las minas que se encuentran desescolarizados».
8 de cada 10 pacientes pediátricos sufren de desnutrición
El estado Bolívar es el más grade de Venezuela, con 240.528 kilómetros cuadrados, pero es uno de los que tiene menos centros de atención sanitaria completa, denuncia la institución. La mayoría de los servicios pediátricos tienen que hacerse en la capital del estado, en Ciudad Bolívar, y los pacientes deben recorrer kilómetros para tener atención médica.
«Tomando como base los índices de morbilidad registrados, se entiende que 40 pacientes diarios presentan
algún grado de desnutrición; lo que significa que mensualmente, por cada centro hospitalario, se registran alrededor de 1.120 niños y niñas en esta condición», se lee en el informe.
La universidad entrevistó a las madres de los pacientes con menos de 5 años de edad, y reconocieron que en vez de leche los niños se alimentan con una mezcla de agua y harina de maíz, fécula de maíz, productos lácteos o solo azúcar provenientes de las cajas CLAP. En el caso de las madres lactantes, el estudio arrojó que ellas también sufren de desnutrición, con un peso entre los 35 y 40 kilos.
«Tras desarrollar grupos focales con personas de las comunidades priorizadas, estas señalaron que realizan —en el mejor de los casos— dos comidas al día; sin embargo lo frecuente es alimentarse una sola vez; su ingesta está basada principalmente en embutidos como mortadela y salchichas, así como también queso, arepas y yuca. Esto se debe a que son los alimentos de menor precio», resume el CDH UCAB.
Arco Minero: nido de enfermedades
Los parásitos intestinales y las enfermedades de la piel son los padecimientos más frecuentes en los NNA del Arco Minero del Orinoco, después de la desnutrición. Su exposición a un ambiente contaminado y su vulneración al derecho humano al acceso a la salud incrementan el deterioro de sus condiciones de vida.
La poca higiene en el agua también provoca enfermedades en la piel, cerca del 45% de los encuestados por la universidad sufren de escabiosis, piodermitis, impétigo e infecciones avanzadas provocadas por estafilococos.
Otra patología en aumento son las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo adolescente. En el caso de los embarazos no planificados, «de acuerdo con los datos obtenidos por el equipo investigador del CDH UCAB, se conoció que, dependiendo el centro de atención, entre 23% y 35% de los nacimientos en el estado Bolívar son de madres menores de edad».
En al menos 5% de los partos se constató la presencia de sífilis o Virus de inmunodeficiencia humana (VIH) congénita (transmitida de la madre al hijo). Otras infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea, el Virus del Papiloma Humano (VPH) y el herpes, se producen como «producto de abusos sexuales o inicio de la actividad sexual a edades tempranas, sin la prevención o cuidado requerido (…) relacionado a la explotación sexual».
La esclavitud moderna infantil a la puerta de la casa
Según el informe, frente al resquebrajamiento del núcleo familiar, la mayoría de los menores de edad recurren a irse a las casas de los vecinos a hacer labores domésticas, como la limpieza y la jardinería, por «precios simbólicos o comida».
«En el sector La Esperanza de Cambalache se contabilizaron 179 niños entre 7 y 10 años que participan en las actividades de una cantera, en donde “pican piedras y las cargan para llevarlas en carruchas hasta el sector por donde pasan los compradores”», dice la CDH UCAB.
La investigación cualitativa también precisó que los NNA están presentes en el contrabando de combustible y en la recolección de chatarra en las zonas urbanas.
Además, «registró más de 1,300 niños que residen en los campamentos mineros, dedicados a actividades mineras o conexas, a saber: actividades de extracción de material aurífero en minas subterráneas o “batea” —limpieza de arena y grava para extraer oro— en aluviones».
Con relación a la explotación sexual, la universidad proyectó que el 35% de las niñas y adolescentes son víctimas de la prostitución. La edad promedio es entre los 7 y los 10 años. En las calles de los pueblos mineros, sobre todo en la mina de Las Claritas, los adultos «pagaban entre 30 y 50 bolívares por acto» con las menores.
«En otras situaciones se logró documentar situaciones en las que el intercambio sexual era transado a cambio de alimentos e incluso dulces o cigarrillos. Situación que contribuyó en la detección de un incremento en las uniones o matrimonios tempranos», denuncia el documento, agregando que la edad de las víctimas en ese contexto es de los diez años en adelante.
El mercurio aumenta la discapacidad cognitiva
De acuerdo con la directora del Programa de Atención en Salud Integral para Personas con Discapacidad (PASDIS), Gabriela Iriarte, «hay un aumento importante de los casos de discapacidad cognitiva debido a la alta contaminación de mercurio en el agua», producto de la actividad minera y las poblaciones aledañas.
El mercurio es un metal utilizado para extraer oro debido a que ambos metales hacen un amalgama, se atraen como si de un imán y un hierro se tratara. Per el mercurio es tóxico para la salud. La Organización Mundial de la Salud advierte que el consumo de peces y agua contaminada por mercurio puede generar «efectos cognoscitivos» en el desarrollo tanto del feto como del NNA.
«También hay un incremento de casos de inteligencia límite, dentro del espectro de la neurodivergencia, motivado por problemas de desnutrición. Del mismo modo, (Iriarte) señala que muchas de las niñas y adolescentes con discapacidad cognitiva son víctimas frecuentes de abusos sexual, debido a su indefensión», establece el documento.
El informe denuncia que los niños y los adolescentes son más propensos a sufrir la esclavitud moderna desde posiciones de «obreros» en las minas y como mensajeros de extorciones delincuenciales, mientras que las niñas y las adolescentes son más propensas a vivir la esclavitud moderna desde las trata de blancas, tanto en el país como en las redes de prostitución a países extranjeros como Trinidad y Tobago.
Violencia contra mujeres y niñas que hacen vida en el Arco Minero es una constante
De acuerdo con la con el CDH UCAB, más de 1.300 niños se encuentran fuera…