Cecodap: Escuelas enseñan a niños a protegerse de la violencia urbana
En varios centros educativos reseñados por el reportaje “Escuelas a prueba de balas”, realizado por Cecodap, junto a la agencia PANA, el medio Historias que Laten y Dart Center, se encuentran diversos carteles con recomendaciones para los niños, así como para la comunidad escolar, sobre qué hacer cuando se produce un tiroteo
Gloria Perdomo, coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), explicó que se necesita hacer entrenamientos sobre qué hacer en caso de que se produzca algún tiroteo, “porque es una situación frecuente”
El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) reveló, en sus informes de 2021 y 2022, que en Venezuela más de 11.000 personas murieron por razones violentas, lo cual representa una tasa de 40,9 muertes por cada 100.000 habitantes
En las escuelas de Petare y la Cota 905, en Caracas, así como en otros estados del país, los niños están constantemente expuestos a la violencia urbana. Ante la falta de políticas del Estado para afrontar esta problemática, en los recintos educativos enseñan a los más pequeños a protegerse de esas situaciones.
Un reportaje especial realizado por la periodista Carmen Victoria Inojosa, que publicó la ONG Cecodap, junto a la agencia PANA, el medio Historias que Laten y Dart Center, describe cómo la niñez venezolana se defiende de las balas en las escuelas.
El trabajo, que se titula “Escuelas a prueba de balas”, plasma los hallazgos de un año de visitas a varias escuelas del país, donde conversaron con niños y niñas con edades comprendidas entre los 4 y 6 años. También, docentes, líderes comunitarios, madres y cuidadoras ofrecieron su testimonio sobre el tema.
Uno de los hallazgos más resaltantes de este trabajo es que algunas maestras enseñan a los niños, incluso a los más pequeños, a protegerse de las balas, a pesar de que las instituciones no cuentan con un protocolo de actuación oficial ni de cómo debe ser el comportamiento seguro para estos casos.
En total, se visitaron siete escuelas de Fe y Alegría, la red internacional de educación popular, ubicadas en Apure, Bolívar, Distrito Capital, Miranda y Zulia, donde enseñan a los estudiantes a prepararse no solo para la vida cotidiana, sino para no perder la vida en la primera infancia.
Venezuela, un país violento
Según el reportaje, los centros educativos visitados se encuentran en comunidades donde la escolaridad está expuesta, en su rutina, a hechos de violencia urbana como tiroteos, delincuencia, enfrentamientos entre bandas delictivas e intervenciones de cuerpos de seguridad del Estado venezolano.
“Hay una ruralización de la violencia. Las bandas están ocupando zonas que antes eran consideradas seguras”, señala Gloria Perdomo, coordinadora de OVV y directora de la Fundación Luz y Vida.
El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) reveló, en sus informes de 2021 y 2022, que en Venezuela más de 11.000 personas murieron por razones violentas, lo cual representa una tasa de 40,9 muertes por cada 100.000 habitantes.
En estas escuelas, tanto las maestras como el personal escolar han sido instruidos por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sobre cuál debe ser el comportamiento seguro ante conflictos armados y situaciones de riesgo.
Las docentes han tenido que estar a cargo de enseñar a sus estudiantes a buscar lugares seguros cuando se producen hechos violentos como tiroteos. Esto es algo que forma parte del plan de estudio, porque así lo asumieron ellas.
“¿Qué hacer ante una balacera?”
A lo largo de varias escuelas que se estudiaron en el reportaje “Escuelas a prueba de balas”, se encuentran diversos carteles con recomendaciones para los niños, así como para la comunidad escolar, sobre qué hacer cuando se produce un tiroteo.
En algunas paredes, incluso, se pintaron identificativos de “zona de seguridad”, que sirven para que los niños puedan resguardarse de una balacera.
Todas estas acciones son llevadas a cabo por las escuelas, pues no hay protocolos implementados como parte de una política de Estado ante estas situaciones.
“En estos colegios se hacen simulacros para saber qué hacer en un momento de un tiroteo”, contó Yameli Martínez, coordinadora pedagógica nacional de Ciudadanía de Fe y Alegría. En realidad, toda la comunidad escolar está sola frente a los conflictos armados, los cuales se han recrudecido en varias zonas del país.
Gloria Perdomo, del OVV, explicó que se necesita hacer entrenamientos sobre qué hacer en caso de que se produzca algún tiroteo, “porque es una situación frecuente”. Para la especialista, se debe conformar un equipo de orientación, formación y previsión en materia de seguridad escolar desde el Ministerio de Educación y autoridades públicas.
“Desde el punto de vista de obligaciones del Estado hay negligencia, hay incumplimiento de la normativa legal y vulneración de derechos humanos cuando no se apoya y no se asegura la protección”, añadió Perdomo.
“Es un operativo”
El reportaje de Cecodap, en alianza con la agencia PANA, el medio Historias que Laten y Dart Center, reseña el testimonio de lo ocurrido en una escuela del sector La Bombilla de la parroquia Petare, donde se produjo un operativo policial.
Ocurrió el 11 de mayo de 2020 mientras los docentes preparaban las actividades académicas cuando la policía irrumpió en la escuela y cerró todas las puertas.
“¿Qué sucede?”, preguntaron los maestros a la policía, a lo que uno de los funcionarios respondió: “Es un operativo”. Después de eso, los maestros pidieron que les permitieran salir del lugar.
Tras varias horas de incertidumbre, disparos a diestra y siniestra, la directora de la escuela, así como el resto de los docentes, supieron que el operativo se llevaba a cabo porque buscaban a miembros de una banda delictiva que se resguardaron en un salón de la escuela.
Los funcionarios se llevaron a declarar a dos vigilantes y dos docentes por “sospechosos”. La directora Yuli no sabe qué hacer. No quiere dejar la escuela sola ni a su personal. “¿Qué hago? ¿A quién auxilio primero?”. Entonces Yuli, la directora, envía a la subdirectora al centro policial.
Aunque la directora de la escuela levantó un acta para notificar lo ocurrido a la zona educativa a la que pertenece la escuela, como en otras ocasiones, no recibió respuesta ni visita de las autoridades escolares. “No hay formación ni resguardo”, dijo.
Puede leer el reportaje completo aquí
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