Con la muerte de Rutselis, la familia Leonett suma tres pérdidas a causa del accidente

La mañana del sábado 6 de febrero murió la novena víctima de la explosión de 161 bombonas de gas doméstico en Piar, estado Monagas, ocurrida el pasado 28 de diciembre. Rutselis Leonett, de 34 años de edad, presentaba quemaduras de tercer grado en varias partes del cuerpo. En los últimos días presentó fiebre y delirios, complicándose el viernes 5 de febrero y muriendo con un paro respiratorio.

Leonett estuvo varios días recluida en una clínica, pero luego fue trasladada al Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar, informó el presidente de la organización Cáritas de Venezuela en Maturín, el sacerdote Gerónimo Sifontes.

Con la muerte de Rutselis Leonett, la familia Leonett suma tres pérdidas a causa del accidente. La primera víctima de la explosión de las bombonas fue Emily de 13 años de edad, quien falleció el 5 de enero; luego murió Genderson de 4 años de edad el pasado 29 de enero, quien dejó de respirar mientras estaba hospitalizado en la unidad de quemados del Complejo Hospitalario Ruíz y Páez de Ciudad Bolívar. Rutselis Leonett era tía de los dos menores.

El sacerdote Sifontes denuncia ante Efecto Cocuyo que Rutselis «fue una de las últimas víctimas que sacaron de la clínica donde les trataban la infección por la bacteria que habían agarrado en el hospital. El traslado a la clínica fue el 2 de enero por presión a la gobernadora (de Monagas), pero luego retiró el apoyo y los desalojaron. A ella (Rutselis) la sacaron hace seis días, al llegar al hospital donde no hay personal, ni insumos, ni medicinas, desmejoró”, asegura.

El sacerdote recuerda que aún quedan cuatro heridos de gravedad en el hospital de Maturín y dos más en Bolívar, para ellos pide ayuda y atención, pues asevera que en centro de salud «no hay medicinas ni insumos».

Gerónimo Sifontes condena que ninguna autoridad esté pendiente de las víctimas de la explosión de las bombonas y cuestiona que tanto la Gobernación de Monagas como la Alcaldía de Maturín solo proporcionen urnas para los fallecidos.

El pasado 28 de diciembre en un centro de acopio, la fuga de gas de varias bombonas provocó una explosión que dejó 46 heridos, 36 de ellos de gravedad. La comunidad tenía 10 meses esperando la distribución de cilindros. El sacerdote de Cáritas dijo a Efecto Cocuyo que «hay mucho duelo que sanar» y señaló que un padre intento suicidarse porque cuatro de sus familiares fallecieron y él quedó solo.