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Los que no se rinden | Transparencia Venezuela: Para vencer a la corrupción necesitamos transformar al sistema 
626 organizaciones se han sumado a la Coalición Anticorrupción y proponen 12 acciones para resolver este problema nacional
El control de cambios, el control de precios y el desmantelamiento del sistema de control, sanciones y justicia que nos llevó a la impunidad actual, son los principales incentivos de la corrupción en Venezuela
TI recomienda una serie de reformas legales claves para combatir efectivamente a la corrupción en el país : delación premiada, tipificación y sanción del nepotismo, extinción de dominio, Gobierno Abierto, acceso a la información y rendición de cuentas, entre otras  

@nelapalaciosr

 

Venezuela es el país más corrupto de América Latina, según el más reciente Índice de Percepción de la Corrupción publicado por Transparencia Internacional (TI). Y lleva ya varios años teniendo ese tristemente célebre rango en este ranking internacional. Pero esa realidad actual puede cambiar. Se trata de una tarea titánica, pero no de un imposible.

Una de las personas que está convencida de eso en este país y que trabaja desde hace décadas por la libertad, la democratización, la transparencia y por vencer a la gran corrupción y cleptocracia de Venezuela es Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de TI.

  1. Usted estuvo recientemente en un evento sobre cómo minimizamos los riesgos de corrupción en el manejo de la ayuda humanitaria. Me parece estupendo iniciar este diálogo con esa misma pregunta.

Todos los panelistas coincidieron en el impacto tremendo de la corrupción en la ayuda humanitaria y en la necesidad de que se creen mecanismos para evitar malos manejos en el futuro. No es algo sencillo porque hasta ahora las agencias internacionales no lo tienen como prioridad y lo que nosotros proponemos es que desde el momento en que se empiece a hablar de un programa de ayuda humanitaria se tiene que incorporar una evaluación de riesgos de corrupción y, como consecuencia, un sistema que permita reducir o limitar esos riesgos. 

No se trata de paralizar la ayuda humanitaria, sino precisamente de hacerla más efectiva y garantizar que cada elemento que se reciba llegue a las personas que fueron definidas como beneficiarios finales o receptores. Con la necesidad de ayudar rápido, pues se pasa por los sistemas de control, registro y transparencia que se necesitan para evitar ese tipo de cosas, y por eso lo que proponemos es que se cree un registro que permita la trazabilidad, se coordine, se centralice el sistema, para evitar las pérdidas en el camino y desviaciones. Que se registre todo: las cantidades, los pasos, los procesos, los criterios, los responsables, los beneficiarios, los montos, los números de las empresas, los canales de distribución, las compras, los resultados de cada esfuerzo… (cuántos y quiénes fueron los vacunados, los desnutridos atendidos, los salvados, los sanados, etc.) Bueno, todos los elementos que conforman eso.  Además, esto no es caridad, esto es ayuda humanitaria, así que el sistema que respalde eso tiene que ser absolutamente técnico.  

Venezuela, el país más corrupto de Latinoamérica 

La corrupción es un problema global, pero en Venezuela se ha profundizado mucho con el debilitamiento de la institucionalidad democrática y muchos ciudadanos están desmoralizados, al ver tanto a líderes del gobierno como de la oposición cayendo en eso. ¿Cómo podemos salir de esto? ¿Qué podemos hacer para sacar a Venezuela de ese tristemente célebre puesto de “país más corrupto de Latinoamérica” que tiene en el ranking global de corrupción de TI?

Venezuela está en ese tristemente célebre peor puesto de casi todos los rankings que yo recuerde ahora. En el Índice de Percepción de Corrupción que TI saca desde 1995, Venezuela siempre tuvo una calificación por debajo de 3 sobre 10, y ese número terrible ha desmejorado mucho en las últimas décadas. Hoy tenemos 1,7 sobre 10, lo que es una vergüenza, pero lo peor es que en Latinoamérica se han hecho esfuerzos y muchos países han progresado. Nosotros no. Hasta el año 2004 había varios países de América Latina peor que nosotros en ese ranking, pero ahora todos los países de la región están mejor que nosotros en esto, incluso Haití. Nosotros estamos solos abajo.

El problema de la corrupción en Venezuela es de dimensiones gigantescas y no vemos a muchos actores políticos que tengan un discurso coherente y enfocado en esto. Pero sí hay mucha gente preocupada y activa trabajando por la construcción de los nuevos sistemas. Primero que todo tiene que trabajarse en sistemas que nos lleven a la transparencia, al acceso a la información y a la separación de poderes, check and balance y separación de funciones. Para el tema de la justicia, pensamos que es necesario un sistema heterodoxo de justicia e ir más allá, porque la realidad de la corrupción en nuestro país sobrepasa lo conocido. Eso significa que vamos a necesitar lo que ya se ha hecho en otros países y ya se ha redimensionado y redefinido también, que son Comisiones Internacionales de Justicia, para que cuando se inicie la transición podamos construir un sistema autónomo, independiente y con capacidad para judicializar esta inmensa corrupción que es más poderosa que países completos. Para eso necesitamos ayuda internacional, porque a pesar de que tenemos talento humano y venezolanos muy capaces en todas las áreas y bien formados para desarrollar proyectos, los sistemas que podrían implementarse acá no se han desarrollado antes en el país. Eso es lo más recomendable para garantizar la confianza, la autonomía, el equilibrio y la seguridad de los equipos que se van a encargar de investigar esta gran corrupción, de señalar, procesar y sancionar a sus responsables, y después de recuperar esos bienes de la Patria.

 

Hablemos de lo sucedido en Cúcuta. ¿Esa ayuda humanitaria que debió entrar en 2019 y no entró -a pesar del “Sí o Sí” anunciado por Guaido y debido a que el gobierno madurista bloqueó su acceso- a cuánto equivalía en términos de millones de dólares? ¿Tienen idea de cuánto de eso finalmente logró entrar al país después y administrarse bien y cuánto de eso se perdió por corrupción o por el bloqueo del chavismo-madurismo?

Lamentablemente, no. No tenemos idea. No tenemos números. Nosotros investigamos y no está claro nada. Lo que supimos es que la ayuda en especies la manejó el gobierno de Colombia y la ayuda en USA no se entregó a los venezolanos. Te voy a enviar el informe que preparamos sobre las acusaciones.

 

¿Cómo y cuándo nace Transparencia Venezuela?

Nace en 2003, pero se formaliza en el registro en abril de 2004, y surge a partir de una organización que se llamaba Mirador Democrático, que para entonces ya era el contacto nacional de Transparencia Internacional en Venezuela. A partir del 2002, ya yo venía trabajando temas anti-corrupción y también había trabajado temas electorales en organizaciones como Queremos Elegir y temas municipales. Allí se unieron esos intereses y en 2003 convoqué a una larga lista de personas e instituciones que habían mostrado interés en el tema anticorrupción e invité a Venezuela a gente de Transparencia Internacional a que vinieran al país a contar la forma en que se estaban organizando y trabajaban y a partir de allí fue que transformamos Mirador Democrático en Transparencia Venezuela.

Cleptocracia 

¿Cuál era el contexto histórico al momento de nacer la ONG y cuánto ha mejorado/empeorado el entorno hasta ahora?

Cuando nace Transparencia Venezuela ya nosotros teníamos una preocupación de décadas por el tema de la corrupción y por lo lejana que se veía la implementación de la reforma del Estado que ya la COPRE había estado impulsando desde hacía mucho tiempo. Se habían logrado algunas cosas puntuales para entonces, como la elección directa de alcaldes y gobernadores, pero el resto de las reformas importantes no se habían logrado. Y en el 92 o 93, ya nosotros organizamos una caravana contra la “Corruptocracia” a nivel nacional. Así que ya allí se hablaba del tema de la corrupción, aunque –claro- los niveles de corrupción de aquel momento no tienen nada que ver con la gran corrupción que se ha instalado con todos sus patrones y en forma sistemática y generalizada a pesar del daño que ha producido, particularmente a partir del año 2003, con la creación del control de cambio, que es uno de los grandes incentivos de la corrupción en Venezuela.

 

¿Qué otros grandes incentivos para la corrupción hay en este país?

 El control de precios es otro y la destrucción del sistema de “check and balance”. Al destruir ese sistema de control y sanción, se eliminó la posibilidad de que hubiera responsabilidad y sanción a los casos de gran corrupción. Se unieron entonces una debilidad institucional en aumento con unos gigantescos recursos y con una promesa de cambio hacia un mundo mejor que realmente se transformó en una cleptocracia en Venezuela 

 

12 acciones para vencer a los corruptos 

Una cleptocracia en Venezuela y el desmontaje del proceso de descentralización del Estado, son retrocesos enormes respecto a lo que teníamos hace 20 años, a pesar de todo el esfuerzo que TI hizo por ambos casos desde sus orígenes…

TI comenzó trabajando en temas municipales y en la defensa de la estructura local desde la cual se pueda crear ciudadanía, defensa de las estructuras democráticas, desarrollo institucional y mejor calidad de vida para la gente con el control de la corrupción y con el desarrollo de la transparencia. En esa primera etapa trabajamos con banderas importantes, como el Índice de Transparencia Municipal, con algunas alcaldías, que se hizo unas 8 veces a lo largo de muchos años y que sirvió para movilizar y formar a mucha gente, no solo a los alcaldes y concejales sino también a funcionarios en estos temas. 

A partir de 2009, el municipio entró en una etapa de decadencia, no solo porque tiene menos recursos, menos voz y menos posibilidades de ser el gestor de los intereses de los municipios frente a la Nación. Eso ha desaparecido. El alcalde hoy no tiene recursos ni para sostener a su equipo, la mayoría de las alcaldías no tienen nada para poder brindar apoyo a sus comunidades y en algunas alcaldías han tenido resultados exitosos porque se han convertido en facilitadores de procesos de apoyo a la comunidad y ha sido la propia comunidad la que se ha involucrado. También hemos avanzado en otros temas, como el de protección de denunciantes, con la creación de la oficina de Asistencia Legal Anticorrupción hace 9 años, y con el equipo de Investigación de Corrupción hemos documentado y procesado la larga lista de casos de corrupción en Venezuela. Hemos creado una plataforma de capacitación y learning que se llama Campus Transparencia. Desarrollamos un sistema de seguimiento al dinero público, empezando por el presupuesto nacional, cosa que es cada vez más difícil porque en Venezuela ni se publica la Ley de Presupuesto. También levantamos la bandera de la legislación de transparencia y acceso a la información y hemos logrado más de 20 municipios con la ordenanza y unas cinco gobernaciones con la ley a nivel nacional. Eso fue aprobado por la Asamblea Nacional en 2016. Tenemos una larga lista de propuestas en marco legal que hacen falta en la lucha contra la corrupción, como la delación premiada, como la reforma de la ley de contrataciones públicas y la ley de corrupción, y la reforma al Código Penal para incluir y tipificar delitos tan importantes como el nepotismo o extorsión sexual, por ejemplo, e imponer sanciones por esos delitos. La Ley de Extinción de Dominio, la Ley de Acceso a la Información y otra serie de leyes que hay que reformar para borrar la opacidad que se ha legalizado en estos años. Y los dos últimos programas que creamos y se están desarrollando muy bien son el de Desinformación, el programa sobre el impacto de la desinformación y el combate a las noticias falsas, que incluye el portal EsPaja.com y una serie de estudios con organizaciones internacionales; y con los equipos de Gobierno Abierto y el de Crimen Organizado, que es una de las áreas nuevas de trabajo, hemos avanzado con la creación de la Coalición Anticorrupción y ya tenemos a 626 organizaciones sumadas y trabajando y alineando sus objetivos con las 12 acciones que hacen falta implementar en Venezuela para protegernos de ese problema y que nosotros llamamos el “Mandato anticorrupción”: 

Para transformar el Estado no basta cambiar a las personas, hace falta cambiar el sistema porque con el mismo sistema, cualquier persona, por muy ángel que venga, se comportaría igual.

Nuestra organización tiene más de 15 años y una red nacional e internacional muy fuerte y comprometida con la lucha anticorrupción, pero la verdad es que éxito en el logro de nuestra misión, que es una Venezuela libre de corrupción, no podemos decir que hemos tenido. Por el contrario, la corrupción se ha redimensionado a un nivel no conocido anteriormente en América Latina ni en el mundo. Realmente nosotros lo podemos comparar con el resto del mundo cuando trabajamos con los 110 capítulos que tenemos en Transparencia Internacional a nivel global, y lo que está pasando aquí actualmente no se parece a nada.

 

Red nacional

Tomando en cuenta eso que me dice respecto al sistema contralor y de sanción del Estado venezolano, eso de que ya no está sancionando efectivamente a los corruptos, le pregunto: si algún venezolano quiere denunciar un caso de corrupción a TI, ¿cómo puede contactarlos?, ¿en qué zonas del país operan?, ¿cuentan ustedes con voluntariado? Y  las personas que estén interesadas en ayudar a esta organización, ¿cómo pueden hacerlo?

 

Tenemos coordinaciones regionales en 8 regiones, que no solamente replican lo que hace Transparencia en Caracas sino que ellos mismos proponen proyectos y desarrollan actividades que tengan que ver con los intereses y la realidad de las prácticas corruptas en sus propias regiones. Además tenemos 14 promotores. La Coalición Anticorrupción cuenta con 14 promotores. Y tenemos una lista de voluntarios que han estado apoyándonos en diversas áreas. En nuestro portal web pueden conseguir mayores detalles de todos estos temas que me plantea. 

 

¿Cuál es el mayor desafío y la mayor amenaza que enfrenta una organización como TI en la Venezuela actual? 

Nuestro mayor desafío sigue siendo lograr una Venezuela libre de corrupción, porque requiere la transformación del Estado y eso implica no solo cambiar leyes y cambiar instituciones y procesos, sino también que eso vaya acompañado de una transformación de la gente.

Para eso necesitamos que los líderes del país y la sociedad entera se alineen para ser garantes, para vigilar, para exigir, para no permitir abusos, para no exigir prebendas, para no traficar influencias, para no querer privilegios sino conectarnos con el bien común. Y la principal amenaza es que nosotros no estamos jugando barajitas y que las redes de la gran corrupción en el mundo entero son muy poderosas, integradas por gente muy poderosa a la que no le gusta que sean reveladas las informaciones que los involucran o se les pida cuentas. Esa es una amenaza permanente aquí. Y la otra gran amenaza es no poder avanzar en las cosas que hacemos, pero afortunadamente esos riesgos no han desactivado a la sociedad civil. Hay mucha gente trabajando día a día y sin pausa por esto, que no se rinde, que no se deja vencer, y gracias a ellos tenemos todavía un gran espacio para trabajar.

 

Casos emblemáticos

 

¿Podría hablarme de casos emblemáticos o darme algún testimonio por el que se sienta especialmente orgullosa de ser parte de TI?

 

Tenemos muchos casos, me cuesta escoger uno. Pequeños y grandes. Por ejemplo, el trabajo que hicimos con el Observatorio Venezolano de Prisiones y una organización maravillosa de derechos humanos del Zulia, Codhez, que fue levantar toda la información con los expedientes, los videos… de lo que fue el fraude de la construcción de un centro penitenciario zuliano. Se documentó todo con evidencias de pagos, evidencias de propaganda de que se iba a inaugurar y resulta de que cuando llegó el día de la inauguración fuimos y no había nada, era literalmente un peladero de chivos. Tenemos los videos. Se llevó el caso a la Fiscalía, con todos los respaldos, y no procedió. Lo dejaron engavetado. También tenemos cantidad de casos más pequeños, como los del Saime, y en muchos de esos casos se ha llegado a detener a las personas que vendían la cita o conseguían el pasaporte, pero por supuesto siempre han sido casos menores, porque la red de corrupción interna del Saime seguía intacta. Nuestro gran éxito es poder visibilizar lo que ocurre, que no quede en el olvido, que no quede impune y que la gente lo conozca.  

 

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