Se trata de un medicamento de bajo costo que ya existe en todo el mundo en considerables cantidades
La dexametasona es un fármaco tipo esteroide que se ha convertido en una esperanza para poder frenar la pandemia de COVID-19, que ha cobrado cientos de miles de vidas en el mundo.
De acuerdo con un artículo publicado por la BBC, este fármaco es parte de la prueba más grande de tratamientos farmacológicos que ya existen y que trata de averiguar si pueden funcionar para combatir este potente virus.
Es un medicamento económico que, según el medio, disminuyó en un tercio el riesgo de muerte en pacientes graves que ya estaban conectados a respiradores artificiales.
Se fabricó Se en 1957 y estuvo disponible para su uso en Europa a principios de la década de 1960. Como ha existido durante tanto tiempo, ya no está bajo patente.
Sin embargo, existen muchas interrogantes sobre este medicamento, las cuales se detallan y se explican a continuación.
¿Qué es?
Es un esteroide que reduce la inflamación al actuar como las hormonas antiinflamatorias producidas naturalmente por el cuerpo.
Efectividad
Según la BBC, los científicos que llevaron a cabo los ensayos con este fármaco, indicaron que una de cada tres muertes podría prevenirse entre pacientes que están conectados a respiradores.
Además, para aquellos pacientes pacientes que necesitan oxígeno, podría prevenir una muerte de cada cinco.
¿Cómo funciona?
La dexametasona actúa amortiguando el sistema inmunitario del cuerpo humano. En el caso de la COVID-19, tanto el virus en sí como la reacción del cuerpo al combatirlo, causan inflamación.
No obstante, en ocasiones el sistema inmunitario se acelera, reacción que puede resultar fatal, en vista de que la respuesta del cuerpo para atacar la infección termina atacando las propias células del paciente.
Se aplica por vía intravenosa en cuidados intensivos y en forma de tabletas para pacientes con enfermedades menos graves, según el análisis de Fergus Walsh.
¿Qué uso se le ha dado?
La dexametasona podría ayudar a tratar enfermedades que involucran inflamación en el cuerpo o afecciones en las que el sistema inmunitario se sobrecarga.
Como ejemplo está el asma severa, que puede inflamar vías respiratorias y los pulmones, o también reacciones alérgicas graves o para tratar articulaciones dolorosas e inflamadas.
También es útil en afecciones autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus, que son causadas por el sistema inmunitario que ataca por error al cuerpo.
¿Para quién funcionaría?
El artículo señala que hasta ahora el fármaco no es recomendable para quienes padezcan síntomas leves de COVID, los cuales no necesitan apoyo mecánico o suplementario para su respiración.
Asimismo, no se recomienda al público en general ir a comprarlo a las farmacias para llevárselo a casa ni consumirlo ahí, solo bajo prescripción médica y después de hacer ciertas pruebas. Tampoco se recomienda para mujeres embarazadas o en período de lactancia.
El director de las pruebas, Martin Landray, dijo señaló la existencia de «un beneficio claro, muy claro» y explicó que los resultados sugieren que se podría salvar una vida en:
– Cada ocho pacientes con respirador artificial.
– Cada 20-25 tratados con oxígeno.
«El tratamiento es de hasta 10 días con dexametasona y cuesta alrededor de £5 (US$6,80) por paciente. Así que esencialmente cuesta £35 (US$44) salvar una vida», señaló.
¿Cómo se probó?
Los resultados del uso de este fármaco provienen de un ensayo clínico llamado Recovery, realizado por la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
Actualmente, los investigadores están probando si los medicamentos que ya existen para tratar otras afecciones también pueden ser útiles en el tratamiento contra el coronavirus.
En este caso, aproximadamente 2.100 pacientes recibieron una dosis diaria de 6 mg de este medicamento en las pruebas. Su progreso se comparó con una muestra aleatoria de poco más de 4.300 pacientes que no recibieron tratamiento adicional.
Disponibilidad
Se trata de un medicamento de bajo costo que ya existe en todo el mundo en considerables cantidades, según señala el artículo.
En el caso del Reino Unido, el tratamiento cuesta el equivalente a US$6,80 por día por paciente.
En Venezuela se conoce a la dexametasona como un producto genérico, que distintas marcas venden bajo los nombres de Dexason, Decobel, entre otras, según las páginas web de cadenas farmacéuticas del país.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como países en desarrollo han recibido los resultados de las pruebas de este fármaco con beneplácito y las implicaciones del mismo son muy altas en todo el mundo.
