Naufragios hunden las denuncias por trata de personas en las costas venezolanas - Runrun
Naufragios hunden las denuncias por trata de personas en las costas venezolanas

NI UNA TABLA. NI UN RESTO DE GASOLINA. Apenas unos vivos y otros muertos pero de los demás no se tiene ni rastro. Entre abril y junio, en las costas venezolanas se registró por lo menos un naufragio cada mes, lo que significó la desaparición de más de 90 personas -alrededor de 30 por cada embarcación-, que según la narrativa oficial naufragaron horas después de zarpar en condiciones irregulares desde dos puntos: Güiria en el estado Sucre, y el estado Falcón.

La ruta marítima que lleva a los emigrantes en pocas horas hasta las islas de Curazao, por el occidente, y hacia Trinidad y Tobago por el oriente, se ha convertido en una especie de triángulo de las Bermudas que poco tiene que ver con algo místico: todos los caminos señalan que la trata de personas es el verdadero monstruo que se está devorando a los balseros venezolanos.

Los familiares insisten en que el único naufragio es el lugar a donde van a parar sus denuncias porque, a pesar de la cantidad de personas y la frecuencia con la que han ocurrido, las autoridades se hacen los desentendidos y así se lo hacen saber a las familias que presionan para que se reactiven las búsquedas, procedimientos que en todos estos casos no solo se activaron después de tres días de retraso sino que a medida que pasaban los días cesaron por completo a pesar de que la lista de hombres, mujeres y niños identificados con nombre y apellido que aún no aparecen sigue superando las 70 personas.

“No hubo ningún naufragio. Todo estaba preparado”, dice una fuente que pide el anonimato. Asegura ser uno de los pasajeros que iba en el bote Ana María que zarpó el 16 de mayo. Pero iba gratis porque lo contactaron para captar a 15 mujeres que trabajarían como “damas de compañía” en la isla caribeña.

Sigue leyendo este trabajo de Gabriela Rojas y Roison Figuera en Tal Cual