El cuento de nunca acabar de los billetes de 100
El cuento de nunca acabar de los billetes de 100

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La salida de circulación de los billetes de 100 y sus prórrogas han generado situaciones dignas de un cuento. La trama iría cambiando con cada episodio, habrá eventos de violencia y más de un anuncio sorpresa. Tendría tres personajes principales: el billete de 100, el presidente Nicolás Maduro y los venezolanos. Por ello, en Runrun.es armamos los hechos y te presentamos la historia de la (casi) muerte del mayor de la familia Bolívar Fuerte.

Capítulo I: El adiós

Una cálida tarde del domingo 11 de diciembre de 2015 y durante su programa dominical, En Contacto con Maduro, el presidente hizo un anuncio que sorprendió a todo el país. “En el marco de guerra económica y por el decreto de emergencia económica”, el mandatario sacaba de circulación, y con apenas 9 años, al mayor de la familia Bolívar Fuerte: el billete de 100. ¿La razón? frenar la extracción de estos billetes que son llevados por mafias del contrabando a ciudades fronterizas de Colombia”, aseguró.

Por decisión de Nicolás Maduro, a los de 100 solo le quedaban 3 días de vida, para cambiarlos, y luego los venezolanos, con los restos de este difunto, tendrían otros 10 días para entregarlos en el Banco Central de Venezuela (BCV).

 

Capítulo II: A correr

Al día siguiente, en las ciudades y pueblos venezolanos, ya no solo estaban las colas en supermercados, abastos o panaderías. Se instalaban unas nuevas e igual de largas: las colas en las puertas de los bancos. A las bolsas de supermercados se le unieron cualquier tipo de bolsos y maletines, llenos de los billetes sentenciados a ser cambiados.

Llegó la fecha límite, viernes 16 de diciembre. Empezaron las filas pero en dos puntos mucho más específicos: la sede del BCV en Maracaibo, estado Zulia; y en su sede principal, ubicada en la esquina de las Carmelitas del centro de Caracas. Los ciudadanos acudieron desde tempranas horas y eran resguardados por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Habían 30 taquillas dedicadas a dar un voucher con el monto recibido como promesa de canje por dinero válido. En el interior del país, quien no pudo hacer el entierro (cambio) en un cementerio (banco) público o privado, se quedaría con su difunto de recuerdo.

 

Capítulo III: Una feliz navidad

Fuera de la capital, si bien la gente no se desgastaba esperando una detrás de la otra para canjear billetes, tenían que enfrentar un pasaje de autobús, una carrera de taxi o cualquier antojo en un kiosko sin nada de efectivo. Esto produjo que en varios estados del país se desencadenaran protestas y robos a instituciones bancarias. En Ciudad Bolívar se llegó a dictar toque de queda, mientras que en los pueblos mineros de Bolívar y zonas fronterizas de Táchira se registraron más de 50 saqueos.

La tensión se sentía y los venezolanos seguían sin conseguir dinero en los cajeros, cuando el sábado 17 de diciembre, al caer la tarde, el presidente Nicolás Maduro se volvió a encadenar. En esta oportunidad, era para hablar de los logros del año que terminaba y “dar importantes anuncios”. “Este golpe ha sido altamente exitoso, es impresionante”, empezó el mandatario hablando del difunto y su decisión de terminar de liquidarlo. “En tres días pasamos de tener el 5% de billetes de 100 bolívares en el país, a más del 70%, por el acaparamiento de las mafias”. Entre estas afirmaciones y más logros, anunció: he decidido prorrogar la validez de los billetes de 100 bolívares hasta el 2 de enero del 2017, por decreto de emergencia especial”. Se prolongaba por más de 15 días la agonía. “Ahora sí hay billetes para el pueblo”.

Capítulo IV: Por segunda vez

Ya había nacido el niño Jesús, el mundo se estaba preparando para un nuevo año y el billete de 100 seguía más vivo de lo que se esperaba para la fecha. Volvía a ser dispensado por los cajeros y era aceptado en los comercios.

La tarde del jueves 29 de diciembre, el presidente y sus ministros decidieron reunirse en Miraflores para reflexionar sobre el 2016, hacer algunas críticas e incluso corregir ciertas medidas. Los medios oficiales cubrían con atención la reunión. Maduro estaba comentando algo sobre Maiquetía, cuando de la nada dijo: “he decidido extender la validez del billete de Bs 100 hasta el 20 de enero por decreto presidencial (…) ahora tenemos casi el 62% de los billetes de Bs 100 (…)”. Otras sorpresa más. El más grande de los Bolívar Fuerte consigue llegar al 2017. “El país está buchón y no hay apuro. Los tengo derrotados”, soltó un sonriente Maduro.

Capítulo V: A la espera

El 2017 arrancaba y los venezolanos ya tenían la sospecha de que el billete de 100 estaba agarrando más fuerza de lo que aparentaba. El lunes 9 de enero la mayoría del país arrancaba. Incluso el Poder Ejecutivo. Comienza una alocución. El presidente menciona el billete. Pareciera una nueva prolongación del sufrimiento. Sin embargo, en un arranque de honestidad, Maduro admite “en el momento en que decidí dar 72 horas como medida radical para el reingreso de los billetes de 100 bolívares no teníamos piezas ni para un día de funcionamiento. Había 18 millones de billetes de 100 y debíamos pagar 120.000 pensiones y teníamos para pagar 600”. ¿Qué ocurrió con las mafias? ¿Haber dejado algunos días fuera de circulación el billete tuvo tanto éxito? ¿Significa esto que el mayor del Bolívar Fuerte seguirá entre nosotros después del 20 de enero?.

Ya corrían rumores dentro de la misma familia oficial (el gobierno) sobre una tercera resurrección del billete de 100, por lo menos hasta febrero, pues esperaban que dure hasta el nacimiento de nuevos miembros de los Bolívar Fuerte: el billete de 500, 1.000, 2.000, 5.000 y 20.000.

 

CONTINUARÁ …