Baruteños y hatillanos prefirieron salir a trotar que a votar
Baruteños y hatillanos prefirieron salir a trotar que a votar

El proceso electoral pasa desapercibido en el Sureste de Caracas, donde la baja afluencia de electores caracteriza la jornada

María Paola Ramírez

Carlos D’ Hoy

 

La desolación tomó el El Hatillo este domingo. Las calles solo eran transitadas por vecinos que trotaban o que salían a comprar comida en supermercados y panaderías. En un recorrido que realizó Runrun.es desde las 8:00 a.m. y hasta el mediodía por el municipio se pudo observar que no más de 20 personas se encontraban en la mayoría de los centros de votación al momento de la visita, muchos de ellos personas de la tercera edad que esperaban que su mesa fuera constituida para votar.

En El Hatillo, el proceso electoral no empezó temprano. A las 6:00 a.m, hora de apertura de los centros de votación pautada por el CNE, la mayoría de las mesas estaba a la espera de sus miembros para ser constituida. De los siete centros a los que Runrun.es consultó, solo dos abrieron sus mesas entre 6:00 a.m y 7:00 a.m.

El coordinador electoral de Caracas Ciudad Plural y director del Foro Hatillano, Gorka Carnevalli, destacó que el comportamiento que se observaba en las zonas populares del Oeste de Caracas era muy diferente al del sureste de la ciudad. “Lo que podemos observar es poca participación de nuestros vecinos”.

Un reporte de Caracas Ciudad Plural, realizado con información de seis centros electorales entre las 11 a.m. y la 1 p.m., ubicó el corte de participación en 930 electores de los 56.117 inscritos en el registro electoral del municipio.

Dos puntos rojos del oficialismo estaban ubicados a menos de 200 metros de los centros para captar a los votantes y “escanear” el carnet de la patria, exactamente en la Escuela Cajigal y en el Liceo La Unión, a pesar de que está prohibido por el CNE. Un efectivo del Plan República de este último centro justificó la presencia del punto: “No podían estar más lejos porque allí se acaba la calle, y no hemos tenido problemas con ellos. Entonces se les permite esa particularidad”. En otros centros había  puntos rojos en un perímetro menor a 100 metros, según un reporte de Caracas Ciudad Plural.

El centro de votación en la Universidad de Nueva Esparta, el más grande del municipio, con 8.091 electores inscritos, solo cinco de sus 12 mesas estaban abiertas a las 8:00 a.m. Dos horas después, aún permanecían cuatro mesas no constituidas por ausencia de los miembros de mesa y de testigos de partidos políticos que quisieran asumir los puestos. Igualmente, la mesa 5 del Polideportivo La Boyera no se había constituido para las 11:00 a.m.

Un reporte enviado por la Mesa de Unidad Democrática señalaba que a las 10 am la participación electoral nacional se calculaba en un 13% de los electores inscritos. Esto es más bajo que en las pasadas elecciones regionales y municipales.  

La ausencia de los miembros de mesa fue cubierta en su mayor parte por miembros del partido Copei y Avanzada Progresista (AP), del candidato Henri Falcón, y en menor cantidad por testigos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Nicolás Maduro.

Voto dividido en Baruta

Una sociedad dividida entre las zonas populares y de clase media se evidenció durante la jornada electoral en el municipio Baruta, donde se pasó de una “fiesta electoral” amenizada por Alí Primera en los sectores más pobres a un agobiante silencio en los sectores de mayores recursos.

En diez centros de votación en la parroquia Las Minas de Baruta, que agrupa las barriadas más humildes del municipio, las cornetas con música «revolucionaria» a todo volumen invitaban a los electores a ejercer su derecho. Mototaxis, jeepseros y taxis cumplían  su cuota de la denominada jornada de 1 por 10, al llevar y traer personas para que votaran.

Mientras tanto, los vecinos que se abstuvieron  se quedaron en los alrededores del centro de votación mirando a quienes sí votaban. “Esto no es nada, casi nadie ha venido, no importa la música o la promesa del bono. La verdad es que antes, sin tantas ofertas, esto se llenaba de gente, la cola se extendía por más de dos cuadras, ahora ni cola hay. Antes vendían pinchos, empanadas, jugos, ahora de vaina venden un poco de pan en los comercios que se han atrevido a abrir”, señaló Vicente Piñero, en las cercanías de la UE Las Minitas, en Las Minas de Baruta.

“Los miembros de mesa también nos embarcaron, tuvimos un ausentismo de cerca del 90%, que fue cubierto con testigos de los partidos políticos”, dijo Carlos Meza, coordinador del centro de votación de Nuestra Señora del Rosario, en el casco central de Baruta, quien señaló la escasa participación de electores.

El panorama cambiaba radicalmente en la medida en que se acercaba a los centros de votación ubicados en las urbanizaciones, donde la soledad y el silencio eran la constante.

En el centro de votación del Centro Venezolano Americano, ubicado en Las Mercedes, hay más de 1.000 electores inscritos. “Pero no han venido ni 300 personas a las 12 del mediodía, y casi todos los que han venido a votar son personas mayores”, dijo Ana Fonseca, votante, al ser consultada.

En el Colegio Santo Tomás de Villanueva, también en Las Mercedes, la situación se repetía: “Tenemos una población de más de 5 mil electores, creo que en el mejor de los casos durante la mañana votaron unas 400 personas, ni 10%”, señaló Milagros Ramírez, coordinadora del centro de votación.

 

Mientras que en las zonas populares los toldos rojos fueron levantados a mucho menos de los 300 metros reglamentarios, en las urbanizaciones no habían tales puntos cerca de los centros de votación. “Los colocaron en zonas más seguras, como en Las Mercedes, donde el punto rojo fue ubicado en Conatel”, dijo Orlando Martínez, militante del Psuv.

En el recorrido se pudo observar la presencia de 20 puntos rojos y sólo un punto del candidato Henri Falcón, ubicado en el barrio Santa Cruz del Este, donde Orlando González, dirigente local del Movimiento al Socialismo, calificó la abstención de “tremenda”.

En ese lugar  hay dos centros de votación muy cerca y las colas se solían mezclar, “ahora ni cola hay y que no me vengan a decir que es porque el sistema es más rápido, es porque la gente no vino a votar”, sentenció