Holanda exigió este viernes una investigación independiente sobre el avión de Malaysia Airlines que el jueves cayó en el este de Ucrania con 298 personas a bordo, de las cuales 173 eran holandeses, según los últimos datos.
«Los familiares tienen derecho a que todos los hechos se pongan sobre la mesa», dijo hoy en La Haya el primer ministro holandés, Mark Rutte.
El vuelo MH17 partió de Ámsterdam en dirección a Kuala Lumpur y cayó cerca de Donetsk, en la convulsa Ucrania del este. Kiev acusó a los insurgentes prorrusos de derribar el avión pero estos lo niegan.
«Le debemos a las víctimas y a sus familiares averiguar como se produjo esta horrible catástrofe», escribió en Facebook el ministro de Exteriores holandés, Frans Timmerman.
El gobierno de La Haya se está ocupando en primer lugar de la repatriación de las víctimas holandesas. Tras lo ocurrido el primer ministro y el ministro de Exteriores interrumpieron sus vacaciones y se estableció un gabinete de crisis.
En un primer momento se había hablado de 154 víctimas holandesas, pero el ministro de Transporte de Malasia, Liow Tiong Lai, elevó esa cifra a 173. Además viajaban en el avión 44 malasios, 27 australianos, 12 indonesios, 9 británicos, 4 alemanes y 4 belgas, 3 filipinos, un canadiense y un neozelandés, a falta de que se confirme la nacionalidad de algunas víctimas.
En tanto, en Holanda las banderas ondean a media asta en todos los edificios públicos mientras que las radios y televisiones están retransmitiendo programas especiales. En Internet, miles de holandeses manifestaron sus condolencias a las víctimas a través de Internet.
Científico
Joep Lange, un eminente especialista de la lucha contra el sida, se encontraba en el avión de Malaysia Airlines que se estrelló en el este de Ucrania, probablemente por el disparo de un misil, informó este viernes su organización en Amsterdam.
«Joep Lange iba en el avión, lo confirmo», declaró a la AFP Andrea de Graaf, la portavoz de la Fondation PharmAccess, la ONG que él había fundado para facilitar el acceso a la triterapia a enfermos o a seropositivos.
«Es una inmensa pérdida y estamos muy afectados», asegura el director ejecutivo de la ONG, Onno Schellekens, citado en un comunicado. «Su abnegación por el tratamiento del virus VIH y del sida y la salud en general ha sido revolucionaria».
Lange, de 59 años, tenía cinco hijos y viajaba con su esposa. Acudía a una conferencia mundial sobre el sida que comienza este fin de semana en Melbourne, Australia.
