Todas las escuelas de la ciudad de Los Ángeles, California, cerraron este martes por la mañana mientras se investiga una amenaza de seguridad.
Los Ángeles es el segundo distrito escolar más grande de Estados Unidos, después de Nueva York.
Un vocero del departamento de Policía de Los Ángeles confirmó que se había recibido una amenaza, pero no especificó de qué tipo.
«Temprano en la mañana se recibió una amenaza vía electrónica que menciona la seguridad de nuestras escuelas», explicó el jefe del departamento de policía escolar de la ciudad, Steven Zipperman.
«Decidimos cerrar nuestras escuelas hoy hasta que podamos estar seguros de que todas están a salvo», agregó.
La vocera del distrito escolar de Los Ángeles, Shannon Haber, dijo que el mensaje electrónico de la amenaza tenía una dirección de internet de Frankfurt, Alemania.
Revisando cada escuela
Ante la alerta, varios buses escolares que iban camino a los colegios, tuvieron que regresar a sus bases.
La policía está revisando todas las escuelas de la ciudad, que permanecerán cerradas hasta que se esclarezca la amenaza.
La policía de Nueva York dijo que habían recibido la misma amenaza que Los Ángeles para sus escuelas, pero que la misma no era creíble.
El comisario neoyorquino William J. Bratton detalló que habían recibido un correo electrónico del extranjero, de unos supuestos yihadistas.
«Estas amenazas están hechas para promover el miedo, no podemos permitirnos elevar los niveles de miedo», dijo el comisario.
Precaución
En cambio, Ramón Cortines, superintendente del distrito escolar de Los Ángeles, dijo que «fue una amenaza creíble» la que recibieron en esa ciudad.
«Recibimos amenazas todo el tiempo, pero esta fue extraña», aclaró.
Según el presidente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, Steve Zimmer, la amenaza en cuestión no era para una escuela en particular.
La medida afectó a aproximadamente unas mil escuelas y a unos 640.000 estudiantes.
Un representante de los colegios dijo que estaban aplicando un «exceso de precaución».
La amenaza de seguridad ha llegado dos semanas después del tiroteo de San Bernardino, en California, en el que murieron 14 personas.
