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Venezuela: La misma hiperinflación con tres billetes nuevos
El Banco Central estrena billetes en medio de una severa escasez de efectivo. Tomando en cuenta los ocho ceros que Chávez y Maduro restaron a la moneda el nuevo billete de un millón de bolívares sería de 100.000.000.000.000, es decir, cien billones que no compran un kilo de café

 

@vsalmeron

 

El incesante incremento de los precios pulveriza la moneda y obliga a los venezolanos que necesitan efectivo a acudir continuamente al banco para retirar billetes con una exigua capacidad de compra.

En un intento por aliviar este desequilibrio el Banco Central de Venezuela pondrá en circulación a partir de esta semana tres billetes de mayor denominación: 200 mil, 500 mil y un millón de bolívares; este último multiplica por veinte al billete de 50 mil que, hasta ahora, fue el de mayor valor.

La devaluación es de tal magnitud que este billete de un millón de bolívares apenas equivale a 0,52 dólares al tipo de cambio oficial, pero por un tiempo las nuevas piezas podrían atenuar la escasez de efectivo y facilitar el pago del transporte público, una de las principales preocupaciones de los venezolanos de menos recursos.

Ante el meteórico incremento de los precios el Banco Central no fue capaz de abastecer de suficientes billetes a la economía, generando una severa escasez de efectivo que castiga a la población que no tiene cuenta bancaria, está fuera del sistema de pagos digital o utiliza busetas y autobuses.

“Con el billete de un millón de bolívares podría pagar tres pasajes, actualmente el de mayor valor es de 50 mil y necesito seis para un solo pasaje. Veremos cuántos billetes de un millón me entregan en los bancos”, dice Leticia Flores quien trabaja como cajera en un supermercado al este de Caracas.

Ante la escasez de efectivo los bancos aplican un anárquico racionamiento en la cantidad de billetes que se puede retirar diariamente en las agencias y en los cajeros automáticos.

“Mi día libre lo dedico a recorrer bancos para juntar para el pasaje, tengo que hacer colas de dos y tres horas en por lo menos tres agencias para retirar lo que necesito, ojalá ese billete del millón llegue rápido y el pasaje no aumente mucho, aquí los precios suben todos los días”, dice Leticia Flores.

El Banco Central envió un comunicado a las entidades financieras donde les indica que “la distribución especial de efectivo será realizada desde el 8 hasta el 31 de marzo de 2021”, lo que sugiere que los nuevos billetes tardarán al menos tres semanas en estar completamente disponibles.

Las cifras oficiales precisan que al cierre del 26 de febrero el efectivo representaba 1,8% de la liquidez monetaria (que aparte de monedas y billetes incluye los depósitos en la banca que se mueven por medios digitales) y en condiciones normales debería representar al menos 10%.

El Banco Central relajó las normas que restringen la liquidez para que los bancos compren los nuevos billetes con mayor facilidad.

El cohete

El mar de fondo es la hiperinflación. De acuerdo con el Banco Central de Venezuela en 2020 los precios acumularon un salto de 2.959% y en diciembre el avance fue de 77,5%. A este ritmo en poco tiempo se requerirá un fajo de billetes de un millón de bolívares para pagar el transporte público y la moneda seguirá desdibujándose. 

José Guerra, exgerente de investigación del Banco Central y miembro de la comisión de finanzas de la Asamblea elegida en 2015 explica que “al cabo de tres meses, de persistir los niveles de alzas de precios, el valor de los nuevos billetes se habrá pulverizado irremediablemente”.

Técnicamente Venezuela ingresó al túnel de la hiperinflación en diciembre de 2017. Para diagnosticar esta enfermedad la mayoría de los economistas emplea la definición que en 1956 estableció Phillip Cagan: un país sufre hiperinflación cuando la inflación alcanza 50% en un mes y culmina cuando en un período de doce meses no ha habido otro mes de 50%.

Tras no ahorrar durante el período de los altos precios del petróleo, endeudarse masivamente, no realizar las inversiones necesarias para mantener la producción petrolera y caer en una profunda recesión que merma la recaudación de impuestos, el gobierno se quedó sin recursos para cubrir el gasto y recurrió a la creación de dinero.

La economía es un juego de contrapesos y la inyección de dinero dinamitó el equilibrio entre la oferta y la demanda disparando los precios y la cotización del dólar.

En agosto de 2018 Nicolás Maduro admitió que “tuvimos que ir a la emisión de dinero para respaldar las misiones socialistas, la construcción de viviendas, el sistema de bonos, los aumentos bimensuales de salarios. Así es la vida, nos tocó jugar así”.

Inmediatamente prometió “una disciplina fiscal prusiana” para controlar la inflación, pero la caída en la recaudación de impuestos se profundizó y las sanciones de Estados Unidos, que consideran ilegítimas las elecciones en las que Maduro se reeligió como presidente en 2018, aceleraron el declive de la producción petrolera.

El ajuste

Para quitarle gasolina a la hiperinflación en 2020 el gobierno disminuyó el ritmo en la creación de dinero al punto que de acuerdo con Ecoanalítica el gasto público descendió a 15 puntos del PIB, el nivel más bajo en veinte años. Además, con severas regulaciones asfixió el crédito para evitar que la banca inyecte fondos a la economía.

El informe del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Católica Andrés Bello precisa que el declive del gasto “ha ocurrido principalmente por la suspensión del pago de los intereses de la deuda pública externa, el recorte de los gastos en inversión pública, mantenimiento y adquisición de insumos, el atraso en el pago a proveedores y la caída del valor real de los salarios, pensiones y bonos del Sistema Patria”.

Pero la hiperinflación no ha cesado porque a pesar del ajuste, el déficit en las cuentas del gobierno se mantiene en 8 puntos del PIB y la administración de Nicolás Maduro, aunque en menor medida, sigue creando dinero.

En este entorno la hiperinflación, que experimentó un salto de 9.586% en 2019 perdió impulso en 2020, pero continúa fuera de control y en niveles muy elevados. Según el último informe de Focus Economics, la firma AGPV proyecta que este año acumulará un avance de 2.230% y Fitch Solutions de 2.149%.

Sin opciones

José Guerra afirma que “no hay salida a la hiperinflación porque ante la caída del ingreso petrolero y la falta de financiamiento, el gobierno tiene que financiarse con la emisión de dinero del Banco Central”.

“En promedio el gobierno recibía unos 48 mil millones de dólares por exportaciones petroleras, esto ha caído a niveles en torno a 4 mil millones y tras siete años de recesión la recaudación de impuestos es muy baja. Esto no tiene solución sin financiamiento no inflacionario que tendría que venir de los organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, por ejemplo”, agrega José Guerra.

Luis Zambrano Sequín, miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas y Leonardo Vera, profesor de la Universidad Central de Venezuela, escriben en un análisis que “la situación de extrema precariedad de las finanzas públicas indica que la única vía para darle a la gestión fiscal un impulso mínimo vital inicial es acudiendo al financiamiento y la ayuda internacional”. 

“Los recursos deben provenir de fondos internacionales de tipo concesional, preferiblemente, créditos puentes, donaciones y otras fuentes de recursos de desembolso rápido y sin pesada condicionalidad. Esto mientras Venezuela gestiona ante los organismos multilaterales un paquete de préstamos”, explican.

El aislamiento internacional del gobierno de Nicolás Maduro mantiene cerrada esta posibilidad y todo apunta a que la creación de dinero no se detendrá.

La digitalización

Consciente de que en poco tiempo los nuevos billetes perderán todo significado el gobierno quiere disminuir el uso del efectivo y ampliar los medios de pago digitales, en especial en el transporte público. El 26 de febrero Nicolás Maduro señaló que “tenemos una sorpresa: el bolívar digital. Ya daremos más detalles de eso”.

La idea es crear un sistema con tarjetas prepagadas que los usuarios del transporte público podrán comprar y recargar mediante pago móvil, tarjeta de débito en los puntos de venta o trasferencia bancaria. Las autoridades del Banco Central les solicitaron a las entidades financieras privadas un plan en este sentido.

La posición de la banca es que existen limitaciones importantes: deficiente servicio de internet, constantes fallas en el sistema eléctrico, población no bancarizada en una magnitud relevante y atraso tecnológico por años de poca inversión en el sistema financiero.

En el transporte público es fundamental la rapidez en el pago para evitar largas colas y retrasos en el servicio, por eso se emplean tarjetas con un chip y antena incorporada que permiten pagar con solo acercar la tarjeta a un lector. Es lo que se conoce como pago sin contacto.

La mayoría de los bancos venezolanos no tienen esta tecnología y cambiar las tarjetas actuales por las de contacto implicaría una inversión importante en momentos en que las ganancias del sistema financiero han caído a niveles ínfimos en medio de la contracción del crédito.

Resta de ceros

Convencido de que la economía había ingresado en un ciclo virtuoso, en una nueva etapa que necesitaba un símbolo suficientemente representativo, en enero de 2008 el directorio del Banco Central puso en circulación al “bolívar fuerte”, restándole tres ceros a los billetes, monedas y todos los precios de la economía.

Pero la economía tomó un camino muy distinto al señalado aquel día y el bolívar fuerte sucumbió a manos de la inflación. Ante la muerte de la moneda, la noche del 17 de agosto de 2018 Nicolás Maduro lanzó el bolívar soberano, restando otros cinco ceros.

Pero el bolívar soberano se ha hundido velozmente y la disparada de los precios hace que los equipos informáticos en las empresas y los bancos, así como los puntos de venta en el comercio, tengan severos problemas para procesar cifras con una larga fila de ceros a la derecha.

Fuentes del Banco Central explican que el gobierno contempla la posibilidad de una nueva resta de ceros durante el primer semestre de este año a fin de evitar el colapso de las transacciones.

Si los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro no hubiesen restado ocho ceros a la moneda, el billete de un millón de bolívares que comenzará a circular esta semana sería de 100.000.000.000.000, es decir, cien billones de bolívares que prácticamente no valen nada y no alcanzan para comprar un kilo de café.

BCV anunció la incorporación de tres nuevos billetes al cono monetario
Los nuevos billetes, de 200.000, 500.000 y un millón de bolívares, comenzarán a circular «paulatinamente» desde el próximo 8 de marzo

El Banco Central de Venezuela (BCV) anunció este 5 de marzo la incorporación de tres nuevos billetes al cono monetario, equivalentes a 200.000, 500.000 y un millón de bolívares, que será el de más alta denominación, con un valor de 52 centavos de dólar, según la tasa oficial.

Los nuevos billetes comenzarán a circular «paulatinamente» desde el próximo 8 de marzo, según un breve mensaje del BCV en el que aseguran que «vienen a complementar y optimizar el actual cono monetario, para cumplir con los requerimientos de la economía nacional».

Actualmente, el billete de más alta denominación es el de 50.000 bolívares, unos dos centavos de dólar al cambio, por lo que el uso del papel moneda venezolano ha desaparecido de manera casi total en favor de las tarjetas.

Sin embargo, la economía venezolana atraviesa una dolarización transaccional de facto y, mayoritariamente, los precios aparecen denominados en la divisa estadounidense, cuando los comercios lo muestran.

Las tres nuevas especies monetarias tendrán en su anverso la imagen del Simón Bolívar, un diseño casi idéntico al que tienen los billetes que hoy están en desuso.

Los de 200.000 y 500.000 bolívares cuentan con la imagen del mausoleo del Libertador, integrado en el Panteón Nacional, mientras que el de un millón muestra en su reverso la imagen conmemorativa del Bicentenario de la Batalla de Carabobo, decisiva en la Guerra de Independencia.

La última vez que se amplió el cono monetario fue en junio de 2019, cuando se incorporaron los billetes de 10.000, 20.000 y 50.000 bolívares, que entonces equivalían a 1,62; 3,25 y 8,14 dólares, respectivamente.

En agosto de 2018, en Venezuela comenzó a circular un nuevo cono monetario, luego de que el Gobierno de Nicolás Maduro ordenara eliminarle cinco ceros a la moneda nacional, el bolívar, que entonces se llamaba bolívar fuerte y pasó a llevar el apellido de «soberano», como una medida con la que buscaba enfrentar la hiperinflación en la que vive el país desde noviembre de 2017.

En 2008, el entonces presidente Hugo Chávez lanzó otro proceso de reconversión monetaria que le quitó tres ceros a la moneda, con lo que pasó a llamarse bolívar fuerte.

Es decir, a la moneda actual, denominada oficialmente bolívar soberano, le han sido amputados ocho ceros.

Venezolanos se preparan para nueva moneda y otras medidas

Los habitantes de la capital venezolana tuvieron un fin de semana angustioso debido a las medidas dramáticas que el presidente Nicolás Maduro anunció para tratar de rescatar a la economía de su debacle, como la de aumentar el salario mínimo en más de 3.000%.

Los cambios entran en vigor el lunes con la introducción de una nueva divisa que le quita cinco ceros a los billetes y monedas actuales. Maduro dijo que también aumentará los precios de la gasolina para que se equiparen a los precios internacionales, una combinación de medidas que, según sus detractores, sólo empeorará las cosas.

Los líderes de oposición aprovecharon la tensión de los residentes y convocaron a un paro nacional y a manifestarse el martes. Esperan atraer a grandes multitudes a las calles para protestar contra el gobernante partido socialista de Maduro, algo que no han conseguido en más de un año.

Los bancos estarán cerrados el lunes a fin de prepararse para la introducción del «bolívar soberano», la nueva moneda con cinco ceros menos en un intento por resolver uno de los problemas que conlleva la hiperinflación.

El gobierno de Maduro dijo que a finales de septiembre, la gasolina que se vende en el país (a uno de los precios más bajos del mundo) subirá hasta niveles internacionales para combatir el contrabando transfronterizo del combustible.

Los economistas dicen que el paquete de medidas muy probablemente acelerará la inflación en lugar de resolver los principales problemas económicos, como la caída en la producción de crudo a niveles no vistos desde 1947.

«La redenominación del bolívar será como someterse al cuchillo de uno de los afamados cirujanos plásticos de Caracas», escribió el economista Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins, en www.forbes.com. «La apariencia cambia, pero en realidad nada cambia. Eso es lo que le espera al bolívar: una cirugía estética».

El sábado se podían ver filas más largas de lo normal en un mercado callejero de Caracas, donde las personas compraban artículos por la incertidumbre de lo que les espera esta semana que comienza. Muchos estaban frustrados porque los lectores de tarjetas tardaban en procesar las transacciones o simplemente no las procesaban, obligando a muchos a irse sin sus compras.

«Tú tienes que tener paciencia», dijo la empleada de una tienda de granos a una creciente fila de clientes. Otras tiendas se mantuvieron cerradas, debido a que no sabían qué precio fijar en sus productos.

Venezuela fue alguna vez una de las naciones más prósperas de América Latina y tiene las reservas petroleras probadas más grandes del mundo, pero una caída reciente en los precios del crudo, acompañada de corrupción y malos manejos en dos décadas de régimen socialista han creado una crisis política y económica.

La inflación podría alcanzar este año un millón por ciento, de acuerdo con economistas del FMI.

La inflación ha dificultado hallar papel moneda. El billete de mayor denominación en el sistema aún vigente es el de 100.000 bolívares, pero equivale a menos de 3 centavos de dólar al tipo de cambio usado en el mercado negro. Una taza de café cuesta más de 2 millones de bolívares.

La nueva denominación tendrá dos monedas y varios billetes, que van de los 2 a los 500 bolívares soberanos. El más bajo equivaldrá a 200.000 bolívares actuales, mientras que el más alto será equivalente a 50 millones.

Las monedas viejas seguirán en circulación durante un periodo de transición.

El gobierno tomó medidas similares en 2008, cuando el entonces presidente Hugo Chávez emitió una nueva moneda que eliminó tres ceros para combatir la inflación.

Maduro también anunció el viernes un aumento de más de 3.000% del salario mínimo, elevándolo a alrededor de 30 dólares a la tasa ampliamente utilizada en el mercado negro. No está claro cuándo comenzará el cambio.

Para agravar la confusión, Maduro dijo que quiere vincular los salarios, los precios y las pensiones al “petro”, una criptomoneda anunciada en febrero pero que aún no ha empezado a circular. Dijo que un petróleo equivaldría a 60 dólares, con el objetivo de avanzar hacia un único tipo de cambio flotante en el futuro vinculado a la moneda digital.

«Los próximos días serán de mucha confusión, tanto para los consumidores como para el sector privado, especialmente el comercial», dijo Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalitica, con sede en Caracas. «Es un escenario caótico», agregó.

Una coalición de líderes de la oposición y funcionarios sindicales dijeron el domingo que están convocando a una huelga y protesta el martes.

«Las medidas anunciadas el viernes no son ningún plan de recuperación económica para el país, no lo son», opinó el líder opositor Andrés Velásquez. «Por el contrario: lo que representan para el pueblo venezolano es más hambre, más ruina, más pobreza, más sufrimiento, más dolor, más inflación», añadió.

Los empresarios temen que el repentino aumento salarial les impida pagar a sus empleados sin aumentar los precios, a pesar de los llamados hechos por Maduro para ayudar a las pequeñas y medianas empresas durante los primeros tres meses.

Jesús Pacheco, quien emplea a seis personas en su carnicería en Caracas, dijo el domingo que tal vez no tenga otra opción que despedir a algunos de sus empleados para poder permanecer en el negocio. Cree que los precios que debe pagar al matadero le subirán.

«Entonces tú vas a comprar un producto y lo compras más caro. Entonces ¿cómo hace uno? Vamos a tener que despedir a los empleados ¿Cómo vamos a hacer?», agregó.

Bloomberg: Venezuela retrasaría planes para introducir nueva moneda

Los nuevos billetes no han sido entregados a las instituciones bancarias. El Banco Central de Venezuela está discutiendo recortar más dígitos de la moneda

Venezuela podría retrasar los planes de introducir su nueva moneda ya que los bancos no han recibido los nuevos billetes y la inflación de cuatro dígitos aumenta la necesidad de dinero nuevo, según personas familiarizadas con el tema.

El plan inicial de redenominación monetaria de Nicolás Maduro exigía recortar tres ceros a la moneda Bolívar Fuerte (ISO VEF) ahora en uso para ser reemplazado por un nuevo Bolívar Soberano (ISO VES).

Originalmente planificado para su lanzamiento en junio, el presidente Maduro en mayo lo retrasó hasta el 4 de agosto. Los bancos sostienen que necesitarán un tiempo de entrega para garantizar una transición sin problemas, de acuerdo con cuatro personas familiarizadas con la situación. Un funcionario de prensa del BCV se negó a hacer comentarios.

El gobierno también está retrasando la operación para considerar eliminar más de tres ceros de la moneda para incluir el ritmo de la inflación, estimada en 60,770 por ciento, lo que significa que los precios aumentan alrededor de 3,4 por ciento cada día, según dos personas con conocimiento directo de las discusiones.

A partir de finales de 2017, el gobierno comenzó a solicitar más de 4.000 millones de nuevas piezas a proveedores como Basingstoke, y De La Rue , del Reino Unido , y  Crane Currency, de Boston, EEUU, según documentos del BCV y una persona con conocimiento directo de la compras.

Si bien algunas de las piezas han comenzado a llegar a Venezuela, los expertos dicen que los bancos necesitan entre 20 y 30 días para integrarlos en sus sistemas. De La Rue no quiso hacer comentarios mientras que la solicitud de comentarios de Crane Currency no se devolvió de inmediato.

La aguda escasez de papel moneda en el país se ha sumado a la miseria de los venezolanos, que dependen del efectivo para el transporte público, la gasolina y la compra de alimentos subsidiados. Los ciudadanos desesperados ahora pagan recargos de hasta 200 por ciento por el papel moneda en Caracas.

El fallecido presidente Hugo Chávez asumió un plan similar hace una década, cortando tres ceros de la moneda e introduciendo el Fuerte Bolívar. Desde que su sucesor elegido a dedo, Maduro, tomó el poder en 2013, la moneda se ha vuelto prácticamente inútil en medio de la caída de los precios del petróleo y del gasto estatal sin control.

En un discurso el mes pasado, Maduro afirmó que los pagos electrónicos representaban el 85 por ciento de las transacciones en el país, y tendrían que aumentar este año para “vacunar a Venezuela” contra un ataque al “papel moneda”.

Versión de La Patilla

El 22 de marzo el presidente Nicolás Maduro anunció que a partir del 4 de junio al bolívar se le eliminarían tres cero. A una semana de la reconversión monetaria, ningún banco público o privado ha recibido piezas del nuevo cono monetario, que fue bautizado por el gobierno como “bolívar soberano”, aseguraron la Federación Nacional de Trabajadores Bancarios y fuentes del sistema financiero.

Claudio Rivas, secretario general de Fetrabanca, dijo que se necesitan 17.000 millones de piezas para satisfacer la demanda de los usuarios. “Veo difícil que la reconversión se dé por el poco tiempo”.

Recordó que la reconversión de 2008, cuando Hugo Chávez estaba en la Presidencia, se realizó en 10 meses, lo que facilitó que el Banco Central de Venezuela distribuyera con eficiencia las piezas y los bancos tuvieran el tiempo necesario para adecuar la plataforma tecnológica. “Lo que hemos visto del Estado son solo anuncios. Nuestra recomendación es que se aplace o que converjan los dos conos hasta la desaparición del viejo”, señaló.

Sigue leyendo esta nota de Carlos Seijas Meneses en El Nacional

BCV: Este mes se completará cono monetario

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Progresivamente han estado llegando al país los billetes que conforman el nuevo cono monetario y se estima que el proceso se complete este mes, según han informado las autoridades del Banco Central de Venezuela (BCV).

El proceso comenzó en diciembre de 2016 y a la fecha han  llegado al país 10 cargamentos de los billetes que conforman el nuevo cono monetario y algunas piezas de 50 bolívares. Los mismos han sido fabricados en lugares como Suiza, Suecia, Rusia y la Isla de Malta.

Fue en diciembre de 2016 cuando el Banco Central de Venezuela (BCV) anunció la incorporación progresiva de seis nuevos billetes al cono monetario con denominaciones de Bs 500, Bs 1.000, Bs 2.000, Bs 5.000, Bs 10.000 y Bs 20.000, así como también monedas con valores de Bs 10, Bs 50 y Bs 100, éstas últimas son acuñadas en el país por la Casa de la Moneda de Venezuela en Maracay.

En cuanto a las características gráficas y de seguridad de los billetes figuran una marca de agua y electrolito, registro perfecto, microtexto, hilo de seguridad, marca de agua para personas con discapacidad visual, fondo antiescáner, imagen visible la luz fluorescente, impresión tipográfica fluorescente, imagen latente e imagen intaglio.

Los tres primeros lotes de billetes arribaron en diciembre procedentes de Suiza y Suecia y su denominación fue de 500 bolívares, compuesto por un total de 60 millones de piezas.

A partir del cuarto avión comenzó a llegar papel moneda de mayor denominación. En este último caso el cargamento fue de 58,5 millones de billetes de Bs 5.000, Bs 20.000 y 50 bolívares.

Por ejemplo, el quinto avión llegó el 29 de diciembre e incluyó  2,9 millones de piezas de Bs 20.000 y 4,5 millones de  piezas de Bs 5.000.

En el caso del octavo cargamento lo conformaron  18,5 millones de piezas de Bs 5.000 por 92.500 millones de bolívares y 13 millones de piezas de 10.000 bolívares por 130 millones de bolívares

El noveno arribo provino de la Isla de Malta  conformado por 31,7 millones de piezas de 2 mil y 20 mil bolívares.  6,1 millones de piezas de billetes correspondieron a  billetes de dos mil y 25,6 millones de piezas de billetes de 20 mil.

El jueves llegó el más reciente cargamento que totalizó 30 millones de billetes por 300 millardos de bolívares y fue recibido por el presidente del instituto emisor, Ricardo Sanguino, quien expresó:  “Estamos recibiendo el cargamento de billetes de 10 mil bolívares…” agregando: “Tenemos disponible en el BCV el 140,92% del saldo de circulación del billete de Bs 100”.

En total han llegado al país 223,5 millones de piezas de todas las denominaciones, según informó Sanguino.

Por otra parte, la semana pasada el BCV informó que consolidó la ampliación del cono monetario con la recepción de 4,5 millones de billetes de 2.000 bolívares, producidos también en la Casa de la Moneda de Venezuela

“De acuerdo a las proyecciones que tiene el BCV a finales de marzo deberíamos tener ya las nuevas piezas de la ampliación del nuevo cono monetario”, ha afirmado el ministro de Economía y Finanzas, Ramón Lobo.

Cabe destacar que para el traslado de los billetes al territorio nacional han sido necesarias más de 5.000 cajas.

Las ventajas

El 16 de enero entraron en circulación en el territorio nacional los billetes de 500, 5.000 y 20.000 bolívares como parte de la ampliación del cono monetario vigente, su distribución ha sido un trabajo conjunto entre el BCV; el Ministerio para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz; la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario; la Vicepresidencia del Área Económica y la Fanb.

Entre las ventajas resaltadas por representantes del BCV con la incorporación de las nuevas piezas del cono monetario figuran el hecho de que hace más eficiente el sistema de pagos, se simplifican las transacciones comerciales, además de que se minimizarán los costos de producción, reposición y traslado del sistema bancario nacional y se facilita su uso por parte de la población en general.

Entre 15 días y dos meses podría tomar la calibración de nuevos billetes en cajeros automáticos

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El proceso de calibración de los cajeros automáticos para la puesta en circulación de las piezas del nuevo cono monetario por vía automatizada podría necesitar entre 15 días hasta dos meses, indicó este martes el ministro para Economía y Finanzas, Ramón Lobo.

En una entrevista durante el programa La pauta de hoy, transmitido por Venezolana de Televisión, Lobo explicó que el nivel tecnológico con el que cuentan los cajeros de las diferentes instituciones bancarias inciden en el proceso de calibración.

“Hay todo un proceso y un tiempo necesario para la calibración de los cajeros automáticos, tanto de los de baja tecnología como los de mayores niveles de tecnología, eso necesita de una tecnología, podemos hablar de 15 días, un mes y medio, dos meses, eso depende del nivel tecnológico que puedan tener los cajeros”, aseguró.

Agregó que la circulación de la nueva familia de billetes, que inició este lunes en todo el país, facilitará las operaciones comerciales en el país.

Este lunes se colocaron nuevos billetes en las taquillas de entidades bancarias públicas y privadas del país para ser distribuidos a todos los usuarios.

Pocos billetes de 500, 5.000 y 20.000 bolívares circularon el primer día

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No todas las agencias bancarias públicas y privadas de los estados centrales, donde comenzó a distribuirse el nuevo cono monetario por instrucción del Banco Central de Venezuela, disponían ayer de los billetes de nueva denominación.

Algunas entidades financieras recibieron piezas para solo 60% de sus agencias y a otras no les llegaron los billetes de 20.000 bolívares, afirmaron fuentes del sector. “La entrega a los clientes del nuevo cono monetario fue simbólica”, dijeron.

Aunque circularon pocas piezas, la aparición de los billetes de 500, 5.000 y 20.000 bolívares generó opiniones entre las personas que obtuvieron algunos de ellos en las taquillas de las instituciones financieras. En particular llamó la atención la fecha de impresión de los billetes, agosto de 2016, con lo que se pone en evidencia que la ampliación del cono monetario fue prevista meses antes de que fuese anunciada en diciembre.

Sigue leyendo esta nota de Dulce María Rodríguez en El Nacional