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#MonitorDeVíctimasZulia | Familiares denuncian asesinato de pescador por la Guardia Nacional en Los Puertos de Altagracia
En un comunicado, las autoridades afirman que Mervin Segundo Nava Medina formaba parte de la banda del Oso, versión que niega la familia

@mayrethc

 

El pescador Mervin Segundo Nava Medina, de 27 años de edad, fue asesinado presuntamente por la Guardia Nacional durante un procedimiento policial en el sector Punta de Palma, municipio Miranda, en el estado Zulia. Su familia exige justicia.

Nava Medina salió a pescar con su primo y cuando regresaban a las orillas de la playa, cerca de las 6:30 a. m. del 12 de febrero, había un despliegue policial en la comunidad y los funcionarios le dispararon, dijo un familiar en la morgue del Hospital Adolfo D’Empaire de Cabimas a Monitor de Víctimas.

“Cuando venían de regreso, llegó la Guardia Nacional a la playa; vieron que todos los pescadores empezaron a correr porque estaban armados y los amenazaban. Mervin se asustó y comenzó a remar en el cayuco, pero la Guardia Nacional hizo más de 10 disparos y lo persiguió hasta que lo mató”, precisó el pariente.

La lancha del pescador, conocido en la comunidad como Ñeño, no tenía motor y debía salir a canalete o remo para pescar en el lago de Maracaibo. Con el dinero que recibía por la venta de la pesca del día podía mantener a su esposa y sus dos hijas, una de 4 años y otra de 2 años.

En una nota de prensa enviada por la Guardia Nacional, Mervin Nava fue identificado como miembro de la banda del Oso y se asegura allí que estaba siendo buscado por las autoridades. La versión fue desmentida por sus familiares, quienes lo describieron como una persona trabajadora.

“Él no pertenecía a ninguna banda. Ellos están amenazando a toda la comunidad desde enero y a todos nos quieren relacionar con el Oso. No es justo lo que hacen en Los Puertos de Altagracia”, afirmaron.

Los familiares de Ñeño trataron de acercarse a las costas de la playa después de que fue asesinado, pero la Guardia Nacional se los impidió y un funcionario les dijo que no estaban autorizados. El cuerpo fue reclamado en la morgue de Cabimas el 14 de febrero.

Banda del Oso

La banda del Oso, liderada por Oswaldo Nava, es señalada por la Guardia Nacional de los delitos de extorsión, homicidio, tráfico de drogas y robos registrados en el municipio Miranda, en la Costa Oriental del Lago.

Por lo menos 15 hombres armados asesinaron al primer teniente de la Guardia Nacional Ebert González y al vigilante José Villarroel durante un robo en una camaronera del municipio Santa Rita el 1 de enero. La banda del Oso fue responsabilizada del doble homicidio.

Después de la muerte del funcionario, los habitantes de Los Jobitos, Sabaneta de Palmas y Punta de Palmas denunciaron allanamientos y robos en sus casas durante operativos de los organismos de seguridad para buscar a integrantes de la banda del Oso en el municipio Miranda. En el mes de enero reportaron un procedimiento que duró 96 horas y en el que asesinaron a 8 presuntos miembros de la banda.

Las reacciones a la condena de dos DGCIM por el homicidio y tortura de Acosta Arévalo
Activistas, políticos y abogados exigen que sea investigada la cadena de mando

 

En horas de la tarde de este viernes, 4 de febrero de 2022, dos guardias nacionales adscritos a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), fueron condenados por los delitos de tortura y homicidio del capitán Rafael Acosta Arévalo, quien estuvo preso en esa dependencia militar. Así lo informó vía Twitter el abogado de la familia del militar, Alonso Medina Roa, y la viuda del Waleska Pérez de Acosta.

El Tribunal 12 de Juicio del Circuito Judicial de Caracas condenó al oficial Estiben José Zárate Zoto y al teniente Ascanio Antonio Tarascio Mejía a 30 años de prisión por el hecho, detalló el Tribunal Supremo de Justicia en un comunicado.

Sin embargo, líderes de opinión, políticos y defensores de derechos humanos criticaron que no se haya determinado quién dio la orden de estos delitos. Al respecto, la ONG venezolana Coalición por los Derechos Humanos, que representó a la familia del capitán, indicó que solicitó al tribunal que se investigue a la línea de mando.

La defensa de Acosta Arévalo sostuvo que el militar fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando fue presentado ante un tribunal, no podía mantenerse en pie o hablar, sino que fue llevado en silla de ruedas.

La viuda del capitán recordó que la decisión se conoció cuando faltan pocas semanas para que Venezuela confirme, ante la Corte Penal Internacional (CPI), que está actuando en contra de los crímenes que pudieran ser considerados como de Lesa Humanidad.

«No hay intención de hacer la verdadera Justicia, solo de maquillar el caso», afirmó.

 

En esa misma línea de pensamiento, el presidente de la Asamblea Nacional de oposición, Juan Guaidó, declaró «simulación de justicia, no es justicia y eso lo sabe la CPI». «Ejecutores deben entender que los que les dan ordenes los señalaran. No repetición, reparación y justicia solo son posibles con independencia de poderes», acotó.

 

La abogada y presidenta del partido Encuentro Ciudadano también se pronunció sobre la condena. «¡Las víctimas merecen justicia!», clamó.

 

Elvira Lovera de Pernalete, madre del estudiante Juan Pablo Pernalete, asesinado en una manifestación en 2017, exigió «justicia genuina» en la caso.

 

 

El activista por los derechos humanos Marino Alvarado, miembro de la ONG Provea, reclamó que desde instituciones del Estado, como la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público, se intentó garantizar la impunidad en el caso.

 

 

La presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel, señaló que «el país entero sabe, que los culpables de que esto ocurriera, están en libertad sin haber sido juzgados».

 

GN retuvo a trabajadores petroleros que viajaban a Caracas
El dirigente sindical petrolero Alirio Villasmil contó que fueron retenidos cerca de tres horas y luego los devolvieron a Maracaibo

Texto y foto: El Pitazo

Más de 120 trabajadores del sector petrolero del estado Zulia fueron detenidos en la Alcabala de El Venado, en la carretera nacional Lara-Zulia en horas de la noche de este lunes cuando se dirigían a Caracas.

Con información a El Pitazo, del dirigente sindical petrolero Alirio Villasmil, se conoció que fueron retenidos cerca de tres horas y luego los devolvieron a Maracaibo, de donde partieron las dos unidades de autobuses.

«Nos han tratado como terroristas y solo somos trabajadores», señaló Villasmil, quien además expuso que ante las amenazas por parte de los funcionarios de la Guardia Nacional, todos guardaron los celulares por si se los iban a decomisar, «hay mucho temor por la oscuridad en las vías».

Expuso que han sido seguidos por efectivos de los cuerpos de seguridad del estado para que no salgan de la entidad por los limites con estados como Falcón y los andes venezolanos. «Estamos secuestrados, perseguidos y limitados en nuestro propio país, siendo venezolanos».

Relato de la detención

Miembros de las organizaciones Marcol y Ajip que fueron relataron a través de videos compartidos a El Pitazo cómo se desarrollo la situación.

«Dicen que estamos en libertad. Estamos secuestrados dentro del mismo estado Zulia, no nos dejan salir. Hemos sido perseguidos como delincuentes a cada sitio fronterizo. Vivimos una tiranía en contra del área laboral», manifestó Villasmil.

Por su parte, Henry González destacó ninguna autoridad militar de la entidad se ha pronunciado al respecto y exige que se asuman las responsabilidades.

«Nos cercenan el derecho de asistir a Caracas a exigir el cumplimento de las 82 capsulas de la convención colectiva. Exigimos al presidente de la federación, responsable directo de esta persecución, que entienda que los trabajadores tienen que reclamar sus derechos», dijo González.

Se registró trifulca en cola para vacunarse contra la COVID-19
Oficiales de la Guardia Nacional le informaron a los ciudadanos que no se vacunaron que regresen el lunes, 31 de mayo

Este domingo, 30 de mayo, en horas de la tarde, se registró una trifulca a las afueras del Hotel Alba Caracas, cuando personas intentaron ingresar para ser vacunadas.

De acuerdo con videos difundidos del reportero Jhon Pedraza, los ciudadanos que se encontraban en el lugar denunciaron desorganización y el ingreso de personas que no hicieron la cola.

Un numeroso grupo de personas que quedaron muy cerca de la entrada, ya no podrán ser vacunadas este domingo. Oficiales de la Guardia Nacional les pidieron retirarse y venir el lunes, 31 de mayo.

Germán Meleán cataloga como una violación a los DD. HH. que los responsables del proceso de vacunación anti-COVID-19 en el Hotel Alba Caracas, no le hayan permitido ingresar aun cuando está desde las 7:00 a. m.

DDHH olvidados | “Tú ves a tu hijo en la mañana vivo y ya en la tarde lo asesinan”
Fabián Urbina, de 17 años, falleció el 19 de junio de 2017 durante una protesta en el Distribuidor Altamira, en Caracas. Fue herido a nivel del tórax por el impacto de una bala
Johan Rojas, sargento de la Guardia Nacional Bolivariana, fue identificado como el principal autor material de la muerte del joven. Después de dos años de retardo procesal, lo condenaron a 12 años y 10 meses de cárcel, pero la familia de Fabián sigue buscando justicia

@ValeriaPedicini

No existía marcha, concentración, actividad a la que Fabián Urbina no iba durante las protestas de 2017. Convocatoria que hacía la oposición y ahí estaba. Le parecía inconcebible toda la crisis que sufrían los venezolanos con los alimentos y las medicinas, así que salía a expresar su descontento. 

El 19 de junio de 2017 el llamado era para que todas las personas se concentraran en la capital, en una actividad denominada “La toma de Caracas”. Aunque Fabián vivía en Maracay, estado Aragua, decidió seguir con su asistencia casi perfecta a las manifestaciones. Cuadró con un grupo de amigos y se fueron hasta Caracas. 

Horas después, su padre que estaba en su casa en Maracay, recibió una llamada de un familiar para decirle que su hijo Fabián estaba herido en una clínica. No le dio muchos detalles, pero fue suficiente para que su mundo empezara a darle vueltas por el estado de su hijo. 

Iván Urbina se comunicó con el centro de salud y solo le contaron que su hijo estaba muy mal, sin importar cuantas veces insistiera. “Ella no me quiso decir, pero yo creo que ya mi hijo para ese momento ya había fallecido. Ellos dirán que es preferible que venga con la ilusión de que su hijo está vivo y que aquí se entere de la noticia a que vaya a venir manejando de Maracay para acá conmocionado. Hicieron lo que tenían que hacer, yo los entiendo”. 

Buscó la forma de trasladarse hasta Caracas. Llamó a una amiga de la familia para que le diera la cola, mientras su esposa se quedaba en casa. Entre la logística y el trayecto desde Aragua, llegaron de noche a la capital pero el joven ya no estaba en la clínica. Para ese momento la noticia de Fabián había corrido por las redes sociales Iván confirmó lo que ya sospechaba: su hijo de 17 años había fallecido. 

Fueron directo a la morgue de Bello Monte. Los médicos forenses y efectivos del cuerpo científico ya estaban en el sitio. Iván tuvo que esperar unas cuantas horas más para que los doctores le pudieran explicar lo que había ocurrido. “Me dijeron que hubo una herida de bala que le ocasionó lesiones viscerales y vasculares, lo que condujo a una muerte por hipovolemia”. 

Fabián Urbina

Fue al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) a hacer la denuncia y buscar el documento para poder sacar el cuerpo de su hijo de la morgue a la mañana siguiente. Primero tuvo que identificarlo a través de una computadora y después en físico. Lo único que soltó a decir fue: “Hijo, ¿para qué viniste a Caracas?”. 

Iván cuenta que verlo de esa manera fue muy duro. “No te puedo ni siquiera contar lo extremadamente duro que es esa experiencia de ver a tu hijo ahí sin vida. Porque tú ves a tu hijo en la mañana vivo y ya en la tarde lo asesinaron. Es muy fuerte”. 

¿Qué ocurrió con Fabián? 

El 19 de junio de 2017 transcurrió entre marchas y represión, más la segunda que la primera. Iván Urbina cuenta que ese día la actuación de los cuerpos de seguridad fue desproporcionada. “Ni siquiera las marchas habían terminado de concentrarse en los puntos en los cuales se había destinado para ello, cuando ya empezaron a reprimir los diferentes organismos de seguridad del Estado”. 

Cuando la protesta estaba a la altura del Distribuidor Altamira, en el municipio Chacao de Caracas, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) empezaron a reprimir con disparos. 

“La represión fue tan brutal, desmedida y despiadada, a un punto inclusive criminal, que un Guardia Nacional sacó su arma de reglamento, apuntó hacia los muchachos y disparó sin ningún tipo de miramientos. Disparó a matar. El Estado venezolano es el responsable de la muerte de nuestro hijo”, expresa Iván. Cuenta cómo el hecho quedó registrado en fotos y videos de periodistas que en ese momento cubrían las protestas. 

Fabián fue herido a nivel del tórax por el impacto de una bala alrededor de las 3:30 de la tarde. Como pudieron los jóvenes que estaban en el sitio junto a él, lo llevaron hasta uno de los puestos de la Cruz Verde para que fuera atendido, pero no fue suficiente. “Eran puesto de primeros auxilios para personas asfixiadas por bombas lacrimógenas, perdigones y cosas así. No era para atender una herida de esa magnitud”. 

De ahí lo trasladaron hasta la Clínica Ávila, cerca del lugar, pero llegó sin signos vitales. 

En un reporte que Runrun.es llevó durante las protestas de 2017, se contabilizaron 157 muertes relacionadas a las manifestaciones de esa época. El Foro Penal Venezolano, en un informe publicado en agosto de ese año, indicó que el número total de arrestos arbitrarios fue de 5341 y hubo al menos 4000 heridos. 

En el informe publicado por la Misión de Determinación de Hechos del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) manifestó tener motivos razonables para creer que «las fuerzas de seguridad utilizaron fuerza letal contra la víctima cuando no era estrictamente inevitable para proteger vidas. Los casos documentados por la Misión revelan que las fuerzas de seguridad dispararon a quemarropa y a zonas vitales del cuerpo (cabeza, tórax, abdomen)». Entre los casos investigados, se encuentra el de Fabián. 

Justicia a medias

Iván Urbina reconoce que la actuación del Ministerio Público, todavía bajo la administración de Luisa Ortega Díaz, fue acertada. Explica que actuaron de inmediato tras el asesinato de su hijo: esa misma tarde habían detenido a dos guardias nacionales y, al día siguiente, uno más. 

En 45 días elaboraron las investigaciones pertinentes, hicieron pruebas de balística y recabaron información para poder formular la denuncia ante el tribunal. Y así lo hicieron: imputaron a Johan Rojas como el principal autor material de la muerte de Fabián Urbina. 

Fabián Urbina

Pero a partir de ahí comenzó el tortuoso proceso por la justicia. Las audiencias preliminares fueron diferidas 19 veces consecutivas, en un lapso de 24 meses, dos años. “Cada vez que llegábamos al tribunal, se difería. Te podrás imaginar el sacrificio que uno hacía para trasladarse a Caracas. A veces pasábamos todo el día ahí, desde las 8 de la mañana, y a las 3 de la tarde te decían que no habría audiencia”. 

En la convocatoria número 20, más de dos años después del asesinato de Fabián se llevó a cabo la audiencia preliminar. El juez escuchó todas las partes y les dio la oportunidad a los efectivos de la GNB de aceptar los cargos y rebajarles un tercio de la pena. Pero al decirle que la condena sería de 21 años y 10 meses, el imputado dijo que no. 

Así pasaron a la etapa de juicio. “Pasaron cinco meses para que el tribunal fijara la primera audiencia de apertura de juicio, fue el 10 de diciembre de 2019. Pero fue diferida para el 25 de febrero de 2020”, explica Iván. Esa fecha coincidía con la semana de Carnaval y los tribunales no trabajaban. Quedaron en el limbo a la espera de una nueva fecha por la llegada de la pandemia. “El caso se estancó ahí”. 

El 17 de diciembre de 2020 se llevó a cabo la segunda audiencia del juicio, en el que el imputado aceptó los cargos que le fueron imputados. “Al aceptar nos da la razón a nosotros como siempre la hemos tenido que asesinó a nuestro hijo vil y cobardemente”. 

Pero hubo un detalle: la condena que le dieron fue de apenas 12 años y 10 meses, mucho menos de lo esperado. “Eso no es una pena, eso es un regalo de Navidad. Nos quedamos locos, sorprendidos. Eso no es justicia, eso es un parapeto de justicia. Porque tú no me vas a decir a mí que con todos los delitos que a ese guardia le imputan y de la forma tan horrenda en la que ese diablo asesinó a nuestro hijo, le van a dar 12 años”.

Iván Urbina y su esposa van a apelar la condena. Y no van a descansar hasta lograr una “justicia verdadera”. “Tanto mi esposa como yo, con la asistencia de los abogados del Foro Penal, vamos a conseguir una condena justa, que de verdad se apegue al tamaño del crimen. Haremos lo que tengamos que hacer, dentro de la ley, para una condena justa”.

Este trabajo fue realizado gracias a la colaboración de la organización Justicia, Encuentro y Perdón

Víctimas y familiares de afectados por represión de 2019 luchan contra legado de violencia institucional
Cerca de 50 muertos y 1000 detenidos dejaron protestas de enero de 2019

Entre el 22 y el 27 de enero del 2019, las protestas antigubernamentales dejaron al menos 49 muertos y cerca de 1000 detenidos, entre ellos numerosos menores de edad y mujeres que se volcaron a las calles tras la crisis presidencial que se desató cuando el Parlamento nombró un gobierno interino, en rechazo al nuevo mandato presidencial instaurado ese mes, tachado como fraudulento por la Unión Europea, el Grupo de Lima, la Organización de Estados Americanos, entre otras influyentes instituciones y voceros dentro y fuera del país.

Las manifestaciones, también interpretadas como una extensión del descontento generalizado de la población en el contexto de la crisis económica y social que atravesaba el país, iniciaron la madrugada del 21 de enero cuando en un comando de la Guardia Nacional ubicado en Cotiza, Caracas, alrededor de 25 efectivos se sublevaron, declararon no reconocer al Ejecutivo y convocaron la salida a las calles. Este hecho desencadenó una serie de fuertes protestas civiles que rápidamente se propagaron al interior de la República, con el lamentable saldo descrito.

En esa primera jornada de protestas, nueve venezolanos fallecieron en circunstancias no aclaradas en Caracas y el estado Bolívar, en medio de la represión de diversos cuerpos de seguridad del Estado: Stefany  Maholy  Jajoy Natera (20), Franklyn Figuera (19), Alonso Osorio (16), Alixon Dos Santos Pisani (19), Yeimbert José Rangel (24), Luisdy Bolívar (23), Carlos Alfredo Olivares Bonalde (30), Ángel Tovar (17) y Josué Romero.

La impunidad en torno a estos crímenes, ciertamente transversal a todas las víctimas de la represión ejercida durante la actual administración política, “trasciende el impacto directo sobre la víctima ya que incluye a sus familiares y allegados, que de manera sostenida y recurrente deben lidiar con las noticias, el seguimiento legal del caso, el resto de los familiares y el entorno al cual se encuentran sometidos, pues tienden a ser un foco directo o indirecto de la violencia institucional, al afrontar las medidas de persecución y amedrentamiento del Estado, lo que pudiese generar secuelas emocionales y traumáticas posteriores al suceso”.

Esta definición recogida en el informe “Trauma psicosocial y vulnerabilidad al estrés en familiares de víctimas de violencia institucional en Venezuela”, recientemente publicado por Justicia, Encuentro y Perdón, nos adentra al ámbito de dicha violencia y su impacto sobre las víctimas directas e indirectas del autoritarismo.

Las claves de dicho informe pueden ser consultadas en https://www.jepvenezuela.com/blog/2020/12/21/informe-estudio-de-jep-previene-sobre-las-secuelas-emocionales-y-psicologicas-en-victimas-de-violencia-institucional/

Presos de Apure reclaman por agua potable
Deben consumir agua de una laguna aledaña, no apta para el consumo humano

Más de 400 presos que se encuentran distribuidos en diversos calabozos del municipio San Fernando de Apure sufren por la distribución del agua potable.

Aunque la población en general de Apure también padece el problema del agua, hay un centro de detención donde la situación es aún más preocupante. Los familiares explicaron al equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) que ellos mismos deben llevarles el agua a los detenidos.

Los presos que se encuentran en la Comandancia General de la Policía, que en el mes de marzo sumaban 198 según los registros del OVP, en ocasiones deben consumir agua de una laguna aledaña, aunque no es apta para el consumo humano.

En la sede del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS) de la Guardia Nacional de Apure, los presos usan tobos para extraer el vital líquido de un tanque; mientras que los 72 privados de libertad del Destacamento 351 de la Guardia Nacional deben esperar más de cinco horas para llenar un pequeño tanque con una manguera y de allí cada reo tiene derecho a dos o tres tazas de agua para aseo personal.

En cuanto a la recepción de alimentos, más de 400 presos que permanecen en los distintos calabozos de la Comandancia General de la Policía; del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales, y Criminalísticas (CICPC), CONAS y GNB de San Fernando de Apure sufren por el suministro irregular de insumos.

Muchos presos han bajado abruptamente de peso, especialmente durante la cuarentena por COVID-19, todo esto a causa de las limitaciones para que los familiares puedan llevarles alimentos u otros insumos a diario

Privan de libertad a tres hombres por protestas en la Guajira
Manifestaban por falta de agua, electricidad y gas

Tres ciudadanos fueron privados de libertad por el Tribunal Decimotercero de Control del estado Zulia, tras ser señalados de participar en las protestas que a principios de semana se realizaron en Paraguaipoa, municipio Guajira, en demanda de agua potable, energía eléctrica y gas doméstico.

Yohendri Hernández González, Yhon Franco Valbuena y Juan Palmar fueron los hombres a quienes, según sus familiares, les imputaron incitación al odio, obstaculización de la vía pública y violación al decreto presidencial, refirió la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez).

Hernández estaba frente a su residencia cuando fue interceptado por funcionarios motorizados de la Guardia Nacional, cerca de las 5:00 de la mañana del miércoles 7 de octubre, indicó Codhez.

“Están implicando a Yohendri como si él hubiese sido parte, cuando no fue así. Dicen que es parte de un partido político, cuando él no milita en ningún partido político. Lo único que hace es atender su negocio de perrocalientes”, dijeron sus angustiados consanguíneos.

Desde el pasado lunes, la comunidad de Paraguaipoa protestaba por falta de agua, electricidad y gas, trancando la Troncal del Caribe. Exigían la presencia de la alcaldesa de Guajira, Indira Fernández, para plantearle la problemática.

Sin embargo, el miércoles en la madrugada, una comisión de 200 efectivos de la GNB reprimió la protesta con gases lacrimógenos y perdigones. Luego detuvieron a los tres hombres.