1. Una mafia disfrazada de sindicato controla el yacimiento de oro más grande de Venezuela
Humberto Martes lleva oro hasta en los dientes. Siete gruesas cadenas guindadas en el cuello que terminan en medallas, seis con las letras iniciales de su nombre y la séptima con el rostro de Jesucristo en alto relieve. En la muñeca de su mano izquierda un reloj dorado y en la derecha una gruesa pulsera que se une con una cadena a un triple anillo. Prendas parecidas luce el menor de sus 24 hijos, de apenas 11 meses de edad.
Martes es una especie de representante político del pranato -nombre por el que se conoce a quienes dirigen las bandas criminales en Venezuela- que, bajo la figura de sindicato, se ha consolidado en Las Claritas, la población aledaña al yacimiento de oro Las Brisas-Las Cristinas, el más grande de Venezuela.
Se presenta como benefactor de la comunidad: “Yo atiendo bien a todo el mundo y los ayudo en lo que pueda. Por ejemplo, aquí todos los jueves se hace una buena sopa de pescado y se le da a todo el que llega”, dice Martes a las puertas de su residencia.
Y también habla de alguna de las funciones que ejerce: “Aquí todo el mundo tiene que contribuir para que nosotros podamos mantener el orden. Como tú has visto, yo no paro”, comenta en relación con las rondas que hace por Las Claritas para recaudar “la vacuna” que deben pagar todos los comerciantes del pueblo, especialmente los que compran oro.
El pranato de Las Claritas impone sus propias reglas, actúa impunemente, administra las minas como si fueran de su propiedad y las autoridades civiles y militares no interfieren en el imperio que ejerce en la zona.
Precisamente en Las Brisas-Las Cristinas, donde se supone que yacen más de diez millones de onzas de oro y 1,5 millardos de libras de cobre, el gobierno pretende desarrollar el proyecto más ambicioso del Arco Minero del Orinoco, a través de la empresa mixta Siembra Minera. El pranato emerge como un enorme escollo.
2. Las Brigadas Socialistas Mineras nacen intoxicadas con mercurio
Letra muerta. El decreto que prohíbe el uso del mercurio en la explotación del oro, que fue suscrito por el presidente Nicolás Maduro el 5 de agosto de 2016, es letra muerta para los pequeños mineros del sector La Ramona, en El Callao.
“No hay cambios en la forma en que hemos trabajado desde siempre. Seguimos picando rocas en los barrancos, trasladando el material a los molinos y usando mercurio para separar el oro”, aseguró Misael Reyes, en abril de 2017.
Alexis Chaurán, vocero de la Asociación de Mineros y Molineros Revolucionarios de La Ramona, agrega: “Nosotros seguimos trabajando de la manera tradicional, con mercurio. Si eliminamos el mercurio, ¿cómo extraemos el oro? El decreto de prohibición del mercurio no se ha cumplido, porque es el Estado el que tiene que ofrecer las alternativas. Y mientras tanto la pequeña minería no se va a paralizar. Si prohibimos el mercurio eliminamos la pequeña minería y 80% de los habitantes de El Callao viven de la pequeña minería”.
Sin embargo, el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico ha insistido que el total de 3.932,10 kilogramos de oro supuestamente extraído del Arco Minero del Orinoco en los últimos 15 meses es un “oro limpio”, que no ha causado daños a las personas ni al ambiente.
Algunas comunidades indígenas han rechazado el uso del cianuro como alternativa al mercurio. En noviembre de 2016, los pemones de la localidad Araimatepuy, la más cercana al yacimiento de oro más grande del país (Las Brisas-Las Cristinas), lograron paralizar, con sus arcos y flechas, la construcción de la planta de cianuración Sarrapia, que promovió el gobierno.
3. BCV no registra oro extraído del Arco Minero del Orinoco
El Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico ha reportado la extracción de un total de 3.932,10 kilogramos de oro del Arco Minero del Orinoco y su inmediata venta al Banco Central de Venezuela. Sin embargo, el instituto emisor no registra esas transacciones.
En noviembre de 2016, el para entonces ministro Jorge Mirabal, le entregó al presidente Nicolás Maduro el primer lingote de oro, como parte de un cargamento de 400 kilogramos supuestamente producidos en el Arco Minero durante un lapso de 6 meses. Ello equivale al doble de la producción de oro en todo el año anterior. El Ministerio de Petróleo y Minería registra un descenso sostenido entre 2006 (14,76 toneladas) y 2015 (0,55 toneladas).
Otros 7 anuncios similares se hicieron durante la gestión de Jorge Arreaza (ahora canciller), quien reportó un total de 3.007,68 kilogramos de oro, valorado en 120 millones de dólares. Y más recientemente, el 31 de agosto de 2017, el actual ministro Víctor Cano anunció que la pequeña minería de Bolívar aportó otros 524,42 kilogramos de oro a las arcas del Banco Central de Venezuela.
En abril de 2017, el BCV suspendió la publicación de estadísticas sobre compras internas de oro por mes. En todo caso, los registros del instituto emisor no coinciden con los anuncios realizados desde el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico. En noviembre de 2016 del BCV reportó 0,32 toneladas y en diciembre de ese año 0 toneladas. Respecto a 2017, el instituto emisor informó que no hubo compras en enero, en febrero 0,02 toneladas, en marzo 0,01 y en abril 0,01.