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Comité Olímpico Venezolano

3x3  | Suspensión de Juegos Olímpicos otorgará más tiempo para prepararse
Atletas y dirigentes venezolanos prefieren verle el lado positivo a la cancelación de la competencia en Tokio este año debido a la epidemia de Coronavirus 

@franzambranor

Por cuarta ocasión en la historia, unos Juegos Olímpicos son suspendidos.

Este martes 24 de marzo, el Comité Olímpico Internacional decidió posponer para 2021 los Juegos de Tokio debido a la crisis mundial que ha provocado el Coronavirus.

Será la segunda vez que la capital japonesa sufra una suspensión de Juegos Olímpicos, la primera fue en 1940. Antes de Tokio se cancelaron los de Berlín en 1916 y posteriormente lo de Londres en 1944. Todos como consecuencia de guerras.

Atletas como el karateca venezolano Antonio Díaz deberán esperar un año más para debutar en la cita que reúne a lo mejor del deporte. 

Díaz, bicampeón mundial en la modalidad de Kata, junto al velerista Andrés Lage y el primer vicepresidente del Comité Olímpico Venezolano y presidente de la Asociación Panamericana de Atletismo, Marcos Oviedo respondieron a la encuesta 3×3 de Runrunes sobre la suspensión del evento en la ciudad asiática. 

Díaz clasificó a la magna justa a mediados de febrero de este año luego de llegar a la final de la competencia de kata en la Premier League de Karate de Dubai. Junto a Yulimar Rojas en salto triple, Díaz es una de los candidatos a medalla olímpica por la delegación venezolana. 

Lage obtuvo el boleto a Tokio en noviembre de 2019 en la valida Southamerican Selection efectuada en Marina da Gloria en Rio de Janeiro. 

El velerista tenía previsto competir en la Copa del Mundo en Génova, Italia en marzo de este año. 

¿Cuál cree que será el impacto que tenga esta suspensión en el deporte?

Antonio Díaz: Por un lado creo que es positivo porque había incertidumbre debido a que muchos atletas no tenían condiciones ideales para entrenar, muchos clasificatorios se suspendieron. Para algunos atletas es una tranquilidad. Los planes de entrenamiento han cambiado. Ahora tendremos más tiempo para poder concentrarnos y cuidar a la población que está en riesgo como nuestros padres y abuelos. Por otra parte, el hecho de mover unos Juegos Olímpicos no es sencillo. Será una tarea logística ardua porque hay que modificar el calendario deportivo de los 33 deportes involucrados. Los Juegos de Tokio pueden ser uno de los mejores organizados porque simbolizarán la unión de todo el mundo para vencer esta situación.

Andrés Lage: Creo que en líneas generales no va a cambiar nada, salvo a atletas que no hayan clasificado o gente que se iba a retirar después de los Juegos Olímpicos. En mi caso particular tendré un año más para seguirme preparando.

Marcos Oviedo: La suspensión de los Juegos Olímpicos traerá un enorme impacto en lo social. Cada cuatro años la gente está acostumbrada a presenciar los Juegos. Las únicas veces que se habían suspendido era por consecuencia de las guerras mundiales. Este es un hecho inédito. Apoyamos al Comité Olímpico Internacional en esta decisión. Atletas han dejado de entrenar y de asistir a las instalaciones. No hay ánimo, porque los Juegos Olímpicos se trata de hermandad y hay muchos hermanos afectados por la pandemia.

¿El hecho de no poder entrenar adecuadamente y asistir a eventos preparatorios por un tiempo incierto considera que afecte unos eventuales resultados positivos en Juegos Olímpicos?

Antonio Díaz: Estamos en un momento en que no sabemos cuándo se va a volver a la normalidad. En mi programa estaba descansar este par de semanas de marzo y ahora las estoy aprovechando al máximo para estar con mi familia. Hay que esperar cuatro semanas para que el Comité Olímpico Internacional de una fecha definitiva para los Juegos. El acuerdo dice que puede ser en verano de 2021. Creo que tenemos tiempo suficiente para planificar todo el entrenamiento.

Andrés Lage: Tengo un año y medio que me cambié de la categoría Láser a la Finn y esta suspensión significa que tendré un año más para prepararme física y técnicamente de cara al objetivo que es ganar una medalla olímpica. Tengo un año para ganar mayor experiencia y eso es importante. 

Marcos Oviedo: Ahora se clasifica por marcas y acumulacion de puntos. En el caso del atletismo tenemos a siete competidores que necesitan asistir a eventos internacionales para obtener esos puntos y por supuesto no pueden. Eso sucede en todos los deportes. El mundo está paralizado y el olimpismo también.

¿Hay gente que considera que esta pandemia cambiará al mundo tal y como lo conocemos, considera que esto aplica para el deporte y en especial para el olimpismo?

Antonio Díaz: Estoy totalmente convencido que esta situación va a cambiar. El deporte no se escapa a lo que afecta al mundo. Tenemos que unirnos, pensar en los demás, en que la salud vale más que cualquier competencia deportiva y centrarse en lo positivo. Hay que flexibilizar ciertas cosas para el bien común. La gran lección que nos deja esto es que somos frágiles y de alguna manera necesitamos trabajar en equipo. Pensar en el prójimo nos va a permitir salir victoriosos de esta situación. 

Andrés Lage: Hay gente que saca beneficio de los catástrofes y otras que no. Se ha hecho una gran campaña de concientización para hacer deporte en casa. Se va a valorar más estar al aire libre. Donde tiene que haber un cambio es en los países, para que estos tengan sistemas de protección más efectivos. Tener planes de acción en menos tiempo. Ya cuando los países estaban desbordados fue cuando se tomaron medidas drásticas. Esto los obligará a tener planes de contingencia más radicales. 

Marcos Oviedo: Esto no tiene precedente, aun cuando ellos reprogramaron los Juegos para 2021 hay que ver cómo se comporta esta pandemia. Han ocurrido demasiadas muertes y el deporte no puede estar ajeno a esa tragedia. Todo el sistema deportivo está golpeado y a la espera. Nosotros siempre estaremos del lado de nuestros atletas y sus familias. 

Una sentencia del TSJ estuvo a punto de impedir el desfile de Venezuela en Río 2016

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La visita de un alto dignatario olímpico suele incluir encuentros con ministros de deporte, con el alcalde o el gobernador de una ciudad postulada a ser sede de algún evento, incluso con el Presidente de la República. ¿Por qué el responsable de las áreas de buena gobernanza y relaciones con los Comités Olímpicos de Iberoamérica por parte del COI, Alejandro Blanco, se reunió con una magistrada del TSJ? ¿Por qué pide veedores internacionales para los procesos electorales de las federaciones el próximo año

La explicación podría remontarse al 5 de agosto de este año, poco antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos. Probablemente el cálculo de los ejecutores pudo haber previsto que la plana mayor del COV estaría demasiado concentrada en el traslado al estadio Maracaná para asistir a la ceremonia de apertura. El caso es que cerca de las dos de la tarde, tres horas antes de la salida de la delegación venezolana de la Villa Olímpica, el portal del Tribunal Supremo de Justicia mostraba el extracto de la sentencia 689 de la Sala Constitucional que declaraba “ha lugar” la solicitud de revisión formulada por Manuel Rondón sobre una decisión de la Sala Electoral que favorecía al COV.

 

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Rondón había ejercido un recurso contencioso electoral en 2014, tras los comicios en los que Eduardo Álvarez resultó reelegido al frente del COV para un tercer período consecutivo. Antiguos aliados, se distanciaron cuando Álvarez decidió no incluir a Rondón en su fórmula y éste terminó afiliándose a la plancha rival, encabezada por la presidenta de la Federación de Gimnasia Zobeira Hernández.

En ponencia del magistrado Fernando Ramón Vegas Torrealba, la Sala Electoral declinó su competencia para conocer del recurso, invocando el artículo 51 de la Ley del Deporte, que reconoce que “la elección de las autoridades del Comité Olímpico Venezolano, se realizará de conformidad con lo previsto en sus estatutos y reglamentos, con observancia y sujeción a principios democráticos y en armonía con los principios del movimiento olímpico”, y el 49, numeral 8 de los Estatutos del COV, que establece que “agotada la vía administrativa, cualquier impugnación a los procesos electorales del Comité Olímpico Venezolano sólo se hará por ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausanne, cuyas decisiones serán definitivas e inapelables”.

La sentencia, publicada en noviembre de 2015, constituía un espaldarazo a la autonomía del deporte olímpico, que desde la aprobación de la Ley del Deporte había sufrido la intervención de cinco federaciones. Pero su efecto no perduraría mucho. Rondón pidió a la Sala Constitucional una revisión de lo actuado por la Electoral y el resultado hasta ahora es el extracto de la decisión (porque tres meses después la sentencia no ha sido publicada), y la visita de Alejandro Banco, presidente del Comité Olímpico Español y responsable en materia de buena gobernanza y relaciones con los CON’s de Iberoamérica en el COI, con un propósito obviamente correctivo.

Aunque escogiendo las palabras con el cuidado que impone la diplomacia olímpica, Blanco se confiesa preocupado por la autonomía del COV y las federaciones venezolanas. “Sí hay preocupación, por eso estamos aquí, pero yo creo que después de las reuniones que hemos tenido de verdad pienso que se va a solucionar”, confiesa Blanco.

Esas reuniones se celebraron con el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, el más fuerte respaldo de Álvarez en el alto gobierno, las federaciones nacionales, la magistrada Jhannett Madriz de la Sala Electoral y el presidente del Instituto Nacional de Deportes, Pedro Infante. Con estos dos últimos debe haberse abordado sin duda la delicada situación del canotaje, tras la publicación de una sentencia de la Sala Electoral en la que se ordena al IND convocar a una asamblea para elegir a las nuevas autoridades de esa disciplina, un procedimiento totalmente irregular y reñido con los estatutos de la federación, con la Ley del Deporte y con la más elemental lógica jurídica del deporte olímpico, que establece que una asamblea de cualquier entidad federativa sólo puede ser convocada por sus integrantes naturales, que obviamente no es el caso del IND.

Sin embargo, el gobierno parece decidido a jugar rudo en este caso. Aunque no trascendieron los acuerdos a los que Blanco llegó con Infante, resulta llamativo que cuando el español todavía se encontraba en Venezuela, el IND ratificó la convocatoria a una asamblea de asociaciones para el 5 de noviembre, con el objetivo de reformar los estatutos del canotaje, una medida que podría conducir a la desafiliación internacional de ese deporte.

 

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Apuros en la Villa

Eduardo Álvarez no se da por enterado del extracto de la sentencia 689 de la Sala Constitucional y por lo tanto no cree que el mismo amenace la estabilidad ni la afiliación internacional del COV: “No es una sentencia firme, es sólo una publicación en un portal. Yo no estoy notificado, no tengo ninguna sentencia”.

Sin embargo, la aparición del extracto en un momento en el que se consideraba que el COV no tendría margen para maniobrar causó conmoción en la Villa Olímpica aquel 5 de agosto. El propio Álvarez reconoce las gestiones que se hicieron allá ese mismo día: “El COV se movió, hicimos una serie de solicitudes que fueron escuchadas por el Comité Olímpico Internacional. Hubo reuniones en Río con las autoridades, dos de ellas con el ministro de Deporte: una con el departamento legal (del COI) y otra con (el director general adjunto del COI para las relaciones con el Movimiento Olímpico) Pere Miró, y en ambas se acordó esta visita de Alejandro Blanco”.

Álvarez trata de dar un cariz rutinario a la presencia de Blanco: “El COI muestra un seguimiento por cada uno de los Comités Olímpicos afiliados, y en este momento obviamente la intención era venir a Venezuela a ver cuál es la situación, tras esa solicitud que se hizo en los Juegos Olímpicos”.

Sin embargo, en Río la publicación en el portal del TSJ estuvo cerca de causar, como mínimo, la cancelación del desfile de Venezuela en la inauguración, pero tal vez incluso de la participación misma, que terminó con saldo de tres medallas y 12 diplomas. En el ánimo de los dirigentes olímpicos pareció quedar claro que el ministro Maldonado había sido tan sorprendido como ellos mismos por la movida jurídica.

De la visita de Blanco se desprenden dos conclusiones: la necesidad de estructurar la Comisión de Justicia Deportiva prevista en la Ley del Deporte, que quedó en mora por falta de un reglamento que la viabilizara y que nunca fue redactado por el ejecutivo, y la necesidad de que haya presencia de veedores internacionales en los procesos de renovación de autoridades previstos para el próximo año en clubes, asociaciones y federaciones.

“Ya nadie duda de que asociarse en una federación internacional es un acto voluntario que implica cumplir los requisitos de esa federación”, dejó claro Blanco, disfrazando su advertencia bajo la forma de una disertación sobre buena gobernanza y relaciones con los gobiernos. “Cuando la política se mete dentro del deporte, tenemos problemas (…) Es necesario que haya veedores de las federaciones internacionales en estos nuevos procesos (en 2017 en Venezuela). Hay que ser firmes, porque cuando cede una federación, todas las demás ceden. La unidad de las federaciones venezolanas es importante para salvaguardar la independencia y la autonomía del deporte”.

Blanco también reconoció que con el presidente del IND abordó el otorgamiento de recursos, y agregó una conseja que suele formar parte de la prédica del COI: “Que el gobierno dé el dinero no significa que compre a una asociación o a una federación, del mismo modo que una donación a la iglesia no da derecho a escribir el sermón. Es a las federaciones a las que corresponde el manejo de esos recursos, del mismo modo que al gobierno le corresponde ejercer control sobre cómo se gastaron”, para rematar tratando de comprometer de alguna forma a Infante: “Pero la disposición de Pedro fue muy buena”.

 

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Alejandro Blanco, miembro del Comité Olímpico de Iberoamérica

Limardo puso contra la espada y la pared a atletas para presidir comisión olímpica
Habitualmente convincente en sus victorias, el campeón olímpico Rubén Limardo dejó dudas en su triunfo de este martes en la elección para presidir la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Venezolano, y la ex ministra Alejandra Benítez, quien se había postulado para ser su contendora en el proceso pero finalmente no pudo participar, no dejó pasar la oportunidad de mostrar las costuras

 

@eumaresaa

EL REPRESENTANTE DE LOS ATLETAS ante las federaciones internacionales o los Comités Olímpicos Nacionales, suele ser el mejor exponente de un deporte o el mejor atleta de su país. Nombres como los de Koji Murofushi, Yelena Isinbayeva, Mijaín López o Luis Scola se midieron en la última elección para la Comisión de Atletas del COI.

Nada de raro tiene que Rubén Limardo, indiscutiblemente el deportista olímpico más exitoso de Venezuela, haya resultado electo por unanimidad este martes como presidente de la Comisión de Atletas del COV, el hombre que llevará la voz de sus pares en el Comité Ejecutivo de la entidad.

Pero Alejandra Benítez, su colega esgrimista pero también contendora en muchos terrenos, no está tan convencida de la justicia de su triunfo, y denunció a través de un comunicado que la elección se hizo “sin el total de los postulados” y “en un acto cargado de presión”.

Benítez se había lanzado originalmente para llevar la representación de los atletas ante el COV, una responsabilidad para la que había sido electa en 2006, cumpliendo un mandato de la Carta Olímpica, pero que no ejercía efectivamente.

Sin embargo, su fórmula fue obviada cuando se hizo la convocatoria para el 29 de marzo, luego de dos aplazamientos. Tras una consulta al COI, la junta directiva del COV desistió de hacer las elecciones entre todos los atletas activos que hubieran asistido a alguna de las últimas tres ediciones de Juegos Olímpicos, como se había anunciado originalmente, y de acuerdo con el protocolo que recibió de Lausanne, elaboró una lista cerrada con un representante masculino y una femenina de cada deporte presente en Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012, en la que no figuraba Benítez. Entre esos 29 elegidos (el voleibol tenía tres postulados, por tratarse de un deporte de conjunto) debía definirse el vencedor, y el quórum se alcanzó con el mínimo de 15 atletas, que se inclinaron todos a favor de Limardo.

Sólo seis atletas entregaron su voto de forma presencial: Limardo, María Soto (softbol), Erwin Caraballo (lucha), Hersony Canelón (ciclismo), Leydis Brito (tiro con arco) y Daniel Flores (vela). Otros nueve lo hicieron mediante videos que mostraban su apoyo al espadista: Gabriel Maestre, Kharla Magliocco (boxeo), Erwin Maldonado (aguas abiertas), Andreína Pinto (natación), Stefany Hernández (BMX), Carlos Vásquez (taekwondo), María Gabriela Martínez (esgrima), Robert Páez (saltos ornamentales) y María José Pérez (voleibol).

Incluso María Soto, integrante de la fórmula de Benítez y quien llevó la voz cantante en las denuncias de la esgrimista, votó a favor de la elección de Limardo.

“No se cumplieron las expectativas en esta primera reunión, pues ellos presionaron para que hoy saliera el representante. Yo indagué mucho el protocolo del proceso porque no quedó claro, ni circuló ninguna información”, aseguró Soto, representante de los atletas ante la Federación Internacional de Softbol y la Confederación Mundial de Beisbol-Softbol, de acuerdo con un comunicado de la plancha de Benítez, Por Siempre Olímpicos.

Relaciones rotas

Muy lejos quedaron los días en los que Benítez marchaba en defensa de Eduardo Álvarez, y lograba su reenganche como viceministro, luego del fracaso de Venezuela en los CAC de Cartagena 2006. En los tiempos en que ella fue ministra y Álvarez presidente del COV, no hubo encuentro entre ambos, y la sablista incluso dejó ver su interés en presentarse para disputarle la presidencia del ente olímpico en los comicios de 2014.

Con Limardo tampoco hay buenas migas, luego de que el campeón olímpico y su familia denunciaran que Benítez, en su doble función de ministra-atleta durante los Combat Games de San Petersburgo, lo abandonó a su suerte en medio de la malaria que se le declaró en esa oportunidad, algo que ella siempre negó.

Poco después, el entrenador y tío de Limardo, Ruperto Gascón, denunció que ella lo había agredido durante el Panamericano de esgrima de 2014, molesta por lo que interpretó como una recomendación del técnico para que los árbitros decidieran en su contra en una revisión de video, durante un combate.

El protocolo enviado por el COI sirvió perfectamente a los efectos de Álvarez, pero Limardo trata de cuidar un poco más las formas diplomáticas: “Vamos a armar un equipo de trabajo, porque yo no podré estar incorporado en todas las reuniones del Comité Ejecutivo, pero la idea es que haya un grupo en el que, ¿por qué no?, podría estar Alejandra, que pueda alternarse las funciones de representación. La idea no es crear conflicto interno, sino que se trabaje de la forma más armónica posible”.

Fue precisamente una visita de Limardo y el también espadista Silvio Fernández al COI en Lausanne, y luego una comunicación de Alejandra Benítez pidiendo información sobre el proceso de elección, los elementos que alertaron al ente mundial a aclarar el protocolo a su afiliado venezolano.

Benítez había abogado por una elección en el marco de unos Juegos, los Panamericanos en 2015 o los Olímpicos de Río, para garantizar la mayor participación posible, pero Limardo dejó claro que si se adoptara esa fórmula, él no participaría, “porque yo tengo que estar concentrado en mi competencia, no preocupado por nada más”.

El campeón olímpico no siente que su elección valga menor porque esté respaldada por sólo 15 de los más de 60 olímpicos activos de los últimas tres justas: “Lo importante es sumar apoyos ahora, tratar de replicar las cosas buenas que hemos hecho con la fundación (que lleva su nombre) y trabajar en conjunto con la Comisión de Atletas del IND”.

Si contará o no con Benítez para esos proyectos, eso está por verse…

Cinco preguntas que nos dejan los Panamericanos

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El telón de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 bajó este domingo con Venezuela lejos de sus propias expectativas y muy por debajo de sus tendencias recientes. Tres doradas menos que en Guadalajara 2011, 20 medallas por detrás de la cosecha global en las últimas dos justas del continente y un octavo lugar conquistado sobre el final, marcan un descenso innegable en el alto rendimiento nacional y dejan abiertas dudas sobre su conducción.

 

1. ¿Se puede hablar de fracaso en los Panamericanos?

La evaluación final del resultado necesariamente debe estar ligada al desenlace esperado. Bajo ese parámetro, es ineludible hablar de un fracaso, porque no se cumplieron las proyecciones oficiales. Sin embargo, son esas mismas previsiones las que deben ponerse bajo la lupa, y revisarse los criterios y los instrumentos de seguimiento del rival con los que se formularon.
El Ministerio de Juventud y Deporte manejaba una proyección de 11 medallas de oro, y el titular de la cartera, Pedro Infante, esperaba que Venezuela peleara el séptimo lugar del medallero con Argentina. Ni se alcanzó la primera cota ni los nuestros pusieron jamás en peligro la ubicación de los albicelestes, que nos duplicaron en la cuenta de doradas. De hecho, hasta el triunfo del equipo de espada masculina, Venezuela iba novena detrás de Guatemala, un país con una política deportiva casi inexistente y recursos mucho menores que los nuestros.
El Comité Olímpico Venezolano fue aún más osado en sus pronósticos, pues su presidente Eduardo Álvarez habló de una cosecha de 18 a 20 áureas y de repartirse las casillas de la sexta a la octava con Colombia y Argentina. Tanto Mindeporte como el COV se basaban en el hecho de que Venezuela había superado a los albicelestes en los Suramericanos de Santiago, con lo que se consideraba que ya Argentina estaba dominada, sin atender al hecho de que a la cita regida por la Odesur, las grandes potencias del área (incluyendo también a Brasil) no suelen asistir con sus selecciones principales, de modo que un resultado en esa justa no puede considerarse un parámetro válido. El pronóstico del boxeo (al que se auguraban cuatro doradas de acuerdo con las cuentas del COV) se hizo con base en la actuación en la Serie Mundial, un evento totalmente diferente a los Panamericanos, en el que Venezuela tuvo un éxito relativo. La proyección de un oro para el softbol, que venía de ser campeón en el Panamericano de Paraná, debió ser revisada a la luz del resultado del Mundial de Saskatoon, donde Canadá sorprendió a los favoritos.
Más que endilgar el fracaso al resultado final, hay que decir que la falla estuvo en hacer proyecciones irreales y mal sustentadas.

2. ¿Existe una Generación de Oro?  

Sí. Estuvo encabezada por atletas como Daniela Larreal, Milagros Sequera, Albert Subirats, Andreína Pinto, Ricardo Monasterio, Mariana González, Jessica López, Rubén Limardo, la selección de voleibol masculina que ganó el oro de los Panamericanos de Santo Domingo y asistió a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, y, entre otros, la selección femenina de softbol, figuras de renombre mundial que marcaron una época y en algunos casos rindieron para tres y hasta cuatro ciclos olímpicos. Sin embargo, buena parte de esa camada de talentos excepcionales está ya de salida, viviendo las etapas finales de sus carreras o ya retirados, como es el caso de Larreal, Sequera, Monasterio y González, sin que se hubiera formado a un relevo para sustituirlos. Colombia, por ejemplo, ha dominado el levantamiento de pesas de los últimos cuatro ciclos olímpicos con dos y hasta tres generaciones diferentes de atletas. La política deportiva de Venezuela, que basa el otorgamiento de recursos en resultados más que en proyectos, ha obligado a una excesiva dependencia de las federaciones en sus figuras de excepción, descuidando la formación de la generación llamada a tomar el testigo. Un ejemplo es el florete, que estuvo en los podios de los últimos cuatro Juegos Panamericanos, con tres oros entre Santo Domingo 2003 y Río 2007, y tras el retiro de sus dos principales figuras, Mariana González y Carlos Rodríguez, ha quedado a la deriva, sin proyecto para su recuperación, tanto que en Toronto 2015 se marchó en blanco por primera vez en los últimos 20 años. Incluso podría hablarse de una generación perdida entre la llamada “Generación de Oro” y el relevo que se promueve a partir de los Bolivarianos de Trujillo 2013, por iniciativa de la ex ministra Alejandra Benítez.

 

3. ¿Podemos hablar de una Venezuela Potencia Deportiva?

No. Si bien es cierto que en los últimos 16 años se ha hecho una enorme inversión de recursos que redundó en varios de los logros más importantes de todos los tiempos (incluyendo 13 millones de dólares en la puesta a punto para Toronto 2015), una potencia deportiva, más allá de la disponibilidad de recursos, se mide por el uso de los mismos en términos de actualización y capacitación, y fundamentalmente hoy en día en uso de ciencias aplicadas y tecnologías de punta. Las autoridades deportivas de Venezuela no fueron capaces de hacer un análisis del rival válido para formular proyecciones viables, ni lograron hacer un seguimiento y control de la preparación que permitiera predecir en qué forma deportiva llegaría buena parte de la delegación, lo que redundó en errores como augurar objetivos que deportes como natación o ciclismo de pista no fueron capaces de cumplir. Tampoco han sido capaces de frenar la estampida de entrenadores que se ha dado en el último año, como Víctor Fookes, capitán del equipo bicampeón mundial juvenil de golf, que hoy trabaja en Chile, o Jonathan Suárez, ex corredor de BMX quien hoy dirige a la selección de Ecuador, que obtuvo en Toronto las tres primeras preseas de su historia en Juegos Panamericanos gracias a la guía del “Mosquito”. También en Ecuador han recalado Ludwig Ortiz (judo), Fernando Ramos (voleibol de playa) y Rubén Herrada (atletismo), mientras que el olímpico José Ocanto (pesas) está en México, Alfredo Borges es el director de saltos ornamentales en Colombia y el estadístico Yeivic Jiménez, considerado uno de los mejores del mundo, apoyó con su labor el bronce de República Dominicana en el voleibol femenino de Toronto 2015.
Ochenta y un récords se impusieron en los Panamericanos: 16 en levantamiento de pesas, 37 en natación, 16 en tiro deportivo y 12 en atletismo, lo que marca una elevación del nivel competitivo al que Venezuela no logró responder.

4. ¿Qué se puede rescatar de Toronto?

El levantamiento de pesas y la esgrima fueron los grandes triunfadores por Venezuela en estos Panamericanos, aunque con realidades completamente diferentes. La federación de halterofilia, sin manejar ni un centavo de presupuesto, debido a que no ha sido reconocida por el ministerio, como consecuencia de un recurso contra sus elecciones ante el TSJ, ha sido capaz de conducir un proceso técnico que redundó en la mejor cosecha de cualquier deporte criollo en Toronto: dos oros, cuatro platas y un bronce. El caso de la esgrima es todo lo contrario. Su éxito obedece a dos iniciativas particulares, no a un plan federativo: Alejandra Benítez redistribuye su patrocinio y los recursos de la fundación que lleva su nombre para impulsar al equipo de sable, y el proyecto de la espada bolivarense, que formó a cuatro de los seis medallistas por equipos, sigue dando resultados bajo la guía de un mismo entrenador y visionario, Ruperto Gascón, tío de Rubén Limardo. El boxeo volvió a lo más alto del podio luego de 12 años de ausencia, gracias a Gabriel Maestre, uno de los atletas de mejor perspectiva en Venezuela, y el ciclismo de ruta aprovechó los últimos arrestos de un veterano de 38 años, Miguel Ubeto, para reeditar un oro que no se conseguía desde que Robinson Merchán lo alcanzó en La Habana ’91. Stefany Hernández no pudo lograr el título proyectado en el BMX, pues se vio involucrada en una caída en la que también rodó la monarca olímpica Mariana Pajón de Colombia, pero el sábado demostró que cualquier expectativa en torno a su rendimiento estaba justificada, cuando se coronó en el Mundial de Zolder. La lucha se atrevió a una renovación casi total de su selección, en la que sólo permanecieron un par de veteranos, y el resultado fue una cosecha de un oro, dos platas y cinco bronces, con victorias incluso sobre los poderosos cubanos. En el atletismo, el relevo 4×100 femenino logró una inédita clasificación a la final, que puede ser el preámbulo a un cupo olímpico, si la cuarteta llega a fijar un récord nacional que le permita promediar dos marcas por debajo de los 44 segundos.

5. ¿Qué nos espera en Río 2016?

El COV había pronosticado que se lograrían entre 16 y 20 clasificaciones olímpicas en los Panamericanos. Sin embargo, sólo tres atletas apartaron en Toronto su cupo a Río 2016: el nadador Cristian Quintero, el tirador Julio Iemma y la atleta Yulimar Rojas. Andreína Pinto, que ya tenía marca mínima en 800 m, la logró también en 400 m libre. Venezuela sólo puede exhibir un gran proyecto orientado al éxito olímpico, el de Rubén Limardo en la espada, que se ha procurado el apoyo de todo un equipo multidisciplinario en Polonia para estar a la par de los adelantos científicos y tecnológicos del deporte mundial, y a pesar de las lesiones y enfermedades ha logrado mantenerse en la élite de su deporte. El ministro Pedro Infante ha reconocido un “estancamiento” en el desarrollo del deporte venezolano, y promete una revisión de los esquemas de alto rendimiento, que implica mejorar la remuneración de los entrenadores y definir deportes prioritarios, una política que ha sido el origen de los grandes éxitos recientes de Colombia, que en estos Juegos logró rebasar en el medallero a México y colocarse quinta. Difícilmente se puedan anticipar resultados de este cambio de políticas en apenas un año, pero si realmente se verifica, puede marcar un buen rumbo para el próximo ciclo olímpico.