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Agresión

Atropellos contra la Vinotinto en Perú: negaron combustible para retorno del avión y policía agredió a jugadores
Se espera que en las próximas horas la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) emitan un comunicado sobre lo sucedido en el partido de este martes
Políticos venezolanos utilizaron sus cuentas en la red social X para rechazar las acciones de la policía peruana y pedir a la FIFA sanciones. 

 

La noche de este 21 de noviembre, jugadores de la selección Vinotinto fueron agredidos por la policía peruana cuando saludaban a la fanaticada venezolana que asistió al partido de la eliminatoria sudamericana y que terminó con empate 1-1- 

Además, se conoció que también que hubo trabas para que el avión que traería a la selección Vinotinto de vuelta al país recargara combustible, según denunció el canciller de Venezuela Yván Gil a través de su cuenta en X, antes Twitter.

«El Gobierno de Perú aplica un secuestro, vengativo a nuestro equipo, que ha realizado un extraordinario juego el día de ayer. Exigimos el cese inmediato de las agresiones en contra de nuestra selección y del pueblo venezolano, asumiendo sus obligaciones en el marco del respeto al Derecho Internacional y desechando las prácticas de xenofobia», expresó Gil. 

Agresión a la selección 

Cuando terminó el partido, que quedó empatado 1 – 1, los jugadores venezolanos se acercaron a los fanáticos para regalarles las camisetas. El primero fue Salomón Rondón, luego Yeferson Soteldo y finalmente Nahuel Ferraresi. Cuando intentaban entregar las prendas, funcionarios peruanos alzaron escudos y lo evitaron. En la situación fue agredido Ferraresi.

«Cuando terminó el partido fuimos a agradecer a la gente de Venezuela, Salo fue a dar su camisa y yo fui tras de él. Hubo un señor que nos detuvo bien, pero después otros se enojaron y no sé que pasó, sacaron sus palos y me pegaron dos veces, me rompieron un poco. Son cosas que no deben suceder. Es triste», dijo el jugador Nahuel Ferraresi, al mostrar dos dedos vendados tras la agresión. 

«A un partido de fútbol se viene a disfrutar y a pasarla bien. Y a la gente también la policía les comenzó a pegar. Es triste», sumó Ferraresi. 

Atropellos contra venezolanos previos al partido

La Vinotinto llegó a la ciudad de Lima en Perú esperanzada luego de su empate con Ecuador en Maturín el pasado jueves 16 de noviembre, pero la rivalidad entre ambas escuadras cruzó la línea de lo deportivo y dio paso a comentarios xenófobos y misóginos de parte de comentaristas e incluso autoridades peruanas.

En el programa radial A presión, los comentaristas se refirieron de un modo despectivo a las mujeres venezolanas en Perú, a quienes se refirieron como trabajadoras sexuales. 

Otra muestra de intolerancia se reflejó en en el titular de un periódico peruano en el que se leía “Vienen con hambre”, una alusión a la crisis humanitaria compleja que padece Venezuela y que ha provocado el éxodo de más de 7 millones de personas en la última década

Aunado a esto, la propia oficina de Migración Perú informó este martes sobre un operativo de identidad de personas extranjeras en el estadio que albergará el partido entre ambos combinados.

Políticos venezolanos rechazan acciones y piden a la FIFA sanciones

Políticos venezolanos utilizaron sus cuentas en la red social X para rechazar las acciones de las autoridades peruanas y pedir a la FIFA sanciones. 

«Que vergüenza dan esas ‘autoridades’. Pena ajena su comportamiento y ya es recurrente por algunos en Perú. La xenofobia, parece decir, es una enfermedad de sujetos miedosos y con complejo de inferioridad que tiemblan ante la perspectiva de verse obligados a reflejarse en el espejo de una cultura ajena», expresó Henrique Capriles Radonski. 

Por su parte, Juan Guaidó dijo que «las expresiones en Perú a venezolanas, a migrantes, llegaron incluso a la cancha, a agredir futbolistas».

«La xenofobia se debe combatir a todo nivel, Perú no puede permitir de ninguna manera estas expresiones de intolerancia y la FIFA debe tomar medidas», agregó el político. 

“Ahora sabrás quién soy por las malas”: SNTP rechaza amenazas de gobernador de Trujillo a periodista
El sindicato rechazó y denunció las acciones, pues considera que atentan contra la libertad de expresión, el derecho a la información, y además son una amenaza a la integridad del periodista

 

El pasado 6 de noviembre, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) denunció que el gobernador del estado Trujillo, Gerardo Márquez, amenazó a un periodista en pleno programa de radio. 

«Nojoda, chico, no te acepto más mentiras (…) A partir de ahora tienes la guerra declarada y anda a donde te dé la gana, pero a partir de ahora sabrás quien soy yo por las malas», fue parte del audio que se filtró del gobernador en donde amenaza al comunicador social y director de Palpitar Trujillo, Andrés Briceño. 

Briceño confirmó al SNTP que recibió una llamada del gobernador cerca de las 6:30 pm en la que le reclamó por una nota periodística sobre el colapso de una estructura decorativa en la avenida Bolívar, de la ciudad de Valera.

No es la primera agresión del gobernador

Según señala el SNTP a través de su cuenta en X, antes Twitter, en enero pasado Y en su programa radial de los viernes, el gobernador hostigó al periodista y al medio.

Un poco antes y en otro hecho, el 23 de enero, la sede de Palpitar Trujillo fue atacada con piedras y bombas molotov y aún las autoridades no han atribuido responsabilidades.

El sindicato rechazó y denunció las acciones, pues considera que atentan contra la libertad de expresión, el derecho a la información, y además son una amenaza a la integridad del periodista.

Exilio forzoso: el nuevo método de agresión contra periodistas
Venezuela está en el puesto más bajo del ranking del Índice Chapultepec, junto con Nicaragua y Cuba

La Asociación Civil Medianálisis realizó un conversatorio el miércoles, 3 de noviembre, donde señalaron que el desplazamiento forzoso al exilio de periodistas se convirtió en una de las nuevas agresiones  que se observan en los países latinoamericanos donde se violenta la libertad de prensa.

Así lo señaló Argelia Perozo, periodista e investigadora de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), durante su intervención en el conversatorio “Índice Chapultepec de la SIP: una mirada con especialistas”.

Perozo, quien también es miembro del equipo coordinador del Índice de Chapultepec en Venezuela, destacó que el estudio involucra a 154 personas de toda Latinoamérica, incluyendo a 22 corresponsales de los países que complementan la investigación con datos importantes.

Además, señaló que en este 2021 se enfocaron en el tema de la violencia contra periodistas, subrayando que el índice es un barómetro del estado de las acciones institucionales en materia de libertad de prensa y expresión; y además, que los elementos fundamentales repercuten en la influencia de los entornos legislativo, judicial y ejecutivo, en acciones desfavorables para la libertad de expresión.

La medición del instrumento impulsado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se hace con base en cuatro dimensiones: ciudadanía informada y libre de expresarse, ejercicio del periodismo, violencia e impunidad y control de medios.

Vale acotar que la SIP también ha reflejado esta crisis en torno a la libertad de prensa a través del Índice Chapultepec, situando a Venezuela en el puesto más bajo del ranking, junto con Nicaragua y Cuba.

“Nos llama la atención de este índice, que se registra de manera objetiva la cantidad de agresiones a la prensa en los países, además también se puede encontrar otro tipo de nuevas agresiones, como el caso del desplazamiento forzoso al exilio”, precisó la investigadora.

 

En cuando a Panamá y Nicaragua, se encontró que el primer país está en el rango con pocas restricciones para la libertad de expresión y prensa, mientras que el segundo, desde el 2007, cuando Daniel Ortega retornó al poder, los medios de comunicación social han vivido situaciones críticas, incrementando la violación a la libertad de expresión, la libertad de información y el acceso a la información pública.

La periodista Lourdes Arróliga, manifestó: «No resulta sorprendente que Nicaragua, Cuba y Venezuela ocupan los últimos tres lugares del barómetro por segundo año consecutivo como los países que tienen menor libertad de prensa”.

Nota de Prensa – Luinerma Márquez

Cepaz: Distrito Capital registró la mayor cantidad de femicidios en julio
En el mes de julio hubo una acción femicida en Venezuela cada 24 horas. 
También hubo 10 muertes violentas de venezolanas en el exterior y un femicidio en grado de frustración en Chile

 

Desde el 1 hasta el 30 de julio de 2021, se registraron en Venezuela 26 femicidios consumados y siete frustrados, siendo el Distrito Capital la entidad donde ocurrieron más crímenes de este tipo.

Según datos aportados por el Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) el 26,9% de los femicidios ocurrió en Caracas; 11,5% en Zulia y otro 11,5% en Aragua.

En su informe, Cepaz registró que 11,5% de la víctimas eran menores de 12 años. Otro 11,5% tenía entre 16 y 18 años. Mientras que las edades de otro 23% estaban comprendidas entre 22 a 33 años. 

Sobre el lugar de ocurrencia de los feminicidios, el Observatorio señaló que 26,9% ocurrió en plena calle, 23,1% en un lugar desolado o apartado, 23,1% en la casa de ambos (víctima y agresor). Y 15,4% en la casa de la mujer.

En los casos de femicidios consumados, el 38,5% tuvo como signos de violencia múltiples disparos. Un 15,4% golpiza; y el 7,7% múltiples heridas de armas blancas.

«De los ocho casos de femicidios donde se presume que el agresor está vinculado a grupos o bandas dedicadas a actividades ilícitas, cuatro se registraron en el Distrito Capital», se lee en el informe.

Respecto a la aparente motivación de los hechos, en el 30,8% de los casos el femicidio estuvo aparentemente vinculado a la venganza de organizaciones criminales. Mientras que el 19,2% de los casos estuvo relacionado con escenas de celos o alegatos de infidelidad íntima. Otro 15,4% a desprecio a una condición o vulnerabilidad.

Cepaz destaca en su informe del mes de julio que en el 80% de los casos de femicidios registrados, el agresor está en fuga, mientras que el 15,4% fue aprendido con posterioridad al hecho y el 3,8% murió en el contexto de los hechos.

Femicidios de venezolanas en el exterior

El Observatorio Digital de Femicidios registró también que en el mes de julio ocurrieron 10 muertes de venezolanas en el exterior y un femicidio en grado de frustración en Chile. Es decir, cada 56 horas hubo una acción femicida contra una mujer venezolana.

Cepaz destaca que Colombia fue el país donde ocurrieron el 50% de los femicidios a mujeres venezolanas.

Sobre los signos de violencia sobre el cuerpo, en el 10% de los casos se hace referencia a mutilaciones. Otro 10% signos de atadura y otro 10% cadáver arrojado en la vía pública. En el 40% de los casos de femicidios de venezolanas en el exterior se utilizó arma de fuego corta, mientras que en el 20% el arma empleada fue blanca o punzo penetrante.  

El Centro de Justicia y Paz asegura que en Venezuela no es posible tener acceso a una estadística precisa sobre la cantidad de víctimas de violencia basada en género. Tampoco sobre las particulares características que presentan tanto víctimas como victimarios. Este aspecto demuestra que cada vez es más escabrosa la vía para el acceso a la justicia para las mujeres.

«Mientras tengamos un sistema judicial que no responde con calidad, y en un tiempo adecuado, las mujeres seguirán siendo víctimas. Primero de su agresor y segundo del Estado, a través de su sistema de justicia», concluyó.

*Vea el informe completo AQUÍ

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) junto a organizaciones de defensa de los Derechos Humanos presentaron este 13 de febrero una denuncia formal ante el Ministerio Público (MP) para que se investigue a las personas que agredieron a la prensa el pasado 11 de febrero en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, en el estado La Guaira, mientras esperaban la llegada del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.

«Lo que vivimos fue una escalada en la violencia que pudo haber terminado peor», dijo Marco Ruiz, secretario del sindicato sobre las mordidas, patadas, empujones y palazos que recibieron los periodistas que cubrían el arribo de Guaidó al país.

El director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa, recalcó que 2019 fue uno de los años más violentos para la prensa y que la escalada de violencia contra la prensa ha empeorado con la anuencia de las autoridades

Nurelyin Contreras, reportera de Punto de Corte, fue una de las agredidas en Maiquetía. Aseguró que ese día los medios intentaron evitar la confrontación. «No fue un show, no fue un montaje. Esas personas nos agredieron y estaban dispuestos a lo peor», contó Contreras.

 

Los grupos del chavismo arremetieron contra los parlamentarios con botellas, palos y disparos 
Diosdado Cabello aseguró que los diputados tienen que pedir permiso para poder entrar a la Asamblea Nacional 

@saracosco

Como una alfombra roja los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) fueron permitiendo el paso de los diputados y periodistas en la avenida Universidad, en el centro de Caracas, para una emboscada donde aparecieron colectivos – grupos armados del chavismo- que atacaron a los parlamentarios. 

Esta es la tercera vez – desde el 5 de enero cuando Luis Parra se autoproclamó como presidente de la AN – que los diputados opositores intentan sesionar dentro del Palacio Federal Legislativo. 

A las 10:20 de la mañana sin mediar palabra, el grupo chavista salió corriendo hacia la esquina El Chorro – hasta donde pudieron llegar los diputados- para lanzar botellas, palos y disparos.

La situación se convirtió en una película de terror-acción donde todos buscaron la mejor forma de escapar de la avenida. Los ciudadanos que caminaban por allí trataron de huir y los comerciantes rápidamente bajaron las santamarías de sus negocios. 

Nadie contó con el apoyo o protección de los funcionarios policiales. Después de dejar entrar a los parlamentarios y periodistas en la “boca del lobo” se convirtieron en unos espectadores del ataque. 

Los diputados y los periodistas tuvieron que desviarse por una de las calles aledañas a la avenida Universidad, simplemente para encontrarse con más colectivos, que siguieron corriendo por la plaza Diego Ibarra, mientras que los policías solo veían y cerraban el paso en la esquina Pajaritos hacia la Asamblea Nacional.  

En segundos el objetivo cambió y ya no era llegar al Palacio Federal Legislativo, sino escapar lo más pronto posible de la zona que estaba tomada por estos grupos armados, en distintos puntos de la zona, en compañía de la PNB. 

Después de salir del área donde un colectivo aseguró que ellos quieren paz, los periodistas y diputados acudieron a la sede del partido Acción Democrática, donde se evidenció el destrozo a los vidrios y retrovisores de los carros que trasladaron a los diputados. 

Además en el ataque un colectivo agredió a la reportera de El Pitazo, Gabriela González. 

González relató que todo sucedió frente a los policías que no hicieron nada por ayudarla y más bien le dijeron que tenía que correr más rápido. 

Al mediodía en El Hatillo – donde se terminó haciendo la sesión ordinaria – el presidente encargado y del Parlamento, Juan Guaidó aseguró que seguirán insistiendo para poder sesionar en la sede del Legislativo, mientras que Diosdado Cabello expresó que los parlamentarios tienen que pedir permiso para poder entrar. 

Por lo que la escena de terror se puede repetir con la protección que le brinda la PNB a los colectivos y convertirse nuevamente en los espectadores. 

¿Por qué tanta maldad? Por Carolina Jaimes Branger

LUEGO DE HABER VISTO el video de las tanquetas arrollando a los manifestantes, por enésima vez me pregunté cuál es la causa de que un ser humano pueda ser tan malvado con otro. Encontré en la web un interesante escrito del Dr. Leon F. Seltzer, psicólogo, donde explica que, con muy pocas excepciones, las personas agresivas con las que ha trabajado a lo largo de su carrera han sufrido importantes déficits de autoestima. Incluso los que han tenido éxito en sus carreras, pero no en sus relaciones, y es allí donde abundan los desencadenantes de la ira. Sin embargo -e independientemente de sus logros profesionales- casi todos han sido afectados por un programa «no soy lo suficientemente bueno» (y algunos con un guion adicional de «soy un fraude» también).

El Dr. Steven Stosny, quien ha estudiado las emociones y es fundador de “Compassion Power” y autor de varios libros sobre cómo mejorar las relaciones humanas, asegura que “la ira sintomática encubre nuestros «dolores originarios». Estas emociones angustiantes clave incluyen sentirse ignorado, sin importancia, acusado, culpable, no confiable, desvalorizado, rechazado, impotente, desagradable, o incluso inadecuado para el contacto humano”.

Otros autores que leí coinciden en que el perfil de los agresivos, de esos incapaces de sentir culpa, arrepentimiento y mucho menos compasión por los demás, es el de personas con bajísima autoestima, grandes complejos, que de niños fueron abusados y humillados y usan la agresión como forma de solapar sus carencias y necesidades.

Muchos de quienes practican la tortura tienen varias de esas desviaciones psicológicas y, a menudo, obtienen satisfacción sádica. Como carecen de empatía, las reacciones dolorosas y agonizantes de sus víctimas, gritos y súplicas les dan un sentido de autoridad y sentimientos de superioridad. Pero hoy se sabe que la tortura puede dañar no solo a la víctima sino también a los perpetradores. Después del hecho, los perpetradores a menudo experimentarán problemas de salud mental y hasta tendencias suicidas.

Esta revolución ha escogido muy bien a sus esbirros. Y los ha entrenado. Si alguien sabe de represión, ésos son los cubanos. Pero ya los venezolanos de bien escogimos el camino de la libertad y no hay fiera –por muy salvaje que sea- que nos detenga. Falta poco.

 

@cjaimesb

A un año de la golpiza contra periodista la denuncia contra sus agresores está paralizada

Hace un año fue atacada por un comando de la GNB, hoy ninguno ha sido acusado de nada

El 31 de marzo se cumplió un año de la agresión que sufrió la periodista Elyangélica González por parte de un grupo de militares cuando cubría una protesta estudiantil en las inmediaciones del Tribunal Supremo de Justicia. La paliza quedó registrada en video y se hizo viral, sirvió para exponer las condiciones en las que se está ejerciendo el periodismo en Venezuela, sin embargo la denuncia formulada contra sus agresores “duerme el sueño de los justos, está paralizada”, inclusive quienes la golpearon fueron premiados por el gobierno.

Elyangélica González, para el momento de la agresión era corresponsal en Venezuela de las cadenas Univisión y Caracol, recordó a través de su cuenta en Twitter (@ElyangelicaNews) el primer aniversario del hecho que marcó su vida y la de su familia. “Hace 1 año y a mi me parece que fue ayer. Me duele más mi país, me indigna más la censura y me compromete más ser venezolana. Lo dije en aquel momento: para callarme tendrán que cortarme las cuerdas vocales y aún así, tendré el papel para escribir #VamosPorMas”

En una extensa entrevista publicada por Univisión Noticias, en la que labora como reportera, luego de que emigrara a los Estados Unidos, debido al riesgo que representaba continuar en el país luego de las agresiones sufridas y las amenazas recibidas, recuerda que esa golpiza cambió su vida y la de su familia.

«¡Quítale el teléfono, rómpelo y cállale la boca!», fue la instrucción que recibió una agente de la Guardia Nacional Bolivariana para impedir Elyangélica González terminara un reporte telefónico para Caracol Radio el 31 de marzo de 2017. Después vendrían las patadas, los golpes, la arrancada de cabellos, los gritos, amenazas y su cuerpo arrastrado mientras ella se resistía.

Un año después evalúa que perdió mucho: su país, su casa, su tranquilidad. Su familia se vio afectada, su esposo perdió su carrera como juez penal en represalia del gobierno por el escándalo de la agresión. Sus hijos perdieron sus raíces y amigos.

Lo que no ha perdido Elyangélica González es su oficio que, desde Miami, ejerce a diario. Y tiene como objetivo darle más voz a lo que ocurre en Venezuela.

¿Alguna esperanza de justicia en tu caso?

El abogado que me ayudó a hacer la denuncia ante la fiscalía, es hoy en día un perseguido judicial del gobierno de Nicolás Maduro, lo último que supe del fiscal es que se fue del país ante cuando Tarek Williams Saab fue designado Fiscal General de la República por la Asamblea Nacional Constituyente.

Hubo organizaciones, embajadas y voceros de instituciones importantes que se pronunciaron después de tu agresión…

Si, las primeras en pronunciarse fueron la Cancillería de Colombia, la Sociedad Interamericana de Prensa, La OEA, y organizaciones de periodistas regionales. En Venezuela, la Asamblea Nacional, el Instituto Prensa y Sociedad, ONG’s. Por supuesto Univision, Caracol Radio y recibí (y aún recibo) la solidaridad de cientos de miles de personas a través de mis redes.

Desde ese 31 de marzo, entendí perfectamente que no se trata de mí, se trata de una agresión a la libertad de expresión, a todos y cada uno de mis colegas que diario salen a buscar la noticia, venciendo la censura oficial y sus propios miedos.

Siento que mi voz ahora es mucho más fuerte

¿Puedes volver a Venezuela y ejercer periodismo?

Aunque legalmente es posible, humanamente es un riesgo muy grande. Desde el momento en que puse la denuncia, comencé a recibir amenazas telefónicas, primero desde un «número oculto», y luego desde un número aparentemente estadounidense. Me decían que me iban a «joder», que iban a secuestrar a mi esposo y a mis hijos, que iban a enviarme a mis hijos «picados, en cajas».

Un terrorismo que me generó ataques de pánico. Comencé a somatizar la situación con una especie de tic nervioso en el ojo, me mareaba, lloraba todo el tiempo, con motivos o no. Fue terrible cubrir las protestas los primeros dos meses, sentía que me perseguían, que me harían daño. Nunca compartí con mi esposo ni mi familia detalles de estas amenazas ni lo que me pasaba. No quería asustar a nadie. Recuerdo que le pedí orientación a una persona de contrainteligencia para saber la procedencia de estas llamadas y nunca obtuve respuesta.

Pero un día pasó algo más grave con esas amenazas. ¿Quieres contarlo?

Un día, recibo una llamada de la recepción del colegio de mis hijas, entonces de 9 y 3 años. Me dicen que dos hombres las estaban buscando por autorización mía, les dije inmediatamente que no y salí corriendo al colegio. Al entrar recibí una llamada internacional y me dicen: ‘Esta vez estuvimos cerca, la próxima nos las llevamos’. Ese día supe que no tenía nada más que hacer en el país.

Dices que esto cambió tu vida y la de tu familia. ¿En qué sentido?

Definitivamente me cambió la vida. Un nuevo comienzo, un nuevo país, otro idioma. Regresar a cosas que a mis casi 40 años creía superadas, como el pago de una renta, teniendo casa propia en Venezuela, o de un vehículo, cuando mi esposo y yo estábamos estables en Caracas. Para todos ha sido un cambio drástico, radical.

¿Esto al mismo tiempo sirvió para darle voz al tema de Venezuela desde otra perspectiva? ¿Se puede decir que eso es algo positivo?

Frente a lo negativo que pueda significar que te arranquen de raíz de tu país, puedo decirte que todo ha sido ganancia. Siento que mi voz ahora es mucho más fuerte y al mismo tiempo, la voz de millones que no tienen voz propia, porque viven oprimidos, con miedo y a veces incluso en la ignorancia premeditada de quienes cierran todas las posibilidades de que la gente se informe en Venezuela. Agradezco mucho esta oportunidad de seguir ejerciendo y de darle fuerza a los temas de Venezuela y Estados Unidos.

¿Cómo ves el tema de la censura en Venezuela a un año de eso?

Creo que ha empeorado. La censura es política de Estado. Se ha hecho una acción estructurada, diseñada para que no se filtre en los medios oficiales nada que pueda dañar al gobierno y para que todo lo que sale por medios independientes sea señalado, descalificado so pena de sanciones duras contra quienes se atrevan a estar por encima de eso.

A Dios gracias son muchos los colegas que no se rinden y burlan a diario la censura férrea, a través de los medios digitales, los distintos medios internacionales que tienen a sus corresponsales y aquellos que se reinventaron para sacar al exterior todo lo que pasa internamente. La sociedad es nuestra principal cómplice. Es mucho lo que nos llega por otras vías, de buenas fuentes que están dentro de las propias instituciones, pero que no están de acuerdo con callar. Eso me da mucha esperanza sobre quiénes serán al final los vencedores contra la censura.

¿Qué te preguntan los periodistas de otros países?

Están interesados en saber si ha prosperado mi denuncia, si al menos se han hecho investigaciones. Se impresionan de cómo después de denuncias como la mía contra funcionarios policiales o militares, en lugar de sanciones hay premios para los victimarios.

El coronel de la Guardia Nacional Bolivariana Bladimir Lugo fue quien dio la orden para que agredieran a Elyangélica González. Tres meses después manoteó y sacó de un espacio de la Asamblea Nacional al presidente del Parlamento, Julio Borges. Luego de ambas acciones fue condecorado por el presidente Maduro.

¿Crees que los medios en inglés dan suficiente cobertura a Venezuela?

Creo que los medios internacionales hacen una cobertura coyuntural de lo que pasa en Venezuela, pero no hacen un seguimiento de la profunda crisis. A pesar de que algunos tienen corresponsales allá no está en el radar de los medios en inglés, por lo general. Eso es muy triste, pero cuando hacen alguna historia sobre lo que pasa en Venezuela es muy importante.

Es la primera vez que cuentas tu historia desde que llegaste a Estados Unidos…

Sí… Yo quisiera decir dos cosas: mi madre es ciudadana americana, tiene 25 años en este país y toda mi familia está fuera de Venezuela, pero para mí, irme de mi país jamás fue una opción. También quiero decir que hasta hoy no sé quién grabó el video en el TSJ, pero le agradezco mucho. Fue la forma de hacer visible un problema de todos los días en mi país. Lamentablemente a mi me tocó protagonizar.