Obsesionados por comer sano y ser musculosos por Blanca García Bocaranda - Runrun
Obsesionados por comer sano y ser musculosos por Blanca García Bocaranda

El boom por la alimentación sana en países occidentales (ortorexia) y la obstinación enfermiza por cuerpos musculados a cualquier precio (vigorexia) son algunos de los aspectos del evento “CUERPOS Y MENTES QUE SUFREN”, a celebrarse el sábado 30 de junio, para todo público, en el CENTRO MÉDICO DOCENTE LA TRINIDAD. 

Mundo de contrastes, la miseria plantea el problema del hambre y la riqueza el problema de comida. En  la alimentación hay trastornos que no necesariamente son anorexia y bulimia, los cuales han sido más expuestos en la vía de ayudar a los pacientes, siendo tan importantes como éstos y tienen cierto coqueteo con los mencionados. El flirteo esencial de ellos es la imagen corporal difícil o imposible de obtener, ante la inconformidad con el cuerpo que tienen por la tergiversación de la percepción mental que tienen de sus figuras.

La vigorexia y la ortorexia están perfiladas en la práctica de ejercicio extremo en un culto al músculo o la búsqueda obsesiva de comida sana son incluidos dentro de los más comunes, de los que no se mencionan, estos dos aunque son muchos, pero nos referiremos a los citados pues la mitad de la población mundial está azotada por la anorexia y bulimia,  aún cuando las otras están enmascaradas por detrás de ellas, pues alguien que haga 4 horas de ejercicio no está equilibrado y presenta un trastorno de alimentación, pero al comer medianamente bien. “La purgación de ellos es el exceso de ejercicio, no el vómito provocado, para desaparecer lo que comieron. Si van a ejercitarse superan las 4 horas de entrega diaria, sin piedad con su cuerpo, con rutinas diarias de alta competencia de cardiovascular, pesas, natación, etc., acota la psiquiatra Carmen Elena Silva, del Centro Médico Docente La Trinidad.

OBSESIÓN POR COMER SANO

Los trastornos de alimentación menos mencionados y que podrían ser más comunes son los de quienes viven por alimentarse sólo con comida “sana”. Cabe la pregunta, acaso no es lo recomendable alimentarse con comida sana? Pero, para este grupo de pacientes sano es apenas comer una cuarta parte de un pan con margarina dietética, comer 5 veces al día en mínimas cantidades que son insuficientes para suplir los requerimientos equilibrados de cualquier persona. La mayoría de los ortoréxicos tienen distorsión de su imagen corporal. Vigoréxicos y ortoréxicos están flacos y se ven gordos como ocurre en la deformación de su apreciación personal en trastornos de alimentación. Algunos han sido gordos y cayeron en esta situación porque los extremos son indudablemente peligrosos y siguen con una base que es la deformación de su imagen corporal. Se ven gordos y siguen haciendo excesos de errores para adelgazar.

“La  generalidad de las pacientes que consultan en un rango etáreo cada vez es más joven, desde adolescentes de 6to. grado o 1er. año de bachillerato apareciendo en muchachas que toman de manera desmedida litros de agua solamente para ir a clases”, dice Silva. La mayoría de las que acuden al especialista vienen porque las traen sus amigas o sus madres. La otra alerta que deja mucho que desear es que no pueden cumplir con sus estudios por cansancio, ya el cuerpo no les rinde ni el cerebro tampoco. Comienzan manifestaciones en problemas de sueño y ese ansiado 20 puntos  entre sus notas escolares  -porque todas son de 20- ya no existe. Eso si les molesta un poco, tanto como el rechazo social porque están  extremadamente flacas o musculosas flacas.

Se van haciendo monotemáticos. Quienes sólo  ingieren comida sana no les da tiempo ni de cumplir horarios laborales porque tardan demasiado en el mercado eligiendo los alimentos que cumplan con sus “normas” de calidad como haber sido regadas con aguas filtradas o especiales, hidropónicas, amén de otros requerimientos. Sufren más viviendo en un país como el nuestro ahora cuando escasean muchos productos de la nutrición equilibrada y tienen que recorrer  varios mercados para adquirir lo que tienen en mente, si es que lo encuentran. Pasan casi todo el día en búsqueda de esa lista de alimentos para apenas realizar una comida. Los menús deben prepararlos bajo reglas y procedimientos específicos de vapor, con una cucharada de verdadero aceite de oliva, en determinada calidad de ollas que no desprendan ninguna sustancia tóxica, a una temperatura definida.  una verdadera parafernalia compleja.

El trastorno de alimentación tiene mucho que ver con el trastorno obsesivo compulsivo. Nadie logra asumir esa conducta sino acusa  la citada alteración. En el presente aumenta  la estadística de pacientes masculinos cuando en tiempos pasados no se anotaba prácticamente ninguno. Hoy crecen los  casos de vigoréxicos y ortoréxicos, aunque igual aparecen anoréxicos y sobre todo, bulímicos. No en el mismo porcentaje que las mujeres, pero si los hay.

CONCIENCIA DE ENFERMEDAD

Ellos arriban muy alertas y temerosos a la cita porque,  equivocadamente, creen que en esa consulta tratarán  de engordarlos. Como le tienen fobia a la comida, al médico lo suponen como un bistec. El especialista comienza a combatir esa fobia y definirles que su rol no es engordarlos sino restaurarles la salud. En la consulta no se habla de dieta ni de engordar o rebajar, y si ya ellos están flacos el aspecto dietético no es el tema de conversación en ese encuentro. “Están hiperflacos, pero nutridos cuando son fieles  a la consulta y nuestra orientación”, asevera Silva. De hecho, acuden flacos saludables y lo que se busca es que al salir de este recinto tengan conciencia de enfermedad, aunque vengan las pocas veces que quieran al año, a conciencia de que cuando comiencen de nuevo a ver de manera fóbica la comida y la pérdida de la imagen corporal soliciten la cita y vean a su especialista. Eso se llama tener sentido de la enfermedad.

“Carmen no quiero volver a caer en lo mismo”, me piden los pacientes, pero no es fácil porque el proceso de recuperación en trastorno de alimentación es lento, los resultados se ven en un tiempo mínimo de 2 años en cuanto a combatir la fobia, los miedos, los problemas familiares porque esto implica familia, colegio, comunidad, equilibrio sobre el mensaje de los medios de comunicación.  Han de aprender a manejar esos factores para que no se sientan tan afectados y superen las situaciones con  conciencia de enfermedad que les permita ser ellos mismos quienes acudan a tiempo para detener el deterioro y sus factores de permanencia.

TRATAMIENTO

Siempre trabaja un equipo multidisciplinario. Los pacientes saben mejor que nadie las características de cada dieta para rebajar, así que las nutricionistas ejercerán un control profesional sobre los pacientes. Ellas no les chequean el peso, por ejemplo, pero, si informan al psiquiatra si mejoró o empeoró o se mantiene estable mientras trabajan en desensibilización de la fobia a la par de otro especialista. Para la parte familiar los especialistas en endocrino supervisan porque hay alteración de ese sistema. Igual se les puede trabajar farmacológicamente en muchos casos porque están tan fuera de la realidad que debemos indicar antieméticos para que no vomiten, darles reguladores del humor pues viven totalmente irritables, en algunos casos antipsicóticos, antipánicos antifóbicos, pero depende del peso del paciente y vigilándolo muy bien porque los trastornos están muy relacionados con la depresión. Son personas que se ven horribles, se sienten mal con ellas mismas y de paso no tienen nutrientes para transportar las sustancias que mantienen estable el humor. “Esto tiene que ser vigilado por los familiares, indiscutiblemente”, asevera.

CALIDAD DE VIDA

Para este grupo de personas vivir así es su calidad de vida, mientras que para el resto de los humanos podría ser tener un jet para volar a NY, pero en trastornos de alimentación es mantenerse en un peso sano, ideal ni hacia arriba ni hacia abajo y que permita estar feliz consigo mismo, sin estrés para mantenerlo y estar contenta consigo misma. La palabra felicidad se resume en estar bien y sentirse bien con uno mismo.

La felicidad tiene que ver con la salud y su disminución altera hasta a los linfocitos, al sistema inmune. Estos pacientes también tienen afectado su sistema inmunológico cuando su alimentación altera, tanto que varios especialistas deben aunar conocimientos para sacarlos de abajo, ellos se enferman de nada y si ingresan a una clínica procuramos no tomarles ni una vía intravenosa porque se infectan de nada. No tienen ni menstruación, su sistema endocrino está alterado, están muy sensibles a cualquier enfermedad y hay que nutrirlas de manera gradual, paralelo a combatirles las fobias, mínimo de 2 años para ver algún resultado.

  SEXUALIDAD AFECTADA

La parte sexual no existe en ellos. Pierden desde el vello pubiano hasta la erección o el orgasmo. La conducta de las bulímicas es distinta porque ellas son como más purgativas, botan lo que comen. Hay un deslimite diferente. Tienden a consumir alcohol, van a fiestas, no son delgaditas, pero tampoco gordas. Si tienen sexualidad. Se les trabaja el problema de límite en la personalidad, la bebida, con todo. Casi todas tienden a ser fiesteras, son comelonas porque así el alcohol no les da vómito y mil complicaciones más. Los ortoréxicos y anoréxicos no vomitan, quizá pudieron hacerlo con conocimiento de la metodología para ello y lo superaron, pero en esa obsesión de pura comida sana no lo hacen. Si no consiguen la comida hidropónica regada con aguas purificadas no  ingieren nada porque lo demás no es estrictamente sano.

Lo que la ciencia les brinda para ayudarlos ahora es mayor conocimiento sobre la enfermedad y trabajar multidisciplinariamente porque no hay nada nuevo en cuanto a fármacos. La unión de buenos especialistas les permite un diagnóstico y tratamiento más asertivo a tiempo. Compresión psicodinámica es como su personalidad interpreta lo que está pasándoles.

CONTROL CON EDUCACIÓN

No hay como conocer las conductas que nos benefician en cualquier circunstancia de la vida, cuánto más si se trata de salud. Por ello, el evento que se desarrollará en el auditorio “Carlos Klemprer”, tiene la finalidad de transmitir de manera educativa los estragos que están produciendo enfermedades como las ya descritas en la sociedad. Para comenzar Silva expondrá los trastornos de alimentación, qué son, sus características clínicas, tratamiento psicofarmacológico, anorexia y bulimia nerviosas,  otros trastornos.

Ernesto Rodríguez enfocará la epidemiología, comorbilidad destacando a quienes afecta, la relación con otras enfermedades y la compresión psicodinámica  Los trastornos de alimentación en niños y adolescentes será el tema de Teresita Ortiz. Las causas y repercusiones médicas las aportará  Alonso Valladares, mientras que Natacha Pinto versará sobre las áreas de evaluación psicológica y principales hallazgos. La nutricionista Cynthia Figuera orientará sobre la nutrición en estos trastornos. Sophia Behrens dictará parámetros sobre la terapia conductual, “pensar como persona delgada”.

Inscripciones y más información en el Centro de Extensión del Conocimiento por los teléfonos 0212.9496249 y 0212.9496449 o por el email cec@mdlt.edu.ve

@garbo83