Putin, Lukashenko, Chávez y Ahmadinejad quieren barril más caro para financiar sus revoluciones - Runrun
Putin, Lukashenko, Chávez y Ahmadinejad quieren  barril más caro para financiar sus revoluciones

“ESCOJA CUALQUIER GOBIERNO en el globo que esté acusado de corrupción o de violación a los Derechos Humanos y descubrirá que por algún lugar tendrá una relación con Vladimir Putin”.

Quien nos hace semejante aseveración, y de forma tan contundente, es nada menos que quien fue Campeón Mundial de Ajedrez hasta el año 2000 el ruso Garry Kasparov. El anunció su retirada del ajedrez profesional el 10 de marzo de 2005, para dedicar su tiempo a la política y a la escritura. Formó el movimiento Frente de Unión Civil y se unió como miembro de La Otra Rusia, una coalición opositora a la administración de Vladímir Putin.

Lo encontramos en el Oslo Freedom Forum 2012 y conversamos en varias oportunidades en medio de las reuniones donde activistas por la libertad y los derechos humanos de todo el mundo se dieron cita por tres días en la capital noruega. Fue Garry el encargado de entregar por primera vez el Premio Vaclav Havel a la Disidencia Creativa a los tres ganadores: el artista Ai Wewei de China, la líder opositora Aung San Suu Kvi de Burma y la abogada de los derechos de la mujer Manal al-Sharif de Arabia Saudita.

Apenas dos días antes habíamos visto las pavorosas escenas de la represión de la policía rusa contra los estudiantes que manifestaban en Moscú enfrentados a la asunción de Vladimir Putin, por tercera vez, como presidente de Rusia.

Kasparov me explicó que esos jóvenes son apenas una muestra de la rebelión de la clase media rusa a lo largo y ancho del país, siendo Moscú el principal espejo para el mundo. Enfatiza que Putin ahora tiene que recurrir a la fuerza bruta para sentirse apoyado y evitar manifestaciones que apenas comienzan. “Este momento nos da fuerza para creer que sus días no serán eternos. Ya en Rusia sabemos que Putin no puede asegurarnos un futuro mejor, es una calle ciega, es un dictador. Llegará el momento del “tsunami” y barreremos a Putin y su camarilla de corrupción”.

Demuestra como el truco de montar a su vicepresidente Medvedev como presidente y luego reelegirse para poder burlar las normas de la no reelección han sido copiadas en otros países donde la democracia está en peligro o disminuida. Si revisas las relaciones de esos gobiernos con Putin te das cuenta fácilmente que hay una cadena establecida de negocios corruptos que se enfocan principalmente en la venta de armas o en negocios petroleros. “Si hay dictaduras, pseudo democracias, violaciones de los derechos humanos y corrupción puedes estar seguro que algún vínculo existe con Vladimir y su mafia rusa. Si es Irán, Siria o Venezuela lo puedes ver a simple vista. Otras veces da dinero a políticos emergentes para que se plieguen a sus dictados. Putin mantiene un ojo abierto haciéndoles seguimiento a sus pupilos. Fíjate que en el caso sirio ha estado torpedeando los acuerdos de paz de la ONU pues lo que quiere es atizar un conflicto en el Medio Oriente que aumente el precio del petróleo. Para ello cuenta con Ahmadinejad en Irán. Ambos, con el presidente sirio Bashar al- Assad en el medio, buscan ese dinero para seguir llenando sus alforjas”.

Cuando le pregunto, ya que se celebran los 20 años de la caída del comunismo y el derrumbe del Muro de Berlín, en torno a si se ha perdido la esperanza del año 1992 de ver una verdadera democracia en Rusia el ex ajedrecista campeón se sincera: “Descubrimos que nuestras intenciones de hace dos décadas se encontraron con muchos obstáculos, con muchas complicaciones mas allá de lo que pensábamos, sin embargo aún tengo claras esperanzas en el futuro de mi país. Aprendimos de nuestros errores. Las dictaduras de hoy son diferentes a las del pasado siglo XX, están sentadas sobre los recursos naturales. Vea Rusia y Venezuela. Usan esos ingresos para sus propias ambiciones personalistas y no para mejorar el nivel de vida de sus países”.

Para terminar me explica: “En el libro de gobierno de Putin el objetivo es tener el barril de petróleo por encima de los 100 dólares, si llega a 200 dólares mucho mejor. Su régimen -y el de otros dictadores petroleros igual- está sentado sobre el disfrute de un barril petrolero muy caro.

Luego me señala que “en el ajedrez hay reglas establecidas. Y en el gobierno de Putin, Chávez o Lukashenko las reglas las van cambiando a medida que las que existen no los favorezcan. Sus reglas de juego varían cada día. Por eso la lucha es tan difícil y en desventaja permanente. Pero a pesar de ello los países van despertando al toparse con la peligros cotidianidad”.

 @nelsonbocaranda