Compras de Mercal cayeron 20% en cuatro años - Runrun
Compras de Mercal cayeron 20% en cuatro años

Mercal de José Félix Ribas, Petare. Recorrido del sábado 11/04/15

@Boonbar | @AdrianitaN

CUANDO SE CUMPLEN 12 AÑOS de su creación,  una de las misiones bandera del gobierno de Chávez vive horas bajas. Cifras oficiales registran que 54% de los establecimientos de la red pública de alimentos están inactivos

Gloria se recuesta sobre la reja blanca y desconchada del Mercal de La Laguna de Catia. Apoya el antebrazo en la frente para cubrir sus ojos de los rayos del sol, que no había salido cuando llegó al lugar, a las 5:30 de la mañana. Cinco horas después, a las 10:30 am, “nada” que llega el camión. Es viernes y, según el sistema de control de compras establecido por el gobierno “para garantizar la distribución eficiente de alimentos”, sólo pueden adquirir productos aquellos consumidores cuyo terminal de cédula sea 8 ó 9. Un cartel descolorido indica que el lunes se atiende a los portadores de las cédulas terminadas en 0 y 1; el martes le toca a 2 y 3; el miércoles 4 y 5 y el jueves 6 y 7.

Pero la segmentación de turnos por terminales de cédula no garantiza el abastecimiento para todos. Es viernes de quincena y desde el día anterior  no ha llegado mercancía a la pequeña sede del supermercado estatal al oeste de Caracas. Unos 15 vecinos se agrupan en la entrada dispuestos a la “caza” de productos, atraídos por el rumor de que será surtido con pollo, carne, aceite, pasta y, con un poco de suerte, leche en polvo.

Los consumidores de los viernes se quejan de que, cuando les toca el turno, ya no queda en los anaqueles ni el recuerdo de los productos. Los del lunes, por su parte, alegan que los compradores de los fines de semana dejan todo “pelado”.

El Mercal de La Laguna también abre los sábados, pero con restricciones. El primer y el tercer sábado del mes, tienen “luz verde” los portadores de cédula con terminales entre 0 y 4. El segundo y el cuarto sábado,  el chance es para las que terminan entre 5 y 9. Pero esta compra sólo es posible siempre que el cliente no haya adquirido alimentos cualquier día de la misma semana. Es decir, un jefe de familia puede comprar, en el mejor de los escenarios, cuatro veces al mes; una por semana.

A 12 años de su creación, Mercado de Alimentos, C.A (Mercal), perdió el empuje de otros tiempos. No sólo se mide en la escasez de sus anaqueles (que en marzo de 2014 – última fecha pública-  alcanzaba 50%, según Datanalisis) y por las quejas de los compradores registradas durante un recorrido de Runrun.es por 22 de los 30 establecimientos de la estatal en Caracas los días 10, 11 y 17 de  abril 2015.  En los últimos cuatro años, cifras oficiales reflejan la caída en número de locales y toneladas de alimentos vendidas en una de las misiones bandera del gobierno de Hugo Chávez y su continuación, Nicolás Maduro.

Según la encuesta de consumo de alimentos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre el primer semestre de 2010 y el de 2014, el porcentaje de personas que adquirió al menos un producto en Mercal bajó de 59% a 39%, es decir, una caída de 20%. Y a la inversa, la proporción de compradores que dejó de adquirir productos en Mercal aumentó de 41% a 62% en cuestión de cuatro años.

Dentro de los estratos IV y V, correspondientes a la pobreza relativa y crítica -grupos poblacionales a los cuales originalmente va dirigido Mercal-, los compradores bajaron de 30% a 21% y  de 10% a 6% respectivamente.

Menos comida para más gente

Dirigida a ofrecer “alimentos de la cesta básica a precios bajos y sin intermediarios”, el 23 de abril de 2003, fue creada Mercal, una de las misiones sociales promovidas por Chávez con mayor reconocimiento entre los venezolanos, junto a Barrio Adentro, de acuerdo a encuestadoras como Datanalisis. Sin embargo, su alcance e impacto ha sido limitado: 63,6% de los usuarios de Mercal no viven en situación de pobreza, según estudio de ODH Grupo Consultor (2012).

El crecimiento de locales de la red Mercal se ha ralentizado después del pico registrado entre 2008 y 2010.  En 2014, existen 1.084 locales menos de los que existían en 2006 en todo el país, se constata al comparar las cifras aportadas por las memorias y cuentas del Ministerio para la Alimentación (Minpal) entre los años 2006 y 2014.

Aunque el número de establecimientos de Mercal aumentó de 13.451 en 2013 a 14.657 en 2014 (es decir, 1.206 locales en nueve años), según la Memoria y Cuenta 2014 de Minpal, 54,11% (7.932 frente a 6.725)  de los locales estuvieron  inactivos. De las 22 sedes visitadas por Runrun.es, se observó actividad en 21. El único cerrado fue el de Las Mayas. Los vecinos aún reclaman el cierre, después de dos años.

Mercal Las Mayas

Mercal de Las Mayas. Recorrido del sábado 11/04/15

En el caso de los mercalitos (bodegas de la red estatal), el declive es más notable: de 13.978 locales que existían en 2006 bajaron a 9.756 en 2013, es decir 30,20%. En 2014 no hay registro de actividad de este tipo de establecimiento en la memoria y cuenta de Minpal.

Los consumidores tienen menos acceso a los productos de Mercal en los últimos años. Si bien el número de beneficiarios entre 2006 y 2014 creció de 11.184.669 a 13.362.612 personas (16% en 9 años), según cifras de Minpal, la cantidad de toneladas al año per cápita disponibles tiende a disminuir: de 117,7 toneladas por persona al año en 2006 bajó a 93,34 toneladas en 2014.

Para Emerilda Loyoville, habitante del sector 23 de enero, Mercal es una opción para «segunda compra» dentro del peregrinaje de hacer el mercado en Venezuela. Ella se convirtió en clienta asidua de Mercal cuando empezó a sentir “fuerte, fuerte” la escasez en los mercados tradicionales. Tiene planes de “seguir viniendo hasta que se arregle el problema con la escasez”. Aquí, asegura, consigue productos puntuales como leche, pollo, carne y granos.

Anaqueles pelados

A media mañana del viernes 16 de abril, llegó la leche en polvo al Mercal de La Laguna de Catia. La puerta, que se abre a medias, está resguardada por dos mujeres vestidas con blusas verde oliva y pantalones con camuflaje militar.  Un hombre con camisa roja cuida las neveras vacías que deberían exhibir productos refrigerados como bebidas, quesos, embutidos o legumbres. Siete pasillos con estantes blancos, desiertos, reciben a los visitantes. Solo un grupito de paquetes de maíz de cotufas —400 gramos a 105 bolívares— se muestran en los anaqueles.

En esta sede de Mercal, que fue reinaugurada el 31 de julio de 2008 tras una inversión de 667 mil bolívares, no hay rastros de la banca comunal ni de los beneficios que ofrecen los cuatro grandes bancos estatales a sus clientes. Las operaciones se hacen en efectivo, billete sobre billete. El procedimiento de compra es mostrar la cédula en la caja, pagar 50 bolívares y retirar el kilo de leche en la puerta.

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Mercal de La Laguna, Catia. Viernes 16/04/15

Tres vendedores jóvenes con camisas rojas, cuidan la salida: el primero marca con resaltador verde el número de cédula del cliente, reflejado en la factura. Otro, saca de debajo de su puesto un empaque de un kilo de Leche Casa mientras que el tercero se encarga de entregarlo al comprador, sin bolsas “porque no hay”.

Andreína López lleva en un brazo a su bebé y en el otro el kilo de leche que acaba de comprar en Mercal. Durante esta semana, cuenta que los camiones con alimentos no han llegado a la sede de Catia. Hace un par de meses solía comprar aquí carne de res, pollo, arroz y azúcar.

Yolanda Linares vive en el sector Veredas del Cuartel. Ella y su esposo, ambos ancianos, acuden desde hace un año a este mercado para adquirir los bienes “que están más perdidos”. Explican que hay días en que el surtido está “más o menitos” y otros en los que no hay ni un solo producto.

“Cuando llega la comida, la cola llega al Hospital Los Magallanes de Catia” —unas cuatro cuadras más arriba—, explica Linares. “Cuando uno llega ya se acabó todo. A esta edad no podemos pasar todo el día haciendo cola”, añade quejándose de que “no hay nada, aquí no se consigue nunca jabón, por ejemplo. Ni de bañarse, ni en polvo. Ni papel, ni azúcar, ni aceite, ahorita no hay nada”.

En el Mercal de la zona E del sector 23 de enero, José Ochoa hace fila para comprar los artículos que llegaron ese día. Celebra la existencia de Mercal porque, antes de su creación, debía hacer las compras muy lejos de su casa. Asegura que esta sede está «bien surtida» y que en ocasiones alcanza a comprar pollo, carne, leche, harina de maíz, aceite y sardinas. También da el visto bueno a la compra por número de cédulas, pues considera que evita el «bachaqueo» y la compra excesiva de productos.

 

Lista mercal

Mercal en revisión

Doce años después de su lanzamiento, el gobierno de Maduro admitió la necesidad de reformar Mercal. En julio de 2014, el ministro para la Alimentación de entonces, Hebert García Plaza (imputado por delitos de corrupción el 21/04/15), asomó que, “gracias a que cumplieron su función por los logros sociales de la revolución bolivariana”, al menos 33 Mercales se convertirían en Pdvales y superpedevales (otra red de la Misión Alimentación).

Como parte del relanzamiento de la Misión Alimentación, la red Mercal pasó a formar parte de la Corporación Productora, Distribuidora y Mercadeo de Alimentos, Corpo-PDMercal, a partir del 7 de octubre de 2014, cuando fue creada por el Minpal (Gaceta Oficial No. 40.513) con el fin de centralizar la producción, abastecimiento y comercialización de alimentos para todo el país. También se adscribieron a esta matriz cinco empresas del Estado: Productora y distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval); Abastos Bicentenario; Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (Fundaproal);  Superintendencia Nacional de Silos Almacenes  y Depósitos Agrícolas (Sada) y Logística Casa.

Los 34 establecimientos de Mercal (6,61% del total de la red) que serán convertidos en pdvales  “no estaban cumpliendo con la misión para la cual fueron creados”, reconoce el Minpal en la Memoria y Cuenta 2014. El organismo considera que esos locales se encuentran en zonas que no forman parte de los segmentos que, según la Vicepresidenta para el área social, fueron dispuestos por el Plan para la erradicación de la pobreza extrema. La evaluación toma en cuenta que la población de esos lugares “posee cierto poder adquisitivo y por ende, posibilidad de comprar alimentos y otros productos de primera necesidad a precios regulados, como los que se comercializan a través de Pdval y Abastos Bicentenario». El desempeño de Mercal está en revisión.