¿Qué paso el #23Feb en Venezuela?, por Julio Castillo Sagarzazu - Runrun
¿Qué paso el #23Feb en Venezuela?, por Julio Castillo Sagarzazu

 

 

LOS MÁS IMPORTANTE QUE PASO ESTE 23 DE FEBRERO EN VENEZUELA, ocurrió en la Habana, donde cientos de manifestantes, por primera vez en toda la historia post revolucionaria, salieron a las calles a protestar contra el proyecto de Constitución que la dictadura pretende presentar a consideración del pueblo cubano.

¿Y cómo es eso? Pues simple, desde que Chávez entrego el destino político de Venezuela a Fidel Castro, ningún análisis de nuestra realidad nacional está completo o es correcto sin tomar en cuenta la “variable cubana” de nuestra vida.

En una situación clásica de lucha contra una dictadura nacional. La definición de la conducta de las Fuerzas Armadas (que se ha convertido en la piedra angular de la solución de nuestro problema nacional) se podría manejar con las categorías nacionales de reivindicación del honor militar mancillado o con el discurso de la inclusión de los uniformados en un bello proyecto de país que tenemos por delante.

En Venezuela esto no funciona. Y no funciona porque la fuerza de ocupación cubana es la garantía de que ningún movimiento de reivindicación de los valores democráticos pueda conseguir articularse y sostenerse en el tiempo. El G2 cubano, que es el gran operador para que esto no ocurra, fue formado básicamente por la Stasi que fue, de lejos, mejor policía que la KGB soviética. Su ejército es el único ejercito latinoamericano que ha incursionado en operaciones armadas fuera de su país con resultados militares favorables. Solo el ejército colombiano en toda América Latina, tiene el “know how” del combate exitoso. Todo los demás, están por probarse.

De manera entonces, que la definitiva solución de nuestra tragedia nacional, pasa por las horcas caudinas del juego de la geopolítica mundial.

Hoy, el régimen venezolano (en este marco que estamos hablando) ha hecho una jugada en falso para su sobrevivencia. El sábado 23, no dejó pasar la ayuda humanitaria (lo cual estaba virtualmente cantado) sino que cometió el error de incendiar los camiones que lograron pasar y organizaron una operación cruel y criminal de represión saldada con la muerte de varios indígenas pemones y pobladores de las zonas fronterizas.

Dicho en otras palabras, no paso la ayuda, pero paso el argumento que la comunidad internacional necesitaba para escalar en su proyecto de sacar a Maduro del poder.

Y lo más grave para él es que todo ocurre el día en que Raúl Castro tiene que poner sus barbas (o sus bardas) en remojo porque se le acaba de alzar el gallinero en su propio patio.

Lo de este sábano no pasara desapercibido para el mundo. Ha quedado demostrado que la tesis de Obama de convencer á los cubanos ofreciéndoles relaciones para que soltaran a Venezuela, ya le pasó su momento. Nunca sabremos si había resultado o no, porque Trump ganó las elecciones, pero lo que sí sabemos es que ahora mismo ya no tiene destino.

Raúl Castro tendrá ahora que lidiar con su propia realidad y además con la de Venezuela y, visto como está el panorama, pronto tendrá que escoger con cuál de las dos presidencias se va a quedar.

Los venezolanos ya hemos hecho casi todo lo que podemos hacer, lo hemos hecho con episodios de heroísmo y sacrificio que la historia y las escuelas que estudien nuestro caso, nos van a reconocer sin duda. Es muy probable que nos queden más sacrificios y un trecho aun que recorrer. Nuestra persistencia y nuestro coraje se seguirá poniendo a prueba. No será la primera vez que atravesemos Los Andes descalzos para conseguir la libertad. Estoy seguro que lo haremos tantas veces como sea necesario y como la historia nos lo demande.

No obstante, lo claro, lo definitivo, es que, con el paso dado por la dictadura este sábado, la solución de nuestra pesadilla se graduó de problema geopolítico mundial de manera irreversible, como diría Tibisay.

No veo a Maduro con ningún número ganador en esta rifa que compró. Ahora TODOS los argumentos para “convencerlo” si están de verdad sobre la mesa.

 

@juliocasagar