Los bonos de Pdvsa no sirven para cambiar, sino para el gobiernito que no sabe componer, por Eduardo Semtei
Los bonos de Pdvsa no sirven para cambiar, sino para el gobiernito que no sabe componer, por Eduardo Semtei

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Podría inferirse del título de este artículo que se trata de un artilugio de redacción para burlarse del famoso SWAP de bonos de PDVSA que por cierto  nadie quiere o que no  ha despertado ningún interés. No señor nada más alejado.  Este artículo viene como una recta de 100 millas. Claro que se trata de consideraciones económicas y financieras muy personales, como suele suceder en las opiniones sobre economía, pero ellas están orgánicamente enlazadas con los datos, con las cifras y con los hechos de la cruda realidad. Empiezo pues: En primer lugar debemos informar al lector que PDVSA vendió bonos y tiene que pagarlos.  Tiene deudas regadas en todos los años futuros, está endeudada como nunca. Resulta que los bonos que se vencen este venidero  2017 no pueden ser honrados. PDVSA no tiene dinero para pagarlos ni en modo alguno tiene posibilidad de solicitar nuevos préstamos o vender nuevos bonos para pagar estos que se están venciendo. No hay otra explicación sana (ni enferma tampoco)  Cuando PDVSA anunció, hace algunos días,  su intención de hacer un SWAP (canje, permuta de unos bonos por otros) realmente le estaba notificando al mercado financiero mundial que no puede pagar sus deudas. Así de simple. Hay 3.000 millones de bonos que se vencen a finales de abril de 2017, lo que significa que faltan 7 meses para su reembolso. Recuerden este lapso, más adelante lo usaremos para calcular los precios, los rendimientos y las posibles negociaciones de los bonos viejos y de los bonos nuevos.  Este bono, abril 2017,  rinde una tasa del 5,25% sobre su valor nominal. Vaya una explicación necesaria: El valor facial o nominal de un bono es diferente a su valor de mercado.  Valor facial es el que aparece en la cara, en la portada del bono. El valor real o de mercado es la cantidad que los inversionistas pagan por dichos bonos.  En cuanto a este bono de 5,25% de interés anual, el precio real o de mercado por cada 100 dólares nominales o faciales es en este instante de 80.33 dólares.  El segundo lote de bonos se vence a finales de noviembre del 2017. Aquí estamos hablando de 4.100 millones de valor nominal. Faltan 14 meses para su vencimiento. Tienen un rendimiento nominal de 8.5% anual y se cotizan en 82,37 dólares el mismito día de hoy 3 de octubre de 2016. Ambas emisiones suman 7.100 millones de dólares que deben ser pagados a su vencimiento.  Pues resulta que las proyecciones del precio del petróleo y las condiciones financieras y operativas de PDVSA (problemas internos, precios  deprimidos, descenso grave en la producción, baja inversión, obsolescencia etc.) permiten inferir sin ninguna duda que LA PDVSA DE HOY CON SUS AUTORIDADES Y EL GOBIERNO MADURO NO TIENEN POSIBILIDAD ALGUNA DE PAGAR ESOS 7.100 MILLONES DE DÓLARES EL AÑO QUE VIENE. En segundo lugar apuntamos que  PDVSA para atraer a los inversionistas les ofrece que dichos nuevos bonos, a ser cambiados por los viejos 7.100 que ya están en circulación, tendrán una especie de garantía hipotecaria con el 50.1% de las acciones de CITGO (o sea que la mayoría accionaria que tanto se ufanan en defender se fue largo al carajo) y estarán pagando  una tasa similar a los bonos que se vencen en noviembre 2017, es decir de 8.5% de interés anual.  Estos nuevos bonos  vencerían el 31 de diciembre del año 2020, es decir dentro de 51 meses. ¿Qué podemos deducir del ofrecimiento? A. Al garantizar los nuevos bonos con acciones de PDVSA se están desmejorando todos aquellos bonos emitidos por PDVSA que quedan circulando. Hay bonos mercadeándose  que se vencen en el 2022, en el 2027, en el 2037 entre otros. Son unos cuantos miles de millones de los verdes. Los bonos que quedan circulando no tienen garantía alguna con acciones de CITGO o con factura petrolera o con contratos de suministro fijo de oro negro como lo tiene la deuda con China. B. De donde me permito afirmar que de darse la quimera de un SWAP los bonos con garantía accionaria empujarían a la baja a los bonos que no tienen ninguno de esos beneficios. Es decir,  los bonos 2021, 2022, 2024, 2026, 2027, 2035 y 2037  en circulación bajarán sensiblemente de precio. Cuando hablo de bajas sensibles me refiero a un promedio del 15%. Existirán  bonos de primera (los emitidos con garantía de CITGO) y bonos de segunda (todo el resto) y obviamente las cosas de primera valen más que las cosas de segunda. Como  información adicional el lector deber saber que el rendimiento  del 5,25% y del 8.5% es sobre el valor facial. Si un inversionista compra un bono de valor nominal 100 dólares en 75 $ como valor de mercado,  estará ganando, en el caso de los bonos que vencen en abril 2016,  un  interés de  5,25 dólares por cada 100 dólares nominales de inversión, es decir 5,25$ por cada  75$  invertido (precio de mercado)  para un rendimiento real o efectivo del 7% (5,25/75.00). En tercer lugar; es bueno calcular cuál es el verdadero rendimiento, el efectivo, el financieramente cierto de los bonos de PDVSA que se están permutando, que se ofrecen en el SWAP.  Estos cálculos que a continuación se ofrecen  son un reflejo bastante exacto de la realidad. Se hacen algunas presunciones para simplificar las operaciones y hacer más sencillas las explicaciones, para quienes no manejan la materia ordinariamente. El bono que se quiere intercambiar (entregar) y que vence a finales de abril 2017 generará en estos  tres últimos meses del  año  2016 (octubre, noviembre y diciembre de 2016) 1.3125% de interés, es decir 1.3125 $ por cada 100$ nominal y en los cuatro meses del 2017, antes de su vencimiento (enero, febrero, marzo y abril) 1,75% es decir 1.75 $ por cada 100 nominal. Quien tenga ese bono recibirá por cada 100$ de valor facial, 1.3125$ en 2016, 1,75$ en 2017 y el reintegro del valor nominal, el mismo abril de 100$,  pues PDVSA tiene que pagar a más del interés y obviamente; la deuda en sí  misma. Si este bono en cuestión se está cotizando en el mercado el día de hoy 3 de octubre de 2016 en 80,33 significa que tiene un rendimiento real cercano al 3.50% mensual (un 51% anualizado) Por lo tanto, quien entregue ese bono para recibir otro, aunque está garantizado por acciones de CITGO, esperará por lo menos un rendimiento mensual o anual igual o superior.  Para los bonos de 4.100 millones de dólares que se vencen en noviembre 2016,  las fechas y montos son: A finales de 2016 2,125$ y para finales de noviembre 2017 107.8 $ (100 de capital y 7.8 de intereses). Dado que su valor de mercado es de 82,37% la tasa efectiva mensual está muy cercana al 2.1%  y la efectiva anual  al 28.50%. Conclusiones en forma benigna  y generosa: Si le aplicamos al supuesto nuevo bono SWAP la menor de esas dos tasas anuales efectivas (28.5%  versus 51.0%%) la segunda del bono abril  2017 por 3.000 millones de dólares con una tasa anualizada del  51.0%  y la primera, la del bono noviembre 2017 por 4.100 millones de dólares al 28,50%, el nuevo bono (PDVSA 2020) a ser entregado a cambio de esos 7.100 millones,  y que tiene vencimiento para finales de diciembre de 2020  (dentro de 4 años y 3 meses) sin considerar para nada que la garantía del 50.1% de CITGO ofrece menos riesgo que aquellos sin garantía, el valor de mercado, ahorita mismo, de cada 100 dólares nominales a vencerse en diciembre 2020 (los nuevos bonos) sería aproximadamente de 58,29 dólares por cada 100 dólares  de valor facial. Como corolario debemos señalar que el bono emitido y en circulación  del 9% nominal con vencimiento en diciembre 2021 se cotiza hoy a un precio de mercado de 52 dólares, con un rendimiento efectivo  cercano al 23% anual. Si aplicamos al bono SWAP (a ser emitido)  ese porcentaje del 23%,   su valor de mercado sería de 66. 51 dólares por cada 100 de precio facial. Por lo tanto y a manera de conclusión, siendo generosos al usar la menor tasa, esa del 23% anual (la del bono 2021 del 9%)  por cada valor facial de 100 dólares de los bonos con vencimiento en abril 2017 el mercado podría exigir 121 de valor nominal de los nuevos bonos y para aquellos con vencimiento en noviembre 2017, el nominal de canje sería 100 dólares del viejo por 124 del nuevo; mientras que PDVSA está ofreciendo por los primeros un valor nominal de 117 y por los segundos de 122. Pero si aplicamos la otra tasa, esa del 28.5% anual (que a su vez es la menor comparada con aquella del 51%) los precios nominales de canje serían en tal caso de 137 $ y 141 $ respectivamente frente, repetimos,  a 117 y 122 de Del Pino y asociados. Así que tenedores de bonos, cada quien decide dependiendo de su perfil de riesgo. Fin de la explicación.  (Amigo lector, usted puede estimar los canjes usando la tasa del 51%, las cifras son alarmantes y harto elocuentes).

 

@eduardo_semtei

El Nacional