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3×3 | Sistema Eléctrico Nacional enfrenta un oscuro panorama
El control de mitigación de un evento como el del 7 de marzo del 2019, “descansa exclusivamente en las manos de las altas autoridades de la estatal eléctrica”, consideró José Aguilar, ingeniero y consultor internacional de Generación de Energía y Riesgos
Hasta el 30 de septiembre del 2020 se registraron 84.425 fallas eléctricas, siendo Zulia, Táchira y Mérida las entidades más afectadas, según datos del Comité de Afectados por Apagones
En un estudio publicado en agosto por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, realizado entre abril y mayo del 2020, en 10 de las principales ciudades del país, se determinó que 57,6% de los usuarios consultados opina de forma negativa sobre la calidad del servicio eléctrico que recibe

@Andrea_GP21

 

Durante los dos últimos meses varios estados de Venezuela han registrado apagones y bajones eléctricos simultáneamente, generando el temor de que pudiera ocurrir un nuevo apagón general, como el que se registró el 7 de marzo del 2019 o que los mismos se sigan prolongando.

El pasado 18 de agosto se registró un bajón eléctrico que afectó a entidades como Aragua, Zulia, Carabobo, Yaracuy, Lara, Trujillo, Vargas, Mérida y gran parte del Distrito Capital.

Asimismo, el miércoles 23 de septiembre ocurrió un apagón que se prolongó durante varias horas en diferentes estados del país. Esta interrupción del servicio eléctrico en particular, se extendió durante más de 48 horas en diferentes zonas de la parroquia El Recreo, especialmente en La Florida.

La situación se ha mantenido constante en otras zonas del país como el estado Zulia, pues los apagones alcanzan hasta 12 horas de duración, sin que los ciudadanos reciban respuesta por parte de la Corporación Eléctrica Nacional (Conatel). Incluso, en septiembre se suscitaron varias protestas por la constante falla en el servicio.

La situación ha generado alarmas en la ciudadanía, pues muchos temen que pueda ocurrir un nuevo apagón. En el 2019 no solo ocurrió un apagón general en marzo, pues el 22 de julio también se generó uno que se prolongó durante horas y, en algunas regiones, durante varios días.

El pasado domingo, 4 de octubre, el experto eléctrico José Aguilar informó que existe una falla en el sistema 765 Kv línea número 1, en el tramo Guri-Malena, que mantiene una restricción en el servicio eléctrico, específicamente en 16 estados del país. Destacó que la falta de mantenimiento es la causa principal de la avería.

El Comité de Afectados por Apagones a nivel nacional lleva una cuenta de las interrupciones del servicio eléctrico que se han registrado en este año 2020. Hasta el 30 de septiembre, se han producido 84.425 fallas eléctricas, siendo Zulia, Táchira y Mérida las entidades más afectadas.

Por su parte, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), publicó en agosto un estudio, realizado entre abril y mayo del 2020, en 10 de las principales ciudades del país, donde identificaron que 57,6% de los usuarios consultados opina de forma negativa sobre la calidad del servicio eléctrico que recibe. Las mejores valoraciones se obtuvieron en Caracas con 26,9% Barcelona 31,3% y Porlamar 46,3%.

Ese análisis se desarrolló tras evaluar algunas ciudades que corresponden al occidente del país, tales como: San Cristóbal, Barinas, Maracaibo, Barquisimeto, Punto Fijo y otras al oriente como: Barcelona, Porlamar y Ciudad Bolívar, sin tomar en consideración, en esta oportunidad, Valencia y Caracas.

Ante la incertidumbre sobre las fallas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que pudieran afectar de forma prolongada a la población, Runrun.es decidió consultar a tres especialistas en el área, para conocer algunas opiniones de lo que pudiera estar ocurriendo y lo que pueda suceder a corto y mediano plazo.

José Aguilar, ingeniero y consultor internacional de Generación de Energía y Riesgos; Aixa López, presidenta del Comité de Afectados por Apagones a nivel nacional y Secretaria Nacional de Acción Femenina de Acción Democrática; y Edna López, ingeniero eléctrico, exgerente de Planificación y Desarrollo de Corpoelec, y docente de la Universidad Nacional Politécnica Experimental Antonio José de Sucre (Unexpo) ofrecieron sus puntos de vista.

¿Es posible que Venezuela vuelva a tener un 7 de marzo a corto plazo o mayores apagones? De ser así, ¿cuál sería el escenario en medio de las restricciones por la pandemia?

Aixa López

El sistema sigue inestable y a ello se debe el incremento de las fallas en este mes de septiembre, desde marzo de 2019 el SEN no ha recibido la atención que amerita, solo “pañitos calientes». Con la fragilidad del sistema no se descarta que suceda un nuevo mega apagón.

Edna López

Es obvio que el sistema eléctrico venezolano continúa en deterioro y lo podemos deducir al ver cómo se mantienen los racionamientos y se incrementan las horas diarias sin energía eléctrica lo que permite evidenciar el déficit de generación existente. Esto hace suponer que los problemas que originaron el apagón del mes de marzo no han sido resueltos.

De mantenerse las causas que permitieron que ese apagón de produjera es posible que se repita y que las consecuencias sean peores al tener un sistema eléctrico cada vez en peores condiciones. Las restricciones por la pandemia agravarían las condiciones en la que los venezolanos afrontaríamos esa situación. 

En la oportunidad anterior nos apoyamos entre vecinos, gente que perdió su comida pudo comer de lo que sus familiares y vecinos le facilitaron, ahora hemos dejado de visitar nuestra familia y amigos para evitar contagios y por la crisis de gasolina. La situación en los hospitales se complicaría mucho más de lo que vivimos en el apagón anterior. Indudablemente que sería un escenario mucho más «oscuro», el que viviríamos.

José Aguilar

Es sumamente vital, dado que el país se encuentra en una pandemia, que se trate de evitar al máximo mayores interrupciones del servicio eléctrico a la colectividad nacional. Esto es, porque ya todas las condiciones son muy precarias. 

El que en un sistema eléctrico interconectado ocurra un apagón total o blackout, siempre es una posibilidad, aún en los mejores operados sistemas eléctricos interconectados. Es un tema probabilístico y no determinístico, que debe ser manejado profesionalmente, a través del conocimiento, mejores prácticas operativas la ética y la transparencia.

Todas estas características son deficitarias en la estatal eléctrica que conduce el sistema eléctrico venezolano. Es un sistema dinámico que demuestra por síntomas propios, que se ven y se sienten, una excesiva carga de proyectos en rezago y mantenimientos vencidos y lo hacen propenso a que se le vaya de las manos al operador y como es una cadena, toda cadena cede por su argolla más débil en un determinado momento y si accionar hace que los factores agravantes excedan en agresividad los limitados atenuantes que se ponen en práctica en la estatal eléctrica.

El control de mitigación de un evento como el que se plantea descansa exclusivamente en las manos de las altas autoridades de la estatal eléctrica. Si han aprendido las lecciones de cada apagón de amplio espectro que ha ocurrido y siguen ocurriendo a diario, ellos pueden estar un poco mejor, pero ellos son los que tienen la completa latitud para evitar que todo esto derive en un blackout o en un apagón nacional.

Se impone una conducta de prudencia, como el manejo defensivo con un sistema interconectado que tiene un franco deterioro a la vista.

Tomando en cuenta el consumo actual de energía, ¿qué pasaría si la economía comienza a reactivarse? ¿Está en capacidad de responder el sistema de generación?

Aixa López

El SEN no está en capacidad de responder en cuanto: Generación-transmisión-distribución- de energía eléctrica, las fallas sin en sus 3 entramados, el último apagón fue de transmisión en la Arenosa / El tablazo.

Edna López

De reactivarse la economía el sector eléctrico afrontaría una grave crisis debido al déficit de generación que existe, el sistema eléctrico no está en capacidad de atender la demanda actual. Llegar a pensar, por ejemplo, en que se reactivarán las empresas de Guayana implicaría un grave problema para el sector eléctrico.

José Aguilar

El SEN no está en condiciones de soportar el relanzamiento eléctrico en Venezuela, y mientras más dure el cese de la usurpación, lo que tenemos garantizado el mayor deterioro. No obstante, se han impulsado planes de respuesta rápida, como el Venezuelan Electrical System Recovery Plan (Vesrp – Plan de recuperación del sistema eléctrico venezolano), que puede en un plazo de un trimestre comenzar a retornar mejoras significativas para retornar mayor capacidad firme y reserva operativa al sistema interconectado.Es un plan de choque coordinado para toda la cadena de valor.

El estamento económico y el comercio nacional, al igual que el SEN, no es como una radio que se puede prender, apagar, subir y bajar el volumen. Ambas, tanto el SEN como la industria y el comercio, requieren de un tiempo para poder armar toda su logística y aplicarla en vías de una recuperación.

No podemos pensar que todo son plantas eléctricas. Hay serios problemas, cuellos de botellas en la transmisión y distribución, que ha sido la Cenicienta de toda la cadena de valor, y que en este plan va a tener más recursos dedicados.

Tampoco nos podemos descuidar de la hidroelectricidad. Si bien es cierto que la hidroelectricidad es el corazón de nuestro sistema eléctrico y lo que nos da esa fortaleza y la garantía de tarifas muy razonables, los mecanismos de deterioros en ellos, a diferencia de las plantas térmicas, son más lentos y no nos podemos descuidar, porque hay una extrema carencia de combustibles en el país, y sobre todo, la urgente atención que es requerida de las hidroeléctricas es de vital importancia para la recuperación económica la estabilidad del sistema eléctrico venezolano, para que sea una palanca, un turbo que le devuelva la calidad de vida a los venezolanos.

¿Está ocurriendo alguna falla específica en este momento que esté generando tantos bajones y apagones? Más allá del deterioro del SEN.

Aixa López

Las fallas no vienen solas, no son aisladas, responden a todo un sistema. El mantenimiento, como hemos insistido, no realiza como lo mandan los protocolos, los profesionales y técnicos no están para atender a todo el SEN, los recursos no se invierten adecuadamente. Esas condiciones hacen que el sistema no funcione bien.

Edna López

El deterioro del SEN es lo que nos hace suponer los continuos bajones que se están sucediendo.

José Aguilar

Es difícil dar la precisión que uno quisiera y eso producto de la aberrante opacidad que se tiene en práctica en la estatal eléctrica. Con lo que se conoce se hace cuesta arriba dar el servicio eléctrico que legítimamente reclama la nación.

Siempre, cuando se opera desde la palestra del poder, evadiendo su responsabilidad, culpando a otros, que si la Iguana, que si el excesivo consumo de los usuarios, que si son las sanciones, pero es indudable que con el perfil del deterioro que tenemos, cuando, por ejemplo, en la generación térmica, de casi 200 unidades que tenemos ya instaladas en fundaciones del SEN, apenas si funcionan entre 19 y 25, y muchas de ellas con mucha intermitencia, es decir, poca confiabilidad.