En diciembre de 2014 la canasta básica familiar se situó en 30.176,82 bolívares. Ocho meses después, en agosto pasado, última estadística disponible, llegó a 78.611,65 bolívares, lo que se traduce en un incremento de 160,5%, según datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación de Maestros.

El director de centro, Oscar Meza, afirmó que el fuerte incremento que ha experimentado en lo que va de año la canasta es insostenible para las familias de clase media y de escasos recursos, que son los estratos sociales que viven de un salario y donde se concentra el grueso de la población.

La canasta básica familiar está integrada por los gastos mensuales de alimentos, productos de higiene personal y limpieza del hogar, educación, vestido y calzado, y vivienda. En agosto se necesitaron 10,6 salarios mínimos (7.421,66 bolívares) para adquirirla y atender un grupo familiar de 5 personas, de acuerdo con el más reciente reporte del Cendas.

“Los venezolanos se han empobrecido vertiginosamente en lo que va de año por la hiperinflación que vivimos. Y aunque no nos gusta hacer proyecciones, el panorama no pinta nada bien para el último trimestre de 2015. Creemos que la inflación rondará 220%”, dijo Meza.

El economista Domingo Sifontes coincidió con el director del Cendas. Afirmó que para lo que queda de año los precios seguirán su rumbo natural y continuarán aumentando. “En el último trimestre tradicionalmente sube el consumo por el pago de utilidades, pero este año ese dinero alcanzará para mucho menos debido a la elevada inflación”.

Ante el acelerado incremento de los precios de bienes y servicios este año, los venezolanos han hecho sacrificios para paliar la crisis. Las comidas en la calle y otras actividades recreativas son las primeras que redujeron las familias, indicó Meza. Pero que ya no son suficientes para rendir el dinero, por lo que la gente comienza a hacer restricciones más importantes, cuyas consecuencias son más graves.

“Ahora también limitan la cantidad y calidad de los alimentos que ingieren. Si antes compraban un kilo de chuletas, por ejemplo, ahora solo medio kilo. Estamos comiendo menos, mal y caro. Con toda seguridad esto traerá consigo problemas de nutrición y de salud en las generaciones futuras”, señaló el director del Cendas.

Sifontes refirió que cada vez más los venezolanos son más selectivos con lo que adquieren. “Si el salario no da para comprar todos los alimentos que una familia requiere, qué queda para los demás bienes. Cada quien hace los sacrificios a su manera, según su poder adquisitivo, pero que comiencen a hacer recortes en la comida y otras necesidades básicas es un gran problema”.

Meza y Sifontes afirmaron que la crisis económica que vive el país es inusual. “Esta es la contracción económica más severa de la historia contemporánea de Venezuela”, apuntó el economista.

Sigue leyendo este trabajo de Carmen Sofía Alfonzo en El Nacional.