BUENOS AIRES (AP) — La Iglesia católica se sumó a la polémica generada por las supuestas irregularidades en los comicios en la provincia argentina de Tucumán y reclamó que se investigue si hubo fraude y una reforma del sistema electoral.

El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, dirigió un mensaje el miércoles por la noche a los tucumanos en el que pidió que los políticos y ciudadanos «expresen sus legítimas inquietudes a través de mecanismos democráticos e institucionales y, especialmente, a través de la justicia, llamada a investigar y actuar para preservar las normas constitucionales y legales».

Agregó que «a fin de aprender la lección y que no vuelvan a producirse estos hechos, son necesarios profundos y duraderos acuerdos para llevar adelante las reformas necesarias a los procesos y sistemas electorales, para garantizar transparencia y eficacia, evitando la multiplicación excesiva de candidaturas». El comunicado del arzobispo fue difundido por la Agencia Informativa Católica Argentina.

La oposición denunció presuntas irregularidades en las elecciones a gobernador del domingo en Tucumán, 1.200 kilómetros al norte de Buenos Aires, en las que se proclamó vencedor el peronista oficialista Juan Manzur sobre su rival José Cano. Las sospechas de fraude generaron violentas manifestaciones populares que fueron reprimidas duramente por la policía.

La polémica interfirió en la campaña para las presidenciales del 25 de octubre y provocó que los candidatos oficialistas y opositores se trenzaran en acusaciones cruzadas sobre quiénes protagonizaron los incidentes y si realmente el peronismo, que según datos provisionales tiene 54% de los votos, incurrió en un fraude.

La justicia electoral comenzó el escrutinio definitivo de los votos para determinar si hubo una intención de alterar el resultado de la votación. Más de 40 urnas fueron quemadas en los comicios y se produjeron diversas irregularidades, como discrepancias entre las actas donde constan los votos de cada fuerza y los primeros resultados oficiales.

La presidenta Cristina Fernández reclamó a la oposición que reconozca el triunfo del oficialismo y los principales candidatos opositores exigieron de forma conjunta «transparencia» en las generales y una reforma del sistema electoral que podría contemplar la adopción del voto electrónico para reemplazar a las boletas de papel diferentes para cada uno de los candidatos.

El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, descartó el jueves esa posibilidad para las presidenciales. «Pierden elecciones y hacen esta pantomima», dijo el funcionario, para quien la propuesta opositora se trata de «una manifestación contra la candidatura de (el oficialista) Daniel Scioli», primero en las encuestas.

Scioli dijo por su parte a periodistas que quienes lo critican «quieren desviar la atención y poner los ejes de campaña en otras cuestiones».

En referencia al escrutinio definitivo en Tucumán, el también gobernador de la provincia de Buenos Aires se mostró convencido de que «en algún momento habrá una respuesta de los órganos competentes para que no haya ninguna duda» sobre la victoria oficialista.

Alejandro Tullio, Director Nacional Electoral, también desechó una «modificación en medio de un proceso electoral» al señalar que «es una anomalía muy grande». Al respecto señaló que en las primarias del 9 de agosto «ninguna fuerza política planteó ningún inconveniente».

«No veo sino mala fe en atribuir las críticas de la modalidad de un sistema a la veracidad de ese sistema», agregó el funcionario.

Sergio Massa, peronista disidente y tercero en intención de voto para las presidenciales, afirmó en tanto que el pedido opositor de la víspera «no puede ser interpretado como un acuerdo electoral sino como una responsabilidad institucional».

La oposición ha denunciado irregularidades en otras elecciones provinciales celebradas este año que no fueron confirmadas por la justicia electoral. En la mayoría de los distritos los electores votaron por la continuidad del peronismo.