Los hay “aspiracionales” de última hora, que contradicen la línea oscurantista real: “Vamos a garantizar que el pueblo tenga televisores de plasma” (14/11/2013). Los que levantan pero no acuestan: “Vamos a anunciar un plan especial que sorprenderá a todos” (9/7/2015). Los edificantes, como las fábulas de Esopo: “Se está formando un nuevo sistema de salud que nunca había existido en Venezuela…”.
Es admirable. Basta enunciar el “vamos a”, seguido de la lindeza, para que las Erinias, diosas del destino, tuerzan los hechos y los resultados terminen justo al contrario: “Vamos a mantener el dólar a bolívares 6,30 (…) durante todo este año y bastante tiempo hacia adelante”. “Vamos a crear el Sistema de Organización de Empresas Públicas” (para que no den pérdidas, se entiende). Los hay inspirados y muertos al nacer: “Con la Habilitante voy a dejar los precios donde tienen que estar” (19/11/2013) o afrodisíacos: “Vamos a combatir la corrupción, la que se vista de rojo o la que se vista de amarillo” (5/5/2013).
Pero no suena la flauta y hasta los estudiantes palestinos se están yendo decepcionados. Goebbels debe estar revolviéndose en su tumba. Los discípulos están raspados. Venezuela es el único país donde una mentira repetida mil veces sigue siendo mentira.
@OscarMarcano