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Asesinan a puñaladas a estilista tachirense

Edgar Alirio González Astrosa, de 55 años de edad, fue asesinado de varias puñaladas en su residencia, ubicada en el sector Palo Gordo, municipio Cárdenas del estado Táchira. 

La familia de Edgar Alirio González no sabía de él, desde el sábado 2 de julio de 2022. Amigos y allegados intentaron comunicarse varias veces, pero no respondía a los mensajes y llamadas. Fue el miércoles 6 de julio de 2022, cuando decidieron acercarse hasta la residencia del hombre y lo encontraron con heridas en varias partes de su cuerpo y en estado de descomposición.

González fue trasladado a la morgue del Cementerio Municipal de San Cristóbal, donde un allegado del conocido estilista contó a Monitor de Víctimas que Edgar era una persona muy querida, amable y que, desde hace años, se desempeñaba como peluquero en su negocio.

“Lo consiguieron muerto en el apartamento, lo apuñalaron, le robaron todo y se llevaron las cosas en su camioneta. No sabemos cómo pasó. Edgar era un amor, una persona muy especial”, comentó el amigo de la víctima, quien prefirió no ser identificado.

En cuanto al móvil del hecho, los investigadores manejan el robo, pues luego de la inspección en el lugar del crimen, se pudo determinar que los autores materiales del asesinato se llevaron objetos de valor y  una camioneta Cherokee, propiedad de la víctima.

Se conoció que los pesquisas están tras la pista de los responsables de este crimen y que hay un detenido. No es la primera vez que en los últimos años, roban y asesinan personas en su propia residencia, en la región. El 19 de mayo de 2021, el pintor y escultor José Antonio Sánchez, de 64 años de edad, fue hallado muerto, atado de manos y pies, en su vivienda, en la urbanización Las Lomas de San Cristóbal. Al artista plástico le robaron un televisor, un microondas y teléfonos celulares, entre otras pertenencias.

Sin identificar otro muerto

Otro hecho de sangre se registró el pasado 9 de julio de 2022. En esta oportunidad, un hombre que aún no ha sido identificado fue hallado por vecinos de la zona en el sector El Tambo, municipio Córdoba del estado Táchira.

El cuerpo que aún reposa en la morgue de San Cristóbal presentaba varias heridas producidas por un arma de fuego.

@yamilejimenezu

#MonitordeVíctimasCaracas  | Matan a puñaladas a un hombre para robarle el teléfono
El joven era padre de tres niños y estaba desempleado

@loremelendez

 

Horas después de la celebración del Día de las Madres, los familiares de Jerwins Jesús España, de 29 años de edad, recibieron la noticia de su asesinato en medio de un robo, en La Vega. Al joven lo apuñalaron dos veces en el cuello para quitarle su teléfono celular.

El hecho ocurrió a las 10:00 pm de este domingo, 8 de mayo, cerca de la antigua fábrica Cementos La Vega, en la barriada del mismo nombre, al suroeste de Caracas. España había estado con su familia en la tarde y luego se había ido a la casa de su pareja, en el mismo sector. Sus parientes presumen que de allí se fue a una fiesta callejera en la zona, porque unos vecinos lo encontraron a pocas cuadras del festejo y le avisaron a su madre, Jerwins España, quien lo llevó al Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño. Murió poco después del ingreso.

«Allá todo ha estado bastante tranquilo desde que se fue el ‘Koki’ (exlíder de la banda criminal), que era el que controlaba la Cota y La Vega. Allá lo que todavía hay son ‘piedreros’ que roban a la gente cuando regresa de su trabajo», comentó una familiar que prefirió mantener su nombre en reserva. Ninguno sabe quién estuvo detrás del asesinato.

Jerwins España, padre de tres niños de 9, 4 y 2 años, estaba desempleado desde hace meses. Anteriormente, se había dedicado a terminar su bachillerato. Era el mayor de cinco hermanos.

Entre 2018 y 2021, de acuerdo con la data de Monitor de Víctimas, las muertes por arma blanca crecieron, proporcionalmente, año a año. En 2018, los objetos punzo penetrantes fueron el arma utilizada en 8,3 % de los homicidios. En 2019, ese porcentaje aumentó 10,1 %, mientras que en 2020 llegó a 11 %, y en 2021 alcanzó 12,8 %.

De múltiples puñaladas asesinaron a un hombre en La Vega tras resistirse al robo

Un hombre de 43 años, identificado como Ovidio Montañez León fue asesinado con múltiples puñaladas para robarlo en el callejón Trujillo de La Vega, municipio Libertador de Caracas. El hecho ocurrió en horas de la mañana del domingo.

Según sus familiares, León estaba con un amigo jugando cartas en Los Jardines de La Vega cuando ambos decidieron salir de allí hasta el callejón Trujillo para comprar una botella de licor. En el camino fueron abordados por dos jóvenes que presuntamente los asaltaron. Tras resistirse al robo de 600 mil bolívares en efectivo una chaqueta y un teléfono celular.

 

 

 

 

Menores de edad asesinan a puñaladas a dos sargentos del Ejército en Sabana Grande

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Dos sargentos del Ejército fueron asesinados a puñaladas la madrugada de este domingo por dos menos de edad en el bulevar de Sabana Grande, en el municipio Libertador de Caracas.

Dos menores, un niño de 10 años y una adolescente de 15 años , fueron detenidos en flagrancia por el doble homicidio.

Según fuentes policiales, el hecho ocurrió aproximadamente a las 3 de la mañana cuando un grupo de ciudadanos, en situación de calle, atacaron a puñaladas a los dos funcionarios para despojarlos de sus pertenencias.

Uno de los efectivos fue identificado como Yohan Miguel Borrero Escalona, sargento primero del Ejército y quien quedó muerto en el lugar; mientras que su compañero José Andrés Ortíz, sargento segundo, fue trasladado al centro asistencial Méndez Simón donde llegó sin signos vitales.

Una comisión del Cicpc, eje central de homicidio de El Paraíso, hizo el levantamiento del cuerpo del ciudadano occiso y la recolección de evidencias para dar inicio a las investigaciones.

Puñaladas traperas, por Marianella Salazar

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Mientras el país se hunde en la hambruna y la violencia, y el narcorégimen se mantiene a flote a través de un fraudulento TSJ y un servil CNE, sorpresivamente aparece una encuesta sobre posibles candidatos presidenciales de oposición que enciende una polémica, inoportuna, porque resiente la Unidad y desvía la atención de la necesaria movilización nacional para exigir que el referendo revocatorio se realice este mismo año. Haber puesto  sobre la mesa el tema de las candidaturas presidenciales no tiene otro objetivo que torpedear el revocatorio, como pretendió hacer el régimen y algunos de sus aliados, infiltrados en la MUD, con la pantomima de un diálogo absolutamente fracasado y desenmascarado.

La semana pasada, la firma Datanálisis publicó una encuesta en la que coloca al diputado Henry Ramos Allup con puntos de ventaja sobre el preso político Leopoldo López y el gobernador Capriles, un hecho factible por las características mediáticas del presidente de la Asamblea Nacional, que ostenta un cargo circunstancial hasta el 4 de enero de 2017, cuando deba entregar la presidencia al diputado Julio Borges, según acuerdos de rotación pactados previamente en la MUD. La misma encuestadora ubica en segundo lugar al gobernador del estado Lara, Henri Falcón, superando también de manera abrumadora los sólidos liderazgos de Capriles y López. Algo inverosímil. El gobernador Henrique Capriles, a sabiendas de que lidera la mayoría de los sondeos de opinión, no pisa el peine de Datánalisis, declara que no hay un camino más rápido para salir de esta dictadura que el revocatorio, y resalta la extemporaneidad del tema electoral. Una lección de madurez para algunos políticos de más experiencia, que en lugar de estar pensando en sus proyectos personales –aunque sean legítimas sus aspiraciones– deberían abocarse a la planificación de un gobierno de transición y verdadera unidad nacional, integrado por los mejores venezolanos, académicos, profesionales y gente de intachable y meritoria trayectoria.

En declaraciones a El Nacional, Capriles afirmó que ha visto cuatro encuestas “y las cuatro son distintas en la valoración de los liderazgos de la oposición”. Adelantar un debate sobre las encuestas es un “autosuicidio” en primavera, no conviene sino a quienes necesitan armar sus propias plataformas electorales y parecer viables.

 

Manipulaciones vs encuestas

 

La utilización de las encuestas recuerda la campaña electoral de 1998, que fue una suerte de desaguisados y de puñaladas traperas. Las encuestadoras no hicieron otra cosa que dar tumbos; precisamente Datanálisis fue la primera en publicar los datos que bajaban drásticamente a la alcaldesa Irene Sáez, que lideraba todas las encuestas, y reveló una impensable subida del entonces comandante Chávez, quien con un leve 4% en intención de voto y un descomunal rechazo popular comenzó a subir como la espuma. Aunque primero solo haya sido en el papel.

Entonces Copei retiró el apoyo a la ex miss Universo y se tiró en los brazos de Salas Römer –Frijolito–; por su parte,  Acción Democrática, a solo pocos días para las elecciones, le quitó la candidatura al caudillo Alfaro Ucero y hasta lo expulsó de sus filas para respaldar a Henrique Salas Römer,  a quien consideraban el único capaz de derrotar a  Hugo Chávez. La verdad es que miles de adecos votaron por el “angel vengador” que representaba el fracasado golpista, para desquitarse de aquella traición del “cogollo” adeco. El monstruo creado entonces por las encuestadoras logró capitalizar la antipolítica generada por la crisis terminal del bipartidismo y se volvió el más mediático de los candidatos del momento. El resto es historia.

 

@AliasMalula

El Nacional 

 

 

Nieta de Morgan Freeman fue asesinada en un exorcismo

 

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Fuera, demonios!»; «¡Jesucristo ha nacido!». Esos fueron algunos de los gritos que se escucharon cuando los agentes de seguridad ingresaron en la vivienda de E’Dena Hines, de 33 años y nieta política de Morgan Freeman, quien fue encontrada muerta a puñaladas a manos de su novio, Lamar Davenport.

Según testigos que irrumpieron en el lugar, vieron que Davenport habría seguido apuñalando su cuerpo mientras era detenido y la mujer estaba claramente muerta desde hacía tiempo. Según los investigadores, se trató de un ritual exorcista con cocaína.

El ataque fue visto por un vecino de Washington Heights, en Nueva York, quien al ver la escena por su ventana llamó al 911. Según George Hudacko, el denunciante, Davenport comenzó a acuchillarla mientras gritaba: «¡Fuera, demonios! ¡En el nombre de Jesús, te lo ordeno!». La información fue confirmada por el diario norteamericano The New York Daily News.

Fuentes de la investigación señalaron que el asesino de la nieta política de Freeman fue apartado del cuerpo de E’Dena mientras recitaba pasajes bíblicos a la vez que continuaba atacando su cuerpo inerte. En total, se contabilizaron 16 puñaladas.
Davenport, quien tiene antecedentes por abuso de drogas, fue llevado a un centro psiquiátrico por la policía antes de ser interrogado por los investigadores.
La relación entre Freeman y Hines era fluida. La joven de 33 años usualmente acompañaba a su abuelo en las alfombras rojas de Hollywood. Hines era nieta de Jeanette Adair Bradshaw, la primera esposa del actor norteamericano.
«El mundo nunca conocerá su talento artístico. Su estrella continuará brillando en nuestros corazones, pensamientos y oraciones. Que descanse en paz», manifestó Freeman en un comunicado. Los allegados del gran actor señalaron que se encontraba devastado por el brutal crimen.
A golpes, a puñaladas, a balazos … por Gonzalo Himiob Santomé

Balas

 

A veces hallar motivos para seguir amando a Venezuela es una tarea titánica, casi imposible. Sí, hoy escribo desde el cansancio, desde la rabia, y especialmente desde la tristeza.  Esta semana no ha sido el Ávila, gentil y majestuoso, ni nuestros impecables atardeceres los que se han dejado ver al asomarme a mi balcón. No he encontrado el solaz de alguna sonrisa imprevista o de algún gesto de cercanía que al vuelo te llega, a veces, restaurando tu fe en tus semejantes, ni he podido escapar, ya no es posible, de las malas nuevas que ya son costumbre y norma. Estoy indignado. La imagen que me ha devuelto cualquier atisbo hacia afuera, más allá de mis cuatro paredes, me ha llegado vestida de miedo. “Caracas muerde”, dice el narrador Héctor Torres, pero hoy a mí me parece que todo el país está hecho de fauces y colmillos.

Me pongo en los zapatos de Laura, una abuela a la que unos criminales le robaron su sagrado derecho, ganado tras largos 93 años de pasos y huellas en este mundo, a marcharse de esta vida como correspondía, en sus términos, en su lecho, en paz, rodeada del amor de los suyos. La mataron a golpes… sí, a golpes, para quitarle sus cosas ¿Qué amenaza podía significar ella, sola, delgada, mayor, para unos criminales que, si seguimos las estadísticas, están seguramente en plena juventud y eran mucho, pero mucho más fuertes, físicamente hablando, que ella? ¿Por qué matarla? ¿No les bastaba el oprobio del robo? ¿Qué código de sangre manejan estos demonios que les impone demostrar tal vileza, tal nivel de cobardía? Cuando hace ya más de veinte años empecé a trabajar en el mundo penal, en los tribunales y en mis clases en “La Planta”, una de las cosas que más me sorprendió fue que hasta entre delincuentes había reglas que no se violaban. En aquellos tiempos ni siquiera el peor de los malandros cruzaba ciertas líneas. No había “honor” ni “respeto” en matar por matar, ni en violar, mucho menos cuando se trataba de niños, de mujeres o de ancianos, y no había perdón para el que se “comiera esa luz”.

Especialmente recuerdo una conversación que tuve con un joven, en aquellos tiempos condenado por robo, toda una “joya” como decimos acá, que según me dijo había caído preso por no haber matado en un atraco a una señora que al final lo había identificado. No se arrepentía, “a las madres no se las mata”, me dijo cuando lo visité en el “tigrito” al que lo habían mandado como castigo tras aplicarle a un violador recién llegado al penal la “marca del caracol”. Para los que no saben qué es eso, es la cicatriz en espiral que le quedaba para siempre en las nalgas a los violadores, cuando los otros reos en algunas de nuestras cárceles los sentaban, por las malas, sobre hornillas eléctricas encendidas y al rojo vivo. Lo dicho: Hasta entre choros había comportamientos que no se aceptaban. Hoy no es así.

Pienso en John, maniatado en su casa, temiendo que los criminales le hicieran daño a su mujer, a la que también sometieron e hirieron cuando los robaban. Lo imagino irreductible, valiente, pensando sobre todo en proteger a su dama, tratando de mantenerse fuerte y sereno, pero bañado en sangre, recibiendo de un imbécil que cree que eso lo hace “más hombre” puñalada tras puñalada hasta que en un momento todo se le hizo perpetua oscuridad. Pienso en Liana, sometida, violada, descuartizada por aquellos en los que alguna vez confió, y luego usada además como excusa para cacerías de brujas, que vendrán, y solo imaginar qué pudo haber pasado por sus mentes en sus últimos minutos me ahoga y me hace querer levantar en mis manos, como decía Hernández, una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes, sedienta de catástrofes, y hambrienta… y eso es lo peor: Nos llevan al punto en el que, al menos por un momento (y un momento es todo lo que se necesita para caer en ese abismo) el talión no nos parece tan malo y hasta la marca del caracol nos seduce. Los inhumanos, armados además con la impunidad con la que actúan, nos deshumanizan. Nos quieren como ellos, caemos en su trampa, y se abren puertas que luego no pueden cerrarse.

Se ve en todo el país. Mientras el gobierno persigue y mantiene injustamente presos a estudiantes, tuiteros, políticos y hasta a videntes, empeñando en ello todo su esfuerzo e ingentes recursos, mientras la moda del día en el poder es buscar por todos lados culpables imaginarios de sus graves carencias, mientras en los medios e instituciones oficiales la consigna es negar la realidad a costa de lo que sea, a los verdaderos criminales se les deja hacer y deshacer sin coto.

El hedor a complicidad y a acomodo llega a las nubes y el pueblo, víctima directa de tal dejadez, se ve forzado a la justicia por propia mano. Esto es aterrador. El delito es un fenómeno contra el que toda sociedad reacciona. La reacción puede ser formal, controlada, eficaz, y así debe ser, cuando las instituciones funcionan y la gente cree en ellas, pero también puede ser informal, sin control de ningún tipo y hasta salvaje cuando no hay tribunal, ni fiscal, ni policía en los que la gente crea. Aquí y allá los linchamientos y las ejecuciones están a la orden del día, asómense a las noticias si no me lo creen; los secuestros, y muchísimos otros delitos, en su mayoría, no se denuncian -¿Para qué?, se preguntan muchos- y la gente prefiere en muchos casos resolver las cosas por su cuenta y a su manera que someterse al remolino obtuso de esta “institucionalidad” ineficaz, corrupta y artera. Es la prueba indiscutible de la absoluta deslegitimación de un sistema penal que, a fuerza de ser usado como arma política, a fuerza de abandono, de desidia, y tomado como ha sido por los delirios, improvisaciones y experimentos de ignorantes que no dejan de fallar, ha dejado de ser lo que se supone que debe ser y ha dejado de servir para lo que se supone que debe servir.

¿Será esta una estrategia deliberada, una montada para mantenernos todo el día pendientes de no caer en las garras del hampa y no de los actos y omisiones de quienes, al final, son los verdaderos culpables de que las cosas hayan llegado a este punto? No lo sé. Me inclino más a pensar que se trata de un juego perverso en el que el gobierno, disfrazando de “humanismo” su conspicua ignorancia en este tema, se abrió hace años de piernas ante el crimen, creyendo, iluso, que así sería el que pondría las reglas del juego y lo mantendría bajo control y a su servicio. Nada más torpe que eso, bastante que se advirtió. Ahora montan, todas pompa y show, razzias contra los más pobres en las que el “humanismo” se les agotó, pagan justos por pecadores y se pretende combatir lo malo -el delito- con “más malo” -la arbitrariedad y el plomo- todo para ocultar la que fue quizás la traición, la renuncia cobarde y la burla más grandes que han existido al mandato que en nuestra Carta Magna monopoliza en la autoridad la potestad y las armas para protegernos del crimen, de los golpes, de las puñaladas y de los balazos.

@HimiobSantome