pasado archivos - Runrun

pasado

Reuben Morales Ene 04, 2024 | Actualizado hace 2 meses
Carta a mi yo del futuro

Foto: Pexels

@ReubenMoralesYa

 

¡Epa!… ¡Yuju!… ¡Yo del futuro!… ¿Estás ahí?… Es que estoy en los primeros días de enero y nada que me llega una carta tuya. En cambio, a muchos de mis amigos ya les llegó su video de “Si pudiera hablar con mi yo del pasado” o su “Carta a mi yo del pasado”, pero a mí nada. ¿Qué fue? ¿Te hice algo malo? Es que me tienes más abandonado que arbolito de navidad en agosto.

Te escribo porque quiero que por favor me cuentes cómo me irá este nuevo año. De verdad no quiero consultar el horóscopo porque siempre es muy genérico. Por ejemplo, tú sabes que ambos somos virgo. Entonces consulté en estos días en internet y decía: “Mantén la distancia”. ¿A qué se refiere? ¿Viene otra pandemia? ¿Acaso se me acentuará la presbicia y tendré que leer todo desde más lejos? ¿Y de cuánta distancia estamos hablando? ¿Es en metros o en pulgadas? Ahora, y si todos los virgo que estamos en el planeta mantenemos esa distancia como dice el horóscopo, ¿también debemos mantenerla entre los que somos virgo? ¿O los virgo podemos tener un club aparte donde nos podamos hablar de cerca? Aunque siempre me queda la duda: y si un virgo que aún es virgo mantiene distancia, ¿deja de ser virgo?

¿Ves cuan impreciso es el horóscopo, yo del futuro? Por eso, me parece mucho más fácil que simplemente escribas una carta o me envíes un video y listo. Me lo puedes enviar a mi correo electrónico. ¿O será que no me has podido mandar esa carta porque en el futuro ya no existe mi correo electrónico favorito, que tú y yo sabemos que es el de Yahoo!?

Por si acaso, déjame revisar la carpeta de spam a ver. ¿Será que tú eres ese correo que me llegó de un príncipe nigeriano que quiere repartir su herencia? ¿O será que debo estar atento a las señales del universo porque te vas a manifestar en forma de retortijón o uña encarnada?

La verdad, me genera mucha ansiedad esta espera por tu carta, querido yo del futuro. ¿O será eso? ¿Que te estoy diciendo solo “yo del futuro”? ¿Debería referirme a ti con más respeto porque eres mayor? ¿Te sirve don señor su merced yo del futuro? ¿O para evitar que la gente se siga confundiendo ya te cambiaste el nombre de Reuben a solo Rubén? 

En todo caso, solo quiero que sepas que me vendría bien si sacas un tiempito para escribirme una carta a mí, tu yo del pasado, y no me dejas ignorado como brocheta en reunión de veganos. Y si no me la estás escribiendo por eso de que uno debe tener la iniciativa primero, está bien. Daré ese primer paso por acá y le escribiré ya mismo a mi yo del pasado (y para salir de eso rápido, será a mi yo de hace media hora). Voy:

“Querido yo de hace media hora: te escribo para que sepas que toda esa angustia que tienes por el futuro pasará. Lograrás, con éxito, colar el café a la vez que te cepillas los dientes. Tampoco despertarás a nadie de la familia, pues lograrás la difícil hazaña de guardar los platos limpios sin hacer ruido. Luego te advierto que escupirás el café sobre la computadora porque le habrás echado sal en vez de azúcar. Pero tranquilo, será una buena excusa para no conectarte a la reunión de trabajo que tienes.

“Luego comenzarás a preocuparte al darte cuenta de que no llega por ningún lado esa carta de nuestro yo del futuro, pero no te preocupes. Encontré una solución para que aparezca. Escríbele diciendo que te pase el número ganador de la lotería de esta semana para que nos lo juguemos. Así nos volveremos millonarios, invertiremos ese dinero y nuestro yo del futuro terminará convertido en todo un príncipe nigeriano dispuesto a repartir su herencia (pero eso sí, solo a lo que tienen correo de Yahoo!).

ADVERTIR ESTOLIDECES CONJUGADAS en tiempo futuro, elaboradas con el auxilio de adjetivos que dan cuenta de las obscenidades que tales fatuidades implican, y en nombre de la revolución socialista que pretende establecerse en Venezuela, revela el descocido talante de quienes plantearon la idea de hacer que el país alcance la condición de “potencia latinoamericana” a expensas de la mediocridad que evidencia su realidad compuesta sobre una menguada combinación de “agua y sal”. Además, soportada en la constipación de una palabra, de un discurso, sin contenido alguno. Escasamente vociferado a manera de generar el ruido propio de un petardo en tiempo de ferias de pueblo. 

Este exordio, vale para caracterizar lo que el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social 2013-2019, expuesto en Junio de 2012, y que luego sirvió al sucesor del finado presidente para presentarlo como su programa de gobierno, endosándole el remoquete de “Plan de la Patria”, ha pretendido encausar en materia política, económica y social. 

Sin embargo, lo que el mismo apunta entre sus objetivos cardinales, no calza con las capacidades que el régimen autoritario detenta y de lo cual se ufana. Sobre todo, cuando entre las atribulaciones que sus precariedades han inducido, se aferra a enquistarse en el poder sin los recursos y méritos que dichas exigencias plantean. 

Al lado de las gruesas pretensiones suscritas por consideraciones que esbozan objetivos tales como 1) la defensa y consolidación de la independencia nacional, 2) la contribución al desarrollo de una nueva geopolítica internacional, 3) la preservación del planeta y la salvación de la especie humana, se insta la “transformación de Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político”. Tan envidiada apetencia, que bien pudiera tildarse de imperiosa y ecuánime, no tiene la menor cabida en lo que es la Venezuela actual.

O sea, un país cuya imagen, “jalada por los pelos”, no luce próxima al cuadro de requerimientos que tal intención describe o da por entendida. Aparte que las realidades que ilustran el siglo XXI, devenidas en el curso de los desarrollos expuestos por las ciencias y las tecnologías alcanzadas en todas sus manifestaciones, no tienen parangón. Mucho menos, si alguna comparación pudiera hacerse con lo que en el presente revela Venezuela.

De esta forma, luce desatinado pensar que con lo que destaca Venezuela en su minúsculo ámbito de desarrollo, sea posible lograr convertirla en un “país potencia” Porque con su escasez, avivada por un régimen que sólo mide el tiempo en función del proselitismo desarrollado, o el populacherismo alcanzado mediante el reparto de migajas con el nombre de “bonos de protección” o de alimentos embolsados por los mal llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción, CLAP, es incongruente cualquier propósito que apunte a la dirección de forjar un “país potencia”

El siglo XXI venezolano, es lo más parecido a cualquier réplica de lo que fue la Venezuela colonial. O quizás, algo de lo que vivió entrado el siglo XX cuando todavía el país mostraba un desempeño agrícola que escasamente sostenía las finanzas públicas. Y que luego, se reivindicó en algo con la explotación petrolera que vino a dominar la economía nacional. 

El siglo XXI venezolano, hasta donde ha sido, ni siquiera ha considerado el potencial de las universidades autónomas. Por lo contrario, se ha empeñado en reducirlas con la absurda idea de hacer que sus aulas y laboratorios se conviertan en salas de pérfido adoctrinamiento político-ideológico. ¿Por qué entonces creer que con apuntalar mecanismos efímeros de organización dirigidos a la explotación improvisada de algunos recursos fundamentalmente culturales y sociales, pueda garantizarse que el país se vuelva “potencia” industrial?

En pleno siglo XXI, las realidades internacionales ya traspasaron el cuerpo de la cuarta ola de desarrollo industrial. Pero en Venezuela, todo ha quedado reducido a una amorfa configuración de la economía. La misma, adobada con el ácido sabor rojo de la revolución bolivariana  con el cuento de que “somos un país petrolero” mientras saquean minerales estratégicos de los aposentos cuaternarios del escudo guayanés. Ahora con el cuento que el país tiene las mayores reservas de oro y diamante (del mundo). Todo esto lleva, tristemente, a concluir que Venezuela sigue atorada en esquemas conductuales ortodoxos. O mejor dicho, continúa sin entrar todavía al siglo XXI. No hay duda que Venezuela está atascada en el pasado.

 

@ajmonagas

Profetizar el pasado no toca, pero... por Orlando Viera-Blanco

asamblea-nacional

 

“Puede más un arcoíris que una mentada de madre…” 

 

No podemos dejaros desmoralizar. No ahora. Tribunales en funciones Control Penal (sin competencia en materia electoral), ordenan «posponer cualquier acto generado de la recolección del  1% de manifestaciones de voluntad». Con ese mote matan el RR. En paralelo dictan medidas de prohibición de salida del país a Capriles, Torrealba y otros dirigentes de la MUD. Para completar la «cayapa judicial«, el CNE manda las elecciones regionales al 2017, cómo antesala que en 2018 tampoco habrá presidenciales. Y la AN el domingo (23/10/16) sesionó. Una reacción política y parlamentaria, impecable. Pero…

En el terreno institucional sabemos que la justicia en Venezuela está en manos de jueces temporales vigilados por el PSUV.  Pero igual deben agotarse las acciones de rigor para generar precedentes de justicia, lobby internacional y base de alerta de que la Ley más temprano que tarde, les llegará a quienes abusan de ella.  La defensa de esa legalidad pasa por la ampliación gremial y ciudadana de la MUD, más de lo que le corresponda cómo operador político.  Llevar tales despojos constitucionales del CNE, del TSJ y de tribunales de instancia penal a estrados del Tribunal de la Haya; la OEA, NU o de Parlamentos Internacionales, comporta una decisión correcta de la AN. Se podía haber hecho más desde el día uno, pero profetizar el pasado (dicen), no toca.

Lo otro es la rebeldía ciudadana, la desobediencia y la calle. Como lo ha dicho JJ Rendón, sin estrategias «no hay paraíso» (Dixit Víctor Maldonado), y sin alineación y balanceo, tampoco habrá ruta presidencial. Estamos a menos de dos años de ese cotejo, y por favor consideren, que el desgaste del pueblo es superior al del gobierno y al de la oposición. En ese diagnóstico, primero cae la oposición que el establishment y si no se construye un liderazgo realmente unificador en el marco de un nuevo espíritu de reconstrucción e identidad nacional, el Chavismo (Henry), cumplirá sus veinte años, pero el 21, 22 y un largo etcétera, también. La cayapa roja a la que se han sumado tribunales penales sin jurisdicción, y colectivos arriados para invadir derechos políticos, difusos y colectivos (irrumpiendo en el propio Hemiciclo del Palacio Federal Legislativo en sesión plenaria), convierte ilícitos electorales en delito de muchedumbres-sic- y a muchedumbres rojas en comités impunes de choque, lo cual no se contiene con micrófonos. La AN debe sancionar una Ley Orgánica que desdoble el 350-C … Lo más acertado que escuché el domingo fue la intervención del Dip. Luis E. Rondón sobre el abandono de cargo de cargo del PDR. Agenda morosa cómo la de sincerar rectores del CNE y magistrados del TSJ que la podían sazonar desde el día uno, pero….

La MUD-como catalizador-debe darle cuerpo a la resistencia organizada y a la leva de consciencia ciudadana (no de armas), que reagrupe a la disidencia dispersa entre tibios, radicales, moderados y desesperados, y al chavista decepcionado (que sólo castiga), en un movimiento de ancha base de indignados, excluidos, hambrientos y desplazados. Debe reconstruirse una coalición realmente disciplinada y refrescada. No electoralista sino humana, ciudadana y libertaria. La rebeldía se ha visto rezagada por el aislamiento en que dejan a Machado, Ceballos y Tintori. Y a través de esa grieta se ha colado la cayapa gobiernera que no dejará de tamizar. Los partidos deben ser los garantes de las libertades ciudadanas y del Estado de Derecho. Pero el pueblo los ve como garantes de curules, alcaldías, gobernaciones y privilegios. Si UNT se saltó la línea, la MUD debe sancionar. Si no la gente los meterá a todos en un mismo saco …

LA MUD debe habilitar unidades de análisis político, estratégico y liderazgo, más allá de decorar tarimas. Si algo no hacían Luther King, Gandhi, Mandela o Walesa, era perder tiempo. En 10 meses tal ha sido el pecado de la AN.  Política de charcutería donde mucho se embute y engaveta, y cuando viene el mazazo, aliñan y sacan «el jamón». Nadie «le echará gónadas» (Dixit Henrique), salvo el gobierno, si se sigue viendo a la disidencia fracturada, dilatada y extraviada en el contenido de la agenda y en la forma de implementarla. La tenían desde el día uno. Pero celebro (que la AN) esté dando ese paso al frente, firme, audaz y decidido.

Rebeldía, desobediencia o resistencia, no es violencia. Por el contrario. La esperanza, la motivación, la confianza, en tiempos de redes sociales- abiertas y globales-se gana con emociones positivas, innovadoras e inteligentes, propias de la intuición, la sensibilidad y el arraigo espiritual (Kant. Critica a la razón pura). Es imprimir alegría y pasión combinada de valentía y disposición, con un trabajo más sublime, pasional, humano y místico. Son imágenes y registros de revaloración grupal. Como lo hizo Chile en su plebiscito contra Pinochet (1988) o el «Yes we can» de Obama. Un arcoíris puede más que una mentada de madre. La sesión del Domingo me gustó. Sobria, trabajada, inteligente. Pero también me gustó la intervención de Henry el pasado 10E-2016, con la visita de Maduro a AN. El temas es que cómo sabéis, profetizar el pasado, no toca … Pues nada,  hagamos más. Falta poco.

 

@ovierablanco

 

Sep 12, 2016 | Actualizado hace 8 años
¿Volver al pasado? ¡Ni locos!, por Virginia Contreras

oposicion1

 

Las crisis que padecen los pueblos como consecuencia de las políticas desarrolladas por los gobiernos, son temas que cada día más atraen no solo a los políticos de oficio, sino a los estudiosos de otras ciencias, las cuales en el pasado hubieran resultado imposibles de digerir.

Si entendemos que la política (Polis) se refiere a la idea de ciudad, en la cual congenian diversidad de personas e intereses, tendremos que aceptar que esta es un tema que afecta a todos los ciudadanos del mundo.  Conceptos, como la diferencia entre el pasado y el futuro, que en principio podrían aplicarse a las ciencias naturales, son interpretados hoy en día dentro de una de las áreas que más influye en la conducta humana, y en el futuro de la humanidad: la política.

“Nada desevoluciona”, ha dicho uno de estos expertos paleontólogos, “y lo que decidamos que sea el futuro debe ser algo nuevo”. Estas ideas, que en principio han sido utilizadas para conocer el origen del hombre, son las que vienen siendo aplicadas por los analistas en temas internacionales, por cuanto que las decisiones políticas no solo afectan a quienes transitan en un lugar geográfico determinado, sino a todos los que conviven en el mundo.

De allí que no nos sorprenda que afirmaciones hechas por científicos, como Arsuaga (Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997), respecto a que “la solución a nuestros problemas no está en el pasado, sino en el futuro”, así como que “conociendo ese pasado hay lecciones que podemos aprender, pero cualquier esperanza de encontrar la solución en el retroceso, es en vano”, sean utilizadas actualmente por importantes grupos de pensamiento (Think Tank), analistas internacionales y hasta asesores gubernamentales.

Esto que desde afuera se ve tan sencillo, no lo es tanto cuando se aprecia bajo el prisma de la cotidianidad, llena de la monotonía que resulta de hacer las cosas de manera similar una y mil veces, sin que pareciera que algún cambio se haya llegado a producir. Esa monotonía es capaz de asesinar a sangre fría los sentimientos más profundos del ser humano, así como de fusilar las esperanzas por una vida mejor en cualquiera de las áreas a las que nos refiramos. En el campo político, han dicho algunos expertos, Venezuela es un grave ejemplo de esto.

Si apreciamos la situación que hoy en día enfrenta el país, entenderemos que si bien diariamente se han venido produciendo una serie de hechos cada vez más graves, esos hechos se han incrustado en las profundidades de la consciencia de muchos venezolanos, y sobre todo de infinidad de políticos, de tal manera que en vez de enfrentar la situación con ideas nuevas, permanecen estancados en las corrientes del pasado como si la vida no fuera cambiante, y como si Venezuela debiera ser el único país del planeta condenado a seguir produciendo sus mismos errores una y otra vez.

Así vemos que frente a la detención de ciudadanos por razones políticas en Venezuela, o al atropello de la población en general como consecuencia de alguna medida tomada por el Gobierno venezolano, la reacción sea la aparición de distintas empresas encuestadoras haciendo alusión a la posición que ocupan los líderes políticos respecto a una eventual contienda electoral. Igual vemos los dichos de estos líderes afianzando esas creencias, y las manifestaciones populares en donde a la sana intención de unir voluntades para no perder la esperanza en un mundo mejor-que claro que es posible obtenerse- se le unen los consabidos discursos politiqueros que desdicen en el mundo exterior sobre el conocimiento que sus voceros poseen sobre la realidad del país, y sobre la manera de enfrentarla.

¿A qué elecciones presidenciales se referirán esas encuestadoras?, se preguntan algunos. ¿Qué líderes han sido elegidos para representar a la mayoría de la sociedad venezolana en esa pretendida elección?, se preguntan otros; y ¿cuál es ese proyecto de país que pretenden presentar a la colectividad a fin de despertar los ánimos de los más dormidos, y enamorar a los ciudadanos más desafectos en esa nueva Venezuela?, insisten en consultarse algunos más.

Esta situación que enfrentan los venezolanos, en donde a la crisis de gobernabilidad se le une la crisis de soluciones, no es un aspecto que deba verse a la ligera. Por lo menos no es lo que aconsejan los veteranos especialistas en temas políticos. Y es que esa ausencia de respuestas viene dada por la poca visión de futuro, que según estos, existe respecto a la Venezuela que se vislumbra en la mente de los opositores al régimen bolivariano. Para ello, señalan, basta con un breve ejercicio de memoria política, en donde sin mucho esfuerzo recordaremos la crisis de representatividad y desprestigio que involucraba a los partidos políticos mayoritarios del país,  Acción Democrática (AD) y COPEI,  para la fecha en que por primera vez gana las elecciones el otrora candidato Hugo Chávez (1998).

Las denuncias de corrupción de sus gobiernos, los abusos de poder, y la discriminación entre venezolanos por la falta de un carnet político, entre otras cosas, conllevaron al país a la búsqueda de nuevos liderazgos basados en la mera imagen pública de sus personalidades. En contra de una bella” ex reina de belleza”, apoyada asombrosamente por líderes conservadores del partido COPEI, se presentaba como opción la imagen de un “mesías” que acababa prácticamente de salir de la cárcel por intentar derrocar al que para entonces, después del dictador Juan Vicente Gómez (1908-1935), había sido el hombre más poderosos del país, el Presidente Carlos Andrés Pérez.  Paralelamente se enfrentaba como candidato presidencial por AD, el  secretario general de su partido, el llamado “caudillo” Luis Alfaro Ucero, apoyado por los partidos URD, ORA y otras pequeñas  organizaciones políticas.

A pocos días para las elecciones presidenciales, y viendo que el candidato de AD no mejoraba en las encuestas, el Comité Directivo Nacional de dicho partido le retiró su apoyo para respaldar al ex Gobernador del estado Carabobo, Henrique Salas Römer, a quien consideraban el único capaz de derrotar a Hugo Chávez. Lo demás fue un hecho bochornoso que término de enlodar lo que quedaba medio sano de la política venezolana.  El candidato Alfaro no aceptó la decisión de su partido y termino siendo expulsado de la manera más grotesca posible por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Lo que vino después ya es conocido. Chávez ganó las elecciones presidenciales, con un 56,20%, sucediendo a Rafael Caldera, fundador del partido COPEI, y quien por pugnas internas en su partido había decidido autoexcluirse y fundar el partido “Convergencia”, con el cual ganaría las elecciones presidenciales en 1993.

A pesar de la proliferación de partidos y grupos políticos en Venezuela en el presente, los cuales mayoritariamente se encuentran bajo la coalición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ninguno de estos ha considerado indispensable ni dar a conocer su ideología, ni mucho menos presentar un proyecto de país para demostrar a los venezolanos la Venezuela  a la que aspiran para los años venideros, así como la manera en que pretenden desarrollar dicho proyecto.

Con esto, concluyen los analistas, no solo desdicen de la poca importancia que le otorgan a la sociedad venezolana en la solución de sus problemas, sino que dan peligrosamente por sentado que de manera automática esos grandes porcentajes de rechazo a las políticas del régimen revolucionario, irían a fortalecer sus pretensiones electorales. La última experiencia vivida por  los venezolanos, cuyo origen fue la falla de los partidos políticos antes mencionados, todavía está latente. No solo porque dichos partidos, aun cuando sus adeptos hayan quedado numéricamente reducidos, siguen haciendo vida política, sino porque los partidos de nueva data persisten en copiar al máximo las características de aquellos: similar manera de comportarse, idénticas aspiraciones electorales, igual tratamiento a la sociedad venezolana, y peor aún: falta de ideología propia. ¿Será eso lo que emulan los venezolanos para su futuro?; ¿o merecerán algo mejor?

Abogada, especialista en seguridad y defensa, ex embajadora de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos.*

Notiminuto

Para dentro de 500 años por Carolina Jaimes Branger

Tiempo

 

Para mis alumnos del curso de Escritura Creativa

¿Qué escribir en una carta que será introducida en una cápsula de tiempo para ser abierta dentro de 500 años? El miércoles pasado en mi curso de Escritura Creativa tuvimos esa tarea, que resultó ser muy retadora. Las respuestas fueron, como siempre, variadas y desde distintos enfoques. Me gustaron en particular las que hablaron en primera persona, sin hacer referencias a la situación política.

Si yo escribo una carta para que la abra alguien dentro de 500 años, de lo menos que quisiera hablar es de la situación de la Venezuela de hoy. Eso estará en los libros de historia como una página negra que hubiéramos querido que no pasara, igual como cuando hoy leemos con tristeza los sucesos de la Inquisición, por ejemplo. Porque escribir una carta para alguien dentro de 500 años, es equivalente a encontrar hoy una nota que fue escrita en 1515. De quien haya escrito esa nota me gustaría saber quién fue, qué cosas lo movieron, cuáles lo conmovieron. Asimismo, quien lea mis líneas en el futuro me gustaría que supiera de mis amores, de mis sueños, de mis esperanzas. De las cosas que atesoro y de las cosas que rechazo.

Me gustaría que esa persona supiera que amo y he amado con intensidad. Que me hace feliz ver el Ávila, las flores y los árboles de nuestros bosques tropicales. Que me encantan el olor del mar, el cielo azul y los relámpagos, que de igual manera disfruto los conciertos de música clásica, cantar y escribir. Que adoro viajar, pero que siempre vuelvo a Venezuela porque es el lugar donde pertenezco y que es el lugar al que también pertenecen mis hijas aunque no vivan aquí, porque cuando piensan en su casa, su casa es este país al norte del sur y a la orilla del Caribe.

Quisiera que supiera que tuve unos padres maravillosos, que me enseñaron valores. Que mi papá le puso música a mis sueños y que mi mamá hizo todo lo que estuvo a su alcance para que se volvieran realidad. Que fui afortunada de tener abuelos. Que soy afortunada de tener hermanos. Que he tratado de ser una buena mamá. Que estoy orgullosa de mis hijas y sus logros. Que tengo cincuenta y siete años y que mis amigas de los cinco años son todavía, más que mis amigas, mis hermanas.

Que soy adicta al chocolate y que espero que aún haya chocolate dentro de 500 años. Que tomo vino con mis amigos cada vez que puedo. Y que nunca podré ser vegetariana, porque me fascina comer carne.

Que valoro la lealtad, la amistad y la excelencia. Que huyo de la hipocresía, de la injusticia y de la mediocridad.

Que me gusta leer, dar clases, aprender. Que considero que el estado ideal es ser estudiante. Me gustaría invitarlo a que lea mis libros: “Los 7 encuentros”, para que conozca el regalo que es tener una hija especial. “El anclaje del subdesarrollo” para que sepa mis preocupaciones. “Yo nací en esta ribera” para que comprenda lo que vi, lo que sentí, lo que soñé y “Del amor tuyo y el mío” para que sepa cuánto amé. Porque espero que en 500 años el amor continúe siendo la mayor de todas las fuerzas.

 

@cjaimesb

“Ese ancianato se había quemado en noviembre del año pasado, pero no se tomaron medidas”

Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.12.01

@MariaAlesiaSosa

La familia de María Dolores Méndez Melero todavía está esperando que los llamen para informarles sobre el incendio que hubo en la casa de reposo donde vive ella desde hace dos años. Se enteraron por Twitter del incendio en la quinta Dos Pinos, de la Avenida Mohedano de La Castellana, en Chacao. María Dolores tenía 40 años, y es una de las ocho víctimas del siniestro que se produjo a el domingo 23 de agosto, cinco minutos antes de las 7:00 de la noche.

Méndez sufrió una meningitis cuando tenía un año, y la inflamación del cerebro le provocó un retraso que sólo empeoró con los años. Ya no caminaba, ni podía hablar. “Ella no tenía noción del tiempo, de nada. No creo que se haya dado cuenta de lo que sucedió el domingo”, cuenta su hermana Isabel Melero.

En la casa hogar vivían 40 personas, pero sólo estaban allí 36. Los otros cuatro, habían salido con sus familiares. En el incendio, fallecieron ocho mujeres: tres quemadas y cinco asfixiadas. María Dolores murió por asfixia. Sus familiares la reconocieron el lunes en la mañana en la morgue de Bello Monte.

Lisbeth Carrero, sobrina de María Dolores lamenta que no se hubieran ocupado de sacar primero a las personas que no podían caminar.

Pero Christian Ferreira, el hijo de la conserje del edificio que está al lado del ancianato, asegura que fue imposible entrar a uno de los cuartos porque estaba cerrado con llave. Ferreira fue uno de los que cargó a varios abuelos y los sacó de las llamas. “Tratamos de romper las rejas de esa habitación pero no pudimos entrar, los que estaban allí murieron calcinados”, dice.

La casa era de administración privada pero dependía del Seguro Social. El domingo sólo había dos enfermeros cuidando a todo los internos. Un vecino de la zona dice que la institución era muy pequeña para la cantidad de personas que estaban viviendo allí. “Esos abuelitos estaban hacinados, y tenían poco personal, no se daban abasto para atenderlos a todos, mucho menos al momento de una emergencia”.

Carrero trata de consolarse por la forma en que murió su tía. “La muerte quemada es muy horrible, por lo menos ella no murió quemada”.

Luis García, hermano de Nieves García (76), no puede decir lo mismo. Su hermana fue una de las mujeres que murió calcinadas. El lunes por la mañana, esperaba en la morgue que le hicieran algunas pruebas dentales para poder certificar que era el cadáver de su hermana.

“Los bomberos llegaron tardísimo. Una de las enfermeras que estaba sacando gente nos confirmó que mi hermana se quedó adentro, que no pudo hacer nada para sacarla. Parece que cerraron la habitación donde ella estaba, y que estaba amarrada.

Demasiado tarde

Todos los que presenciaron el incidente coinciden en que los bomberos llegaron demasiado tarde, algunos dicen que 20 minutos, otros que 40 minutos después de que empezaron las llamas. El alcalde Ramón Muchacho explicó que uno de los problemas fue que los vecinos llamaron al 911, en vez de al 171, que es el número al que deben reportarse las emergencias. “La gente reclama a Chacao, sin saber que los bomberos que atienden nuestro municipio no dependen de la Alcaldía, sino de la autoridad única del Distrito Capital”.

A cinco para las 7:00 de la noche del domingo 23 de agosto, se sintió un bajón de luz en casa de Alexander Borges, en el barrio El Pedregal del municipio Chacao. Pensaron que era una falla de luz, como es habitual, pero en pocos minutos comenzaron a sentir un olor a quemado. Rápidamente se dieron cuenta que se trataba de un incendio, y venía del ancianato que colinda por detrás. “Además no era la primera vez. El año pasado la casa de los abuelos se había incendiado también, pero no pasó nada y nunca tomaron medidas de seguridad”, cuenta.

Un día después camina como un héroe en las calles del barrio. “Él y Edwin Reyes, fueron algunos de los muchachos de la zona que ayudaron a sacar a los viejitos, si no es por ellos, se queman todos”, dice Antonio Barrera, dueño de la bodega de El Pedregal.

La conserje de otro edificio cercano, salió al escuchar los gritos de auxilio en la calle. “¡Los abuelitos!, ¡Se queman los abuelitos!” Relata que enseguida su marido salió a ayudar y fue otro de los que sacó a los ancianos de los cuartos. “Mi esposo rompió ventanas y puertas para sacarlos. Pero llegó un momento en que el humo no los dejó ayudar más, y algunos quedaron atrapados”, dice.

“Si no es por los vecinos y los chamos del barrio, se hubieran quemado todos los viejitos. Los bomberos llegaron tardísimo”, dice la conserje del edificio Piedras Pintadas, Fabiola González. Agregó que un grupo de la Guardia Nacional Bolivariana que casualmente pasaba por ahí también se bajó a ayudar en la emergencia.

Jesús Moreno, conserje de la torre B del Piedras Pintadas, ante los gritos de auxilio, se encargó de buscar las mangueras contra incendio del edificio que está al lado del ancianato. “Corriendo busqué las mangueras, no alcanzaban pero conectamos varias, y logramos apagar el incendio. Cuando llegaron los bomberos ya lo habíamos apagado casi todo”. Cree que la casa no tenía extinguidores de fuego, ni mangueras, a pesar de que hace menos de un año ya habían tenido un conato de incendio.

Apenas le avisaron al dueño de la bodega, él abrió su negocio para llevarles agua, jugos y alimentos a los viejitos que habían rescatado. Salud Chacao les brindó los primeros auxilios. Sentaron a los 28 en la acera de enfrente de la casa quemada, 18 fueron llevados al Hospital Domingo Luciani de El Llanito para ser atendidos, y los otros 10 se fueron a casa de sus familiares.

El alcalde de Chacao agradeció la ayuda de los vecinos. “Dentro de la tragedia vivida anoche, los gestos de generosidad y heroismo de un grupo de personas, nos recordaron que nuestro país está lleno de gente valiosa”. Agregó que en los próximos días, la alcaldía hará un reconocimiento a estos “héroes anónimos”.

 

Fallecidas

  • Marlene Lozada
  1. 3217220
  • Adelaida Ávila, 55 años
  1. 12403900
  • Nieves García, 76 años
  1. 1751446
  • Yolanda Laya, 75 años
  1. 1485265
  • María Alarcón, 60 años
  1. 16511684
  • María García, 74 años
  1. 2968305
  • María Dolores Méndez, 40 años
  1. 16493436
  • Luisa García, 72 años

CI. 4088074

 

Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.13.27 Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.13.38 Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.14.22 Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.14.30 Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.14.46 Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.15.04

Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.14.00

Alexander Borges, uno de los vecinos de El Pedregal que ayudó en el rescate.

Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.14.11

Jesús Moreno y Christian Ferreira, salvaron la vida de los 36 abuelos.

Captura de pantalla 2015-08-24 a las 19.14.46

Carlos Dorado Abr 12, 2015 | Actualizado hace 9 años
¿Fue mejor el pasado? por Carlos Dorado

Pasado

 

“Ustedes, los jóvenes sólo piensan en la música electrónica, en Google y en las redes sociales, y nos le gusta mucho el sacrificio ni el trabajo. Veo muy mal el futuro” ¿Qué padre, en algún momento de su vida, no le ha dicho esta frase  a un hijo? Ahora que somos padres,  viendo a nuestros hijos, vuelve a nuestra memoria: ¿será que el pasado fue mejor de lo que va a ser el futuro?

Un pasado como el mío, donde uno llegaba a la mesa antes que sus padres, y sólo con una mirada de estos era suficiente para permanecer callados, donde sólo cabía el obedecer, donde a los padres se les trataba de Usted, y la vejez representaba sabiduría y respeto; versus un presente en el que si los hijos vienen a comer es todo un acontecimiento, y donde la figura de padre es decorativa, y la vejez sólo representa un estorbo.

Una época como la mía, donde se jugaba en la calle con los amigos de la cuadra, y donde nuestra comunicación era cara a cara, sin importarnos mucho quién era cada uno, porque todos éramos iguales; versus un presente donde a los niños se les lleva a clases de todo: natación, tenis, etc., y donde terminan practicando de todo y de nada; donde la comunicación entre ellos es toda virtual, y donde dependen de la cantidad de seguidores que tengan en las redes sociales, para sentirse distintos.

Un tiempo como el mío, donde no éramos alérgicos a nada, sólo a las malas notas, donde los carros no tenían cinturón de seguridad, donde no había teléfono celular para estar todo el tiempo comunicados con los padres, donde si querías saber algo tenías que buscar un libro o preguntárselo a alguien que lo supiese; versus un presente donde son alérgicos a casi todo, donde los carros tienen cinturones y presumen de seguridad; pero cada día quienes los conducen son más inconscientes, donde hay teléfonos que hacen todo, pero no sirven para llamar a los padres; y donde no hace falta aprender de nada, porque Google te lo dice todo.

Una vida pasada como la mía, donde comíamos de todo y sólo nos importaba la apariencia y el sabor,  sin saber si era orgánico o natural, donde no había la descripción del producto, ni mucho menos cuántas calorías tenia, donde el café se tomaba con azúcar y se comía para engordar; pero casi todos éramos flacos; donde sabíamos quienes éramos y el psicólogo lo relacionábamos con los locos,  e íbamos al cine con la esperanza de robar un beso, y donde a las discotecas se iba a bailar; versus un presente donde lo que se come se mide por lo verde y las calorías que tiene, donde el café se toma con edulcorantes, donde se come para adelgazar, y  casi todos están gordos; donde van al psicólogo  todas las semanas para que les diga quiénes son, donde las películas se ven en casa, y a las discotecas se va a escuchar y acaso a bailar, pero solos.

¡Nada es tan poderoso como el pasado! Ya que a él nadie, ni nada  lo pueden cambiar, y es precisamente ahora cuando ya pasé los cincuenta que empiezo a darme cuenta de que la existencia sórdida, maldita y abominable que he llevado en el pasado sin antialérgicos, sin cinturones de seguridad, sin juegos virtuales, sin productos sin calorías, sin Google, sin psicólogos, y sin música electrónica… ¡fue muy feliz!

Mi madre me decía: “Carlos, la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo”

Sin lugar a dudas, que hemos y estamos avanzando muchísimo en ciencia y tecnología, pero estoy seguro de que estamos retrocediendo en principios, valores y dignidad; y lo primero sin lo segundo, puede terminar siendo un infierno.

 

cdoradof@hotmail.com