Para dentro de 500 años por Carolina Jaimes Branger
Para dentro de 500 años por Carolina Jaimes Branger

Tiempo

 

Para mis alumnos del curso de Escritura Creativa

¿Qué escribir en una carta que será introducida en una cápsula de tiempo para ser abierta dentro de 500 años? El miércoles pasado en mi curso de Escritura Creativa tuvimos esa tarea, que resultó ser muy retadora. Las respuestas fueron, como siempre, variadas y desde distintos enfoques. Me gustaron en particular las que hablaron en primera persona, sin hacer referencias a la situación política.

Si yo escribo una carta para que la abra alguien dentro de 500 años, de lo menos que quisiera hablar es de la situación de la Venezuela de hoy. Eso estará en los libros de historia como una página negra que hubiéramos querido que no pasara, igual como cuando hoy leemos con tristeza los sucesos de la Inquisición, por ejemplo. Porque escribir una carta para alguien dentro de 500 años, es equivalente a encontrar hoy una nota que fue escrita en 1515. De quien haya escrito esa nota me gustaría saber quién fue, qué cosas lo movieron, cuáles lo conmovieron. Asimismo, quien lea mis líneas en el futuro me gustaría que supiera de mis amores, de mis sueños, de mis esperanzas. De las cosas que atesoro y de las cosas que rechazo.

Me gustaría que esa persona supiera que amo y he amado con intensidad. Que me hace feliz ver el Ávila, las flores y los árboles de nuestros bosques tropicales. Que me encantan el olor del mar, el cielo azul y los relámpagos, que de igual manera disfruto los conciertos de música clásica, cantar y escribir. Que adoro viajar, pero que siempre vuelvo a Venezuela porque es el lugar donde pertenezco y que es el lugar al que también pertenecen mis hijas aunque no vivan aquí, porque cuando piensan en su casa, su casa es este país al norte del sur y a la orilla del Caribe.

Quisiera que supiera que tuve unos padres maravillosos, que me enseñaron valores. Que mi papá le puso música a mis sueños y que mi mamá hizo todo lo que estuvo a su alcance para que se volvieran realidad. Que fui afortunada de tener abuelos. Que soy afortunada de tener hermanos. Que he tratado de ser una buena mamá. Que estoy orgullosa de mis hijas y sus logros. Que tengo cincuenta y siete años y que mis amigas de los cinco años son todavía, más que mis amigas, mis hermanas.

Que soy adicta al chocolate y que espero que aún haya chocolate dentro de 500 años. Que tomo vino con mis amigos cada vez que puedo. Y que nunca podré ser vegetariana, porque me fascina comer carne.

Que valoro la lealtad, la amistad y la excelencia. Que huyo de la hipocresía, de la injusticia y de la mediocridad.

Que me gusta leer, dar clases, aprender. Que considero que el estado ideal es ser estudiante. Me gustaría invitarlo a que lea mis libros: “Los 7 encuentros”, para que conozca el regalo que es tener una hija especial. “El anclaje del subdesarrollo” para que sepa mis preocupaciones. “Yo nací en esta ribera” para que comprenda lo que vi, lo que sentí, lo que soñé y “Del amor tuyo y el mío” para que sepa cuánto amé. Porque espero que en 500 años el amor continúe siendo la mayor de todas las fuerzas.

 

@cjaimesb