Merida archivos - Página 3 de 24 - Runrun

Merida

La carencia de maquinarias, equipos y personal hacen que las precipitaciones causen más estragos de lo previsto
Denuncian que no se hace mantenimiento preventivo como limpieza de drenajes, desagües y diques

@franzambranor

La temporada de lluvias empezó en Venezuela y cada vez que cae agua proveniente del cielo, la historia se repite como si se tratase de un loop siniestro en la ciudad de Caracas. Autopistas, avenidas y calles se anegan provocando caos y servicios como el Metro colapsan.

En el interior del país, los episodios son más dramáticos, con carreteras y puentes destruidos, además de afectaciones en viviendas y en los servicios públicos.

De acuerdo con Remigio Ceballos, ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, 4 mil familias han sido afectadas por las precipitaciones en todo el territorio nacional, principalmente en los estados Táchira, Mérida, Zulia y Trujillo. 

“Nos mantenemos alertas para atender a los municipios afectados, coordinando trabajos de ingeniería para reparación de vías y diques, remoción de obstáculos, transporte de alimentos y atención a la salud de la población afectada”, declaró Ceballos.   

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) reportó que las precipitaciones en el pasado mes de abril superaron entre 200 y 300% los niveles históricos para el cuarto mes del año en Venezuela.

El organismo asomó que las precipitaciones pudieran extenderse hasta el mes de junio. La temporada de lluvias en Venezuela suele producirse entre los meses de mayo y noviembre. 

Nicolas Maduro indicó que las lluvias corresponden al fenómeno meteorológico “La Niña” y anunció la supuesta activación de un fondo de 10 millones de bolívares.

Falta de planificación

Jose María De Viana, expresidente de Hidrocapital, sostuvo que las lluvias son fenómenos anuales y cíclicos a los que se puede enfrentar con una debida planificación.  

“El 99% de los fenómenos naturales no son catastróficos. La vida normal no debe ser afectada por las lluvias”, sostuvo De Viana, quien recordó que en todo el mundo llueve, pero Venezuela es una de las pocas naciones que regularmente ve afectada su cotidianidad cuando hay precipitaciones.

“Todo es cuestión de estar preparados y hacer mantenimiento preventivo de los drenajes, no se puede estar preparado cuando en Caracas el cuerpo de bomberos no cuenta siquiera con un camión”.

El ex presidente de Hidrocapital y experto en políticas públicas señaló que los drenajes en Caracas colapsan porque no son limpiados con la regularidad que ameritan.

“Una vez que termina la temporada de lluvias, este procedimiento debe hacerse. Las vías rápidas como la autopista Francisco Fajardo son responsabilidad del gobierno nacional y las avenidas y calles corresponden a las respectivas alcaldías”. 

Para De Viana es insólito que las autoridades, conociendo cuáles son los puntos críticos en Caracas, cuando llueve, no hagan mantenimiento.

“Regularmente, es en la autopista a la altura del sector Quebrada de Maíz y en la parte baja de la avenida Libertador”.

De Viana además aseveró que para efectuar la limpieza de drenajes no se requiere una gran inversión. “Si el gobierno o las alcaldías no cuentan con las maquinarias y el personal correspondiente, hay empresas privadas que ofrecen ese servicio. Es más cuestión de voluntad que otra cosa”.

Regiones sin paraguas

Según De Viana, la situación en el interior del país con las lluvias es de calamidad porque las carencias se multiplican al cuadrado.

“Tienden a colapsar las carreteras y los puentes, hay deslizamientos, la gente sufre porque queda prácticamente incomunicada, el comercio agrícola que es tan importante se paraliza”.

De Viana aseguro que los servicios públicos, ya inmersos en una crisis, tienden a empeorar cuando hay lluvias.

“El agua se afecta porque los embalses se revuelven, se torna en un color distinto y hasta huele diferente, lo que puede causar afectaciones en las personas, y por otro lado, el tendido eléctrico puede verse perjudicado, ni hablar de las telecomunicaciones que todos sabemos lo que ocurre con algunas señales que son satelitales”. 

En el estado Zulia, el gobernador de la entidad Manuel Rosales declaró “alerta máxima” por el desbordamiento de al menos ocho ríos y la ruptura de diques en los municipios Francisco Javier Pulgar, Colón, Sucre y Catatumbo. 

Por su parte, Jehyson Guzmán, gobernador del estado Mérida, manifestó que las lluvias perjudicaron cuatro viviendas, 150 parcelas y una cifra considerable de acueductos

El alcalde del municipio Panamericano en el estado Táchira, Yonathan Rangel, indicó que están muy cerca de decretar estado de emergencia.

“Hemos estado resolviendo los inconvenientes por nuestros propios medios, pero la realidad es que no contamos con los recursos, la maquinaria y el personal para hacerle frente a las lluvias”.

Rangel aseguró que recibió una alcaldía quebrada y desvalijada y, por ello, no puede encarar con propiedad una contingencia de esta magnitud.

“Se ha estado trabajando principalmente en la Troncal 1 que ha sido la más afectada, hemos tenido derrumbes y los puentes han sufrido. El asunto es que necesitamos personal y maquinarias para remover escombros”.

Según Protección Civil Táchira, 27 viviendas han sido afectadas, sin pérdidas humanas y daños estructurales de consideración.  

Nuvia Criollo, alcaldesa del municipio tachirense Andrés Bello, indicó que la calzada de la Troncal 1 experimenta un desplazamiento importante que debe ser atendido antes de que empeore.

“El asunto es que no contamos con las herramientas ni el personal idóneo para desarrollar estos trabajos. Hemos tenido colaboración de la gobernación, pero no es suficiente”.

Criollo dijo que las alcaldías opositoras en Táchira de José María Vargas, Francisco de Miranda, Sucre y Andrés Bello han unido fuerzas para encarar la temporada de precipitaciones.

“Con los escasos recursos que tenemos hemos hecho frente a la situación, sin embargo necesitamos que el gobierno central se aboque”.

Rangel denunció que el acueducto municipal está destruido. “Tenemos una situación de emergencia en varios ámbitos que es el común denominador en los municipios del interior del país, nuestra condición es de vulnerabilidad”. 

Lluvias e inundaciones causan estragos en Mérida, Zulia y Trujillo
850 familias wayuu están afectadas por las inundaciones y desbordamiento de ríos debido a las lluvias en los municipios Francisco Javier Pulgar, Sucre y Catatumbo

 

Este sábado, el director de Protección Civil en el estado Mérida, Luis Lobo, informó que 587 viviendas y alrededor de tres mil familias resultaron afectadas producto de las lluvias. 

«Tenemos 587 viviendas afectadas, 17 destruidas y alrededor de 26 en riesgo; más de mil 927 familias  y 17 ríos desbordados», dijo Lobo.

Diferentes vías se encuentras afectadas excepto el camino que conecta Mérida y Barinas. Sin embargo, el paso será a riesgo debido a los aguaceros en la entidad llanera.

Protección Civil pide a los ciudadanos estar prevenidos, asimismo, el sistema regional de gestión de riesgo continua evaluando las zonas y llama a evacuar a las personas que viven de los ríos.

En Zulia también llueve

Al menos 850 familias wayuu están afectadas por las inundaciones y desbordamiento de ríos debido a las lluvias en los municipios Francisco Javier Pulgar, Sucre y Catatumbo, en el Sur del Lago de Maracaibo, informó la ministra para Pueblos Indígenas, Clara Vidal.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Ganaderos de El Guayabo, Nelson Urdaneta, informó que hay 30 mil hectáreas de producción de carne y leche afectadas por las inundaciones en el municipio Catatumbo del estado Zulia.

“Ya está llegando el agua a la capital del municipio Encontrados, tenemos entre 28 mil a 30 mil hectáreas afectadas, mientras continúen las lluvias en el norte de Táchira y Colombia seguiremos afectados”, informó Urdaneta en entrevista concedida a Es Con Usted.

Las inundaciones provocadas por las lluvias que han afectado a más de 5.000 personas en la región del Sur del Lago, mantiene a los habitantes entre la angustia y desesperación por la destrucción de las cosechas y sus casas anegadas.

Ixinio Prieto, productor del municipio Catatumbo, aseguró que han tenido que sacar sus enseres para poderlos salvar.

“El ganado también lo tuvimos que sacarlo a otra zona para poder salvarlo”, dijo Prieto.

Hasta ahora, las autoridades habían reportado unas 20 hectáreas afectadas, pero los ganaderos aseguran que la cifra se quedó corta con el paso de los días. 

Estado de emergencia en Trujillo

El gobernador del estado Trujillo, Gerardo Márquez emitió un Decreto de Emergencia para la atención de las dificultades que se han generado en diversos municipios de esta entidad por las lluvias. 

Márquez ofreció un balance de la situación e informó que 73 familias afectadas por pérdida total y parcial de viviendas, además se ha registrado afectación en vialidades y sembradíos por las inundaciones.

*Con información de EP y UR

Las deudas ambientales de Venezuela en 2021: un lago contaminado, árboles mutilados y tragedias por cambio climático
El Parque Nacional El Ávila, la montaña que se ha convertido en un emblema de Caracas, recibió este año una doble amenaza pese a ser un área protegida. Su futuro está en vilo.
Los derrames petroleros y la contaminación que producen en cuerpos de agua siguen siendo una constante. Son de tal magnitud que, incluso, ahora la NASA pone su atención en ellos.
Y mientras en la capital del país, la tala de árboles está descontrolada, en otras regiones avanzan iniciativas de académicos e investigadores que buscan crear redes para garantizar la conservación de las áreas naturales.

 

Este artículo es una colaboración periodística entre Runrun.es y Mongabay Latam

 

El ruido de las motosierras se hizo parte de los sonidos de Caracas durante los últimos meses de 2021. Muy cerca de las elecciones regionales, en las que se escogerían a los alcaldes y gobernadores, las autoridades locales avalaron la poda de cientos de árboles, lo que llevó a la movilización de activistas que salieron a marchar para defenderlos.

También en la capital venezolana, nuevas acciones amenazaron al principal pulmón vegetal de la ciudad: el Parque Nacional El Ávila. El presidente Nicolás Maduro anunció que dentro del área protegida se construirá la “primera ciudad comunal de Venezuela”, plan sobre el que no se ha divulgado mayor información, pero mantiene en alerta a los distintos actores . Y, además, avanza una inminente actualización del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso de este lugar, impulsada en parte por la acción de ciclistas que buscan levantar la prohibición de circular por las rutas de esta montaña.

Mientras esto sucedía en Caracas, hacia el occidente del país se repetía una constante: los derrames petroleros. La NASA agitó las redes sociales con una imagen del Lago de Maracaibo poblado de miles de torres petroleras y balancines, y una mancha aceitosa que mezcla el negro del hidrocarburo con el verde de las algas que cubren la superficie.

 

En 2021, además, el cambio climático dio una estocada al territorio venezolano. Las lluvias extremas provocaron deslizamientos en los andes del país y dejaron 20 muertos. En una decena de estados, las precipitaciones persistentes causaron numerosas inundaciones. Pese a las malas noticias, al menos hay dos notas positivas que abogan por la conservación.

Estos son algunos de los temas que activistas, biólogos y ambientalistas identifican como los principales hitos ambientales en Venezuela durante este 2021, y de los cuales hablan con Mongabay Latam.

 

Lo malo: guerra contra los árboles

“Una sociedad que destruye sus árboles, jamás su tronco endereza”. Eso se leyó en una de las pancartas que el 27 de noviembre se levantaron en Caracas, durante una movilización ciudadana en contra de la tala indiscriminada de árboles que sufrió la capital venezolana en los últimos meses del año. La acción, no obstante, no es nueva.

“La pérdida del arbolado urbano ocurre desde que yo estoy chamo”, aseguró José “Cheo” Carvajal, activista, director de la asociación civil Ciudad Laboratorio, y líder de Plantados, una plataforma-coalición de organizaciones ciudadanas que defienden los árboles de Caracas. Rememoró, por ejemplo, cuando en 2015 se talaron al menos 700 caobas por la ampliación de la autopista Valle-Coche. “¿Por qué sucede esto? Porque estamos defendiendo un modelo en el que lo más importante es el carro (coche)”, criticó.

La última tala de árboles se activó en el segundo semestre del año y se intensificó en los meses previos a las elecciones regionales de noviembre de 2021. El registro quedó en denuncias y comentarios que se publicaron tanto en chats vecinales como en las redes sociales. Videos y fotos de árboles mutilados comenzaron a verse en los timelines de los caraqueños.

El mayor problema que existe ahora, subrayó Carvajal, es la falta de protección del árbol. “Ahorita estamos en un momento muy particular porque no hay contención institucional, se supone que las alcaldías son las responsables de ese patrimonio verde, del arbolado urbano, y ahora parece que se están dedicando a gestionar en donde la gente quiere que talen (…) No hay instituciones que defiendan al arbolado urbano”, sentenció el activista.

La situación empeora si se toma en cuenta el momento que atraviesan los gobiernos locales, con bajísimos presupuestos y un personal que suele estar poco calificado, recordó Carvajal. Por esa razón, relató, las podas se retrasan mientras los árboles se enferman y, cuando finalmente se ejecutan, se hacen mal y los troncos terminan mutilados.

Aunque en medio de la poda masiva se rumoró que la madera cortada termina como leña en los hogares donde no llega el gas doméstico por la crisis del combustible que vive Venezuela, Carvajal insistió en que hay una “guerra contra el árbol” que proviene de muchos frentes: vecinos que quieren que los poden o eliminen por diversas razones (raíces que rompen muros o se meten en las tuberías);  promotores inmobiliarios y los comerciantes que quieren más visibilidad de sus negocios. En ninguno de los casos, advirtió el activista, se hacen evaluaciones que permitan ver si estas acciones deben o no permitirse.

 

Lo trágico: deslizamientos por cambio climático

Paredes derrumbadas, coches arrastrados por la corriente, calles convertidas en caminos de piedras, vías convertidas en lodazales, ramas y troncos de grandes árboles en medio de aceras y calzadas. Esas eran las imágenes de destrucción del pueblo de Tovar, en el estado Mérida, a casi 800 kilómetros de Caracas, que llegaban la mañana del 24 de agosto de 2021 a los medios de comunicación y a las redes sociales. Las fuertes y persistentes lluvias habían provocado un deslizamiento allí y en otros siete municipios, dejando al menos una veintena de muertos y cientos de familias afectadas.

Dos días después, el sacerdote Vicente Arellano enviaba un reporte a la Arquidiócesis de Mérida para describir la situación: los heridos se trasladaron en camillas improvisadas, los servicios públicos colapsaron, los pueblos quedaron incomunicados porque las vías estaban tapiadas y los únicos que intentaron hacer una limpieza fueron los habitantes de la zona. La comida se agotó.

Si bien en Mérida ocurrieron las consecuencias más graves, hubo inundaciones en al menos 11 estados a lo largo de 2021. Las fotos de calles anegadas o desbordadas se convirtieron en una constante y provocaron que decenas de personas tuvieran que desplazarse.

El investigador y geógrafo Antonio De Lisio explicó que, debido al cambio climático, se prevé que Venezuela sea un país cada vez más caliente y más seco. Pero esas estimaciones no significan que las lluvias desaparezcan, sino que los eventos de precipitaciones o sequía sean cada vez más intensos como los ocurridos en Mérida.

“Recordemos que la ocurrencia de un evento extremo, no quiere decir que no haya recurrencias. Antes podíamos decir que estas situaciones se presentaban cada cuatro o cinco años, pero ahora ese período es más errático. Sin embargo, estos son eventos que pueden ocurrir”, afirmó De Lisio.

Tal situación preocupa al experto, exdirector del Centro de Estudios Integrales del Ambiente (CENAMB) de la Universidad Central de Venezuela, porque no hay cómo predecirla. Llamó la atención sobre un punto clave: la carencia de un sistema de alerta temprana que nunca se instaló en ríos, cuerpos de agua e incluso en laderas, y que hubiese permitido llevar el registro de su comportamiento.

“A finales de los 90 y a comienzos de 2000 se anunció que se iba eliminar el sistema analógico meterológico e hidrométrico que tenía Venezuela, porque todo el monitoreo de los ríos, las lluvias y otros elementos del clima se iba a digitalizar. Entonces, el sistema se eliminó y nunca se sustituyó. Nuestra capacidad de predicción es realmente baja”, denunció el especialista en planificación, ecología y desarrollo sustentable.

Esta carencia, además del riesgo que representa, es una muestra del rezago tecnológico del país. De Lisio considera que, con respecto al tema ambiental, la nación está al nivel de los años 50 o 60, porque además hay un retroceso institucional debido a la pérdida de la capacidad de respuesta y estudio de este tipo de situaciones.

El problema se agrava con otras variables, como el escaso mantenimiento del alcantarillado y las quebradas. “No hay un trabajo de limpieza de drenajes y si no lo hago, si no limpio las quebradas que se convirtieron en basureros a cielo abierto, puede haber inundaciones. Por eso en Caracas con una lluvia de 20 milímetros se inundan todas las calles”.

Esta vulnerabilidad aumenta, según De Lisio, porque tampoco la población está preparada para estos eventos. “Si no logramos establecer nuestro sistema de monitoreo ni educar a la población, nuestra situación va a ser crítica, y ni lo uno ni lo otro se está haciendo”, sentenció.

 

Lo feo: parques nacionales a la deriva

Lo dice el artículo 28, numeral 9, del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU) del Parque Nacional El Ávila, la gran montaña que está al norte de Caracas: la circulación de bicicletas está prohibida dentro de esta área protegida. Sin embargo, durante 2019, allí se realizó una competencia de ciclismo de montaña y en abril de 2021 se pensaba repetir. Solo las críticas y protestas por parte de ambientalistas y comunidad científica lograron detenerla.

Pese a la suspensión, un hecho preocupó a los defensores del Ávila. Inparques —institución que se encarga de la administración y protección de los parques nacionales de Venezuela— convocó a una discusión sobre la actualización del PORU del área natural. Alejandro Luy, coordinador de la organización ambientalista Tierra Viva, presenció la serie de encuentros que propició charlas y talleres. Sin embargo, hoy día se sabe que el instrumento aún está en evaluación.

Luy piensa que permitir el ciclismo masivo en el parque implicaría el deterioro de los suelos y las trochas, la apertura de nuevas rutas, el desplazamiento de la fauna porque habrá mayor intensidad en el uso del parque, y el riesgo de accidentes entre los visitantes que suben a pie y los que van en bicicleta por las mismas vías.

Además de los intentos de los ciclistas, hubo un anuncio presidencial que levantó múltiples críticas: la construcción de una ciudad comunal dentro del Ávila prometida por Nicolás Maduro en octubre pasado. Si esto ocurre, lo que podría esperarse es un mayor tránsito de personas, deforestación, más basura e instalaciones que puedan permitir que las nuevas edificaciones tengan servicios públicos. “Uno necesita estar alerta en función de conocer los impactos sobre el medio ambiente si eso llegara a ocurrir”, subrayó Luy. Sin embargo, todavía no se ha adelantado nada del polémico plan.

El Ávila no es el único parque nacional amenazado. En el archipiélago Los Roques se levantan construcciones con materiales y formas que también contravienen lo establecido en su PORU y en áreas en donde las nuevas edificaciones están prohibidas. En Canaima —tanto en el sector occidental, donde está la cascada más alta del mundo, el Salto Ángel; como en el oriental, donde está la Gran Sabana—, declarado Patrimonio de Humanidad por la Unesco, hay zonas en donde se practica la pequeña minería con el uso de motobombas y mercurio.

El Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, por otro lado, uno de los cinco humedales venezolanos reconocidos y protegidos por el Acuerdo de Ramsar, podría perderse por el dragado de un canal de navegación de un gigantesco complejo hotelero que se edifica a muy pocos kilómetros de allí. Todos estos planes se realizan con la venia del Ejecutivo venezolano que aprueba proyectos turísticos sin mostrar públicamente los impactos ambientales.

Para Édgar Yerena, biólogo, abogado y profesor del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar (USB), en parques como Los Roques, El Ávila (sector Galipán), Mochima y Morrocoy “hay una presión muy fuerte por un turismo de elite (…) Hay construcciones ilegales girando en torno a demandas por parte de gente con mucho dinero y poder político”.

La minería, recordó el experto, también ha hecho estragos en estas áreas protegidas. “Ha entrado como perro por su casa por todos los parques del sur del Orinoco. No hay ninguno donde no haya un foco minero, el más desastroso es el Parque Nacional Yapacana (Amazonas), donde las minas superan las 1.000 o 2.000 hectáreas”, lamentó.

A las construcciones ilegales y la minería se suman otros problemas como la extracción ilegal de la madera o los intereses políticos por construir carreteras de penetración agrícola, señaló Yerena. “Hay una política de no oponerse a los ilícitos ambientales de los parques o de restar o hacer poca resistencia a esas presiones. Esa es la política que prevalece, porque hay poca decisión por parte de Inparques en salir en defensa de las áreas protegidas”, apuntó.

Además, desde 2018, el Ministerio de Ecosocialismo (Ambiente) no difunde cifras forestales. En sus informes, la institución señala que las casi 68 millones de hectáreas de Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (Abrae) se mantienen incólumes, pese a las denuncias sobre áreas protegidas deforestadas por la minería y otras actividades. Mientras, las áreas para la producción forestal permanente pasaron de poco más de 16,3 millones de hectáreas en 2013 a 11,2 millones en 2018. La iniciativa MapsBiomas Amazonía reveló que solo el sur Venezuela perdió entre 1,1 millones de hectáreas de cobertura vegetal nativa en los últimos 35 años, lo que representa un 2,5% de la Amazonía del país.

Fuera de la Amazonía, en parques como El Ávila, Guatopo, Henry Pittier, Terepaima y Yacambú han sufrido deforestación.  “Son deforestaciones de pocas hectáreas pero que son importantes. En un  parque nacional debería haber cero deforestación. Cuando hablo de pocas hectáreas me refiero a dos hectáreas por aquí, ocho por allá y así”, agregó el biólogo. Las consecuencias de este fenómeno va desde la pérdida de la cobertura vegetal hasta la erosión de los suelos y las afectaciones a la biodiversidad.

 

Lo persistente: el lago negro en la NASA

Un mensaje corto y unas fotos demoledoras bastaron para crear el revuelo en las redes sociales. En su cuenta en Twitter, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, mejor conocida como NASA por sus siglas en inglés, dedicó en octubre un post al lago más grande de Suramérica y el más importante para la industria petrolera venezolana. “Aguas turbulentas: el Lago de Maracaibo en Venezuela se asfixia con mareas negras y algas”, publicó la agencia espacial estadounidense con imágenes satelitales donde el agua se ve como una mezcla viscosa y arremolinada de tonos de verde que van desde el más oscuro hasta el más incandescente.

De inmediato, la comunidad científica venezolana comenzó a aclarar la situación. Sí, el Lago de Maracaibo está así de contaminado. Pero eso no es nuevo: lleva años en esa condición y empeora cada día con los múltiples derrames que ocurren en la zona.

“Es raro ver al Lago de Maracaibo de esa forma. Es una imagen muy impactante porque, aparte de que es muy clara, muestra un ‘bloom’ de algas”, explicó Eduardo Klein, biólogo, profesor universitario y coordinador del Centro de Biodiversidad Marina de la Universidad Simón Bolívar (USB). Ese crecimiento extremo de plantas es la muestra de una condición eutrófica de la superficie de este cuerpo de agua: la cantidad de nutrientes presentes alimenta y expande las algas, pero también provoca la muerte de otras especies.

“Cuando se forman esas capas verdes, esa masa de fitoplancton verde impide el paso de la luz hacia las partes más profundas del lago, lo que hace que no haya producción de oxígeno y se generen zonas anóxicas que limitan el crecimiento de las especies que sí necesitan oxígeno para vivir. Fauna y flora del lago puede estar afectadas por ese crecimiento de algas. Es un lago contaminado”, recalcó Klein.

Otro de los aspectos que impactó a Klein en la fotografía satelital fue el detalle: allí se pueden apreciar los orígenes de las manchas negras. “El lago tiene miles de kilómetros de tuberías submarinas, parte de ellas tiene unos 60 años de edad, y esas tuberías fallan, se rompen, y así sale un derrame (…) Muchas de ellas, todos los días, en diferentes puntos del lago, siempre están derramando”, acotó.

De acuerdo con el boletín de septiembre de 2021 de la asociación civil Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez), la falta de mantenimiento que sufren las maquinarias abandonadas e instalaciones desmanteladas de la industria petrolera nacional ocasiona “fugas de diversas intensidades”, con brotes que “se extienden hasta 40 kilómetros por las costas del Lago y manchas de hidrocarburos de hasta 30 metros de ancho”. En junio pasado, la Asociación para la Conservación del Lago de Maracaibo (Aclama) contabilizaba entre 15 y 30 derrames de petróleo mensuales en el lago.

“La diferencia entre los derrames que ocurrían antes y ahora es que, en el pasado, Pdvsa (la estatal Petróleos de Venezuela) los atendía, tenía un equipo de personas, un sistema de detección con vuelos aéreos, helicópteros. Cuando detectaban una fuga, inmediatamente se activaba la cuadrilla y la detenían en muy pocas horas. Lo que pasa ahora es que esos derrames no se contienen, hay eventos de derrames recurrentes que no son atendidos y eso se ha venido agravando en los últimos años”, precisó Klein.

El Lago de Maracaibo no es el único que padece los derrames petroleros que suceden en Venezuela. Klein, también director del Laboratorio de Sensores Remotos de la USB y colaborador en el Instituto de Ciencias Marinas de Australia, precisó que la mayoría de los vertidos ocurren en el occidente del país.

El informe preliminar “Derrames petroleros en las costas venezolanas: afectaciones al derecho a la libertad académica, a la salud y al medio ambiente”, de la organización no gubernamental Aula Abierta Venezuela, contabilizó que solo en el primer trimestre del año se reportaron 12 fugas y, de estas, dos ocurrieron en el centro de la nación (estado Carabobo y Vargas) y una más en el oriente (Anzoátegui). Los restantes se registraron en dos estados de occidente: siete en Falcón y dos en Zulia. Hasta septiembre, el Observatorio de Ecología Política aseguró que, vía redes sociales, se habían reportado al menos 53 vertidos, y que 33 (62%) de estos fueron en Falcón.

“Lo de las refinerías de Punta Cardón y Amuay (en la Península de Paraguaná, estado Falcón, al noroccidente de Venezuela) es un caso crónico (…) porque están descargando, sin ningún tipo de control, aguas aceitosas al Golfo de Venezuela”, afirmó Klein, quien detalló que la mancha de hidrocarburos se extiende hasta 60 kilómetros desde la costa.

Hay otras instalaciones con derrames constantes y poca vigilancia. El biólogo, que monitorea constantemente estos eventos, comentó que también en el golfo, en las casi 18 millas náuticas que separan a la población de Río Seco de la Refinería de Punta Cardón, hay un oleoducto submarino que se ha roto siete veces en los últimos 14 meses. “Pareciera que está fuera de control. En cualquier momento puede haber una ruptura del gasoducto o un accidente de planta en alguna de las refinerías que pudiera generar un derrame mucho mayor. Esto es lo más preocupante, el riesgo de un evento de dimensiones mayores que no va a poder ser controlado, porque ni siquiera la industria puede responder a los derrames puntuales”, alertó.

Lo bueno: un ecólogo como agente de cambio

En noviembre, justo en los días de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), la edición británica de la revista National Geographic eligió al investigador y académico venezolano Luis Daniel Llambí como uno de los 26 agentes de cambio que trabaja contra el cambio climático, una lista en la que destacan personajes como ​​Greta Thunberg, la primatóloga Jane Goodall, el actor Leonardo Di Caprio o el empresario Bill Gates, entre otros científicos, inventores y activistas.

Llambí, ecólogo, biólogo, profesor de la Universidad de los Andes, con postgrados en la Universidad de York, en Reino Unido, determinó por medio de su proyecto “El último glaciar de Venezuela”, financiado por National Geographic, que el glaciar “La Corona”, en el pico Humboldt del estado Mérida, en el occidente venezolano, está a punto de desaparecer debido al cambio climático. Así, el país se convertirá en el primero de la zona de los Andes en perder sus glaciares, con el agravante de que este es una importante fuente de agua para los alrededores.

Llambí también ha estudiado cómo ha sido la transformación de esos espacios que anteriormente eran glaciares. Así, ha observado los cambios en la diversidad y en la estructura de las comunidades vegetales y cómo estas se establecen y colonizan otros territorios.

Lo esperanzador: una constelación de áreas conservadas

Además del reconocimiento al científico venezolano, se avanzó en otra acción que abre caminos para continuar con la conservación de, al menos, media centena de áreas naturales.

En medio de la pandemia, un proyecto académico enfocado en la sociedad civil echó frutos y este 2021 obtuvo sus primeros resultados. Se trata de Econservación Ciudadana, que involucra a profesores e investigadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Simón Bolívar (USB), Sociedad Venezolana de Ecología (SVE) y de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, quienes a partir de la identificación de áreas conservadas del país pretenden crear una red que las fortalezca y eduque a quienes están detrás de ellas.

El equipo comenzó a trabajar con un inventario preliminar de áreas protegidas que en 2015 determinó la existencia de 60 espacios en todo el país en donde se hacía conservación. Pero con las visitas de campo a solo cinco estados de la zona central del país (Distrito Capital, Miranda, La Guaira, Carabobo, Aragua y Yaracuy) lograron ubicar 50 áreas conservadas potenciales.

Los investigadores se encargan de visitar estos sitios, levantar información físico-natural de cada uno, validar si se trata o no de un área conservada y prestar apoyo a los conservadores por medio de formación y creación de redes. Hasta ahora, han recabado datos de 16 de estos espacios, lo que se traduce en el reconocimiento de 6 800 hectáreas de bosque que han sido protegidas, tanto por acciones comunitarias como de entes privados.

“Nos interesa fortalecer la gestión que ellos hacen o que inicien una gestión del área, que terminen de reconocerse como manejadores de espacios naturales, tengan los fundamentos de la planificación de la conservación y las herramientas para proyectar el manejo del espacio”, señaló Vilisa Morón, presidenta de la SVE y coordinadora principal del proyecto. Además, persiguen que los responsables de aquellas zonas protegidas que colindan con otras puedan trabajar juntos.

“Esta constelación de áreas conservadas tiene como actores a universidades, productores agrícolas, comunidades de vecinos rurales y urbanos, y abarca variedad de ecosistemas naturales, desde matorrales xerofíticos y bosques estacionales, hasta bosques húmedos y nublados, en diversidad de paisajes costeros y montañosos de la Cordillera de La Costa venezolana (…) Muchas de estas iniciativas han surgido en medio de la crisis del país, como respuesta y contribución ciudadana al mejoramiento de la conservación del patrimonio natural”, refiere una nota de prensa sobre el proyecto.

Para 2022, la iniciativa continuará su labor de empoderar a los responsables de las áreas conservadas y lograr que las autoridades puedan prestarles apoyo y reconocimiento. Además, seguirán con el levantamiento de información hacia otros estados de Venezuela.

Liberan a alcalde merideño electo tras ocho horas de arresto

La nueva autoridad local había sido aprehendida por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin)

 

El alcalde opositor Omar Fernández, electo en los comicios locales del pasado domingo en Venezuela para dirigir el municipio Arzobispo Chacón del estado Mérida, fue liberado la noche de este viernes, luego de más de ocho horas de detención sin que hasta el momento estén claras las razones de su arresto, confirmaron a Efe familiares.

El hermano de Fernández, José Gregorio Fernández, indicó vía telefónica que el alcalde fue liberado junto a los cuatro miembros de su equipo que también habían sido detenidos: Jhony Vielma, Fernanda Mora, Carmen Balandra y Lisbeth Rivas.

Entretanto, a través de su cuenta en Twitter, el abogado Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal, indicó que el alcalde y su equipo fueron detenidos «arbitrariamente con fines políticos».

Según señaló el partido opositor Acción Democrática (AD), Fernández fue detenido por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).

 

 

Por su parte, el coordinador del también partido opositor Voluntad Popular en Mérida, Héctor Azuaje, calificó de la detención de Fernández como «terrorismo de Estado».

«El Sebin ha secuestrado al alcalde electo del municipio Arzobispo Chacón, Omar Fernández, junto a la comisión de enlace de la Alcaldía. Terrorismo de Estado contra la voluntad popular de los habitantes de nuestros pueblos del sur», escribió Azuaje en su Twitter.

De acuerdo con los cómputos del Consejo Nacional Electoral (CNE), Omar Fernández fue elegido con 52,29 % de los votos. 

 

En Mérida la MUD y el PSUV repiten candidatos tras 4 años de gobierno paralelo
Ramón Guevara, repite candidatura bajo el apoyo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ante su rival directo Jehyson Guzmán, a quien el gobierno designó como «protector» de la entidad andina
El pasado 6 de noviembre hubo un debate al que solo asistieron 5 de los 9 candidatos a gobernadores. Entre los ausentes resaltó el aspirante del PSUV, Jehyson Guzmán
Ramón Guevara y Jehyson Guzmán vuelven a  encontrarse en una contienda electoral en un escenario de poca propaganda política en las calles del estado.

Alejandro Herrera

El próximo 21 de noviembre, más de 600.000 electores distribuidos en 23 municipios del estado Mérida podrán elegir entre los 9 candidatos postulados a la gobernación.

Tras 4 años de mandato, el actual gobernador, Ramón Guevara, repite candidatura bajo el apoyo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ante su rival directo Jehyson Guzmán, postulado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y quien funge como actual «protector» del estado andino.

En Mérida participan en esta ocasión un total de 32 partidos políticos que dividen su apoyo entre oficialismo y oposición. Dentro de los partidos opositores se encuentran las candidaturas de Cristian Rondón, por los partidos UPP89 y MR; Edgar Márquez, con el apoyo de Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Venezuela, Copei y Prociudadanos; María Virginia Govea, por el partido CENTRADOS; Armando de la Rotta, con el apoyo de NUVIPA y Soluciones; Daniel García, por PMI; Héctor Solano, representando a COMPA y finalmente, por partidos de izquierda, José Eligio Rodríguez, con la representación del PCV.

Cabe destacar que los partidos políticos de Acción Democrática, Voluntad Popular y Copei mantienen una división entre sus organizaciones desde el 2020 cuando el Tribunal Supremo de Justicia intervino dichas toldas políticas. Hoy por hoy, la campaña electoral vislumbra entre el desconcierto de los electores al momento de elegir.

PSUV no asistió al debate

El debate ha estado presente en la jornada electoral. El pasado 6 de noviembre en las instalaciones de la Televisora Andina de Mérida (TAM), se llevó a cabo una jornada de debate en la que de los 9 candidatos sólo asistieron 5, entre los que destacan: Ramón Guevara, Edgar Márquez, Daniel García y  Armando de la Rotta por partidos de oposición, mientras que José Eligio Rodríguez representó al PCV.  El aspirante del PSUV,  Jehyson Guzmán, no acudió al debate. 

El mencionado debate estuvo a cargo de rondas de preguntas dirigidas por diversas personalidades civiles dentro del estado, entre los que destacan Germán Monzón Salas, productor agropecuario, exgobernador y expresidente de la Asociación de Ganaderos de la zona alta del estado Mérida; Alejandra Luna, actual presidenta de la Cámara de Turismo del estado; Gustavo Valecillos Velandria, director actual del Consejo Nacional de Comercio y los Servicios; Oscar Aguilera, sociólogo de la UCV y actual profesor adscrito al Centro de Investigaciones en Ciencias Humanas de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Los Andes (ULA) y Freddy Pérez, abogado egresado de la Universidad de Los Andes.

Todos realizaron consultas para conocer las propuestas por parte de los candidatos.

MUD y PSUV repiten candidatos

Hace 4 años, en las elecciones a gobernador del periodo 2018-2021, el registro electoral contó con un total de 602.637 electores inscritos en el estado Mérida. En aquella oportunidad, se totalizaron 390.664 votos y se registró una abstención de 211.973 (35,17%).

En la fecha, Guevara ganó la contienda con un total de 198.532 votos (50.82%) ante Jehyson Guzmán, con 181.820, lo que representaba un 46,54%.

Meses más tarde, Guzmán pasaría a asumir el cargo de protector del estado Mérida por decisión del gobierno, desplazando así en funciones y saldos presupuestarios al Ejecutivo Regional.

En esta ocasión, dos adversarios vuelven a encontrarse en jornadas electorales, pero con un escenario de pandemia y de poca propaganda política en las calles del estado. Aunado a esto, un gobernador que se encuentra en recuperación tras padecer de COVID-19 en los últimos días.

 

Reportan fallas en servicio eléctrico en varias zonas del país
Al menos siete estados se vieron afectados 

Desde el viernes en la noche y hasta horas del mediodía de este sábado, habitantes de Falcón estuvieron sin servicio de electricidad, de acuerdo a reportes de varios ciudadanos en las redes sociales. 

De la misma manera usuarios de Carabobo, Miranda, Merida, Aragua y Distrito Capital se quejaron por fallas con la luz.

En Caracas, habitantes de sectores como Bello Monte, San Bernardino, avenida Panteón, avenida Fuerzas Armadas, La Candelaria y Las Mercedes denunciaron que desde el viernes están sin electricidad. Presumen que se trata de un plan de racionamiento porque lo mismo sucedió la semana pasada.

 

 

Roberto Patiño Sep 09, 2021 | Actualizado hace 1 mes
No más alcabalas
La solidaridad se enfrenta a obstáculos muy difíciles de superar si el régimen, a través de sus organismos de seguridad, se empeña en sabotear el esfuerzo de la sociedad civil

 

@RobertoPatino

Si hay algo que puede caracterizar al pueblo venezolano es su solidaridad. Una virtud que va más allá de las buenas palabras y los mejores deseos; un modo de ser que se manifiesta con hechos concretos. El venezolano, en medio de la dramática situación económica y social que vive, es capaz de organizarse y trabajar para la solución de problemas concretos en sus comunidades. Tiene una disposición para ayudar al que menos tiene y responde cada vez que se le convoca para apoyar a quienes viven situaciones trágicas.

Somos un pueblo solidario con un temple forjado en medio de las dificultades. Esta certeza quedó confirmada con las recientes inundaciones en el estado Mérida, cuando la organización popular, la sociedad civil, la iglesia, las Organizaciones No Gubernamentales y la ciudadanía se movilizaron para apoyar a una población que fue sometida a un arrebato de la naturaleza, de dolorosas consecuencias.

Sin embargo, esta disposición y capacidad de ejercer la solidaridad se enfrenta a obstáculos muy difíciles de superar si el régimen, a través de sus organismos de seguridad, se empeña en sabotear el esfuerzo de la sociedad civil. El reciente escándalo suscitado por el video donde se observa a funcionarios de los cuerpos de seguridad entorpeciendo el trabajo de quienes movilizan la ayuda humanitaria hacia la población de Tovar, es una clara advertencia de una realidad que existe en el país y que vienen denunciando los activistas de los derechos humanos desde hace mucho tiempo y todo el país. A saber, la vocación del régimen de controlar y a veces malversar la ayuda humanitaria.

Aunque el episodio pudo resolverse por la presión mediática, el aplomo de la Conferencia Episcopal, la firmeza de los profesionales de Cáritas y el apoyo de la sociedad civil, estos hechos nos recuerdan los obstáculos que día a día viven los activistas de derechos humanos, miembros de ONG, periodistas y las comunidades organizadas que trabajan para servir al otro.

La ayuda humanitaria debe poder llegar a su destino. Se debe permitir a las ONG trabajar en el terreno con plenas libertades y garantías. Debe permitírseles a los medios informar sobre lo que está pasando. El desastre natural, agravado por la destrucción previa de los más elementales servicios públicos, nos convoca a todos y el esfuerzo debe ser respetado.

Poner alcabalas políticas y logísticas a este esfuerzo es un crimen con las víctimas de las inundaciones.

La precariedad de la situación económica y social en Venezuela nos hace especialmente vulnerables en situaciones de tragedias naturales. Lo que ocurrió en Mérida es una advertencia que nos debe mantener en alerta en todo el país. Debemos estar atentos a los riesgos que hay en las comunidades y seguir apuntalando las formas de organización de base, uno de los mejores recursos que tenemos para hacer frente ante estas amenazas.

¡No más alcabalas!

*Fundador de Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Conviverpatino.com / www.robertopatino.com | En Instagram: robertopatinog

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Podcast 3 en 1 | Informarse para migrar, me quedaría demasiado en Venezuela y ayuda humanitaria se queda en alcabalas

El episodio número 133 del Podcast 3 en 1 contiene esta segunda semana del mes de septiembre dos reportajes que tienen que ver con la realidad migratoria del venezolano y otro con las irregularidades que genera la emergencia humanitaria compleja

En Runrunes destaca el reportaje Informarse es clave para migrar sin caer en redes de estafa. De acuerdo a un informe del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andres Bello las mujeres y los niños son las personas mas propensas a sufrir de explotación sexual y laboral fuera de nuestras fronteras.

En El Pitazo sobresale el especial Me quedaría demasiado, entrevistas a inmigrantes y descendientes que se niegan a partir de Venezuela

A casi una década del documental llamado Caracas Ciudad de Despedidas, donde la frase pronunciada por un estudiante universitario “Me iría demasiado” se hizo viral, nos llega este reportaje donde inmigrantes y descendientes de extranjeros exponen sus razones por las cuales siguen en Venezuela pese a las dificultades.

Por su parte Tal Cual sacó el trabajo Mérida deja en evidencia trabas diarias que enfrentan actores humanitarios para llevar ayuda.

Miembros de la iglesia católica y de ONG denunciaron que efectivos de la
Guardia Nacional Bolivariana les impidieron llevar ayuda humanitaria a los afectados por las lluvias en el estado andino.