Juan Guaidó está afónico. Poco entrenado en las exigencias diarias de la vocería política, el sábado 2 de febrero, frente a una multitud en una marcha en las cercanías de la Unión Europea, Guaidó estaba quedándose sin voz.
Oratoria y expresión corporal eran las dos primeras interrogantes cuando Guaidó leyó -e improvisó sin suerte- el primer discurso como presidente de la Asamblea Nacional el 5 de enero.
Esa historia ha cambiado: en menos de un mes ha explicado con precisión y humor sereno -alejado de la comicidad burlona de la política venezolana- la ruta para recuperar la democracia venezolana. Guaidó se convirtió, sin que nadie lo viera venir, en el principal vocero de un mensaje que mira al futuro, que no se estanca en el pozo del planteamiento del problema.
Hace un mes era un diputado de la Asamblea Nacional con menos de 300 mil seguidores en Twitter, pero el azar jugó sus cartas, a Voluntad Popular le tocó asumir la presidencia del Parlamento este año y Juan Gerardo Guaidó Márquez, nacido el 28 de julio de 1983 (mismo día y distinto año que el expresidente Hugo Chávez) pasó de ser un líder conocido en Vargas -su estado natal- y poco más, a ser el hombre más importante de la posible transición venezolana y el foco de la prensa internacional.
Este ingeniero industrial de 36 años de edad de la Universidad Católica Andrés Bello, oriundo del estado Vargas, logró calentar las calles del país -congeladas después del asesinato de más de 150 manifestantes en 2017- y también ganar el reconocimiento de 60 países.
El líder de figura espigada, cabello negro y con algunas canas, en sus redes sociales se define como un “servidor público” y ante los medios de comunicación se muestra sencillo, pragmático, metódico, tolerante, estructurado y con arraigo familiar.
En sus discursos, que no suelen durar más de una hora, va directo al grano. No adorna la situación ni la disfraza. No promete cosas inalcanzables y desde el día de su juramentación, el 23 de enero, está enfocado en el cese de la usurpación, en el gobierno de transición y en las elecciones libres.
Guaidó vivió la tragedia de Vargas cuando era un adolescente. Es hijo de un piloto que reside en España desde hace más de 15 años y trabaja con taxista y de una maestra. Tiene cinco hermanos y está casado con la periodista Fabiana Rosales, a quién conoció justamente en una marcha del partido Voluntad Popular.
Egresado de la Universidad Católica Andrés Bello y con dos posgrados en Gerencia Pública, uno en la George Washington University y otro en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), Guaidó es considerado el político más joven en ocupar hasta el momento el cargo de presidente de la Asamblea Nacional.
Sus inclinaciones políticas comenzó a demostrarlas desde el año 2007, durante las protestas del Movimiento Estudiantil Venezolano en contra del gobierno de Hugo Chávez y del cierre del canal de televisión RCTV. En el año 2009, se unió al partido político de Leopoldo López, Voluntad Popular (VP), donde estuvo siempre en la segunda línea, detrás de voceros más destacados como Carlos Vecchio, Freddy Guevara, Luis Florido y Juan Andrés Mejías.
En el 2015 participó en una huelga de hambre para exigir la fecha de los comicios parlamentarios, elecciones donde resultó electo con más de 97.000 mil votos y en donde además la oposición logró una victoria contundente sobre el chavismo al ganar la AN con mayoría calificada.
Guaidó fue uno de los diputados jóvenes que encabezó las protestas de 2017. Durante los meses que duraron las manifestaciones, al igual que sus compañeros, fue alcanzado por la represión de los cuerpos de seguridad, recibió varios perdigonazos en todo el cuerpo y le fracturaron un brazo.
Es probable que Guaidó no hubiese sido elegido como el diputado de VP para asumir la presidencia en el periodo 2019-2020, pero con Carlos Vecchio en el exilio y Freddy Guevara asilado en la embajada de Chile, él fue la opción elegida por López.
Guaidó es padre de una niña de 20 meses llamada Miranda Eugenia, fruto de su matrimonio con Fabiana Rosales. Es fanático del béisbol y en sus redes sociales ha dejado clara su preferencia por el equipo Los Tiburones de la Guaira.
Ciberpolítico
La especialista en Marketing político y ciberpolítica, Carmen Beatriz Fernández, asegura que Guaidó ha sido una sorpresa favorable para todos los venezolanos. Afirma que es inteligente, cabal y preparado.
“Guaidó es un nativo digital, se expresa bien en redes sociales y el crecimiento en las mismas ha sido exponencial”, afirmó la especialista.
De su forma de expresarse, Fernández asegura que es la adecuada y que calza perfectamente con las necesidades de la sociedad. “Aunque no es un pico de plata en la oratoria, se comunica de forma clara, sencilla, pausada y serena, lo cual hace que se perciba auténtico”.
Fernández asegura que internacionalmente, “Guaidó es un fenómeno y lo será aún más a medida que las cosas vayan saliendo bien”.
Adriana Bello, periodista y experta en moda, asegura que la vestimenta de Juan Guaidó está dejando un mensaje claro en la sociedad. “Hay como una especie de retorno a lo civil, a la elegancia, a los códigos de vestimenta (que son sinónimos de respeto) y al formalismo”.
Bello explica que Guaidó escoge el blue jeans puntualmente y que siempre lo acompaña con camisa de botones, chaqueta o blazer. Del uso de la corbata, la periodista asegura que el político la ha dejado para los eventos más formales.
El “uniforme” de la oposición de años anteriores -ropa deportiva, chemise, monos, zapatos de goma, gorra y camisas de pescador- dio paso a una vestimenta más sobria.
Con respecto al uso de los colores, Guaidó siempre opta por colores suaves, sobre todo grises y azules. “No cabe duda que está escogiendo su guardarropa con más sentido y cuidado. Es una pieza más que ha agregado a su conducta política actual, que denota planificación y civilidad”, dijo Bello.