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Libertad de prensa

CNP: La libertad de prensa se encuentra en su momento más oscuro
El balance que hace el CNP es de 24 medios cerrados, ocho emisoras fuera del aire y decenas de casos de acoso a la prensa

 

En la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, este 3 de mayo, la Junta Directiva Nacional del Colegio Nacional de Periodistas, de Venezuela, emitió un comunicado donde describir la deplorable situación en que se encuentra el ejercicio de la comunicación social en el país.

El comunicado

Nunca antes en la historia de la prensa venezolana, esta se ha visto tan invisibilizada, tan constreñida, tan golpeada como ahora. Desde hace varios años, ya sea por fuerza de la censura, la crisis, la pandemia o la falta de libertades económicas, así como el ahorcamiento que sufren los medios independientes para poder trabajar ante la falta crónica de insumos para la impresión o para la renovación de los equipos, o bien por los descarados ataques a los medios electrónicos, a los que se les condena a solo ser vistos mediante VPN que no están a la mano del público general, la prensa venezolana se halla prácticamente al borde de la extinción.

24 medios cerrados en un año

En un año, 24 medios han cerrado por intervención del Estado, según la ONG Espacio Púbico. Estos se suman a las centenas de medios de comunicación que han dejado de existir y otros tantos están a punto de hacerlo, lo que ha reducido el ecosistema informativo del país a prácticamente nada en comparación a 1999. El público, por ende, solo opta por las redes sociales como alternativa para la búsqueda de información, pero estas, por su misma naturaleza y por no estar en manos de periodistas profesionales, comprometidos con la ética, se prestan a la desinformación, al engaño y a convertirse en paredones electrónicos donde se fusila la moral de cualquiera.

Ocho emisoras fuera del aire

Sobre los medios radioeléctricos se conoce el caso de al menos ocho emisoras cerradas en el último año, según cifras de la SIP. Las emisoras de radio que permanecen al aire son presionadas constantemente por organismos oficialistas como Conatel los instrumentos denominados «Ley Resorte-Me» y «Ley contra el odio», regulan constantemente sus contenidos informativos y de opinión para que las noticias u pensamientos que puedan resultar incómodos al oficialismo no se transmitan.

En cuanto a los medios digitales independientes, existe la amenaza velada de bloqueos intermitentes o permanentes de estos portales. Resalta el caso en los últimos días del portal de El Nacional, el cual debe pagar una suma mil millonaria por una demanda de Diosdado Cabello. Hay que destacar que en la mira del oficialismo por esta misma demanda está el portal de Tal Cual y La Patilla.

Acoso a los trabajadores de la prensa

Sobre las amenazas a los periodistas, camarógrafos, fotógrafos y trabajadores de la prensa que cubren las noticias en las calles, existe el acoso constante con reportes de agresiones, detenciones y hasta robo de los equipos, tal como ocurrió en días pasados con un equipo del canal colombiano NTN24, cuyos corresponsales fueros detenidos y se procedió a «decomisar» sus equipos de trabajo.

*Con información de EI

Jornadas de Libertad de Comunicación: Un espacio para disertar sobre la libertad de prensa en Venezuela
La Asociación Civil Medianálisis y el Centro de Investigación de la Comunicación UCAB se unen para presentar un ciclo de conversatorios en marco del mes de la Libertad de Prensa

 

Con motivo de la celebración del mes de la Libertad de Prensa, el Centro de Investigación de la Comunicación de la UCAB y la Asociación Civil Medianálisis se unen para presentar las “Jornadas de Libertad de Comunicación”, un ciclo de conversatorios vía Zoom y Facebook que tienen como objetivo analizar el entorno mediático en el país.

Esta semana conmemorativa comprende el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo, el Día Mundial de Internet, el 17 de mayo, y el 27 de mayo, un nuevo aniversario del cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV).

El primero de estos conversatorios, está previsto para el próximo 3 de mayo y tendrá como invitados a los periodistas Luisa Torrealba, Marcelino Bisbal y Andrés Cañizález, quienes ofrecerán una disertación sobre la mordaza, opacidad y manipulación del ecosistema mediático en Venezuela.

Inscríbete aquí: http://bit.ly/libertad-de-prensa

El 17 de mayo, cuando se celebra el Día Mundial de Internet, las periodistas Johana Pérez Daza y Elizabeth Safar conversarán junto a Humberto Jaimes sobre las brechas comunicacionales en el país.

Inscríbete aquí: https://bit.ly/2RdfFQF

Finalmente, el 27 de mayo, los periodistas Isnardo Bravo y Laura Castellanos en compañía de León Hernández, harán alusión a la historia que se cerró con la medida impuesta a RCTV, canal que por 53 años dominó buena parte de la pantalla chica nacional.

Inscríbete aquí: https://bit.ly/3eF2eRK

Los instrumentos de censura y control comunicacional han dejado a los venezolanos a oscuras y con una visión sesgada de la realidad, sin embargo, el periodismo y medios independientes en Venezuela continúan su lucha por informar en medio del contexto actual.

Para más información @medianalisis en Twitter, Facebook e Instagram; también a través de www.medianalisis.org

Carlos Nieto Palma Abr 23, 2021 | Actualizado hace 4 semanas
Solidario con El Nacional

@cnietopalma

Hoy en mi artículo semanal quiero solidarizarme con el diario que desde hace como 10 años me abrió sus puertas para escribir mis opiniones, principalmente en el tema penitenciario y de derechos humanos, sin ningún tipo de censura y sin pedirme seguir una línea determinada a mis escritos, con total libertad de escribir lo que pienso, me refiero a El Nacional.

El Nacional vive, hoy en día, la persecución más terrible de sus casi 78 años de fundado. Esto no es nuevo, pero con total gallardía y decoro, toda la gente de este distinguido medio ha logrado sobrellevarla. Aunque el 14 de diciembre de 2018 dejó de publicarse en versión impresa por la falta de papel impuesta por el régimen y las presiones tributarias, la versión digital siguió funcionando.

El pasado 15 de abril, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela condenó al diario El Nacional, a pagar 13.3 millones de dólares a Diosdado Cabello, segundo en la jerarquía del régimen chavista y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, por un supuesto daño moral causado a este. Es una sentencia insólita e inconstitucional, según los expertos en el área, que viene siendo la confiscación definitiva del medio.

Quiero hoy dar mi agradecimiento a El Nacional y contar un poco mi relación con este prestigioso diario, ahora digital, que me ha abierto sus puertas, tanto a mí como a la organización que dirijo Una Ventana a la Libertad, que convirtió a sus instalaciones en su sitio de formación en derechos humanos a cientos de venezolanos, de foros y otro tipo de actividades académicas que allí realizamos y esperamos seguir haciéndolo cuando la democracia retorne a Venezuela, que esperamos sea pronto.

El Nacional ha formado parte de mi vida desde muy niño. Recuerdo que todas las mañanas un señor que llevaba también pan y leche a mi casa lo dejaba muy temprano; recuerdo que, cuando comenzaba a leer, los domingos era lectura obligatoria su suplemento de comiquitas y que entre mis favoritas se encontraban Lorenzo y Pepita así como El Fantasma. A medida que iba creciendo, otros temas del periódico acaparaban mi interés y, ya saliendo de la adolescencia y entrando en la adultez, El Nacional era una lectura obligatoria al levantarme. Ya era parte de la familia, junto al café de la mañana la lectura de El Nacional no podía faltar.

En los inicios de Una Ventana a la Libertad, hace 23 años, el apoyo de los periodistas de El Nacional era invaluable y en septiembre del 2007, me invitaron a formar parte de lo que ellos llamaban una metodología inédita en Venezuela, consistente en la celebración de Consejos Editoriales por cada una de las secciones del periódico, para así reunir en una misma mesa y con una periodicidad de al menos cada quince días, a los jefes de información, sus periodistas y un cuerpo de consejeros de reconocida experiencia académica y de investigación.

Esta invitación a formar parte del Consejo Editorial de Sucesos del diario El Nacional es uno de los grandes honores que he sido merecedor en mis 58 años de vida. Durante varios años, cada quince días, nos reuníamos a tratar diversos temas vinculados con el área de sucesos. Eran excelentes y nutritivos encuentros, donde aprendí y conocí a un buen grupo de brillantes profesionales. Recuerdo a los comisarios Fermín Mármol León, Elisio Guzmán y Javier Gorriño, al padre Alejandro Moreno, que aunque nunca dejaba hablar a nadie, sus intervenciones eran siempre magistrales, a la Dra. Mildred Camero, toda una cátedra en el tema de sustancias estupefacientes y psicotrópicas; al Dr. Roberto Briceño León, todo un conocedor del tema.

Después se incorporaron los doctores Fermín Mármol García, Luis Izquiel y Rocío San Miguel. Y bajo la batuta de estas reuniones, el Lic. Argenis Martínez, a quien le tengo un profundo afecto y agradecimiento por sus muchas enseñanzas. También nos acompañaba la Lic. Ronna Risquez, jefe de sucesos del periódico en esa época.

Hay muchos que se me escapan en estos momentos por nombrar, pero tienen un lugar especial en mi vida.

Por ahora veremos qué pasa. Pero estoy seguro de que El Nacional sigue y seguirá vivo. Y cuando todo esto pase y en Venezuela se respete el Estado de derecho y los derechos humanos, volveremos a disfrutar de sus páginas junto al café de las mañanas y los domingos de su gran papel literario.

Ratifico mi solidaridad y yo sigo siendo El Nacional.

Instagram: @carlos_nieto_palmacnietopalma@gmail.com

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Oposición acusa al gobierno de Maduro de querer exterminar la prensa libre
La exdiputada Sonia Medina manifestó que «esta política de exterminio contra los medios y la prensa libre tiene que llamar profundamente a la reflexión», ya que «se está bloqueando la vía para que los venezolanos puedan saber lo que ocurre en el país»

 

El sector opositor que lidera Juan Guaidó acusó este jueves al Gobierno de querer «exterminar la prensa libre» en Venezuela y del «hostigamiento» que sufren los periodistas de medios independientes por realizar su trabajo.

La exdiputada Sonia Medina manifestó que «esta política de exterminio contra los medios y la prensa libre tiene que llamar profundamente a la reflexión», ya que «se está bloqueando la vía para que los venezolanos puedan saber lo que ocurre en el país».

Además, alertó sobre el riesgo al que están expuestos «centenares de empleos» de personas que trabajan en medios de comunicación al ser vulnerada la «libertad de expresión», así como a la carrera misma de Comunicación Social.

Medina, quien rechazó estos ataques, insistió en que «ahora es cuando se requiere la defensa oportuna a la situación que está ocurriendo con el amedrentamiento contra los medios de comunicación social».

Recordó la «persecución» sufrida por periodistas que cubrieron el conflicto en una zona fronteriza con Colombia entre efectivos de cuerpos de seguridad del Estado de Venezuela y un grupo armado del país vecino, que varias organizaciones identificaron como parte de las disidencias de las FARC.

Además, la exdiputada se refirió a «las intenciones del régimen de expropiar al diario El Nacional al obligarlos a pagar más de 13 millones de dólares» en cumplimiento de una sentencia dictada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por «daño moral» al diputado y número dos del chavismo, Diosdado Cabello.

La orden del tribunal responde a una demanda de Cabello a El Nacional en agosto de 2015, después de que el rotativo replicara una información del diario español ABC, que indicaba que el líder chavista era investigado por Estados Unidos por presuntos nexos con el narcotráfico.

«Llamamos la atención por lo que está ocurriendo con el diario El Nacional, donde el régimen de manera vergonzosa coloca al mayor agresor de la prensa, Diosdado Cabello, como la víctima, y condena al periódico con mayor trayectoria y credibilidad en el país a una expropiación por obligarlos a pagar a Cabello la suma de más de 13 millones de dólares», reiteró la opositora.

Medina denunció, además, la «desaparición» de empresas de comunicación, el «estrangulamiento a la poca libertad de expresión, las amenazas públicas contra medios y trabajadores, usos de explosivos en sedes de medios, arrebatos de concesiones, robos de equipos y sanciones económicas».

Agregó que esta forma de proceder tiene el «único objetivo de callar el periodismo libre y evitar que el venezolano esté bien informado».

Runrunes de Bocaranda | La carta de Arreaza a la AFP… ¿de Cipriano Castro a Maduro?

 FIRMA Y SELLO: JORGE ARREAZA

Debates sobre la libertad de expresión a nivel mundial hemos registrado muchos. Encuentros entre el poder y el ejercicio del periodismo, centenares. Luego del invento del alemán Johannes Gutenberg, en el siglo XV, nunca se ha detenido la línea que registra la confrontación entre la llamada libre prensa y los factores de poder político, no importa región, no importa tiempo histórico. Sin estimar quienes han caído en esa eterna confrontación, el final de todos esos encuentros, dolorosos en general, sangrientos inclusive, demuestra que es la libertad y la democracia los que salen finalmente triunfantes. La verdad se impone, por peso propio.

Esta reflexión viene al caso luego de leer (¡o perder el tiempo!, como me expresó un puntual amigo) la carta del canciller de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza Montserrat, dirigida a la agencia internacional de noticias Agence France-Presse, AFP, el pasado 10 de febrero y que, vaya Dios a saber por qué, hace pública 18 días después; con la incomprensible gafería de decir que recibió la debida respuesta, pero sin hacerla igualmente pública.

Arreaza pasa de favorito de Chávez a favorito de Maduro y saldrá del gobierno sin entender jamás cómo funciona la libertad de información, la autonomía de los medios frente a los gobiernos.

En esta oportunidad se ha buscado algún “pegaletras” para hurgar en la “Carta de buenas prácticas editoriales y deontologías” de la agencia AFP, y argumentar en contra de los trabajos que esa histórica agencia viene publicando sobre nuestro país.

Quién le haya escrito semejante y fastidioso bodrio, se va a ejemplos lastimosos y calamitosos. Arreaza argumenta en el escrito que “no es cierto que tenemos un sistema de salud en crisis” y, de tenerlo, es culpa de las medidas económicas internacionales en contra del régimen que preside Maduro. Como si esa verdad no fuera obvia, imposible de esconder, por razones de carencia de gestión y absoluta discrecionalidad en materia de corrupción, registrada ya por decenas y decenas de videos, fotografías y declaraciones de profesionales del sector salud.

Señala después que “la narrativa sobre nuestra crisis humanitaria es fabricada, que la divulgación que la agencia hizo sobre el anuncio hecho por el propio Nicolás Maduro sobre un supuesto descubrimiento venezolano para curar la COVID-19, llamado Carvativir, crea un clima de desconfianza e incertidumbre, afectando la credibilidad sobre su efectividad”.

Mientras tanto, ningún especialista epidemiólogo, venezolano o extranjero, puede dar pruebas científicamente avaladas sobre su proceso de gestación, evolución y final efectividad.

En este tema al audaz canciller de Maduro se le fue el norte al comparar el tratamiento que ha tenido en AFP la vacuna de la farmacéutica Pfizer con la criolla y desconocida Carvativir.

Las dos preguntas que, en una verdadera rueda de prensa, no controlada, yo haría al respecto serían, palabras más, palabras menos, así:

1. ¿Cuál es el ente autónomo, internacional, solvente a nivel estrictamente científico que reconoce el anuncio del presidente Maduro como una de las soluciones reales y efectivas contra la actual pandemia?

2. ¿Quiénes integran y quién lidera el equipo de expertos y científicos que tienen la responsabilidad de desarrollar el Carvativir?

Creo que ni Maduro, ni Arreaza, ni nadie debidamente calificado en Venezuela, podrían darle al país respuestas, ni positivas ni precisas al respecto. Lastimoso, muy lastimoso. Los franceses que recibieron la carta del canciller de Maduro también han debido prestar atención a la queja en cuanto a un trabajo que publicó la agencia sobre la lamentable necesidad que tienen los venezolanos que viven en el extremo oriental del país de comprar alimentos en Trinidad y Tobago, luego de peligrosas travesías.

Video Naufragios y tráfico humano, la peligrosa travesía por mar de Venezuela a Trinidad y Tobago | Canal de AFP Español

Se le reclama a la agencia que en lo publicado no se consideró el involucramiento de las mafias de tratas de personas que explotan a la población. Bárbaro, el canciller, al olvidar en esta argumentación que el desarrollo, consolidación y operación de las mafias actualmente en el país está estrechamente ligado al soporte del régimen mismo, de estar cercano a cuotas de poder real, a tener vínculos con el funcionamiento de los ZODI, de las REDI, de las ADI, a vanagloriarse de cultivar intereses, coberturas de territorios, áreas de actividades con grupos y organizaciones criminales tenidas como socios y con dirección desde el país vecino de Colombia o desde nuestras cárceles nacionales.

Con castellano verdaderamente gomoso o pastoso, las últimas líneas de la carta a la AFP las dedica Arreaza al bloqueo naval que nuestra historia registra en los inicios del siglo XX, ante lo cual, insólito, el ministro Arreaza deja ver cómo la agencia misma, que para entonces se llamaba Agencia Havas, también justificó esa “agresión imperialista”. Es decir, el régimen de Cipriano Castro y el de Nicolás Maduro, con 119 años de por medio, en la misma cuadratura del círculo.

¡Sorprendente…! Luego de citar a Sartre (me pregunto: ¿cómo sería el comportamiento del canciller Arreaza en un diálogo abierto sobre filosofía existencial e historia de Venezuela con, digamos, los colegas y amigos Luis Garcia Mora y Elías Pino Iturrieta, por solo nombrar dos colegas?).

Runrunes de Bocaranda | La carta de arreaza a la AFP… ¿de Cipriano Castro a Maduro?
La carta a la AFP que Jorge Arreaza difundió desde su cuenta de Twitter. Foto: @jaarreaza

¡Me quedo sin respuesta, de verdad…! Así, palabras y más palabras, el canciller decide finalizar exigiendo “el cese del maltrato informativo.” He consultado algunas fuentes cercanas al régimen y se me señala que en nuestra Cancillería no hay un solo profesional capaz de hacer tal tejeduría de sandeces y mentiras y, en efecto, dicho texto es de elaboración foránea, extranjera o por forasteros disfrutando del gobierno aquí adentro.

¿Esos mismos “asesores” estarán leyendo lo que cotidianamente publica el ABC de España, La Nación de Buenos Aires, El Tiempo de Bogotá, The New York Times y The Washington Post de Estados Unidos? De ser así, el volumen de cartas que se deben estar preparando en algún rincón del planeta en defensa del “pueblo de Venezuela” debe dar para varios volúmenes.

Es imposible, definitivamente, que los protagonistas responsables de una dictadura, bien de izquierda, bien de derecha, entiendan cómo funciona la libertad de expresión, la libertad de prensa. Por lo demás, buscaremos conocer la respuesta de AFP. Mientras tanto seguiré leyendo los medios internacionales donde la censura, el miedo, la amenazante prisión o juicios con el guion montado, no tienen lugar y pueden escribir lo que a bien tengan. Sin siquiera ser llamados tarifados o enemigos de la revolución.

Lo que está muy claro es que la realidad, sus verdades y consecuencias, no se puede esconder por el solo capricho de un sicofante.

Espacio Público: Este año han apresado a gente por sus estados de WhatsApp
Entre 2014 y 2019, Venezuela cayó 32 puestos en el Índice Mundial de Libertad de Prensa

Sin democracia no hay libertad de prensa, no se puede pensar una sin la otra. Y, a medida que la democracia se fue descomponiendo en Venezuela, lo mismo fue sucediendo con la libertad de expresión.

Los datos son abrumadores. Todas las fuentes confiables – Reporteros Sin Fronteras, El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela y la ONG Espacio Público- arrojan un mismo escenario: uno en el que los periodistas son perseguidos por las fuerzas de seguridad, los órganos censores rastrean hasta las comas de lo que se opina en las redes sociales, los medios críticos pierden sus licencias, se quedan sin papel para imprimir o les roban sus equipos, los periodistas son encarcelados y torturados, muchos se ven forzados al exilio y la sociedad de un momento a otro se queda sin conexión a internet.

Así viven los venezolanos, en el oscurantismo informativo.

“La violencia contra los periodistas no tiene coto en Venezuela. Si un policía golpea a un periodista en la calle no vas a encontrar a ningún funcionario que lo condene o lo cuestione. Hay una tarea de intimidación permanente”, explica a Infobae Carlos Correa, presidente de Espacio Público, la ONG que promueve la libertad de expresión, el derecho a la información y la responsabilidad social en los medios. La organización, una referencia sobre el asunto en Venezuela, documenta los ataques a los periodistas y alerta sobra la situación a diario.

“Simplemente ya no existe libertad de prensa ni de expresión. El régimen, desde muy temprano en épocas de Chávez, se propuso tomar control de la opinión pública y de imponer sus narrativas”, asegura la líder opositora María Corina Machado.

Las víctimas preferidas del régimen son los medios críticos locales; pero también las grandes plataformas consolidadas mundialmente. Por ejemplo, desde hace seis años Infobae está censurado en Venezuela. El 10 de octubre de 2014 el régimen bloqueó el acceso al sitio en todo su territorio y desde entonces, hace 2192 días, permanece vetado.

“El régimen no tolera la verdad, intentan callar toda voz que disienta o exprese inconformidad frente a la situación del país. Por eso amenazan a las academias, a los periodistas y a las organizaciones de la sociedad civil. Por eso atacan a medios como Infobae. Pero al final, esto no les ha funcionado para esconder su dictadura. Existe un consenso, que se ha fortalecido con el informe de la ONU, sobre la naturaleza dictatorial del régimen de Maduro”, afirma Julio Borges, canciller del presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó.

La situación es obscena. Entre 2014 y 2019, Venezuela cayó 32 puestos en el Índice Mundial de Libertad de Prensa elaborado por Reporteros sin Fronteras, ocupando el lugar 147 de 180 países. Según Espacio Público, sólo en septiembre de este año se registraron 49 violaciones a la libertad de expresión. Los casos documentados -explican- incluyen la intimidación, el hostigamiento judicial y las amenazas directas. La mayoría de las víctimas (un 48%) fueron periodistas.

En estos nueves meses del año, Venezuela acumula al menos 796 ataques a la libertad de prensa, la mayoría incluye detenciones de ciudadanos y periodistas en el contexto de manifestaciones contra el régimen.

“Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, se empeña en acallar la voz de la prensa independiente y sigue controlando la información. En repetidas ocasiones ha mencionado una guerra mediática para desacreditar a los medios de comunicación nacionales e internacionales que critican a su gobierno. Esto vuelve aun más tenso el clima en que deben trabajar los periodistas, que empezó a deteriorarse tras la crisis política y económica que comenzó en 2016”, denunció Reporteros Sin Frontera en su último documento sobre el tema.

Los mecanismos para silenciar

Durante las últimas décadas, el chavismo se ha servido de los recursos del Estado para imponer su voz. Primero recurrió a estrategias convencionales, como disponer de los recursos públicos -principalmente los de PDVSA, la petrolera estatal- para dar y comprar espacios en los medios de comunicación que se iban comprometiendo con su línea editorial.

Una vez que tuvo medios sumisos, fue por más y comenzó a comprar los medios más antiguos y grandes del país a través de testaferros. Los que se resistían, como Radio Caracas de Televisión, se toparon con la fuerza del régimen y fueron obligados a cerrar. “Hoy son cientos los medios impresos y radiales que han cerrado o les han arrebatado, expropiado y robado sus equipos. Y a medida que surgen nuevas formas de voces digitales, entonces el régimen incrementa la persecución y la represión. Persigue, apresa y tortura a periodistas”, asegura Machado.

Cuando comprar los medios no fue suficiente, comenzó a limitarse la distribución de papel para los periódicos. Las restricciones de acceso a ese insumo básico para los diarios, justificadas en la falta de divisas, llevaron a que, con el cese de la edición impresa de El Nacional en 2018, ya no quede ningún diario en papel de alcance nacional no alineado con el chavismo.

Además, en Venezuela los periodistas y los medios sobreviven en un ecosistema dominado por el terror, donde la autocensura es una mecanismo de defensa habitual. “Aquí existe la ley de Responsabilidad en Radio y Televisión (Resorte) que establece responsabilidades para los intermediarios. Eso significa que el periodista tiene que corregir al entrevistado, entonces las radios que relativamente informan tienen que hacerlo bajo una presión muy fuerte. Hay una censura progresiva, cuando te llaman para una entrevista te advierten las cosas que no puedes decir, incluso hay personas que directamente no se pueden mencionar en los medios”, cuenta Correa.

Para Borges, detrás de este modelo de control comunicacional “está Cuba desde hace años, y ahora Irán”. Según afirma, la “Ley Resorte” que hay en Venezuela es una copia exacta de la Ley de Azote que hay en Cuba. “El sector telecomunicaciones es otro rostro de la perniciosa penetración cubana en Venezuela”, asegura.

Ley del odio vs. libertad de expresión 

En 2017, Maduro sumó otro método de censura: la Ley contra el Odio. Aprobada por unanimidad por la Asamblea Constituyente erigida para quitarle poder a la Asamblea Nacional con mayoría opositora, la norma fija penas de hasta 20 años de cárcel y otras sanciones como multas a empresas y medios electrónicos, proscripción de partidos políticos y clausura de medios de comunicación a quienes difundan mensajes de odio.

De acuerdo con Maduro, el propósito de la ley es “el reencuentro, la reunificación y la paz de todos los venezolanos”. No obstante, la ONG Espacio Público asegura que es una herramienta jurídica que busca “silenciar y castigar opiniones que resulten incómodas para el Estado”.

La CIDH también se pronunció y denunció que la ley que establece “sanciones penales exorbitantes y facultades para censurar a medios tradicionales e Internet. Y se contradice con los estándares internacionales en materia de libertad de expresión”.

Correa explica que la censura actual en Venezuela sigue el mismo patrón que aplicaba Hugo Chávez, “pero Maduro no tiene su carisma y su elección fue muy ajustada, entonces intensificó la lógica de la represión”. Ahora, advierte, cada vez hay más detenciones por opiniones en redes sociales como Twitter pero se corre el límite día a día. “Este año hemos tenido detenidos por sus estados de WhatsApp”, revela el director de Espacio Público.

Cuando no se silencia a quienes dan la información, entonces van por los que quieren informarse. “Cortan en seco internet para evitar la difusión de las noticias. Es aterrador”, afirma Machado.

Es que bloquear internet, “apagar el país”, es la herramienta más frecuente del último año. De hecho, el Gobierno dejó sin conexión a todo el territorio venezolano en numerosas ocasiones, y en todas el objetivo fue evitar la difusión de una protesta en su contra, un discurso detractor o la sanción de una ley en el Parlamento.

Es que cuando la “hegemonía comunicacional” – como Borges califica al entramado de medios oficial- no alcanza, entonces optan porque no se difunda nada, ni lo chavista ni lo opositor.

CANTV, censor del régimen

Espacio Público, en su informe sobre 2019, revela que la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) fue la responsable del 25 % de las “restricciones administrativas” (así le dicen a los bloqueos) registradas, lo cual la convierte en el principal victimario. En al menos 93 oportunidades, la empresa estatal implementó bloqueos de distintos tipos para evitar el ingreso de usuarios a determinados sitios y redes sociales como Youtube, SoundCluod, Twitter e Instagram. “En su mayoría, las medidas coincidieron con el desarrollo de movilizaciones opositoras o alocuciones del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó”, detalla la ONG.

Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el prólogo del informe de Espacio Público, denunció que “se consolida en Venezuela un patrón de restricciones severas en Internet, que parecen jalonar un camino hacia una web bajo control del gobierno de facto”. Y detalló que muchas veces recurren a órdenes directas del gobierno aplicadas a los prestadores del servicio de Internet para bloquear sitios web de medios periodísticos independientes, bajar cuentas de redes sociales o servicios de streaming, lo que es ejecutado por la proveedora pública de Internet (CANTV) e incluso por los del sector privado.

“El estado de la libertad de prensa en Venezuela es un esfuerzo de la gente por mantenerse informado tratando de vencer todos los escollos posibles para acceder a la información. Si quieres informarte, y ver los sitios que se bloquean como Infobae, tienes que tener VPN -un sistema de red virtual que permite acceder a páginas que estén prohibidas- es decir, hay que ser un usuario sofisticado”, dice casi resignado Correa.

En este contexto, las redes sociales y las cadenas de WhatsApp son casi la única alternativa de los venezolanos. Sin embargo allí, según denuncia Espacio Público, hay una participación “muy activa” de grupos gubernamentales que se dedican a desinformar de manera deliberada.

“Hay una persecución sistemática contra los medios independientes, contra las cableras y ahora contra las páginas web. Pero eso no es todo. Recientemente vimos en el informe de la ONU cómo se ha detenido a personas por sus mensajes en redes sociales. Una cosa absolutamente reprobable, nunca antes vista en nuestro país. Maduro, como todo dictador, no tolera ningún espacio donde se disienta, incluso dentro su propio régimen ha cerrado las puertas a cualquier crítica, por eso entre los presos políticos hay personas que en algún momento apoyaron a la dictadura”, explica el canciller de Guaidó.

Machado agrega: “La censura ha ido progresivamente incrementándose desde el día uno y, por supuesto, Maduro la ha llevado a un nivel ya superior”.

“Los aparatos de propaganda coparon los canales de radio y televisión con un único mensaje disponible para la gente, y muchas veces se utilizan para descalificar a medios y periodistas, y eso los convierte en blancos de violencia”, advierte Correa.

Periodismo y libertad de expresión en cuarentena
En Venezuela las vulneraciones a los medios de comunicación, periodistas y trabajadores de la prensa en su derecho a la libertad de expresión y acceso a la información no tienen vacuna.
Entre enero y abril de 2020, el Instituto Prensa y Sociedad, IPYS Venezuela, contabilizó 146 casos de censura y de violación a la libertad de expresión e información en el país. 
Los principales asaltantes a estas libertades fueron los cuerpos de seguridad del Estado y grupos simpatizantes al oficialismo. 

El pasado domingo 3 de mayo se conmemoró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, e IPYS Venezuela recordó la importancia del periodismo como un ejercicio fundamental de la libertad de expresión, mediante un reporte publicado en su página oficial. 

Desde que se registró el primer caso de coronavirus en el país, el pasado 13 de marzo, hasta el 30 de abril, cuerpos de seguridad provocaron 27 casos de agresiones a la libertad de prensa, y las detenciones arbitrarias se ubicaron como los ataques más graves y numerosos. 

En los primeros cuatro meses del año, al menos 121 periodistas fueron limitados a su derecho de buscar y difundir información de interés público. En el ejercicio de su profesión, fueron impedidos o agredidos. «IPYS Venezuela también registró 18 casos de detenciones arbitrarias entre enero y abril que cercenaron la libertad de forma temporal, a 23 periodistas, cinco familiares y un defensor de derechos humanos vinculado con el periodismo», indica el reporte. 

Entre enero y febrero de 2020, los ataques a la prensa estuvieron vinculados con las coberturas informativas realizadas en el Palacio Legislativo y con las actividades organizadas por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó. Sin embargo, los incidentes se acentuaron a partir del 13 de marzo, desde que se decretó el Estado de Alarma por la pandemia de la Covid-19. Desde entonces, las fuerzas públicas han ejercido acciones para silenciar la información en Venezuela. 

En solo 49 días, entre el 13 de marzo y el 30 de abril, los cuerpos de seguridad provocaron 27 casos de agresiones a la libertad de prensa. En 15 de estas oportunidades, fueron privados 20 trabajadores de la prensa en Miranda, Vargas, Cojedes, Táchira, Guárico, Apure, Delta Amacuro, Zulia y el Área Metropolitana de Caracas.

 

La organización, adicionalmente, realizó un monitoreo a 51 medios de comunicación tradicionales durante cuatro días y encontró que la escasez informativa predomina en el marco de la cobertura de la pandemia del coronavirus en el país. Puntualizan que «los contenidos sintonizados se limitaron a transmitir comunicaciones oficiales por parte del gobierno de Nicolás Maduro a través de cadenas de radio y televisión, o declaraciones de los principales funcionarios del gabinete oficial». 

Asimismo, IPYS concluyó que las alocuciones en las que fueron reveladas cifras de coronavirus en el país no se realizaron por fuentes médicas especializadas, sino, principalmente, por tres voceros oficialistas: Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez. También otros dirigentes políticos regionales realizaron intervenciones públicaas oficiales, como es el caso de los gobernadores Héctor Rodríguez y Carmen Meléndez. 

El reporte de IPYS también hizo referencia a las incongruencias en las cifras dadas por el oficialismo, a la desinformación en torno al Interferón, a los remedios caseros, y a la censura epidemiológica. 

Con información de: IPYS Venezuela. 

RSF: Venezuela registra un mayor deterioro en la libertad de prensa
En el índice de 2019 de la ONG Reporteros Sin Fronteras, Venezuela se acerca cada vez más a la “zona negra” de los países con las peores clasificaciones del mundo sobre libertad de prensa, mientras que Nicaragua sufrió la mayor caída en la región
Venezuela ocupa el puesto 148 en la lista de 180 países

Venezuela, Brasil y Nicaragua fueron los países latinoamericanos que registraron una mayor degradación de la libertad de prensa en 2018, según se desprende de la clasificación anual publicada este jueves 6 de febrero por Reporteros Sin Fronteras (RSF). Asimismo, la publicación también alerta la situación con respecto a la prensa en México y Cuba.

Venezuela perdió cinco puestos, con lo que se acerca cada vez más a la «zona negra” de la clasificación, que agrupa a los países con las peores clasificaciones del mundo. Ahora está en la posición 148 en la lista de 180 países.

«Deriva autoritaria» de Maduro: represión, arrestos, violencia y deportación de periodistas extranjeros 

La «deriva autoritaria» del cuestionado gobierno de Nicolás Maduro provocó que se intensificara la represión contra la prensa independiente en Venezuela, y se registrara un número récord de arrestos arbitrarios y actos de violencia perpetrados por las fuerzas del orden y los servicios de inteligencia contra reporteros, apunta RSF.

La degradación de la situación lleva a numerosos periodistas a abandonar el país para escapar de las amenazas y preservar su integridad física», señala RSF.

 

También, las radios y televisoras más críticas contra Maduro se han visto privadas de licencias de transmisión y miembros de la prensa extranjera han sufrido arrestos, interrogatorios y expulsiones.

 

Brasil: elección de Bolsonaro «augura un periodo sombrío para la libertad de prensa»

Brasil se sitúa en el puesto 105, cerca de la «zona roja» en la que están Venezuela y otros países con una situación «difícil» para la prensa, como Burundi, Irak y Turquía.

El deterioro del gigante suramericano responde a un año «particularmente agitado», con el asesinato de cuatro periodistas y la fragilidad creciente de los independientes que cubren temas ligados a la corrupción o el crimen organizado en pequeñas y medianas ciudades. 

Para RSF, la elección como presidente de Jair Bolsonaro, tras una campaña marcada por «el discurso del odio, la desinformación, la violencia contra los periodistas y el desprecio por los derechos humanos, augura un periodo sombrío para la democracia y la libertad de prensa».

Nicaragua tiene la mayor caída en la región

Pero el país que más puestos cayó en América Latina en la clasificación fue Nicaragua, que retrocedió 24 plazas para situarse en la posición 114, en plena «zona roja», por cuenta de una «represión» contra la prensa independiente a cargo del gobierno de Daniel Ortega.

En el contexto del agravamiento de la crisis política que vive el país y del incremento de las manifestaciones contra el poder, indica RSF, «el periodismo está constantemente estigmatizado y es atacado con campañas de acoso y amenazas de muerte, además de arrestos arbitrarios».

El informe también indica que por vigésimo segundo año consecutivo el peor país para la prensa en América Latina es Cuba, en el puesto 169, solo a once puestos de distancia de Turkmenistán.

México también se encuentra en «zona roja» al ocupar el puesto 144. 10 periodistas fueron asesinados en el país a manos del crimen autorizado y de autoridades corruptas, según se lee en la publicación.