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Lago de Maracaibo

Balance ambiental 2023: del flojo combate a la minería ilegal a las expediciones que buscan preservar especies
Mientras los focos de explotación de oro proliferan en el sur del país e incrementan las zonas deforestadas o degradadas, en el Lago de Maracaibo la eutrofización –exceso de nutrientes inorgánicos en un ecosistema acuático– continúa causando estragos y aleja a pescadores, deportistas y turistas.
En contraposición, otros venezolanos inclinan la balanza en favor de lo ambiental: se esfuerzan por salvar a animales en extinción o crean iniciativas que permitan investigar el uso de los suelos y las aguas en el país.

@loremelendez para Mongabay

 

Dos fotografías satelitales condensan dos de las deudas ambientales más graves de Venezuela en 2023. Una es la del lago más grande de América Latina, el Lago de Maracaibo, con aguas que se tornaron verdes en medio de la contaminación que lo sobrepasa. La otra, la del cerro Yapacana, en el parque nacional del mismo nombre, donde la explotación de oro continúa por encima de cualquier ley, pese a las repetidas incursiones militares del gobierno de Nicolás Maduro en esta zona. Ambos casos están vinculados a las industrias extractivas del país y se desarrollan sin ningún tipo de control.

A pesar de estas realidades, el gobierno venezolano asistió a la Cumbre Amazónica para dictar cátedra sobre lo que se debe hacer para proteger a la Amazonía sin mencionar el grave problema ambiental.

En tanto, Estados Unidos levantó las sanciones comerciales que pesaban sobre funcionarios e individuos conectados con la administración de Maduro, incluso aquellas que tienen que ver con las compañías petroleras y mineras del Estado, lo que podría significar un enorme riesgo para el ambiente.

Pero en 2023 también hubo espacio para las buenas noticias. El país ya cuenta con Mapbiomas Venezuela, una plataforma multitemporal que se actualizará cada año, y que reúne series históricas de mapas anuales de cobertura y uso del suelo, así como de agua, a partir de 1985. En una nación sin datos, esta información es clave.

“La idea es que se use para monitoreo y planificación y que se utilice para diseñar políticas públicas y como una herramienta de veeduría de la sociedad civil”, indica Tina Oliveira, coordinadora de Sistemas de información Socioambiental de Wataniba, una de las organizaciones que participó, junto a Provita, la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg) y el Laboratorio de Sistemas de Información Geográfica y Modelado Ambiental (LSIGMA) de la Universidad Simón Bolívar, en la creación de la herramienta.

Otra  nota positiva de 2023 con foco ambiental es que las iniciativas para salvar al Caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius), en peligro de extinción, hicieron posible una alianza con el Zoológico de Dinamarca para que hasta allí se trasladaran siete ejemplares de la especie, con el objetivo que sus crías retornen al cabo de unos años a su hábitat natural. Estos y otros temas son parte del balance ambiental de Venezuela de este año.

minería ilegal en Canaima

Lo malominería ilegal en expansión versus incursiones militares

Aunque desde finales de los años 80 se tienen reportes de minería artesanal en Yapacana y se dio cuenta de un repunte de la actividad entre 2012 y 2014, no fue sino en 2019 cuando investigadores de SOS Orinoco confirmaron que la explotación estaba en manos de la guerrilla colombiana del ELN, y también de las disidencias de las FARC, quienes actuaban en complicidad con diversos componentes de la Fuerza Armada venezolana.

“En los últimos meses se ha incrementado la actividad, ya en los siete municipios de Amazonas hay focos de minería”, asevera el líder indígena baniva Eligio Da Costa, coordinador general de la Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA). Acotó que, a los puntos mineros que causan deforestación, se suman aquellos que están dentro de las aguas: las balsas de explotación fluvial que socavan los lechos de los ríos para extraer oro, como ocurre en el río Atabapo, al sur del estado.

“Es una actividad que destruye los territorios, la biodiversidad, la fauna, y genera consecuencias en nuestra cultura porque influye en nuestras actividades tradicionales. Siempre hemos mantenido esa convivencia sana con la naturaleza, pero la minería va más rápido que los procesos organizativos de nuestros pueblos”, señala.

 

 

El pasado 13 de septiembre de 2023, justo cuando se conmemora el Día de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, se produjo un operativo armado de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano en la mina “Cacique”, en el Parque Nacional Yapacana. Se habló de varios muertos y heridos, circularon fotos de personas ensangrentadas, se dijo que los afectados fueron trasladados a un hospital en la frontera Colombiana, pero desde el gobierno solo hubo silencio.

La incursión militar fue parte de la Operación Autana que, desde diciembre de 2022, ha desarrollado redadas para “erradicar” la minería ilegal en un estado donde, por decreto está prohibida la actividad extractivista. Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos ambientales y de las comunidades indígenas indican que el número de yacimientos continúa en expansión.

De acuerdo con información satelital divulgada por la organización Wataniba, solo en los territorios de los pueblos ye’kwana y sanema, en los municipios Alto Orinoco y Manapiare, hay 70 focos de minería ilegal que han deforestado 934 hectáreas. El problema ambiental, según la misma organización, se aceleró en medio de la pandemia.

En mayo, otro incidente ocurrido en Amazonas generó alarma. El jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (Ceofan), G/J Domingo Hernández Lárez, informó que la noche del 28 de mayo, un puesto de la Fuerza Armada Nacional fue atacado “con arcos y flechas” por indígenas que reclamaban la incautación de un cargamento de comida y de materiales para la explotación del oro que abastecería las minas ilegales de Yapacana.

Adicionalmente, los yanomami, otro pueblo indígena que vive en los estados Amazonas y Bolívar de Venezuela, también están asediados por la minería. En un reportaje publicado por Mongabay Latam, expertos detallaron que la dependencia de los indígenas por los productos industrializados ha impulsado que dejen sus conucos y se vayan a trabajar en las minas. La malaria que los afecta, vinculada directamente con la actividad extractivista, así como otras enfermedades como el sarampión, apenas son atendidas por los precarios servicios de atención sanitaria del país. Esa misma realidad se repite al menos en 38 pueblos indígenas del sur de Venezuela, de acuerdo con una publicación de Mongabay de septiembre pasado.

Foto del satélite Sentinel 2 del programa Copernicus de la Agencia Espacial Europea (19 junio 2023)

Lo feo: el “monstruo verde” del Lago de Maracaibo

Durante los últimos cinco años, el Lago de Maracaibo, repleto de torres, tuberías y balancines de la empresa petrolera venezolana, no ha dejado de ser noticia. A sus aguas, cargadas de derrames de hidrocarburo, eutrofización (exceso de nutrientes inorgánicos en un ecosistema acuático), aves manchadas de negro y peces contaminados, llegó en 2023 un huésped que, según la Fundación Azul Ambientalistas, ocupó en julio pasado el 70% de su superficie: la cianobacteria Microcystis. Esta bacteria es una microalga estudiada por científicos del Laboratorio de Microbiología Agrícola del Instituto de Investigaciones Agronómicas de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ), que hizo que el cuerpo de agua del lago se tornara verde, y que así se viera desde el espacio.

La presencia del “verdín”, como se le conoce popularmente, además de teñir las aguas y volverlas más densas, causó la muerte de distintas especies de fauna y alejó a pescadores y a quienes practican allí deportes acuáticos a diario. El Concejo Municipal de Maracaibo declaró la emergencia del Lago a mediados de julio y exhortó a PDVSA, la compañía estatal petrolera, a cesar los derrames y ocuparse de su limpieza. Solo en el primer semestre del año se registraron 23 derrames en este cuerpo de agua, además de otros 21 en seis estados del país.

Además de los derrames, hay basura que se vierte directamente en el Lago y otra que llega desde los ríos que lo alimentan, así como aguas servidas que se depositan en su cauce. Para el  ingeniero agrónomo y director de la Asociación Civil para la Conservación del Lago de Maracaibo (ACLAMA), Ausberto Quero, el grave problema social y ambiental es que aunque se hagan limpiezas, jamás se atacan las causas que tienen a este cuerpo de agua en su peor momento.

 

 

“Los sistemas de recolección municipal no están funcionando porque no hay suficientes camiones recolectores de desechos y las frecuencias con las que hacen su trabajo son muy bajas”, advierte Quero, quien explica que las comunidades zulianas que viven a orillas de las quebradas lanzan basura a estas y desde allí se va al Lago.

“Y eso pasa en todos los poblados, no solo de Zulia, sino también de toda la cuenca del Lago, que son los estados Trujillo, Táchira, Mérida y parte de Lara, además de los desechos que vienen del lado colombiano a través de la cuenca del río Catatumbo”, detalla.

A este cóctel que acelera la eutrofización, se añaden los fertilizantes usados en la industria agroalimentaria del Zulia, una de las más importantes de Venezuela. El nitrógeno, producto de esta actividad, también va a parar a las aguas del Lago.

Aunque desde el Ejecutivo venezolano se ha hablado de soluciones a esta crisis, poco se ha hecho para remediarla. Quero, también miembro de la junta directiva del Colegio de Ingenieros del estado Zulia, recuerda que la alerta del “verdín” obligó al Estado a prometer un plan de muestreo de las aguas de todo el Lago. Esto permitiría monitorear el balance de los nutrientes presentes en el cuerpo de agua. Hasta ahora no se ha mostrado ningún resultado.

“No hay un seguimiento, no hay un programa, no hay un cronograma que nos determine cuándo vamos a empezar a ver algunos resultados. Lo que sabemos, hasta ahora, es que hay intentos de reactivar los sistemas de tratamiento de las aguas. Se han limitado, básicamente, a limpiar las costas”, asevera el experto.

Lo político: el “reacomodo” ambiental en la Cumbre Amazónica

La ausencia de Nicolás Maduro durante la Cumbre Amazónica, convocada en agosto por el presidente brasileño Luiz Inácio “Lula” da Silva, llamó la atención durante 2023. La versión oficial fue que una otitis impidió al mandatario venezolano acudir a la cita donde se encontrarían los líderes de los ocho países que integran la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). En su lugar, su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, encabezó la delegación venezolana que dio a conocer las “líneas estratégicas” diseñadas por Maduro para actuar en la defensa del bosque húmedo tropical más grande del mundo.

Su primera propuesta fue declarar “la emergencia regional de los países amazónicos”, por los problemas que afectan a la cuenca amazónica. Por otro lado, pidió la conformación de una “fuerza de tarea ambiental” de los países de la OTCA, que Maduro considera clave para que ministros y funcionarios de los distintos gobiernos se encuentren y organicen.

El documento presentado por Venezuela incluyó la promoción de un plan de deforestación cero, así como un programa de reforestación y la creación del banco de semillas amazónicas. Pero son proyectos que van en contraposición a lo que ocurre en el país. El informe “Bosques en desaparición: Deforestación en Venezuela 2016-2021”, de la organización Clima21 ––especializada en la defensa de derechos humanos ambientales–– confirmó la alta tasa de deforestación que existe en la nación, una tendencia que se aceleró en los últimos años.

De acuerdo con el informe, cinco estados concentran el 57% de la deforestación nacional. En dos de estos, la minería ilegal se ha impuesto como la economía de la zona.

Entre las propuestas de Maduro, también se busca promover  la apertura de un Centro de Investigación Amazónico, la creación de un cuerpo amazónico para el combate de incendios forestales y el lanzamiento de un satélite que permita el monitoreo remoto de toda el área.

Sin embargo, ninguna propuesta tuvo un eco concreto en los más de 100 objetivos acordados en la Declaración de Belém que dio por finalizado el encuentro. Rodríguez habló de la necesidad de “erradicar” la minería ilegal sin señalar cómo hacerlo. En su lugar, apoyó la adopción de “prácticas mineras responsables”. De acuerdo con un informe de 2016 de la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional, la minería produce más del 80% del oro que se extrae en el país.

El comentario de la vicepresidenta sobre la minería ilegal en la Cumbre de la Amazonía es un reflejo de “los reacomodos que se han visto desde los últimos meses” en el país en materia ambiental, considera el sociólogo, investigador y fundador del Observatorio de Ecología Política de Venezuela, Emiliano Terán Mantovani. Para él, las incursiones militares que emprendió el gobierno venezolano dentro de su territorio amazónico contra los yacimientos comandados por organizaciones criminales o grupos de la guerrilla colombiana, le dieron base a la funcionaria para fustigar la minería ilegal.

Un mes antes de la Cumbre, prosigue Terán Mantovani, ya Venezuela se había anotado una pequeña conquista: los primeros pasos hacia la obtención de un financiamiento de la Global Gateway, una iniciativa de la Unión Europea para apoyar económicamente proyectos que promuevan la sostenibilidad, la competitividad y la seguridad en diversos sectores. Los fondos buscan reducir las emisiones contaminantes de metano que se desprenden de los pozos petroleros inactivos y lograr que estos se conviertan en gas natural que se exportaría a Europa y que combatiría la escasez del recurso que sufre el bloque desde el inicio de la guerra en Ucrania.

Lo preocupante: levantamiento de sanciones sin foco ambiental

La Global Gateway es una de las primeras puertas que se abrió al gobierno de Nicolás Maduro previo al levantamiento de sanciones de Estados Unidos. Estas sanciones fueron una serie de medidas dictadas a partir de 2014 por el gobierno norteamericano para restringir las actividades comerciales de funcionarios y aliados del presidente venezolano – y que posteriormente abarcó a la industria petrolera y minera– debido a las constantes violaciones a los derechos humanos y a sus vínculos con la corrupción y delitos transnacionales. La decisión de levantar estas medidas implica el retorno de las relaciones comerciales y financieras de los afectados con compañías de ese país.

Poco después de tomada esta decisión, la Unión Europea acordó también la flexibilización de las restricciones impuestas a Venezuela, lo que permitirá a agencias y organizaciones de derechos humanos internacionales transar pactos con los sancionados sin que se considere delito.

Estas disposiciones no aseguran un panorama favorable para los recursos naturales del país, según Terán Mantovani. “En el caso petrolero, todo depende de los tipos de acuerdo que se están desarrollando (…) Las licencias con Chevron son concesiones bastante favorables a las empresas extranjeras con un nulo control ambiental”, afirma el sociólogo.

En cuanto del oro, tampoco hay buenas expectativas. Para SOS Orinoco, organización que documenta las consecuencias de la industria extractivista en la Amazonía, el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos a Minerven, la estatal minera venezolana, podría permitir la entrada de empresas y refinadoras de oro foráneas, así como el establecimiento de relaciones comerciales formales que profundicen la destrucción ambiental en el Arco Minero de Orinoco en 2016.

“Los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, y los refinadores de oro serios no tienen ninguna manera de fiscalizar ni saber qué ocurre dentro de Minerven. El régimen utilizará a Minerven como un embudo para canalizar por allí todo el oro que seguirán sacando de áreas protegidas, utilizando mercurio ilegal y violando DDHH y derechos ambientales”, apuntó la organización en el mismo mensaje.

Para Terán Mantovani, “al estar (el gobierno) tan endeudado y desesperado por mayor captación de fondos, prácticamente no hay ningún requerimiento sobre lo ambiental”.

Lo bueno: el esfuerzo ambiental por salvar las especies y preservar la memoria

En enero de 2023, siete caimanes del Orinoco (nombre científico) emprendieron el que es, hasta ahora, el viaje más largo de sus vidas. Desde el Hato Masaragual del estado Guárico, en el corazón de los llanos centrales venezolanos, hicieron una travesía hasta el zoológico de Cocodrilos de Dinamarca, a una hora de Copenhague, en cajas especiales que los trasladaron por tierra y aire. El acuerdo es que, tras reproducirse, sus crías regresarán a Venezuela.

El responsable de toda la expedición ambiental fue Álvaro Velasco, biólogo venezolano que lleva décadas de trabajo en la preservación de esta especie en Peligro crítico de extinción, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Velasco preside también el Grupo de Especialistas de Cocodrilos de Venezuela que, junto a la Fundación para el desarrollo de las ciencias físicas, matemáticas y naturales (Fudeci), lideraron el proyecto.

Esta no es la única iniciativa en el país que protege a la especie. Hatos y reservas de fauna se ocupan de que las crías de los caimanes —que en realidad son cocodrilos, pero se les conoce así en Venezuela y Colombia— sobrevivan al menos durante su primer año de vida para luego reinsertarlas a la vida silvestre. En mayo, el Zoológico Leslie Pantin de Turmero, en el norteño estado Aragua, liberó a 160 ejemplares en el Hato Masaragual. En 2024, espera hacer lo mismo con más de 200 gracias a que el Zoológico de Indianápolis, en Estados Unidos, les donó siete tanquillas de levante o estanques de crianza que aumentaron la capacidad de conservación de estos reptiles.

“Lo ideal es que estas crías, al año, cuando las estemos liberando, midan más de 80 centímetros (…) Un animal que tiene ese tamaño, y que pesa alrededor de tres kilos y hasta cuatro kilos, puede tener mucha más oportunidad de vivir porque se va a disminuir la cantidad de depredadores que se lo pueden comer”, relata el veterinario Federico Pantin, quien dirige el Zoológico Leslie Pantin.

Hay quienes dedican sus esfuerzos a otras especies mucho más pequeñas que también están en peligro de extinción. Es el caso de Margarita Lampo, zoóloga, herpetóloga e investigadora emérita del Instituto Nacional de Investigaciones Científicas, quien se ocupa de dirigir acciones que protejan el hábitat del sapo arlequín de Rancho Grande (nombre científico) , un anfibio endémico de Venezuela amenazado por un hongo, y al cual se busca reproducir en laboratorio para salvarlo. Otros, en cambio, preservan la memoria, como los investigadores Oscar Miguel Lasso-Alcalá e Ivan Mikolji, quienes intentan salvar la colección de 705 ejemplares de peces de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, en Caracas, al tiempo que evalúan el estado de conservación de otras 90 especies para la Lista Roja de la UICN.

 

Clima21: Trujillo y Portuguesa comienzan a ser afectados por derrames petroleros
Enero fue el mes con mayor cantidad de derrames petroleros, registrando 15. Le siguen abril y mayo con siete en cada mes. 

En un reporte sobre derrames petroleros en Venezuela durante 2023, Clima21 señaló que por primera vez, en comparación a periodos anteriores, se registraron derrames de hidrocarburos en Portuguesa y Trujillo. 

Según la organización, entre enero y junio de 2023, ocurrieron alrededor de 44 derrames petroleros.

«Esta situación pone en peligro los ecosistemas y vulnera los derechos humanos de un gran número de personas que ven afectadas sus vidas, trabajos y culturas», reiteró Clima21.

La información fue recopilada por la organización a través de redes sociales, artículos de prensa e informantes locales.

A continuación, nueve claves relevantes del informe: 

Entre enero y junio de 2023, Clima21 registró 44 derrames de hidrocarburos en siete estados del país.

Enero fue el mes con mayor cantidad de derrames, con  15. Le siguen abril y mayo, con siete en cada mes. 

Las entidades con mayor frecuencia de derrames son Zulia, Falcón y Anzoátegui. Los tres estados suman 88,6% de los eventos registrados durante el periodo en estudio. En 2022, esta cifra era 90,7%. 

Zulia es el estado en el que hubo más derrames, con 23 eventos de este tipo en lo que va de 2023. Le sigue Falcón con 13 y Anzoátegui con tres. 

Se registraron algunos derrames petroleros en Trujillo y Portuguesa, estados que no habían sido afectados en períodos anteriores.

La mayor cantidad de derrames registrados se localizaron en los estados donde están concentradas la mayor parte de las operaciones e instalaciones de la industria petrolera venezolana.

En mayo se registró un derrame en la costa oriental del Lago de Maracaibo, en Bachaquero, que tuvo una extensión de 185 km2 .

De acuerdo con la organización, los derrames petroleros persistieron por varios meses antes de  que la situación fuese subsanada. En algunos oleoductos se observaron varias fugas ocurriendo en simultáneo.

Petróleos de Venezuela S.A (Pdvsa) no emitió comunicados u otra información sobre los derrames ocurridos. Por ello, se desconoce la cantidad real de derrames, sus características, ni sobre las acciones que pudo haber realizado esta empresa para atender las contingencias.

La pesca, agricultura y ganadería fueron las actividades económicas más afectadas por los derrames. Debido a que la mayor parte se registró en aguas marinas, se produjeron protestas por parte de pescadores, que denunciaron pérdidas de sus equipos de trabajo, períodos de trabajo, pérdida de volúmenes de pesca, así como la diversidad de especies de las que depende su trabajo. También, las noticias reseñaron que fueron 
afectadas empresas turísticas por los derrames, lo que implicó pérdidas de puestos de trabajo.

Maduro anuncia plan especial para descontaminar el lago de Maracaibo
Explicó que se trata de un proyecto que ha «elaborado personalmente» con el apoyo de científicos, técnicos y de los ministros de Ecosocialismo, de Petróleo, Pesca y Acuicultura y Energía Eléctrica.

 

El presidente Nicolás Maduro anunció el 24 de julio un «plan especial» para descontaminar el Lago de Maracaibo, el más grande del país, afectado por los derrames de petróleo, la confluencia de desechos y la proliferación de una bacteria llamada verdín, entre otros factores.

«He elaborado un plan que quiero activar, (…) un plan especial de atención, de descontaminación y recuperación del Lago de Maracaibo, y pongo al frente de ese plan al general Néstor Reverol Torres, vicepresidente de gobierno para Servicios Públicos», dijo en un acto con motivo del bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, celebrado en el estado Zulia.

Maduro explicó que se trata de un plan que ha «elaborado personalmente» con el apoyo de científicos y técnicos, así como de los ministros de Ecosocialismo (Medio Ambiente), Josué Lorca, de Petróleo, Rafael Tellechea, y de Pesca y Acuicultura, Juan Carlos Loyo, además de Reverol Torres, también ministro de Energía Eléctrica.

Pidió a los titulares de estas carteras de Estado, al gobernador de Zulia, Manuel Rosales, y al alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez, «todo el apoyo» para el desarrollo de este plan, para el que buscará los recursos «a pesar de las sanciones» y del «bloqueo».

Maduro señaló que recibió, «hace unos días», los resultados de un estudio técnico y científico «de profundidad» que ordenó elaborar tras revisar las denuncias sobre los «desbordes de petróleo» en el lago y sus afectaciones en «las comunidades de pescadores» y en el «hábitat».

Pide a los militares estar en alerta para garantizar la paz

Durante su intervención, Maduro también pidió a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) estar en «alerta permanente» para «garantizar la estabilidad» y «la paz» del país.

«Fuerza Armada Nacional Bolivariana, guardia en alto, alerta permanente, vigilancia y protección para garantizar la estabilidad, la integridad territorial y la paz de la República. Saquemos grandes lecciones de la gran historia patria que tiene Venezuela y que tiene nuestra América profunda, nuestra patria grande», dijo.

En este sentido, sostuvo que la «gran victoria heroica» alcanzada hace 200 años por el «pueblo de la Gran Colombia» frente «a la Armada española» deja «como enseñanza» que hay que estar «en alerta permanente, vigilando la soberanía de la patria», la «paz de la patria», la «independencia de Venezuela» y «cuidando y protegiendo» al «pueblo, siempre».

El acto, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), consistió en una «demostración aeronaval» con «embarcaciones, lanchas, helicópteros, grupos de comandos del mar», entre otros, y contó con la participación de altos funcionarios del gobierno, entre ellos la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez.

Información de EFE

Codhez: El Lago necesita acciones urgentes contra la contaminación por el verdín, derrames petroleros y plástico
El estuario alberga decenas de especies que hoy se encuentran en riesgo por la contaminación que lo asfixia

 

Para el pueblo zuliano, el Lago de Maracaibo tiene un profundo significado en los ámbitos idiosincrático, cultural, histórico y económico. Sus más de 13.800 metros cuadrados de extensión le ubican entre los tres lagos más grandes de América Latina, mientras que en Venezuela encabeza la lista.

Es el orgullo de toda una región, a la que además de engalanar con su imponente belleza natural, ha proveído de riqueza petrolera al Zulia y todo el país, y ha sustentado la economía local pesquera y turística.

Por si fuera poco, este estuario alberga decenas de especies que hoy se encuentran en riesgo por la contaminación que lo asfixia, que no solamente se trata de costas abarrotadas de desechos sólidos, sino que también comprende preocupantes derrames petroleros y, más recientemente, la presencia de una cianobacteria que se ha esparcido en sus aguas de manera veloz desde finales de junio.

Una emergencia ambiental

Un pútrido olor emana de las aguas del lago, donde está expandiéndose una capa verde que hoy ocupa el 70% de su superficie. Se trata del llamado “verdín”, en el que está presente la cianobacteria microcystis, que, según han advertido especialistas en la materia, produce microcistina, una toxina considerada de riesgo para la salud de diversas especies y de la población en general.

Habitantes del sector El Milagro, en Maracaibo, cuyos hogares se encuentran a orillas del lago, han manifestado que desde la aparición del verdín su vida ha cambiado: comenzaron a experimentar náuseas, dolores de cabeza, episodios de diarrea, dificultades para conciliar el sueño debido al hedor y, además, ha afectado a las personas que padecen de asma.

Pescadores y sus familias también han demostrado preocupación dado que la contaminación ha perjudicado su actividad comercial, y en algunos casos, la única vía de consumo de proteína de origen animal. De igual modo, restaurantes y establecimientos comerciales han visto reducida la afluencia de comensales y potenciales clientes.

Además, desde la Fundación Azul Ambientalistas se ha advertido sobre los derrames petroleros y sus consecuencias al obstaculizar la entrada de luz solar necesaria para la fotosíntesis del fitoplancton y otros microorganismos acuáticos. Aunado a ello, los hidrocarburos degradan las fuentes de alimentos de peces, cangrejos, delfines, manatíes y aves, y en el peor de los casos provocan la muerte de diversas especies lacustres, al adherirse a sus cuerpos y dificultar su respiración.

Sin Lago no hay Zulia

En vista de la creciente contaminación del Lago de Maracaibo, que afecta de gran manera a su ecosistema lacustre y a la población que bordea sus costas, la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) destaca que un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano, declarado así por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y contemplado en el artículo 127 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En este sentido, Codhez lamenta que los pronunciamientos por parte de las autoridades parecieran no considerar en su totalidad la gravedad del contexto actual que vive la región zuliana, por lo que hace un llamado al Estado venezolano a que asuma su responsabilidad de proteger el ambiente, priorizando la situación actual del Lago de Maracaibo en la agenda nacional y otorgándole la urgencia que merece, de manera que cumpla con su obligación de garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación.

Aunado a ello, la asociación civil recomienda a los tres niveles de gobierno a tomar en cuenta los recientes pronunciamientos e investigaciones compartidas por académicos, ecologistas, biólogos, activistas y organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa de los derechos ambientales, y consultar sus conocimientos y opiniones para el desarrollo de planes de acción efectivos que permitan sanear el lago.

El Lago de Maracaibo, que tanto ha dado a una nación entera, hoy padece una compleja contaminación que solo se agrava día tras día, por lo que urge atención, conciencia y acciones inmediatas que permitan devolver a sus aguas el brillo que tanto enorgullece a zulianos y venezolanos por igual. Sin Lago no hay cultura, no hay historia, no hay economía. Sin Lago no hay Zulia.

Piden declarar estado de emergencia en el Lago de Maracaibo por derrames petroleros
Yohan Flores, director de la Fundación Azul Ambientalista, explicó que cada día el crudo se esparce más por todo el lago ante la inacción de la estatal petrolera

 

La Fundación Azul Ambientalista pidió al Gobierno de Nicolás Maduro declarar estado de emergencia en el Lago de Maracaibo por los continuos derrames petroleros.

En entrevista transmitida por el Circuitos Éxitos, el director de Azul Ambientalista señaló que en las investigaciones que han realizado han podido constatar la presencia de crudo en toda la costa de Maracaibo, principalmente en la avenida Milagro Norte y en los municipios Mara, Cabimas, Santa Rita y San Francisco.

El director de la Fundación Azul Ambientalista, Yohan Flores, detalló que continúa el flujo del derrame porque aún no se ha cerrado una válvula que evita que se siga derramando el crudo. 

«Vemos mucha afluencia de petróleo en la orilla, se mezcla el sucio y el plástico que es un flujo contaminante muy fuerte actualmente en el lago», aseguró.

Flores explicó que cada día el crudo se esparce más por todo el lago ante la inacción de la estatal petrolera. Aseguró que hay pescadores que han dejado de pescar por los daños que el materia de origen mineral le produce a las redes, mallas y embarcaciones. 

«No están pescando en este momento y han tenido pérdidas cuantiosas. Por eso hemos instado a que se establezca un decreto de emergencia y que se atienda con mucha fuerza la limpieza de nuestro lago», aseveró el director de la fundación. 

Se necesitan acciones contundentes

Yohan Flores aseveró que se necesitan de acciones más contundentes para lograr sanear el lago de Maracaibo. Explicó que Pdvsa anunció el inicio de una limpieza profunda en el lago, pero solo se vio a través de fotografías una cuadrilla de cinco personas con varias cestas limpiando. 

«Hemos sido claros: para poder sanear el lago de Maracaibo con estos derrames petroleros se necesita tener equipos de última generación y tecnología con capital humano que se despliegue por las zonas afectadas en todo el territorio zuliano», dijo.

Agregó que se necesita un despliegue completo con tecnología de punta y con equipos sofisticados.

Flores señaló que aunque la alcaldía de Maracaibo ha prestado ayuda, no cuenta con la maquinari,  por lo que Pdvsa debe encargarse de atender oportunamente cualquier derrame. 

Lamentó que «si no hay inversión real y mantenimiento constante en Pdvsa, esto va a seguir ocurriendo. No es algo nuevo, pero sigue sucediendo y con frecuencia».

El director de Azul Ambientalista hizo un llamado de «atención ambiental» y un «Estado de Emergencia» frente a la falta de respuestas y acciones eficaces, pues «simples jornadas de limpieza costera no remediaran el daño patrimonial causado por la industria petrolera».

 

 

Manuel Rosales: Inundaciones han afectado 25 viviendas y más de 150.000 hectáreas en Zulia
El gobernador del Zulia detalló que no solo hay problemas en el Sur del Lago, que ya fue declarado en alerta pendiente, La Guajira y el municipio Baralt son «zonas críticas y difíciles»

 

Este lunes, 10 de octubre, el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, informó que las recientes lluvias han afectado 25 viviendas, 19 de ellas consideradas pérdida total, por inundaciones y crecidas de ríos en el sector Los Palafitos. 

En rueda de prensa, Rosales indicó que las áreas productivas de la entidad también fueron golpeadas por las crecidas de los ríos adyacentes. «Tan solo en el Sur del Lago de Maracaibo, 150.000 hectáreas están perjudicadas y en las cercanías del río Chama otras 50.000 hectáreas están bajo el agua», dijo. 

El gobernador del Zulia detalló que no solo hay problemas en el Sur del Lago, que ya fue declarado en alerta pendiente. La Guajira y el municipio Baralt son «zonas críticas y difíciles», manifestó.

En la madrugada de este domingo se registró el fenómeno de mar de leva en la Costa oriental del lago de Maracaibo. El municipio Baralt fue el más perjudicado, con 118 personas afectadas y 24 viviendas colapsadas en su totalidad.

Rosales envió palabras de condolencia y solidaridad a los habitantes de Las Tejerías, estado Aragua, por la muerte de 32 personas y por las grandes pérdidas que se registraron, producto del desbordamiento de la quebrada Los Patos.

Advierten que los mayores derrames de petróleo del país ocurren en el Lago de Maracaibo
Hace varias semanas, en la comunidad Santa Fe Las Playas del municipio Mara, en el estado Zulia, se registró un derrame petrolero

Ausberto Quero, director de la Asociación Civil para la Conservación del Lago de Maracaibo (Aclama), advirtió este martes, 2 de agosto, que los mayores derrames de petróleo en el país ocurren en el Lago de Maracaibo.

Durante una entrevista que ofreció al programa Punto y Seguimos de Radio Fe y Alegría Noticias, Quero señaló que pese a los derrames se realizan actividades como la pesca, el transporte, y turismo.

En el caso de la pesca, Quero señaló que la actividad se ve afectada pues los peces disminuyen y se contamina la fauna y la vegetación.

“Esto es importante porque no solo ocurre en el lago de Maracaibo, también sucede en el lado oriental del país”, expresó.

Según dijo, el problema viene por la falta de mantenimiento las instalaciones petroleras, al igual que no hay una supervisión “adecuada” y los planes de emergencia “no funcionan”.

A juicio del especialista, Pdvsa es una empresa que en este momento, desde el punto de vista ambiental, está limitada.

Quero aseguró que la estatal petrolera no cuenta con el personal ni los recursos suficientes para tomar las herramientas que puedan ser predictivas a fin de evitar los derrames de petróleo.

También, explicó que al no existir controles estadísticos de dónde ocurren, cuántos y con qué intensidad son los derrames de petróleo, “no se pueden establecer las acciones”.

“Sin estadísticas de cómo, dónde y cuándo ocurren no se va poder tener una posibilidad de estrategia”, señaló.

Derrames de petróleo recientes

Hace varias semanas, en la comunidad Santa Fe Las Playas del municipio Mara, en el estado Zulia, se registró un derrame petrolero. La situación afectó a unas 50 familias que habitan en esta zona y que dependen de la pesca para alimentarse.

En esa zona habita población indígena de escasos recursos. Una de ellas es la señora María González, quien expresó al citado medio que si no pescan, no comen.

“Hace tres semanas hubo un derrame de petróleo fuerte que las redes se dañaron, las deterioró todas. Las almejas se murieron y el petróleo llegó hasta la orilla”, denunció.

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La encrucijada de las empresas energéticas (y VIII) | Venezuela

Es peregrina la idea generar energía eólica o solar en una década, cuando hay que recuperar la ruinosa PDVSA para levantar a Venezuela. En la gráfica de Eduardo Salazar (Vice News), un continuado derrame de petróleo en el Lago de Maracaibo.

En los años 80 y 90 Venezuela producía 3 millones de barriles (BPD) de petróleo al día. Petróleos de Venezuela (PDVSA) era una de las tres más grandes compañías petroleras del mundo y los economistas internacionales consideraban que el país iba a convertirse en una potencia económica mundial.

Luego llegó Hugo Chávez que, con su proyecto de socialismo radical, inició la destrucción sistemática de PDVSA y del país, obra que al morir continuó sin inmutarse su sucesor Nicolás Maduro. Hoy en día Venezuela no puede contar ni con el gasoil necesario para hacer funcionar los vehículos comerciales que suministran sus productos agrícolas y víveres básicos importados.

La crisis ha empeorado debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Estas limitan la llegada al país de la cantidad de aditivos necesaria para la refinación de los escasos 700.000 BPD que produce PDVSA, destinados a la suplir la nación de gasolina y gasoil.

Pero se trata de un mínimo para sobrevivir. Porque el grado de deterioro de la infraestructura petrolera y de las plantas para la producción de energía eléctrica es tal, que el país necesitaría una inversión de por lo menos $ 70 – $ 90 millardos (billions); además de 10 años de trabajo, para que Venezuela cuente con un aparato productivo capaz de suministrar lo equivalente a por lo menos 2 millones de BPD que significaría dar inicio a una recuperación económica.

ERROR DE CÁLCULO

Esta situación resalta el fatal error de cálculo cometido por el gobierno cuando, hace siete años, rechazó categóricamente recurrir a Estado Unidos para que los mismos expertos petroleros que impulsaron el descubrimiento del petróleo y armaron la infraestructura para su explotación, a partir de los años 20, repitieran la hazaña.

Hace 7 años los “sabios” del gobierno argumentaron que no era necesario que Venezuela pidiera limosna a los expertos petroleros del norte, y tener que compartir con ellos sus ganancias, cuando el país podía sacar igual de provecho dedicándose exclusivamente al gran tráfico de droga proveniente de Colombia. Y de hecho promovieron un considerable aumento del flujo de los estupefacientes.

Por un lado, los “sabios” no calcularon la numerosa cantidad de manos que se iban a meter en la masa de la droga, reduciendo de esa manera las ganancias del Estado; tampoco que el resultado de la pandemia iba a causar una fuerte reducción del consumo mundial de la misma.

Finalmente, la técnica de detección del tráfico de droga ha registrado una mejora tal, que hace las operaciones clandestinas siempre más riesgosas.

Esa es parte de la razón porque hace pocos días Nicolás Maduro dijo que el país contemplaba la posibilidad de reabrir la puerta a las inversiones extranjeras en materia petrolera, recordando que en juego están los 300 millones de barriles de probadas reservas del país. Venezuela sigue siendo el segundo productor de petróleo con más reservas en el mundo, detrás de Arabia Saudita.

En primer lugar, las empresas extranjeras tienen que tomar en cuenta que estas reservas son casi todas de petróleo pesado, o mejor dicho bitumen pesado, que necesita una refinación que solamente refinerías especializadas pueden asegurar.

Luego, estas empresas van a querer jugar un papel preponderante y tener el control de las ventas y de la repartición de las entradas. Compañías como Exxon-Mobil y Chevron, que durante los años de Chávez fueron repetidamente penalizadas por simplemente ser “imperialistas” y sufrieron expropiaciones y múltiples reveses económicos, esperan un cambio de rumbo y la total colaboración de Maduro, cosa que es todavía incierta.

Frente a esta situación, en que la prioridad de Venezuela se va a concentrar en el petróleo y gases fósiles y de sus riquezas minerales, es difícil imaginarse que el país dedique mucha atención a la transición hacia energías renovables durante los próximos 10 años.

Eso no quiere decir que Venezuela no tenga las condiciones naturales para la explotación de energías como la solar y la eólica, particularmente en zonas poco habitadas como la península de Paraguaná, los llanos de la región central, el delta del río Orinoco, el cual también se presta para proyectos hidroeléctricos, y el inmenso lago de Maracaibo.

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