Hiperinflación archivos - Runrun

Hiperinflación

Las autoridades no tiene instrumentos para detenerla”: Inflación de febrero fue de 20,2% según el OVF
A propósito del aumento de la inflación en el mes de febrero, el economista José Guerra afirmó que el país de nuevo «coquetea con la hiperinflación”

 

El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) informó este miércoles, 8 de marzo, que la inflación del mes de febrero fue de 20,2%.

Estimaciones del ente económico alterno indican que la inflación acumulada se ubicó en 67,7% y la anualizada en 537,7%. 

«De esta manera, se configura una situación inflacionaria donde las autoridades fiscales y monetarias lucen desbordadas y sin instrumentos para detenerla», aseguró el OVF. 

El Observatorio Venezolano de Finanzas detalló que entre los rubros que más sufrieron aumentos están los servicios con 156,3%, salud 15,8%, vestido y calzado 13,5% y equipamiento del hogar 15,1%. Los alimentos registraron un alza de 12,0% y el transporte 12,2%.

“Venezuela coquetea con la hiperinflación”

A propósito del aumento de la inflación en el mes de febrero, el economista José Guerra afirmó que el país de nuevo «coquetea con la hiperinflación”.

Según estimaciones de los entes económicos, Venezuela salió oficialmente de la hiperinflación en diciembre de 2021 al sumar 12 meses con una tasa por debajo del 50 %.

Sin embargo, las aceleraciones de la inflación que se vienen registrando desde septiembre de 2022, podrían poner a la economía del país «ante el peligro de un rebrote hiperinflacionario».

A través de su cuenta en Twitter, Guerra indicó que las tasas de inflación son muy altas en el país a pesar de que los salarios no han sido aumentados. 

Guerra añadió que el Banco Central de Venezuela sigue perdiendo reservas internacionales, y sobre esto, el OVF señaló que en febrero el BCV intervino con mayor monto de reservas, por lo que perdió US$ 420 millones, la mayor cifra mensual desde que comenzó el nuevo sistema cambiario en 2019.

Venezuela es el peor país en ejecución del gasto público de la región de acuerdo con Cedice
Producto de la desmejora continuada de los balances fiscales que se sumó a la hiperinflación y al ciclo recesivo que aún persiste

 

El Centro de Difusión del Conocimiento Económico (Cedice-Libertad), informó que, según un estudio realizado por la organización entre 2017 y 2021, la ejecución del gasto público en Venezuela fue precaria y poco efectiva, siendo la peor en el ranking de Latinoamérica.

Estas cifras se deben, según la organización, a la desmejora continuada de los balances fiscales de la nación que se sumó a la hiperinflación y al ciclo recesivo que aún persiste. 

La investigación realizada por la economista Litsay Guerrero evidencia que Venezuela se ha caracterizado por mantener opacidad en el tema fiscal y no hay información de formulación, aprobación, y en detalle del presupuesto de la nación ni de las premisas utilizadas.

Se detectó un franco deterioro en la capacidad de las autoridades para la formulación de metas macroeconómicas, además de discrecionalidad en el gasto público, lo que no permite al ciudadano conocer la forma en que se gasta el dinero.

Cifras en decadencia

“Considerando los 13 países de la región para los que se hizo el cálculo actualizado del gasto público, los resultados en las ediciones entre 2017 y 2019 reflejaron que Venezuela se mantuvo en las últimas posiciones en el orden del ranking general del IPG, siendo 2019 el año del peor desempeño de ejecución de este indicador”, detalló el estudio.

A su vez, “tampoco hubo mayores cambios en el gasto para atender la crisis sanitaria por el COVID-19, teniendo en cuenta que no hay cuentas claras con respecto a medidas de apertura para los sectores productivos afectados por la paralización de las actividades económicas”, puntualiza el documento.

Como propuesta de forma y fondo, la investigación sostiene que para Venezuela y su economía “se requiere de un enfoque de política económica y de economía política que permita el diseño e implementación de un adecuado programa de reformas que sustenten una recuperación y crecimiento sostenible, basados en la libertad económica”.

El BCV toma medidas para reforzar el anclaje del dólar
El ajuste del gobierno entra en una nueva etapa e inicia un aumento del gasto público que obliga al Banco Central a ofertar bonos para absorber bolívares y tratar de contener la demanda de divisas

@vsalmeron

 

Durante ocho meses el Banco Central ha logrado que la cotización del dólar se mantenga estable en un rango de entre 4 y 4,5 bolívares, pero la administración de Nicolás Maduro inició un giro que obliga a tomar medidas extra para mantener el anclaje.

El gobierno dejó atrás el recorte del gasto público y comenzó un ciclo de mayores egresos, por lo tanto, habrá más bolívares que podrán utilizarse para comprar dólares y el aumento en la demanda de dólares amenazará la estabilidad del tipo de cambio.

Para manejar la presión el Banco Central comenzó a vender bonos a fin de absorber parte de los bolívares que comienzan a fluir por la tubería del gobierno. Los bonos tienen condiciones distintas para las empresas, las personas y las entidades financieras.

En el caso de las empresas y los particulares, los bonos tienen el atractivo que mantienen su valor en caso de que el bolívar se devalúe y reportan un rendimiento anual de entre 3% y 3,25% sobre la variación del precio del dólar.

Para las entidades financieras el bono reporta un rendimiento de 1% sobre la variación del dólar. Las empresas y los particulares pueden comprar bonos a plazos de 28 y 56 días, en el caso de los bancos, solo a 56 días.

El Banco Central dijo en un comunicado que con los bonos “se intenta una mayor incidencia, tanto en la trayectoria de los agregados monetarios, como en el comportamiento del mercado cambiario, ya que ofrecen un rendimiento más alto a sus inversionistas con respecto a mantener coberturas en divisas”.

Nueva etapa

Tras el colapso de la economía socialista, Nicolás Maduro alargó la agonía con racionamiento de alimentos básicos y persecución al mercado negro, pero a partir de 2020 acabó con el control de precios, el control de cambio, permitió la libre circulación del dólar e implantó un severo recorte del gasto que pulverizó el salario y las pensiones.

Ahora en un entorno en que el aumento de la producción petrolera y el alza del precio del barril incrementan el ingreso y la mayor actividad del comercio eleva la recaudación de impuestos, el gobierno comienza a gastar más, principalmente mediante el aumento del salario de los trabajadores públicos y las pensiones.

Síntesis Financiera señala en su informe El Tesorero, que en el primer trimestre de este año el gasto del gobierno se ubicó en el equivalente a 1.670 millones de dólares, una cifra que representa un aumento de 19% respecto al cuarto trimestre de 2021.

Si bien siguen siendo insuficientes y no cubren las necesidades básicas las pensiones, por ejemplo, aumentaron desde 7 bolívares hasta 130 bolívares y en lo que va de año, señala Síntesis Financiera, cada pensionado ha recibido el equivalente a 53,6 dólares mientras que en el mismo lapso de 2021 apenas 9,4 dólares.

“El plan es utilizar el aumento del ingreso petrolero y en la recaudación de impuestos para mejorar la calidad de vida, sobre todo de cara a 2024 cuando habrá elecciones presidenciales”, dice un técnico del Banco Central.

De acuerdo con las proyecciones de Ecoanalítica este año el gobierno recibirá ingresos por la vía petrolera en el orden de 16.200 millones de dólares, un aumento de 183% respecto a 2020.

Anclaje presionado

El ajuste que aplica Nicolás Maduro tiene como principal componente la estabilidad del dólar para abaratar el costo de las importaciones y cambiar las expectativas con un signo de solidez, tras cuatro años en los que la hiperinflación dinamitó la confianza en el bolívar.

El anclaje del dólar es fundamental para explicar la desaceleración de la inflación que en los últimos siete meses se ha mantenido en variaciones de un dígito. En marzo de este año, según datos del Banco Central se ubicó en 1,4%, la menor tasa intermensual desde agosto de 2012.

Pero en empresas y entidades financieras crecen las dudas sobre la sostenibilidad de la estabilidad del tipo de cambio. Si bien los bonos del Banco Central pueden ayudar a contener la demanda de dólares hay una serie de elementos en juego.

Para mantener estable la cotización del dólar cada semana el Banco Central vende a través de las entidades financieras dólares que obtiene por la venta de petróleo en China y que recibe a través de la banca rusa. Esta triangulación, le permite al gobierno de Maduro evadir las sanciones de Estados Unidos.

Las sanciones a Rusia tras la invasión a Ucrania generan incertidumbre sobre si el esquema se verá afectado y bajará la oferta de dólares del Banco Central, algo que atentaría contra la estabilidad del tipo de cambio.

Otro factor a tomar en cuenta es que Rusia comenzó a venderle petróleo con descuento a China, el mercado donde Venezuela coloca 90% de sus exportaciones. La competencia de los barriles rusos podría restarle espacio a los de Pdvsa y disminuir el flujo de petrodólares que recibe el gobierno.

El tema fiscal también es relevante. Mientras la cotización del dólar se ha mantenido en torno a 4,30 bolívares la inflación, si bien se ha desacelerado, sigue siendo elevada al punto que las cifras oficiales indican que en los últimos doce meses acumula un salto de 284%.

Esto pone en marcha una cadena preocupante: Pdvsa recibe petrodólares que vende al Banco Central a la tasa de 4,30 bolívares. Luego, le entrega estos bolívares al gobierno para que gaste, pero la inflación hace que cada mes estos 4,30 bolívares tengan menos poder de compra.

José Guerra, exgerente de investigaciones económicas del Banco Central, explica que “si Pdvsa vende los dólares a 4,30 y la inflación es alta esos bolívares no rinden. En algún momento van a tener que corregir el tipo de cambio. La experiencia venezolana dice que mientras más se retrasa la corrección más fuerte es la devaluación”.

El informe de Latin Focus al cierre de marzo indica que el promedio de las proyecciones de sus panelistas que incluye a bancos y firmas como Oxford Economics, BancTrust y Moody’s Analytics, indica que este año el tipo de cambio cerrará en 12 bolívares por dólar.

La asfixia del crédito también puede hacerse insostenible. A fin de que no los bancos no otorguen créditos en bolívares que puedan ser utilizados para comprar dólares el Banco Central obliga a las entidades financieras a inmovilizar 73% de los depósitos.

La consecuencia es una economía con muy poco crédito donde las empresas y los emprendedores sufren una severa restricción de financiamiento que limita el crecimiento.

Dato polémico

Durante los cuatro años en que Venezuela estuvo sumergida en la hiperinflación el Banco Central ocultó las estadísticas. Esto propició que el Observatorio Venezolano de Finanzas comenzara a medir la variación de precios y se convirtiera en una referencia.

Su dato de inflación de marzo difiere por completo con el del Banco Central. De acuerdo con el Observatorio los precios registraron un alza de 10,5%, por el impacto del aumento en los servicios públicos y el anuncio del impuesto a las transacciones en dólares que el gobierno puso en marcha para incentivar un mayor uso del bolívar.

José Guerra, quien se desempeña como director del Observatorio, afirma que “la cifra de inflación de marzo del Banco Central es un absurdo. El Observatorio tiene los registros de cada producto del índice de precios, no es creíble”.

Daniel Cadenas, economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, considera que “la mayoría de los países están reportando una aceleración de la inflación en marzo, por el incremento en los precios de materias primas, energía y alimentos como consecuencia de la invasión a Ucrania. En un país que importa casi todo, está cifra de inflación no es creíble”.

Desde su punto de vista Venezuela sufre lo que denomina inflación importada, es decir, como los precios están aumentando en la mayoría de los países donde Venezuela adquiere productos de todo tipo esta inflación se traslada, por ejemplo, desde Estados Unidos a los supermercados de Caracas.

“La inflación anualizada en Estados Unidos se aproxima a 8% cuando lo normal es 2%. En un economía que depende en gran medida de la importación de bienes finales y donde lo poco que produce necesita un alto componente de materia prima importada, el mecanismo de transmisión de la inflación global es importante”, dice Daniel Cadenas.

*Puede leer también: El petróleo lubrica la geopolítica

Luis Oliveros Ene 27, 2022 | Actualizado hace 1 mes
Venezuela se está arreglando
La frase “Venezuela se está arreglando” no solo es patética y mediocre, también engloba una gran mentira y ha generado una discusión sin sentido

 

@luisoliveros13

Todos tenemos (lamentablemente) familiares y amigos que se han ido del país. La mayoría de ese grupo sigue estando pendiente de lo que ocurre en Venezuela. Obvio, no solo dejaron seres queridos sino también el país en el cual nacieron y vivieron un buen tiempo.

No obstante, todos también tenemos a ese amigo o familiar que constantemente te llama/escribe desde el exterior para reafirmar que Venezuela sigue muy mal. Ese personaje pareciera que se nutre con las malas noticias que ocurren en el país y al mismo tiempo sufre (lo discute con argumentos un poco histéricos) por todo lo posiblemente bueno que ocurra.

Desde que ahora no hay escasez (porque TODO es importado, tú no tienes real para comprar nada, además allá nada se produce); la salida de la hiperinflación (eso es mentira); el crecimiento económico (tú eres un cohabitador y te lo crees); la aparición de emprendimientos (ahora resulta que eso es malo, porque entre otras cosas, TODOS esos son negocios para lavar dinero, incluyendo a la señora que montó una venta de empanadas en el garaje de su casa); de un bodegón (no compres allí, TODOS son de enchufados); de un casino (no vayas nunca, jugar es malo para ti); de la dolarización (estás en el Titanic y te falta poco para morir); los delivery (al comprar por allí estas cohabitando con el rrrégimen), hasta por una medalla en las Olimpiadas (ella/él son chavistas, hay que odiarlos).  

La frase “Venezuela se está arreglando” no solo es patética y mediocre, también engloba una gran mentira y ha generado una discusión sin sentido.

Los que vivimos en el país lo sabemos muy bien pero también lo saben quiénes la repiten. A Venezuela le falta mucho para recuperarse. Pongamos un ejemplo: si de verdad (según lo que dijo hace poco Maduro) esta economía creció un 4 % en 2021, entonces la caída acumulada entre 2013 a 2021 pasaría de 76 % (hasta 2021) a 75% (2022); sin duda, una “mejora” bastante pobre. Para que tengan una idea, a ese ritmo de expansión de la actividad económica nos faltarían 40 años (de crecimiento consecutivo) para volver al nivel del PIB que teníamos en 2013.

No solo es salir de la hiperinflación o tener un modesto crecimiento económico; es fundamental rescatar la institucionalidad, levantar la industria petrolera, volver a tener una inflación anual de un dígito, no ser víctimas de sanciones, recuperar la capacidad adquisitiva de la población para sacarla de la pobreza, mejorar la relación trabajo informal vs formal, que los servicios públicos funcionen, oferta estable de combustibles, etc.

Venezuela no se está arreglando, pero sin duda no es la Venezuela de hace unos años. Y sí hay mejoras (no simétricas) en los sectores económicos, algo positivo luego de 7 años seguidos de depresión económica. Existe una combinación entre dolarización, mejoras en la gestión fiscal, engavetar los controles, liberalización económica, una política de no aranceles a las importaciones (que favorece a los consumidores) y el convencimiento en buena parte de los agentes económicos en torno a que el cambio político no llegará por el camino en el que vamos, por lo que hay que “echarle pichón” sin pararle a lo que ocurra en lo político.

La burlita al mencionar la frase denota desconocimiento, pero también un sarcasmo tóxico. Ligar que las cosas sigan mal para una población que ha sufrido tanto, es una muestra de resentimiento.

En mi casa, hemos optado por decirle a esos “amigos” lo que quieren oír y “ayudarlos en su confirmación” que irse fue lo mejor que pudieron hacer, que no hay motivos para el regreso y que siempre ellos van a estar mejor que nosotros los que vivimos aquí (pelear con amigos que están en el exterior no es agradable, sobre todo porque algunos solo buscan una limitada y sesgada información sobre lo que ocurre en el país). Hasta les hemos comentado que nos comimos al gato de la casa en un acto desesperado de hambre y que la semana que viene vamos de cacería al monte cercano, a buscar más comida (perros y rabipelados).

No, Venezuela no se arregló. Pero están ocurriendo cosas que tendrán efectos positivos (pero desiguales) en la población y entre las distintas actividades económicas del país.  

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Víctor Álvarez R. Ene 27, 2022 | Actualizado hace 1 mes
Perspectivas económicas 2022
En 2022, y tras 2 reconversiones monetarias, Venezuela ya no estará en hiperinflación, pero la inflación seguirá siendo alta, con su inevitable impacto en el poder adquisitivo de los hogares

 

@victoralvarezr

Balance 2021: primer año sin contracción ni hiperinflación

Entre 2014-2021, el tamaño de la economía venezolana se redujo 80 %. Es como si una persona que pesaba 100 kilos la vemos 7 años después y apenas pesa 20 kilos. Eso fue lo que pasó con el PIB venezolano, quedó en el hueso al perder su masa muscular de inversionistas que se fueron, empresas que quebraron, obras interrumpidas, deterioro de la infraestructura y colapso de los servicios públicos.

Finalmente, en 2021 se detuvo esta prolongada contracción y también concluyó la espiral hiperinflacionaria que comenzó en noviembre de 2017. Por primera vez desde 2013, los indicadores económicos registran un resultado positivo. El PIB del sector privado −que representa el 60 % de la economía− creció 3 %, mientras que el sector público −el 40 % restante− se redujo 5 %. Datos del Observatorio Venezolano de Finanzas registran un avance de 9,2 % en el tercer trimestre de 2021.

Cambio de políticas

La apertura del mercado interno a toda clase de importaciones sin arancel, el levantamiento y abandono de los controles de cambio y de precios, la desregulación y liberalización de la economía, la dolarización transaccional, la privatización de la gestión de empresas públicas, la promoción de exportaciones, la apertura a la inversión extranjera, la recuperación de la extracción de petróleo y el repunte en los precios de los crudos, son los factores que explican la recuperación económica. Este abandono del modelo nacionalista, estatista y controlador ha sido forzado por el colapso de la renta petrolera, el endurecimiento de las sanciones y el impacto económico de la covid-19.

Política fiscal

Los factores que propagan la hiperinflación son siempre los mismos: una política fiscal fuera de control, con déficits persistentes que se financian con emisiones de dinero sin respaldo. Pero en 2021, la política fiscal se enfocó en reducir el déficit y disminuir el financiamiento monetario, con una reducción del tamaño del Estado y el monto de la nómina pública, pensionados y bonos del Sistema Patria.

Política monetaria

La gente no quiere mantener en sus manos bolívares cuyo poder de compra se derrite como cubitos de hielo. La política monetaria ha forzado una escasez de bolívares para contener el alza del dólar y desacelerar la inflación. El sistema bancario está sometido a un elevado encaje legal de 85 % de sus captaciones, después de haber llegado a 100 % en 2018 y 2019. La política monetaria restrictiva del BCV seca el crédito bancario e impide la creación de dinero secundario. La cartera de crédito cayó de 20 % del PIB en 2017 a 0,9% en 2021.

Al restringir el crédito se disminuye la demanda de dólares. Al mismo tiempo, induce la venta de divisas a cambio de bolívares. Esta desmonetización aumenta con la propia dolarización que sustituye al bolívar como medio de pago. Esta política redujo el dinero en circulación a un mínimo sin precedentes de 3 % del PIB (62 % en 2017 y 18 % en 2018), catalizando la dolarización transaccional.

Política cambiaria

El menor circulante en bolívares ha contribuido a frenar el tipo de cambio. Las intervenciones del BCV en el mercado cambiario oficial también esterilizan bolívares. En 2021 se cuentan 60 intervenciones por montos de $ 20-50 millones.

Gracias a la recuperación de los ingresos petroleros, el BCV interviene en el mercado cambiario. Vende divisas a la banca que esta debe vender al mismo precio, sin margen para cubrir los costos operativos. Luego debe revender el remanente al BCV. En 2021, $500 millones fueron revendidos al BCV con un descuento del 5,24 %, generando una pérdida de $26 millones a la banca.

Esta intervención del BCV frena el alza del dólar y genera una apreciación real del bolívar que en 2021 fue 20 %, para una apreciación acumulada de 48 % desde diciembre 2018. Esto abarata las importaciones sin arancel que compiten ventajosamente con la producción agrícola e industrial del país.

Estrategia antiinflacionaria

2020 y 2021 fueron años de elecciones parlamentarias y de gobernadores y alcaldes. Para evitar el costo político-electoral, el gobierno priorizó la disminución de la inflación a través de la siguiente estrategia:

  • Reducir el gasto público.
  • Moderar el financiamiento del déficit fiscal con emisiones de dinero sin respaldo.
  • Endurecer el control de la oferta monetaria a través de un elevado encaje legal que dejó sin fondos a la banca nacional para crear dinero bancario y otorgar préstamos a la producción y el consumo.
  • Intervenciones del BCV en la compra-venta de divisas para frenar el alza del dólar paralelo.

Estas medidas forman parte del nuevo catálogo de políticas del gobierno, las cuales han comenzado a rendir resultados contra la hiperinflación. Veamos:

Cambio de tendencias

Luego de 7 años de prolongada contracción y cuatro años de una voraz hiperinflación, los cambios en las políticas económicas muestran un impacto positivo que se expresa en un cambio de tendencia en los indicadores: la actividad económica da síntomas de recuperación y la inflación se desacelera.

Caída del PIB toca fondo

La apertura comercial a las importaciones y el ambiente de libre mercado estimulan el emprendimiento y han servido para revitalizar la actividad económica en los sectores del comercio y los servicios.

En Venezuela, la población económicamente activa produce poco, sus remuneraciones son bajas y su consumo es de subsistencia. Sin embargo, en 2021 se registró un aumento del consumo en aquellos estratos de la población que tienen acceso a divisas. A esta recuperación del consumo hay que complementarla con una reactivación de la producción.

Pero restringir la creación de dinero bancario a través del crédito a la producción entorpece este objetivo. Es necesario abandonar la política monetaria restrictiva que impone altas tasas de encaje legal y deja sin liquidez a la banca para poder financiar la producción y el consumo.

Reactivar la intermediación financiera es clave para reactivar la producción, recuperar el ingreso de los trabajadores y aumentar la demanda que estimule la producción.

Venezuela sale de la hiperinflación

Según la definición más aceptada de Philip Cagan, un episodio de hiperinflación comienza cuando el aumento de los precios supera el 50 % mensual y termina cuando cae por debajo de ese nivel, al menos durante un año.

Con una cifra de inflación en diciembre por debajo del 10 %, habrán transcurrido 12 meses por debajo de 50 %. La inflación del 2021 será de 520 %, mientras que la de 2020 fue de 2500 %, 10.000 % en 2019 y 200.000 % en 2018. 2021 será el año con la menor inflación desde 2016.

Perspectivas 2022: recuperación económica con altos precios

Hasta ahora, la reactivación y desaceleración inflacionaria son el resultado del abandono de los controles y la desmonetización, más que de un programa de estabilización económica bien pensado y ejecutado. Para profundizar estas tendencias positivas queda pendiente el diseño y ejecución de un programa de estabilización macroeconómica y recuperación de la producción y el consumo, con las medidas correctas, aplicadas en un orden lógico y a la velocidad adecuada.

La economía crecerá 5 %

Para 2022, la CEPAL proyecta para Venezuela un crecimiento económico entre 1-4 %, la primera estimación positiva desde 2013, cuando el PIB creció 1 %.

Ecoanalítica calcula un crecimiento económico en torno al 6,9 % y una inflación de tres cifras bajas (menor a 500 %).

En promedio, los pronósticos económicos de diferentes casas de inversión, firmas consultoras y analistas promedian un 5 % y una inflación que tiende a 100 % anual.

La recuperación económica tiene a favor el aumento de los precios del petróleo que permitirá al BCV mantener una activa intervención cambiaria.

La tasa de cambio seguirá frenada por las ventas controladas de divisas del BCV y una política monetaria restrictiva.

La inflación tenderá a 100 %

En 2022, y después de dos reconversiones monetarias, Venezuela ya no estará en hiperinflación. Pero la inflación seguirá siendo alta, con su inevitable impacto en el poder adquisitivo de los hogares.

Para sincronizar una recuperación más vigorosa con una mayor desaceleración de la inflación, es necesario restaurar los equilibrios macroeconómicos, lograr una eficaz coordinación entre las políticas fiscal, monetaria y cambiaria, y recuperar la confianza de los inversionistas.

Apertura a la inversión privada

La inversión productiva requiere un ambiente estable en el que se pueda planificar a mediano y largo plazo. Cinco claves para lograr un crecimiento económico sin inflación son las siguientes:

  • Restauración de los equilibrios macroeconómicos
  • Reformas institucionales, respeto a la propiedad y seguridad jurídica.
  • Apertura a la inversión privada nacional y extranjera en el sector petrolero.
  • Diálogo político entre gobierno y diferentes bloques de la oposición.
  • Levantamiento de las sanciones financieras y comerciales.

Apertura del sector financiero

Las inversiones productivas requieren financiamiento nacional e internacional, bien sea a través de la repatriación de capitales o inversión extranjera. Esto va a requerir la apertura y desregulación del sector bancario y financiero para facilitar la intermediación bancaria, aumentar la oferta privada de divisas y aumentar su velocidad de circulación entre inversionistas, productores y consumidores.

Apertura del sector petrolero

El precio de la mezcla Merey, la referencia venezolana en la cesta OPEP, se ubicó en 62,72 $/barril, su mejor precio desde noviembre de 2018. El precio promedio de 2021 llegó a 50,08 $/b, superior al 27,76 $/b de 2020. Para el año 2022, se prevé un mínimo de 52,00 $/b.

En la publicación de Pdvsa (febrero de 2021), Oportunidades de inversión, se anuncia la modalidad de Acuerdos de Servicios de Producción (ASP) por $77.600 millones a fin de repotenciar la infraestructura de la industria petrolera. Pero ninguna transnacional petrolera invertirá esa cantidad en Venezuela si corre el riesgo de ser sancionada por EE. UU.

Para aumentar la extracción de crudos, la apertura a la inversión privada es necesaria más no suficiente. Pdvsa también necesita recuperar su acceso al financiamiento internacional y recuperar los mercados estadounidenses y europeos para sus exportaciones. Por lo tanto, la recuperación de la extracción de petróleo dependerá más del levantamiento de las sanciones financieras y comerciales.

Dolarización de los salarios

En Venezuela, la población económicamente activa produce poco, sus remuneraciones son bajas y su consumo es de subsistencia. Sin embargo, en 2021 se registró un aumento del consumo en aquellos estratos de la población que tienen acceso a divisas. Los excluidos son los hogares que viven de un ingreso fijo en bolívares y que no reciben remesas.

En Venezuela, el ingreso mínimo legal (salario mínimo + bono de alimentación) equivale a $2,2. La pensión mensual es $1,5 por mes. Si todos los empleados públicos recibieran puntualmente los bonos del Sistema Patria ($2 c/u), tendrían un ingreso de $35 al mes, 40 % del salario mínimo de Cuba ($88).

La dolarización transaccional se extiende a la mayoría de los sectores económicos pero la dolarización de los salarios ha sido un proceso desordenado y desigual que −si bien ha compensado parcialmente a los trabajadores del sector privado−, ha excluido totalmente a la nómina pública. La dolarización de los salarios es una condición necesaria para que la recuperación económica corrija la enorme desigualdad entre quienes reciben ingresos en dólares y quienes solo reciben bolívares.

Negociación política y levantamiento de sanciones

Las sanciones financieras comenzaron en 2017. Su endurecimiento cerró los mercados financieros y truncó inversiones públicas y privadas. Las sanciones comerciales cortaron cadenas de suministro y han llevado a reconfigurar la inserción de Venezuela en las cadenas de valor internacional.

Un ambiente de diálogo, negociación y acuerdos políticos coadyuvará a levantar las sanciones económicas para que puedan fluir sin restricciones las inversiones productivas que el país necesita y así consolidar las nuevas tendencias de recuperación económica y superación de la inflación.

Para avanzar hacia un crecimiento económico sostenido, gobierno y oposición están llamados a construir acuerdos de entendimiento político para generar un clima de seguridad jurídica que estimule la inversión y contribuya a crear la viabilidad económica de la transición política. De lo contrario, un nuevo gobierno recibirá una economía en ruinas y un país difícil de gobernar.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

EFE: Venezolanos no perciben el fin de la hiperinflación ni en los precios ni en sus salarios
El pasado sábado 15 de enero, en su rendición de cuentas, Nicolás Maduro celebró la salida de la hiperinflación

A pesar de que el Banco Central de Venezuela (BCV) informó que el país salió del ciclo de hiperinflación, los venezolanos no perciben esto en los precios del mercado ni en sus devaluados salarios.

De acuerdo con un reportaje de EFE, los venezolanos continúan padeciendo aumentos en los precios porque a pesar de que en diciembre se registró un 7,6 % de inflación, acumulando 12 meses continuos por debajo del 50 %, lo que lleva a afirmar que «la hiperinflación deja huellas».

Lo anterior fue explicado por el economista Ronald Balza, quien coincide en que la cifra de diciembre puso fin al ciclo hiperinflacionario.

«No significa que salimos del problema, hay muchos que no van a salir nunca porque ya no están entre nosotros. Entonces, es bueno no simplificar, (…) mucho de lo que se destruyó en el camino es irrecuperable», destacó Balza.

No alcanza

El BCV muestra que la inflación fue del 686,4 % en 2021, lo que mantiene al país como la nación con la cifra más elevada del mundo.

«El Gobierno central que se ocupe de las necesidades del pueblo, que estamos pasando trabajo. Usted ve gente todavía en los botaderos de basura recogiendo comida porque sus sueldos no alcanzan para comprar alimentos (…) Vean por el pueblo porque de un bono la gente no vive. Págame un buen sueldo y yo veo que hago con mi plata», cuestionó el obrero caraqueño Orlando Bolaños.

 

Ante eso, Balza aseguró: «Hay quienes no van a poder verla (la mejoría) porque en el camino se fueron del país, murieron, dejaron de estudiar, se agravaron sus enfermedades o porque no pudieron enfrentar los problemas».

El medio cita a Estelina García, una trabajadora doméstica que gana 10 dólares por cada vivienda que limpia y cuyo sueldo alcanza para comprar pollo, azúcar y algo de papas o arroz. «Yo trabajo limpiando y me ganó diez dólares. Con diez dólares no compro sino tres cositas. Todo está caro (…) Imagínate, un pollo sale en 7 dólares, te ganas 10 dólares y compras un azúcar con 1 dólar y medio porque ahorita nosotros somos gringos, no venezolanos», relató.

El espejismo

El pasado sábado 15 de enero, en su rendición de cuentas, Nicolás Maduro celebró la salida de la hiperinflación.

«Esto nos hace ser optimistas en haber superado los lastres de la hiperinflación y en poder, con mucha disciplina, trabajo, esfuerzo, con mucha inteligencia, audacia y sabiduría, el año 2022 emprender un camino para ir aplanando y derrotando la inflación alta», comentó.

 

Sin embargo, su seguridad se disipa en las afirmaciones del economista Balza, quien recordó que, tanto los datos ofrecidos por Maduro, como el crecimiento económico reflejado en la apertura de nuevos negocios en las principales ciudades del país, no son prueba de mejoría.

El fin de la hiperinflación no soluciona el problema estructural

En días pasados, el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, consideró que la salida del ciclo hiperinflacionario en el 2022 no significa que se solucione el problema estructural.

Durante una entrevista ofrecida al Circuito Éxitos de Unión Radio, Oliveros comentó: “El hecho más notorio de enero y febrero es que existe la posibilidad de salir del ciclo hiperinflacionario».

Con información de EFE

Runrunes de Bocaranda: MEDIO – SEIS BARAJITAS

SEIS BARAJITAS

Los llamados 6 de CITGO: José Pereira, Tomeu Vadell Recalde, Jorge Luis Toledo Kohury, Gustavo Adolfo Cárdenas Cardona y Alirio y José Zambrano, quienes poseen nacionalidad venezolana y estadounidense y se encuentran detenidos en Venezuela desde 2017, fueron el motivo de una llamada a sus familiares por parte del secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken.

Mediante su cuenta de Twitter, Blinken escribió: “Agradecido por la oportunidad de hablar hoy con las familias de ciudadanos estadounidenses detenidos injustamente en Venezuela para escuchar sus preocupaciones y asegurarles el apoyo de los niveles más altos del gobierno de los Estados Unidos. Seguiremos trabajando incansablemente hasta que sus seres queridos queden libres”.

Sin embargo, estos seis ciudadanos siguen siendo las “barajitas” con las que aspira a negociar el gobierno de Maduro con el gobierno de Biden para intercambiarlos bien sea con levantamiento de algunas sanciones o con la entrega de fondos represados en algunos bancos globales.

¿SALIMOS DE LA HIPERINFLACIÓN?

Con bodegones, dólares por miles en los casinos, diversas importaciones sin aranceles para que no subieran los precios al consumidor, por supuesto una gigantesca “lavadora” de divisas extranjeras y 4 años y 2 reconversiones monetarias después, Venezuela sale del ciclo de hiperinflación en el que se encontraba desde 2017.

El Banco Central de Venezuela (BCV), la institución pública bancaria del país, dio a conocer el sábado las cifras de inflación: según el Índice Nacional de Precios al Consumidor, la variación intermensual de precios en diciembre fue del 7,6 %. Esto significa que Venezuela ha cumplido exactamente doce meses con una variación por debajo del 50 %, considerado por los expertos como el umbral de la hiperinflación. Y no solo eso, sino que además Venezuela lleva ya cuatro meses consecutivos con una variación inflacionaria de un solo dígito. La inflación en septiembre de 2021 fue de 7,1 %, la de octubre 6,8 %, la de noviembre 8,4 % y la de diciembre 7,6 % según los mismos datos del ente emisor.

¿Por qué el alza del costo de la vida en dólares preocupa más que la inflación en bolívares?
Oliveros consideró que, al ritmo que se están dando esas «mejoras», es muy lento y está muy focalizado en algunos grupos.

El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, explicó el motivo por el cual en Venezuela el alza del costo de la vida en dólares es más preocupante que la inflación en Bolívares.

En entrevista ofrecida al Circuito Éxitos de Unión Radio, el economista señaló que Venezuela «está entrando en otra etapa del problema inflacionario, propio de una economía bimonetaria, es decir, una economía que tiene bolívares y dólares».

Ante eso, recordó que el Banco Central de Venezuela (BCV) publicó datos sobre la inflación en bolívares, pero hay un alza del costo de la vida en dólares.

«Yo creo que hoy es mucho más relevante que la inflación en bolívares, porque cada vez  el nivel de transacciones en dólares en Venezuela es mayor, el universo de transacciones en dólares es mayor y el peso del dólar en las actividades comerciales y en la dinámica de las empresas viene tomando importancia», comentó Oliveros.

Además, señaló que la liquidez en dólares es mucho mayor que la liquidez en bolívares. «Entonces, salimos del ciclo hiperinflacionario tradicional, pero ahora tenemos esta dinámica, donde en divisa los precios suben«, dijo.

 

«Eso tiene un impacto directo en la gente, porque también en los niveles de ingresos implica dos cosas: los que están dolarizados no crecen a la velocidad en la mayoría de los casos a la que están subiendo los precios, y tienes también un grupo relevante de venezolanos que ni siquiera tiene esos ingresos en dólares», explicó.

¿Hay una mejoría real?

Oliveros consideró que el ritmo con el que se están dando esas «mejoras» es muy lento y está muy focalizado en algunos grupos.

«Uno pudiera hablar incluso de dos Venezuelas. Una que participa de esa expresión monetaria y otra que no. A mí la verdad la expresión burbuja no me gusta, porque no creo que necesariamente tenga que ver con una burbuja, creo que eso tiene elementos de permanencia de cambio que se están dando en esa dinámica, pero lo que sí está claro es que más allá de que la llamemos una burbuja o no, es que es parte de un debate», dijo.

Por otro lado, indicó que los economistas están de acuerdo en que «una economía que se ha contraído 80% durante los últimos años, que tiene algunos signos de crecimiento en cuanto a 5%, eso es muy insuficiente», señalando que esto es llamado como «la trampa de las cifras».

«Esto significa que usted ha caído tanto, que cualquier cosa se manifiesta en un crecimiento espectacular. Entonces, tú dices 5% y la gente cree que es muchísimo, y cambia mucho el ánimo y yo creo que eso también ayuda. Pero en realidad, es un 5% que no recupera prácticamente nada de lo que has perdido y tiene que pasar mucho tiempo para que tú veas en términos tangibles cambios en la calidad de vida de la gente», añadió.

 

En ese sentido, consideró importante entender que lo que está ocurriendo es insuficiente y que «Venezuela amerita más elementos para que esto se haga extensivo a todas las mayorías».

¿El gobierno descubrió cómo contener la hiperinflación?

Oliveros explicó que el gobierno ha hechos cosas que se le han ido de las manos, por ejemplo,  la dolarización.

«Al principio este gobierno permite la dolarización porque es una válvula de escape que ayuda en la estabilidad social, que disminuye la tensión. Pero el ritmo que esta dolarización ha alcanzado el gobierno ya lo ve con recelo, porque ha avanzado demasiado», dijo.

Según el economista, cuando se dolariza, los precios no pueden subir como antes en bolívares, porque «la gente no va a poder pagar algo que permanentemente sube en dólares».

«La dolarización es un ancla de los precios. Yo creo que allí eso está avanzando a un ritmo que el gobierno no puede detener», advirtió.

Por otro lado, señaló acciones como la reducción del déficit fiscal, que a su juicio, ocurrió «más por el colapso del Estado que por una política de saneamiento en las finanzas públicas, pero el efecto está porque hoy el gobierno monetiza mucho menos».

«También está el abandono de los controles de precios y eso le dio una nueva dinámica al sector privado. Ya planifica, saca productos, han entrado nuevos actores, más allá de la naturaleza de donde venga», agregó.

 

Oliveros destacó también que el gobierno permitiera la entrada indiscriminada de productos importados. «Si yo vendo productos nacionales y tengo una competencia importada, para yo poder vender no puedo ajustar los precios al ritmo o salirme del mercado», dijo.

«En los últimos meses está lo que venía haciendo el gobierno con la venta de divisas para anclar la tasa de cambio. Es una medida que a mi juicio debería ser revisada, pero que también ha tenido incidencia», añadió.

También, el especialista aseguró que el gobierno «está obsesionado con vender ese triunfo de la salida de hiperinflación y hay otras cosas, como la dolarización, que viene avanzando a un ritmo muy rápido y además es un esquema de protección de la gente».

*También puede leer: Variante ómicron circula fundamentalmente en Caracas, Miranda y Vargas: prevén mayor repunte de casos