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José Guerra sobre la reconversión monetaria: Se puede perder en meses
El economista considera que la actualización del cono monetario debe estar relacionada «con un programa económico para acabar con la hiperinflación y hacer crecer la economía»

 

El economista y exdiputado José Guerra aseguró que la nueva reconversión monetaria se puede perder «en meses» si no se pone en marcha un programa contra la hiperinflación.

«Si esa actualización del cono monetario no va relacionada con un programa económico para acabar con la hiperinflación y hacer crecer la economía, esa reconversión monetaria se va a perder en meses, tal vez en un año«, explicó Guerra en un video.

A su juicio, eso puede suceder «porque las causas de la hiperinflación siguen estando ahí y el cono monetario pierde otra vez sus atributos para facilitar y hacer factible la transacción«.

Además, considera que la nueva reconversión monetaria tiene como propósito «facilitar el intercambio, la adquisición de bienes y servicios»: «Es solo un cambio cosmético para facilitar las transacciones».

El 5 de agosto, el Banco Central de Venezuela (BCV) anunció una nueva reconversión monetaria que entrará en vigencia a partir del 1° de octubre. Con esta medida, se eliminarán otros seis ceros al bolívar y se creará el «bolívar digital».

Con información de EFE

Sin autonomía del BCV el gobierno seguirá financiándose con el impuesto inflacionario
¿Cuándo se descarriló el BCV? ¿Cuándo perdió su autonomía? ¿Por qué no fue capaz de defender la estabilidad de la moneda y de los precios? José A. Guerra nos responde estas y otras preguntas sobre las desastrosas consecuencias de la sumisión del BCV al Ejecutivo

 

@victoralvarezr

El Banco Central de Venezuela (BCV) es la institución responsable de velar por la estabilidad monetaria y de precios, asunto que tiene mucho que ver con la preservación del poder adquisitivo de los hogares. Si el BCV falla en preservar la capacidad de compra de la moneda nacional y no logra mantener la estabilidad de los precios, esto se traduce en un deterioro del ingreso familiar y en un empobrecimiento generalizado de la población.

Para que pueda cumplir con éxito su misión, en la Constitución del 99 al BCV se le reconoció su carácter autónomo e independiente de las políticas del gobierno. El artículo 318 establece la autonomía del BCV en el diseño y ejecución de la política monetaria, en la regulación de la moneda, del crédito, las tasas de interés y en la administración de las reservas internacionales, así como su corresponsabilidad junto al Ministerio de Finanzas en el diseño de la política cambiaria. Y en el Artículo 320 de la Constitución se lee claramente que: “En el ejercicio de sus funciones, el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias”.

Sin embargo, estos mandatos constitucionales quedaron como letra muerta, toda vez que el BCV terminó siendo un órgano totalmente subordinado y funcional a las necesidades de financiamiento del gobierno.

Con frecuencia escuchamos las críticas que se hacen al déficit de las empresas públicas y su financiamiento con desmesuradas emisiones de dinero sin respaldo que causan la hiperinflación.

A pesar de que la actuación institucional del BCV repercute sobre los ingresos y la prosperidad de las familias, empresas e instituciones, sus políticas y estrategias terminan siendo un tema de expertos, difícil de entender para el ciudadano de a pie. Para explicar y comprender qué fue lo que hicieron con el BCV y por qué esta institución no pudo cumplir con su mandato de preservar la capacidad adquisitiva de la moneda nacional, ni asegurar la estabilidad de los precios, en nuestra serie Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela hemos invitado a José Guerra, exgerente de Estudios del BCV, diputado y expresidente de la Comisión de Finanzas de la AN electa en 2015 y actual coordinador del Observatorio Venezolano de Finanzas. A José Guerra le preguntamos:

¿Cuáles son las políticas que compete diseñar al BCV y cuáles son los instrumentos que puede utilizar para preservar la fortaleza de la moneda y evitar que los precios se desquicien?

¿Cuándo fue que se descarriló el BCV? ¿Cuándo perdió su autonomía? ¿Por qué no fue capaz de cumplir con su mandato constitucional de defender la estabilidad de la moneda y de los precios?

¿En qué consistió la reforma a la Ley del BCV que impulsó la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional electa en las parlamentarias del 2015 y que fue declarada anticonstitucional por el Tribunal Supremo de Justicia?

¿Serías partidario de cortar de un solo golpe el financiamiento monetario del déficit fiscal o serías más bien partidario de una reducción gradual de la emisión de dinero para financiar el gasto, sincronizando esta reducción con la reactivación de la economía y la recuperación de los ingresos fiscales? ¿Cómo visualizas esa transición?

¿Cuáles son los pros y contras que José Guerra le ve a la dolarización? ¿Cuáles problemas resuelve y cuáles no? ¿Se estaría metiendo a Venezuela en un callejón sin salida si se opta por una dolarización oficial? ¿O es posible revertir la dolarización una vez que se haya reactivado la economía y el fisco esté percibiendo suficientes ingresos fiscales para financiar el gasto sin recurrir a la emisión monetaria?

Vea y escuche las respuestas en el canal YouTube de #PedagogíaEconómica 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Antonio José Monagas Nov 07, 2020 | Actualizado hace 1 mes
No es justo que…

@ajmonagas

Lo justo, muchas veces se confunde con lo injusto. Sobre todo dependiendo del lado desde el cual se mire la situación. Sin embargo, pareciera ser que cuando lo justo toca las puertas de la razón, tanto como de la necesidad, es porque está dándose el momento exacto para resolverse el problema en ciernes. Ni antes ni después. Llega en el preciso momento. O sea, cuando tiene que llegar. O cuando debe llegar.

El carácter de “justo”, no responde a un orden natural. Es aleatorio. Se comportan cual cómplice perfecto de la incertidumbre. Por tanto, suele rogarse que lo justo llegue antes de que las circunstancias irrumpen. Aunque se presume que los problemas que afectan la vida del hombre, ocurre cuando las apetencias rondan cerca de las carencias. O cuando, la obstinación propia de los conflictos embota toda realidad que procede de la justicia del hombre. Incluso, de la justicia divina.

Pero en política, lo justo tiene otra connotación. Tan distinta, que su beneficio difiere de lo que se espera de la situación. El carácter de “justo” en lo que al ámbito de la política concierne, poco o nada coincide con lo que refiere cualquiera de sus sinonimias.

El sentido de frases como “correcto”, “conveniente”, “justificado”, “justiciero”, “equitativo” se extravía entre ambigüedades o vaguedades que sirven al ejercicio político en su afán de ejercer el populismo como criterio demagógico para forjar un proselitismo viciado. 

En Venezuela, sucede esto tal cual como lo destaca esta disertación. Es decir, lo justo parece haber perdido su pelea contra lo perverso, lo inmoral, lo pérfido, lo inicuo.

El caso es que, en Venezuela, no todo se explica. No todo tiene respuesta. No todo es lógico. Porque no todo es justo.

De manera que no es justo que las cosas anden tan mal como para luego justificar el desastre nacional. O como para asentir que “lo bueno que pinta el panorama político, es por lo fatídico como el régimen muestra su gestión”. Esto equivale a ir contra lo justo. Para así ganar el elogio político, dejando ver la horrenda adulación que muchos ejercitan.

A decir del reconocido pensador chino, Confucio, “saber lo que es justo, y no hacerlo, es la peor de las cobardías”. Precisamente, es el problema que caracteriza el desandar de una realidad moribunda. Casi el retrato actual de Venezuela. Tan magullada a consecuencia de los golpes recibidos por quienes asumen la justicia con sentido invertido.

Ojalá esta disertación se convierta en un breve manifiesto del enfado que viven quienes han sido humillados, acechados, despojados, vilipendiados, difamados y maltratados por politiqueros ciegos, mudos y sordos. Politiqueros que pregonan justicia, cuando en verdad actúan de forma injusta, oprobiosa y sin legitimidad alguna.

No es justo que la Venezuela, alabada por sus capacidades y potencialidades geográficas, se encuentre en los últimos escalafones del desarrollo humano, de transparencia funcional, de servicios públicos y prestaciones culturales. De primero en corrupción, en hiperinflación, en emigración de su población, en carencia de recursos necesarios para satisfacer necesidades humanas vitales. Y de segundo, en delitos de lesa humanidad, en violación de derechos humanos, en actos represivos, en ejecutorias antidemocráticas, entre otros.

En medio de las crisis de toda calaña que exhibe Venezuela, el proceder de la política no es justo para nada. Y así sucede por cuanto su política es impulsada por las torcidas ruedas de un desvencijado socialismo. Y por una involución que anda a paso de derrotados, vencidos y sometidos.

Además que como tontos útiles, miedosos de oficio, engañadores de profesión y egoístas por vocación que son esos gobierneros, se pliegan acompasadamente a todo lo que es injusto. Pues están enfermos de poder. De ese poder que se ciega ante las realidades. Por eso no se percatan de nada de lo que ocurre “ante sus propias narices”. Por lo tanto, sobran razones para gritar a los cuatro vientos, a manera de reclamo, no es justo que…

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Hiperinflación en pandemia se dispara y aleja a los venezolanos de las medicinas
La inflación del rubro de salud, que incluye precios de medicamentos y costos de servicios médicos, fue de 436% en el primer semestre de 2020

 

Desde mediados de marzo, la pandemia y la cuarentena trajeron consigo la escasez de medicinas. Eso lo sabe Juan Hernández, quien dejó de conseguir los productos para la memoria que toman su hermana y cuñado hasta que en junio pasado por fin los halló, pero a un valor que se había disparado: de los 810.000 bolívares que costaba tres meses atrás una caja de Memantina de 30 pastillas, equivalente a unos 11 dólares al cambio de ese momento, pasó al precio de seis millones de bolívares ($30), un alza de más de 740%.

“Los medicamentos para el Alzheimer siempre fueron costosos, pero el aumento en dólares ha sido exagerado”, señala Hernández, a quien no le queda duda de que la demencia senil se ha disparado en el país ante la imposibilidad de muchos pensionados de poder pagar esos precios.

Según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), la inflación del rubro de salud, que incluye precios de medicamentos y costos de servicios médicos, fue de 436% en el primer semestre de 2020.

La alta hiperinflación que registra Venezuela no solo aleja del alcance de los venezolanos los alimentos, también las medicinas, principalmente aquellas que son para patologías crónicas como neurológicas, hipertensión arterial, diabetes, cardiovascular y Parkinson.

Más información en TalCual.

Metro de Caracas anuncia aumento de pasaje a 40 bolívares

La Compañía Metro de Caracas anunció, a través de Twitter, que el precio del boleto del subterráneo aumentará a 40 bolívares a partir de este lunes, 17 de junio.

La medida también contempla la recarga de tarjetas inteligente, así como el cobro y validación en torniquete, que en la mayoría de las estaciones había sido suspendido.

El incremento representa un alza de 3.900 % en el precio que desde diciembre de 2018 estaba fijado en 1 bolívar soberano.

Las noticias económicas más importantes de hoy #9Ene

 

Asdrúbal Oliveros se cuestiona sobre fijación de precios equivalentes al mercado internacional

El director de Ecoanalítica, economista Asdrúbal Oliveros, se pregunta: ¿De dónde sacan algunos que el precio de un bien y/o servicio en Venezuela tiene que costar igual que en el exterior? Eso no tiene sentido y menos en un entorno hiperinflacionario.

En su cuenta en Instagram destaca que muchas personas tienen una idea errada de la aplicabilidad de la teoría de la paridad del poder adquisitivo (también conocida como PPA) que afirma que una unidad de cualquier divisa debería ser capaz de adquirir la misma cantidad de bienes en todos los países. La base de la teoría es la ley del precio único. Este principio afirma que un producto debería ser vendido al mismo precio en todos los mercados, de otra forma existiría un arbitraje y este devolvería los precios a un punto donde volvieran a ser iguales.

Sin embargo, en el mundo real, la teoría de la paridad del poder adquisitivo tiene restricciones. Estas limitaciones son principalmente que algunos productos no son fácilmente comercializables, e incluso si lo fueran, algunos bienes no son perfectos, señala @aroliveros. Descifrado

 

No quieren ni en pintura el billete de 2 soberanos

Al transitar por las calles de Caracas, es común escuchar que muchos transportistas y comerciantes rechacen que se les pague con billetes de 2 bolívares soberanos, pues aseguran que con la devaluación de la moneda “ya no valen ni medio”.

Así lo constató el equipo de ÚN, en las líneas de camionetas de Casalta- Chacaíto, Las Brisas, Recta- Los Magallanes, Chacaíto, La Pastora- Petare, Los Magallanes- Chacaíto, Cuartel San Martín, Petare y El Llanito- Chacaíto, cuyos conductores no quieren ni en pintura el papel de esta denominación que tan solo tiene cinco meses en circulación. Últimas Noticias

Arribó al país el ministro de Agricultura chino para avanzar en convenios

El ministro de Agricultura de China, Han Changfu, arribó este martes al país con el fin de establecer convenios con el fin de avanzar en el fortalecimiento del sector agrícola de Venezuela.

Chanhfu fue recibido por su homólogo venezolano, Wilmar Castro Soteldo, quien indicó que durante su permanencia en el país se realizarán reuniones de trabajo con el fin de intercambiar experiencias en función del desarrrollar este sector fundamental en la economía china. Últimas Noticias

 

Maduro: Vamos a lograr el equilibrio y los precios justos del petróleo

El presidente de la República, Nicolás Maduro, se reunió este martes con el Secretario General de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), Mohammed Barkindo, quien arribó al país para asistir este jueves a la toma de posesión del Jefe de Estado.

En declaraciones posteriores al encuentro realizado en el Palacio de Miraflores, el Presidente indicó que lograrán el equilibrio del mercado petrolero con el acuerdo firmado en el mes de diciembre, cuyo cumplimiento se está monitoreando. “Vamos a lograr el equilibrio y los precios justos para la estabilidad de la economía mundial, porque precios equilibrados y justos traen estabilidad en la economía mundial, en las finanzas mundiales”, expresó. Últimas Noticias

 

 

Lorena Meléndez Dic 30, 2018 | Actualizado hace 2 meses
2018: El año del desquite

@loremelendez

Matar a un icono de la «resistencia», mostrar a un preso político semi desnudo y lleno de excremento, arrasar con cualquier militar que suponga una amenaza. Estas son tres acciones que confirman que el gobierno de Nicolás Maduro, tan cuestionado en 2017 por reprimir a las millones de personas que protestaron en su contra y señalado porque las fuerzas leales a él ejecutaron al menos a 83 de las 158 que murieron en medio de los conflictos, no se quedó de brazos cruzados durante 2018. Todo lo contrario.

Aunque el año pasado ya acumulaba nueve denuncias ante la Corte Penal Internacional –incluida la del Alto Comisionado de la ONU, Zeid Ra‘ad al Hussein, quien pidió la apertura de una investigación sobre crímenes de lesa humanidad al mandatario venezolano- Maduro, lejos de asumir una postura que lo distanciara de estos delitos, en 2018 parece haber tomado una que lo reafirmó como violador de derechos humanos. Después de lo débil que se vio durante los cuatro meses de manifestaciones de abril de 2017 y de las sanciones impuestas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea en contra de su investidura y la de sus funcionarios más cercanos, Maduro mostró su lado más represivo.

El verbo “desquitar”, según el diccionario de la Real Academia Española, se define como “tomar satisfacción, vengar una ofensa, daño o derrota”. ¿Fue esto lo que hizo el primer mandatario? Aquí un repaso a los hechos que apuntan hacia esta hipótesis.

El castigo a los rebeldes: la muerte de Óscar Pérez


Apenas dos semanas después de que comenzara 2018, el gobierno dio su primera embestida. Durante la madrugada del 15 de enero, decenas de agentes de las fuerzas de seguridad del Estado, armados con fusiles, granadas y lanzacohetes, rodearon un chalet del Kilómetro 16 de El Junquito donde se había refugiado el piloto rebelde Óscar Pérez y seis de sus compañeros.

Fue ese el inicio de la “Operación Gedeón” (que en hebreo significa “destructor” o “guerrero poderoso”), que horas después mató a todos los insurgentes con disparos en las cabezas, de acuerdo con las actas de defunción de las víctimas. El mismo Pérez, antes de morir y con el rostro ensangrentado, hizo saber lo que pasaría a través de un video que se difundió en redes sociales: “No quieren que nos entreguemos. Literalmente nos quieren asesinar. Nos lo acaban de decir”.

Así acabó la historia del hombre que se había convertido en un emblema de la resistencia contra el gobierno de Maduro, aquel inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que sobrevoló los cielos de Caracas el 27 de junio de 2017, a bordo de un helicóptero policial robado, con una pancarta que llamaba a la desobediencia civil en medio de las protestas antigobierno que ese año dejaron 158 caídos, de acuerdo a cifras y datos recolectados por Runrun.es. El mismo que asaltó un fuerte militar para robar armas y que planeaba una estrategia para derrocar al mandatario.

Horas después de lo que luego se conoció como “La masacre de El Junquito”, Maduro aplaudió la labor de las fuerzas de seguridad por acabar con lo que consideró un “grupo terrorista”. También lanzó una advertencia a cualquiera que intentara sublevarse: “Todo el que entre por el camino del terrorismo y haga armas contra la República, tendrá la oportuna respuesta de nuestras fuerzas armadas y policiales”.

El suceso no acabó allí. Los familiares tuvieron que esperar una semana para que les entregaran los cuerpos de los caídos. Los obligaron a enterrarlos sin un funeral previo y en cortas ceremonias hechas solo con la presencia de los familiares directos a primeras horas de la mañana o en la noche, como fue el caso de Lisbeth Andreína Ramírez, la única mujer del grupo.

Ni uno libre: el año de los militares presos

Tras la masacre de El Junquito, el gobierno comenzó una purga en las filas de sus fuerzas de seguridad. Al menos nueve militares, entre ellos siete primeros tenientes, fueron arrestados por supuestamente tener vínculos con el piloto rebelde. Y la persecución continuó en los meses siguientes.

A finales de febrero, once soldados fueron expulsados de la Fuerza Armada Nacional, mientras que trece oficiales de alto rango fueron degradados “por haber intentado por medios violentos cambiar la forma republicana de la nación”. La orden, dictada por Nicolás Maduro, se publicó en Gaceta Oficial e incluía al general y exministro de la Defensa, Raúl Isaías Baduel, preso desde 2009; Antonio Rivero, dirigente de Voluntad Popular en el exilio; Hebert García Plaza, exministro de Alimentación y al capitán Juan Caguaripano, quien en agosto de 2017 asaltó un fuerte militar.

Días después, ya en marzo, a otros nueve uniformados –entre estos seis tenientes coroneles, un primer teniente y dos sargentos– se les acusó de haber formado una célula insurreccional llamada “Movimiento de Transición a la Dignidad del Pueblo”. A todos les imputaron los delitos de instigación a la rebelión y actos contra el decoro marcial.

En mayo, en días previos a las elecciones presidenciales, 18 efectivos corrieron la misma suerte.  La mayoría pertenecía a la Unidad de Operaciones Especiales (Uope), integrada por miembros de la Armada Venezolana y a la Aviación Militar.

La experta presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel, ha señalado varias veces la gravedad del fenómeno. “No dudo en señalar que el gobierno de Venezuela enfrenta la peor crisis militar desde 1992 (cuando Hugo Chávez encabezó un intento de golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez). La del 2002 (cuando intentaron derrocar a Chávez) fue palaciega, de allí la diferencia”, escribió en su cuenta en Twitter en 1992.

Presidenciales adelantadas o cómo desmotivar a un votante

 

Luego de haber impuesto la elección de una asamblea nacional constituyente (anc) en 2017, dejar fuera de juego a los principales líderes de la oposición e invalidar a la mayoría de los partidos políticos no oficialistas, el gobierno dio una estocada letal a la voluntad popular de participar en comicios electorales: anticipar las presidenciales de 2018 para aprovechar el desánimo en las filas de sus adversarios y evitar que las condiciones económicas empeoraran y que se hiciera más cuesta arriba la conquista de los votos.

La convocatoria a las votaciones, hecha a través de un decreto de la anc, torpedeó el proceso de diálogo que se llevaba a cabo entre el Ejecutivo y un sector de la oposición venezolana. Uno de los puntos que se discutía en esas negociaciones era precisamente la fijación de la fecha de las presidenciales y las condiciones que acordarían ambos bandos.

Luego de realizarse, 19 países de la Organización de Estados Americano (OEA) desconocieron las elecciones. Lo mismo hicieron las naciones que conforman de la Unión Europea. Ambas instituciones argumentaron su decisión por la falta de garantías democráticas al momento de los comicios. Sin embargo, el oficialismo continuó adelante y espera la llegada de 2019 para la juramentación de Maduro en un nuevo período presidencial.

Requesens está desnudo… Y los represores también

El diputado a la Asamblea Nacional por el estado Táchira, Juan Requesens, se convirtió en el segundo semestre del año en otra víctima del allanamiento ilegal de la inmunidad parlamentaria que ha practicado el gobierno de Maduro contra los miembros clave de la oposición. Sin embargo, su caso sobrepasó el abuso de autoridad y dejó en evidencia a un Estado en el que se viola y humilla a quienes se oponen.

A Requesens se lo llevaron 14 funcionarios del Sebin del edificio en donde vivía, en Terrazas del Club Hípico, en Caracas. El arresto ocurrió el martes 7 de agosto y en ese procedimiento también fue detenida su hermana, Rafaela Requesens, presidenta de la Federación de Centros Universitarios FCU-UCV (2017), quien fue liberada poco después.

El parlamentario, en cambio, fue enviado a los calabozos de la sede policial del Helicoide, lugar en donde se grabaron dos videos difundidos en redes sociales: uno, publicado por el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, en el que el diputado confesó haber facilitado el paso fronterizo a Juan Monasterios, presunto implicado en el estallido de dos drones ocurrido durante un acto oficial presidido por Maduro; y otro, donde se ve al arrestado en unos boxers manchados de excremento, mientras se da la vuelta ante una voz que se lo ordena.

Horas después de la difusión de los audiovisuales, familiares de Requesens escribieron a través de su cuenta en Twitter que tales imágenes confirmaban que el parlamentario “había sido sometido a coacción, tratos crueles e inhumanos”. Más tarde, el mismo asambleísta le comentó a su abogado que no recordaba haber grabado esos videos.

“Esta es la actuación de un Estado que no es democrático, donde la arbitrariedad se ha convertido en la norma (…) y que la Asamblea Nacional Constituyente se abrogó una tarea para la cual no tiene facultades en nuestra Constitución, como es la aprobación del allanamiento de la inmunidad parlamentaria del diputado Requesens”, denunció entonces, ante cámaras, el coordinador de la ONG Provea, Rafael Uzcátegui.

Para el momento en el que todo esto sucedió, Requesens ya llevaba dos días y medio detenido y la situación continuó hasta casi una semana después cuando, en violación al debido proceso, fue presentado ante tribunales con más de 80 horas de retraso, sin que sus parientes pudieran verlo o hablarle. Este encuentro fue solo posible 40 días después del arresto.

Al diputado le imputaron los delitos de instigación pública continuada, homicidio calificado en grado de frustración contra el presidente Nicolás Maduro, homicidio calificado en grado de frustración contra los militares de la Guardia Nacional Bolivariana, uso de artefactos explosivos, asociación para delinquir, financiamiento al terrorismo, daños a la propiedad y  traición a la patria. Defensores en derechos humanos han calificado lo sucedido como una muestra de “terrorismo de Estado”, es decir, una práctica oficial que busca manipular a la población a través de la generación del miedo y el terror en la sociedad.

Requesens sigue preso.

Albán y las ventanas del piso 10

El misterio sobre la muerte del concejal de Primero Justicia, Fernando Albán, continúa cuatro meses después de haber ocurrido. Su cuerpo cayó desde el piso 10 del edificio del Sebin en Plaza Venezuela y mientras el gobierno aseguró que se trató de un suicidio, dirigentes de oposición señalaron que fue un homicidio. Julio Borges, el ex presidente de la Asamblea Nacional que hoy está en el exilio, afirmó que lo lanzaron luego de matarlo.

Las versiones oficiales sobre el hecho se difundieron antes de que se practicara una autopsia al cadáver y fueron tanto diferentes como inconsistentes. Mientras que el fiscal general Tarek William Saab dijo que Albán saltó desde la ventana de un baño al que pidió ser llevado, el ministro de Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, apuntó que el concejal se tiró desde un ventanal de la sala de espera cuando iba a ser trasladado a tribunales. Sin embargo, ex presos políticos y fuentes del cuerpo de seguridad confirmaron a Runrun.es que ningún prisionero está sin custodia en ese piso, ni siquiera cuando va a los sanitarios.

El suceso provocó que distintas organizaciones internacionales y diplomáticos se pronunciaran sobre el caso: desde la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la secretaría general de la OEA, hasta representantes de la Unión Europea y de gobiernos de países como Estados Unidos y Argentina. En Venezuela, el reclamo lo hicieron desde defensores de derechos humanos hasta la Arquidiósecis de Caracas.

Albán fue el tercer preso político que murió en custodia del Sebin. Lo antecedieron Rodolfo González, conocido como “El Aviador”, un ex capitán de la Aviación Civil que estuvo asociado a las protestas antigobierno de 2014 y a quien encontraron ahorcado en su celda de El Helicoide; y Carlos Andrés García, concejal del municipio Páez de Apure, que fue detenido en medio de las protestas de diciembre de 2016 tras la salida de circulación del billete de 100 bolívares y murió al no recibir atención médica luego de haber sufrido varias crisis de tensión y un accidente cerebrovascular.

Aunque no se ha imputado a ningún funcionario por la muerte de Albán, el jefe del Sebin, Gustavo González López, fue destituido de su cargo poco después del suceso.

Un mal llamado reconversión monetaria

No hubo ningún economista reconocido en Venezuela que le diera un espaldarazo a esta decisión del gobierno de quitarle cinco ceros a la moneda sin tomar conjuntamente medidas para frenar la hiperinflación que vive Venezuela desde finales de 2017. En lugar de comenzar «un gran proceso histórico de recuperación económica», tal como lo prometió Maduro, la medida devastó el bolsillo ya ahuecado del venezolano.

La reconversión monetaria y el consecuente aumento de salarios impulsó todavía más el ascenso acelerado de los precios. Según las cifras publicadas por el Hambrómetro, provenientes de una firma de análisis económico, el costo de la canasta alimentaria básica se triplicó en los dos meses posteriores a la salida del nuevo cono monetario, cuyo billete de más alta denominación (500 bolívares soberanos) solo sirve a finales de 2018 para comprar seis huevos.

El efecto en la hiperinflación contribuyó incluso a que el dólar perdiera valor adquisitivo en el mercado venezolano. Según un informe de Econométrica publicado en noviembre, luego del aumento de salario mínimo decretado a raíz de la reconversión monetaria –subió 6.000 % en cuestión de horas (pasó de 30 a 1.800 Bs. S.)- ”algunos agentes económicos tuvieron que vender una mayor cantidad de divisas para hacer frente a sus obligaciones”. Hoy, con el más reciente incremento salarial, que lo situó en 4.500 Bs, solo pueden adquirirse cinco hallacas.

Mientras Maduro comió en 2018 el plato frío de la venganza, más de 3 millones de venezolanos emigraron para intentar alimentarse mejor.

Los regalos de San Nicolás, por José Toro Hardy

 

 

 

EL PRESIDENTE MADURO ACABA DE ANUNCIAR un nuevo aumento de los salarios y otras dádivas que calificó como “un regalo del presidente”.

¿Regalo del presidente? Yo te aviso chirulí. Lo estamos pagando todos los venezolanos con  hiperinflación.

Tratemos de analizar algunos de sus más recientes anuncios. El primero fue el aumento del salario nominal  a BsS 4.500,oo. No es el monto lo que llama la atención. Refleja la brusca caída del poder adquisitivo de los salarios en el país.

Ricardo Hausmann ha dicho que a dólar libre el salario de Bs S. 1.800,oo que se decretó a partir de 1 de setiembre equivalía a $ 30 de aquel momento en el mercado libre y que en poco tiempo la pérdida del valor adquisitivo de la moneda lo había reducido a $ 4,50. Plantea ahora Hausmann que el nuevo salario decretado de Bs 4.500,oo representa apenas 11 dólares en el mismo mercado. Estamos peor que antes.

Cada vez que se decreta un aumento del salario, sin que haya como pagarlo, se desatan mecanismos que erosionan el valor de la moneda y el aumento se disuelve rápidamente como sal y agua entre las manos. No se trata de ninguna guerra económica. Yo lo calificaría más bien de ignorancia económica de quienes decretan el aumento.

El secreto es procurar un aumento del salario real y no del nominal. Eso se logra con aumentos de la oferta, de la productividad e impidiendo tanto el déficit fiscal como que el Banco Central financie el gasto público. Se trata de generar confianza y seguridad jurídica, de respetar la propiedad privada y las instituciones. Hay que pasar de una economía de controles a una de estímulos. Hay que liberar el cambio, desatar las fuerzas productivas de la sociedad y atraer inversiones.

El salario real es aquel que representa la cantidad de bienes que el trabajador puede adquirir con el volumen de dinero que percibe y por tanto representa su poder de compra; es decir, la cantidad de bienes y servicios que puede lograr a partir de su salario.

Por no entender como funciona la economía , cada una de las medidas anunciadas por el presidente conspiran precisamente contra el poder adquisitivo del salario.

Cuando el beneficio que produce un aumento de salario decretado es menor que el perjuicio inflacionario que acarrea, en lugar de favorecer a los trabajadores los perjudica.

La razón es clara: el presidente no tiene con qué pagar sus regalos, ni el régimen cómo atender los aumentos de sueldo que decreta. Para poder cubrirlos recurren al Banco Central de Venezuela para que este emita más bolívares inorgánicos. Según el BCV a partir del 1 de setiembre la Liquidez Monetaria creció en un 432% y en los últimos 12 meses en 43.000%.

Ese crecimiento desproporcionado en la cantidad de bolívares, que me atrevería a calificar de falsos, se incorporan a la liquidez monetaria y demandan bienes. El primer impacto es el siguiente: muchos bolívares tratando de comprar pocos bienes inevitablemente conducen a un aumento en el precio de los bienes. Eso es lo que se llama inflación. Al agudizarse, llega a transformarse en hiperinflación, como en nuestro caso.

Pero hay un segundo impacto. Los excedentes monetarios creados artificialmente por el BCV para satisfacer los decretos del presidente, al no encontrar qué comprar en un país que padece una severa escasez de bienes de todo tipo, se desvían hacia la adquisición de dólares en el mercado paralelo. El resultado es que el valor de los dólares en ese mercado se dispara vertiginosamente.

He ahí los resultados de esta novísima Teoría Económica que está inventando el presidente de su propio cacumen y que, en sus propias palabras, no figura en ningún manual ni se ha aplicado en ninguna otra parte del mundo. Hoy se puede vanagloriar de haber sido el padre de la mayor hiperinflación que existe en el planeta y de haber destruido el aparato productivo. William Nordhaus, Premio Nobel de Economía, expresó: “Jamás vi algo tan feroz … Destroza toda teoría económica existente”.

Esas son dos de las consecuencias inmediatas de los regalos de San Nicolás: hiperinflación e hiperdevaluación. Ambas variables se retroalimentan y conspiran en un mecanismo perverso, una suerte de guerra económica auténtica, para robarle el poder adquisitivo al salario de los trabajadores venezolanos, que de paso se están quedando sin trabajo.

@josetorohardy