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El Helicoide

Llevarán ante la Corte Interamericana de DDHH el caso del expreso político Víctor Navarro
El ente internacional concluyó que el activista sufrió torturas en El Helicoide y que, hasta ahora, el Estado no ha hecho nada para saldar la justicia

Foto: Jaime Villanueva (El País)

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó en un comunicado de prensa este 29 de diciembre que llevarán ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) las denuncias del activista venezolano Víctor Alfonso Navarro López «por detención ilegal y arbitraria, y actos de violencia por parte de agentes estatales». 

El ente adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA), concluyó que el joven fue víctima de detención ilegal y arbitraria y fue sometido a actos de violencia por parte de agentes estatales que respondían a intereses del gobierno de Nicolás Maduro desde el año 2018 y el Estado no ha aplicado ni el debido proceso judicial ni los actos de reparación a sus derechos humanos. 

Víctor Navarro tenía 22 años y trabajaba en la Fundación Embajadores Comunitarios y el proyecto «Corazón Valiente» cuando fue detenido arbitrariamente por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) en enero de 2018. 

Torturas en El Helicoide

«Las autoridades presentaron un informe que vinculaba falsamente a la fundación con actividades violentas, y recomendó el control y neutralización de sus miembros (…). Fue llevado al centro de detención el Helicoide, donde fue golpeado y amenazado y enfrentó condiciones inhumanas, como hacinamiento, falta de acceso a ventilación, luz, agua, y a asistencia médica adecuada», rememoró la CIDH en el comunicado.

La Comisión recalcó que el Estado venezolano había negado el derecho de tener un abogado privado a Navarro y a otros nueve imputados de la fundación. Aunque el juez ordenó una medida cautelar para ponerlo en libertad y dispuso de una boleta de excarcelación, estuvo hacinado en el Helicoide por seis meses. 
 
«La audiencia preliminar del proceso penal que le seguía fue postergada diez veces y por temor a ser detenido nuevamente de manera ilegal y arbitraria, en mayo de 2019 emigró a Colombia y luego a Argentina en donde se le reconoció como refugiado» bajo el hostigamiento del Estado venezolano, agregó el organismo internacional.

La Comisión concluyó que «el gobierno de Nicolás Maduro es responsable por la violación» de, al menos, 13 artículos sobre derechos humanos establecidos en la Convención Americana y en la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.

Denunciar desde la realidad virtual

Desde junio del 2023, Víctor Navarro mantiene su denuncia para que en Venezuela se liberen los más de 270 presos políticos del gobierno de Maduro. A través de un proyecto llamado «Realidad Helicoide», el activista busca retratar, a través de testimonios de supervivientes a las torturas del Estado venezolano, las experiencias de los presos políticos a través de la realidad virtual. 

«Muchas veces los tiempos de la justicia internacional no están alineados con la realidad, porque son procesos más lentos y es muy fuerte llevar a cabo procesos de justicia, mientras siguen ocurriendo crímenes en Venezuela, pero es una manera de visivilizar lo que ocurre y de que exista la posibilidad de que en algún momento se haga justicia y de que no se vuelvan a repetir situaciones tan atroces», declaró Navarro a El Pitazo después de conocerse la sentencia de la CIDH.

Fundaredes exige la liberación de Javier Tarazona tras 600 días detenido
El Alto Comisionado Volker Türk solicitó la liberación de todos los presos políticos, y aseveró que su oficina sigue de cerca la situación de varios detenidos, entre ellos Tarazona

El miércoles 22 de febrero el abogado y director de la organización Fundaredes, Javier Tarazona, cumplió 600 encarcelado en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), El Helicoide.

Tarazona se encuentra detenido desde el 2 de julio de 2021. Se le acusa de los presuntos delitos de instigación al odio y terrorismo, debido a las denuncias de la ONG sobre la presencia de grupos irregulares en varios estados de la frontera venezolana.

Fundaredes solicitó al Estado venezolano su libertad plena, y al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) que califique como arbitraria la detención de Tarazona.

Tras su visita a Venezuela el pasado 28 de enero, el Alto Comisionado Volker Türk solicitó la liberación de todos los presos políticos, y aseveró que su oficina sigue de cerca la situación de varios detenidos, entre ellos Tarazona.

Tarazona fue detenido junto a su hermano, José Rafael Tarazona, y el activista, Omar de Dios García, cuando acudió a la sede de la Fiscalía en Coro, capital del estado Falcón, a denunciar que estaba siendo víctima de acoso y persecución por funcionarios del Sebin. Ese mismo día fue trasladado a Caracas y recluido en El Helicoide, una de las sedes de ese organismo de seguridad.

«Rafael Tarazona y Omar De Dios Garcia son inocentes de los crímenes que se le acusan, así como nuestro director Javier Tarazona quien cumple injustamente 600 días detenido arbitrariamente», denunció Fundaredes en su perfil de Twitter.

García y José Rafael Tarazona fueron excarcelados posteriormente y se mantienen bajo régimen de presentación ante tribunales. El juicio de los tres activistas se ha paralizado en varias ocasiones debido al continuo diferimiento, falta de convocatoria de las audiencias y la enfermedad del juez del Tribunal Tercero con Competencia en Terrorismo de Caracas.

*Con información de Tal Cual Digital. 
Audiencia de juicio contra Requesens continuará el #18May
En agosto del 2020, el régimen socialista le otorgó casa por cárcel a Requesens

Juan Requesens Gruber, padre del diputado Juan Requesens, informó que la próxima audiencia del político opositor se realizará el próximo martes 18 de mayo.

A través de su cuenta de Twitter, Requesens Gruber indicó que su hijo ya se encontraba en casa este martes, 11 de mayo, tras la audiencia judicial en su contra.

“Ya el diputado Juan Requesens está en casa luego de la audiencia del bodrio judicial en su contra. Continuará el próximo martes. Él es inocente. Libertad plena para él”, escribió el padre del diputado.

Se recordará que Requesens fue detenido el 4 de agosto de 2018 por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) acusado de ser parte de un presunto plan de Magnicidio, llevado a cabo contra Nicolás Maduro.

Desde aquel momento, familiares y abogados denunciaron que Requesens ha sido víctima de violaciones contra sus derechos humanos, como permanecer incomunicado por varios días y ser sometido a tratos crueles y degradantes.

En agosto del 2020, el régimen socialista le otorgó casa por cárcel a Requesens, después de estar dos años en la sede del Sebin en El Helicoide.

«Aunque hoy mi hermano podrá dormir en su casa y en su cama, hay muchísimos venezolanos INOCENTES que no pueden hacerlo. No vamos a dejar de luchar por ellos», escribió en ese momento en Twitter Rafaela Requesens, hermana del diputado.

Con información de El Pitazo

DDHH olvidados | Geraldine Chacón: “No soy completamente libre”

@ValeriaPedicini

 

Llegaron de madrugada. Eran aproximadamente las dos de la mañana del 1 de febrero de 2018 cuando tocaron con fuerza la puerta de la casa de Geraldine Chacón. La joven pensó que se trataba de un secuestro cuando vio afuera de su hogar a unos cuantos hombres vestidos de negro de pies a cabeza, pasamontañas y armas largas. Pero todo quedó claro al ver el logo que llevaban los encapuchados en la ropa: el del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).

Contrario a lo que se podría pensar de una escena así, un funcionario preguntó amablemente por ella y pidió entrar a la vivienda. Como pensó que no tenía nada que esconder, los dejó pasar. Se pasearon por cada rincón del apartamento y tomaron fotos de todas partes, hasta del baño. 

Los efectivos del Sebin le dijeron que necesitaban entrevistarla pero no podía ser ahí, debía irse con ellos. Esa era la orden. “Nos tomará máximo tres o cuatro horas, te traemos de vuelta al culminar”. No mostraron orden de allanamiento ni detención. Geraldine tampoco se molestó en preguntar porque sabía que no tenían. Así que, sin muchas opciones, se vistió, agarró su celular y las llaves de su casa. Intentó calmar a su madre antes de salir: “Quédate tranquila, yo vengo ahorita”. 

La llevaron a El Helicoide, en el centro de Caracas. Al llegar, le quitaron el chip de su teléfono justificándolo como parte de un protocolo de rutina para entrar al sitio. Tomaron sus huellas dactilares y unas fotografías con un cartel que tenía su número de cédula. Funcionarios de distintos rangos le cayeron a preguntas: “¿Eres directora en Embajadores Comunitarios? ¿Conoces a los otros directores? ¿Dónde están? ¿Conoces a Víctor Navarro? ¿Qué hacen en la organización? ¿Quiénes son los donantes?”. La grabaron mientras la interrogaban. 

También le preguntaron por su afiliación política. Ella, irritada, respondió: “Si te sirve no pertenezco a ningún partido político, a ningún movimiento político, no soy activista política de ninguna naturaleza, ni siquiera del centro de estudiantes de la universidad”. Y era la verdad.

En ese momento, Geraldine estudiaba Estudios Liberales en la Universidad Metropolitana y trabajaba en el Banco Central de Venezuela como asesora legal. Además, dedicaba más de 50 horas a la semana a su trabajo como Directora de Programas de la Fundación Embajadores Comunitarios, una organización no gubernamental educativa que trabajaba en el empoderamiento de jóvenes de zonas populares de Caracas usando el Modelo de las Naciones Unidas (MUN). Empezó ahí para cumplir el servicio comunitario obligatorio de su casa de estudios, pero terminó enamorada del proyecto y se quedó para formar parte del tren directivo. 

Horas antes de su detención, durante el día, había recibido tres noticias: habían apresado a un joven que formaba parte de Embajadores Comunitarios llamado Víctor Navarro, una comisión del Sebin se encontraba en la sede de la organización y que el director general Gregory Hinds había decidido ir voluntariamente a El Helicoide porque efectivos de la policía política le querían hacer preguntas. 

Había intentado comunicarse con él, pero no había tenido suerte. No sabía que horas después le tocaría a ella. 

A Geraldine la llevaron a una pequeña oficina. No tenía forma de saber la hora porque no había ni una pequeña rendija por donde pasara luz natural. Ahí estuvo casi dos días encerrada. Lloraba, gritaba, pegaba el oído a la puerta para ver qué lograba escuchar. Pero nadie hablaba con ella. Se sentía indignada, furiosa, asustada, desesperada. “Pasé por todo el espectro de emociones humanas en menos de 48 horas”.

Una doctora le hizo un chequeo médico básico. Al finalizar, le entregó un informe que pidió que firmara pero Geraldine se negó: en el lugar destinado para su firma decía “detenida”. Quedó atónita hasta que llegó un comisario del Sebin y le soltó un montón de preguntas. Él solo le contestó: “Lo que pasa es que tú estás privada de libertad”. Sin dar mayor explicación ni una razón. 

El funcionario le pidió firmar un papel titulado “Derechos del imputado” aun cuando le había sido violentados todos ellos: fue detenida sin orden judicial, no sabe de qué la acusan, está aislada, sin contacto con familiares o abogados, le han quitado sus pertenencias. De nuevo, Geraldine se negó.

Al día siguiente fue trasladada a los tribunales del Palacio de Justicia junto a su compañero Gregory Hinds para la presentación. En el camino hablaron poco, ambos tenían miedo. La audiencia fue pospuesta, pero Geraldine pudo abrazar por poco tiempo a su familia sin saber que pasarían muchos meses para volverlo a hacer.

La desesperación de una injusta detención

A Geraldine la recluyeron en la única celda de mujeres de El Helicoide. En esos 40 metros cuadrados había 26 detenidas, menos de dos metros cuadrados por reclusa. La mayoría estaban acusadas de delitos comunes. “Había de todo. Solo una estaba cumpliendo condena. Las demás eran procesadas. Fue una realidad desgarradora para mí, mujeres que tenían más de cuatro años sin ir al tribunal luego de su primera presentación”.

El desafío más grande de vivir en ese hacinamiento fue la falta de agua porque casi nunca llegaba a la celda de las mujeres. Eso iba por cuenta de los familiares, quienes se encargaban de enviarles semanalmente. Por esa razón el sitio estaba lleno de tobos, envases y botellas por todos lados. 

Moverse por las instalaciones con pocas restricciones era un privilegio reservado solo para los hombres. Sus captores les decían que tenerlas encerradas las protegía de eventuales asaltos sexuales. “El desprecio a la dignidad de la mujer era terrible, era pisoteada una y otra vez tanto por los funcionarios como por los presos, la violencia verbal y psicológica era impresionante”. Aunque no fue maltratada físicamente, escuchaba las golpizas que les propinaban a otras mujeres de su celda.

Geraldine sentía que su vida se había detenido. El aislamiento era desesperante. Pero entre las cosas que empezó a recibir de su familia, había algo muy valioso que pasó a significar todo para ella: las cartas. En medio de tanto caos, la ayudaban a sentirse menos desamparada. “Esas cartas eran mi esperanza de que no iba a desaparecer sin que alguien lo supiera, porque mi familia estaba afuera esperando, preguntando todos los días por mí, cada cinco minutos”.

Geraldine Chacón fue acusada de instigación pública y agavillamiento. Su familia, que se encargó de manejar el caso, fue asesorada por varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional que la declaró presa de conciencia. A los dos meses de detención, le otorgaron una medida cautelar sustitutiva de libertad y ordenaron su liberación inmediata. Pero eso no sirvió de mucho: el Sebin hizo la vista gorda y pasó dos meses más en El Helicoide. 

En mayo, ocurrió lo impensable: presos políticos y comunes tomaron el control de las instalaciones para exigir revisión de sus casos y la liberación de aquellos con boleta de excarcelación. Y aunque el motín fue controlado, los detenidos tuvieron miedo de las represalias.

Pero Geraldine fue por más: junto a sus compañeras decide hacer una huelga de hambre. Las amenazaron, trataron de dividirlas, enviaron un autobús para trasladarlas al Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) como último recurso de amedrentamiento. 

Cuando las obligaron a ponerse el uniforme de este centro penitenciario, Geraldine sufrió un ataque de pánico y se niega. Los efectivos, sin embargo, se lo ponen a la fuerza. Y aunque las demás abandonaron la huelga, ella siguió. 

La aislaron. Estuvo alrededor de una semana en una oficina, acostada en una camilla, sintiéndose débil. Cada día le tomaban fotos con los platos de comida que rechazaba y un cartel con fecha y hora.

El 1 de junio le dijeron lo que tanto había querido escuchar. “Hoy te vas de aquí, come”. No les creyó, pero decidió hacerlo. La montaron en un autobús que la llevó hasta el centro de Caracas. Le cuesta ver: era la primera vez que veía directamente al sol después de cuatro meses. 

En la Casa Amarilla, sede de la cancillería, se encuentra con otros presos políticos. Les explican que serían liberados por decisión de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Fueron obligados a firmar una declaración relacionada con su compromiso a la no participación en hechos violentos. Nadie se niega, ni siquiera Geraldine. No había otra opción. 

Libertad a medias

El Foro Penal Venezolano registró, entre el 1 de enero de 2014 y el 15 de julio de 2020, 3.479 casos de detenciones por motivos políticos, de los cuales 902 fueron selectivas y el resto se desarrollaron en el contexto de protestas. 

El caso de Geraldine Chacón fue mencionado por la Misión de Determinación de Hechos de las Naciones Unidas en su informe publicado el pasado 15 de septiembre. En el mismo se documenta la situación de derechos humanos en Venezuela y de todo el panorama general relacionado a ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, cometidos en la nación desde el año 2014.

“La Misión investigó 33 casos (donde las víctimas fueron 21 hombres y 12 mujeres) en los que encontró fundamentos razonables para creer que el SEBIN arrestó, detuvo y / o torturó o maltrató arbitrariamente a personas por motivos políticos”. Además, aseguraron haber encontrados “motivos razonables para creer que agentes del Sebin torturaron o sometieron a los detenidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes”.

Y registraron que en varios casos investigados, funcionarios de la policía política no cumplieron con la liberación de los tenidos a pesar de las órdenes judiciales que aprobaban dicha liberación, como fue el caso de Geraldine. 

En el documento se analizó detalladamente el caso de la joven, un testimonio que ayuda a comprender las graves violaciones a los derechos humanos contra las mujeres durante su detención. La Misión de la ONU señaló que según los relatos recibidos por Geraldine, la práctica más común de tortura “consistía en colgar a las mujeres de las manos, vendarles los ojos y golpearlas por todo el cuerpo, mientras las llamaban ‘perras’ y otros insultos. Otras recibían choques eléctricos. La Sra. Chacón sabía que al menos una mujer intentó suicidarse en El Helicoide (…) Algunos funcionarios se dedicaban a lo que describían como relaciones con las detenidas a cambio de privilegios”. 

A pesar de haber sido puesta en libertad, Geraldine debe presentarse mensualmente ante el tribunal que lleva su caso como parte de la medida cautelar sustitutiva de privación de libertad que aún pesa sobre ella y no puede salir del país. Hasta la fecha, sigue esperando su audiencia preliminar y el fiscal aún no ha presentado la acusación formal, en violación del plazo establecido por la ley, según explicó la Misión de la ONU.

“Me gustaría decir que con esa Geraldine se fue el miedo pero no puedo decirlo, la verdad. Yo no soy completamente libre, me siento vigilada. Tengo miedo de que me vuelvan a detener porque además es un expediente que no se ha cerrado, es un caso que pueden resucitar. Yo amaba los aeropuertos, amaba viajar, ahora no puedo acercarme a uno de ellos porque tengo pesadillas recurrentes de que me van a detener”. 

Tras lo ocurrido, también tuvo que afrontar el duelo que significó el desmantelamiento de Embajadores Comunitarios. Muchos miembros de la organización huyeron del país. “¿Qué hizo el Estado? Cerró muchas oportunidades, les tiró la puerta en la cara a todos estos muchachos en condiciones de pobreza y exclusión. En dos días acabó con una organización con más de 10 años de trabajo. No solo me da rabia, me da dolor ¿Cómo es posible esta brutalidad?”.


N de R: El testimonio  forma parte del informe. Voces bajo represión: diez historias contra la impunidad en Venezuela, disponible en el portal de Cofavic, en el siguiente enlace

Geraldine Chacón Geraldine Chacón Geraldine Chacón Geraldine Chacón Geraldine Chacón

Foro Penal y familiares de presos políticos exigen aclarar si hay COVID-19 en cárceles
El comunicado destaca la preocupación de que los familiares y abogados no puedan tener acceso a los presos

La ONG Foro Penal Venezolano, así como familiares de presos políticos, exigieron al gobierno de Nicolás Maduro aclarar si existen casos de COVID-19 en las cárceles.

En un comunicado, advirtieron la situación de presos políticos y comunes que tienen síntomas que pueden asociarse con la COVID-19.

Según el texto, la exigencia viene tras la muerte de Erick Echegaray, preso de 70 años de edad que permanecía recluido en la sede de El Helicoide.

En cuanto al caso de Echegaray, el diputado de la Asamblea Nacional José Manuel Olivares dijo que murió por COVID-19.

«Estas informaciones, que reiteramos, no han sido confirmadas, se refieren a presos políticos y a presos comunes que se encuentran recluidos en el Sebin, la Dgcim, El Rodeo y la Cárcel Militar de Ramo Verde», señala el texto.

 

Por tal motivo, la el Foro Penal pide al Estado a aclarar públicamente si se han presentado casos de contagios por COVID-19 entre los reclusos que están bajo su custodia en las distintas cárceles del país.

También, en caso de confirmar los rumores, piden informar y, quiénes son las personas contagiadas del virus, precisar en qué condiciones se encuentran y detallar las medidas que tomarán para evitar más contagios.

Destaca además la preocupación de que los familiares y abogados no puedan tener acceso a la información sobre la salud de los presos.

«Esto crea un escenario en el que la difusión de noticias no verificadas, emanadas de fuentes dudosas o no identificadas, genera alarma, incertidumbre y angustia en los familiares de los presos», agrega-

Publicaron imágenes de exdirectivos de Citgo en El Helicoide
Uno de los detenidos, quien se identifica como Pereira, asegura que el grupo está en buenas condiciones

Jorge Arreaza, canciller del gobierno chavista, difundió imágenes de los exdirectivos de Citgo que están recluidos en la sede del Sebin en El Helicoide.

A través de su cuenta de Twitter, Arreaza publicó varias fotos y un video donde aparecen estas personas, e incluso hacen una declaración.

De acuerdo con el video, uno de los detenidos, quien se identifica como Pereira, asegura que el grupo está en buenas condiciones.

En cuanto las fotos, se ven a los exdirectivos de Citgo haciendo actividades dentro de El Helicoide como ejercicios y juegos de ping-pong.

«Tal como estipula nuestra legislación, sus derechos humanos, sus contactos familiares, su alimentación, sus actividades deportivas y de recreación, su derecho a la salud y las medidas de prevención ante el COVID_19 y cualquier otra enfermedad, se garantizan plenamente», señaló.

 

Además, señaló: «Mientras en EEUU cientos de detenidos han perdido la vida por contagio de COVID-19, en Venezuela tomamos medidas para evitarlo», escribió Arreaza en un tuit.

Por otra parte, Arreaza asegura que EEUU «justifica sus agresiones con mentiras», sobre estos seis exdirectivos de la filial de Pdvsa.

Los exdirectivos detenidos son Gustavo Cárdenas, José Ángel Pereira, Jorge Toledo, Tomeu Vadell, Alirio Zambrano y José Luis Zambrano.

Pompeo exige la liberación de presos políticos en Venezuela
En un comunicado, Pompeo manifestó preocupación trabajadores de Citgo que se encuentran en El Helicoide

Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU, exigió la liberación de presos políticos en Venezuela, luego que Nicolás Maduro confirmó casos de Covid-19 en el país.

Pompeo pide que se liberen los presos políticos en el país «ahora que el régimen de Nicolás Maduro reconoce que los casos de Covid-19 están apareciendo en Venezuela»-

A través de un comunicado, Pompeo manifestó: «Estamos extremadamente preocupados por el riesgo para los cinco ciudadanos y un residente estadounidense de Citgo que actualmente languidecen en la famosa prisión de El Helicoide en Caracas».

Asimismo, expresó: «Todos estos hombres detenidos injustamente tienen sistemas inmunes debilitados debido a problemas de salud acumulativos y enfrentan un grave riesgo de salud si se infectan».

 

Por otra parte, recordó que 17 audiencias se cancelaron. «Ya han pasado más de dos años en la cárcel sin que se les presente una onza de evidencia, es hora de liberarlos por razones humanitarias», dijo.

Covid-19 en Venezuela

Hasta el martes 17 de marzo se confirmó por parte del gobierno de Nicolás Maduro que existen 36 casos de personas contagiadas con coronavirus.

Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva, reportó ese día que tres nuevos casos se registraron con personas contagiadas.

«No se permitirá el ingreso al sistema Metro o Ferrocarril a nadie que no tenga su debida mascarilla», señaló como una medida de prevención.

Con información de El Pitazo

Excongresista Aída Merlano fue recluida en El Helicoide
El Ministerio Público imputó a Merlano por delitos de usurpación de identidad, uso de documento falso y asociación para delinquir

Tras haber sido imputada por el Ministerio Público, la excongresista colombiana Aída Merlano fue recluida en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de El Helicoide.

La información sobre el centro de reclusión de Merlano fue anunciada en Twitter por Tarek William Saab, fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Vale recordar que Merlano fue imputada por los delitos de usurpación de identidad, uso de documento falso y asociación para delinquir.

Saab detalló que también se imputó a Yeico Manuel Vargas Silvera, de nacionalidad colombiana. En su caso se le señala por los delitos de encubrimiento y asociación para delinquir.

A través de las redes sociales se publicaron videos de Merlano que difundió Nicolás Maduro antes de ser llevada a El Helicoide.