El aislamiento de la fantasía, por Naky Soto
Ago 17, 2016 | Actualizado hace 8 años
El aislamiento de la fantasía, por Naky Soto

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Nicolás guardó el traje blanco y la corbata negra con la que asistió a la toma de posesión del segundo mandato del presidente Danilo Medina en República Dominicana. Consciente o no de que ese traje responde a un protocolo de etiqueta impuesto durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, cumplió con él, se tomó más fotos de las necesarias y volvió a Miraflores para realizar su programa de televisión.

Más estatura física tenía Tatú que intelectual Nicolás, por eso arrancó saludando a los representantes chinos de la Comisión Mixta, para pasar endilgarse los triunfos olímpicos -prometiendo recursos para los atletas que irán a Tokio 2020-; saltando luego a definir al finado como «el gran arquitecto de los mecanismos de integración entre Venezuela y el mundo»; hilarlo con el éxito de la apertura gradual de la frontera con Colombia, y después de celebrar la paz y la justicia con ese país, se declaró en batalla para salvar al Mercosur. En la fantasía de aislamiento de Nicolás, las declaraciones de Uruguay sobre Mercosur son una prueba de su fuerza moral solo para apoyarlo a él.

Los consensos de Delcy

Nicolás estableció contacto con la Canciller porque está realizando “una gira petrolera, energética y económica por Arabia Saudita” para crear consensos entre países productores y no productores de la OPEP, mientras utiliza Twitter para insultar a otras naciones. Según Nicolás, las reuniones de Delcy Rodríguez servirán para estabilizar el precio justo del petróleo que él marca en unos $70 por barril: “sería un precio de equilibrio que ayudaría a estabilizar las finanzas del mundo para que la humanidad tenga la energía garantizada”, dijo, mientras Delcy agregaba que están construyendo el consenso con mucho optimismo: “ya hay conciencia de que debemos actuar coordinadamente”. Lástima que esta idea no sirva para las relaciones interiores, porque Venezuela vuelve a ser [des]calificada como la nación más miserable del mundo según el Índice de Miseria de la agencia Bloomberg.
Sin tiempo para ambivalencias.

José Miguel Vivanco (Human Rights Watch) le ha metido el lepe de su vida a la canciller argentina, Susana Malcorra, denunciando que su candidatura a la Secretaría General de la ONU ha estimulado una postura ambigua con respecto a la crisis venezolana. La denuncia de Vivanco especifica que en mayo, durante la sesión del Consejo Permanente de la OEA para tratar la situación de Venezuela, Malcorra intentó justificar su postura avalando el diálogo que no se ha dado. Por su parte, y tras conocer el informe preparado por HRW, el presidente Macri ratificó su compromiso con la defensa de los DDHH y la democracia, mientras Malcorra -en otra reunión- aseguró saber que la situación en Venezuela es grave y que el referéndum revocatorio debe celebrarse en 2016, aunque esas nociones no afiancen una postura crítica contra Nicolás.

Vivanco denuncia los presos políticos, las torturas, la parcialidad del TSJ, la indefensión del disidente frente a un Estado controlado por el chavismo; los despidos de empleados públicos por causas políticas y la crisis humanitaria. En sus términos: “El problema en Venezuela no es falta de diálogo, sino la represión del Gobierno dirigida a aplastar a la oposición con la cual dice querer dialogar. La asimetría entre un Gobierno que concentra casi todo el poder y la oposición es total. Precisamente para enfrentar situaciones de esta naturaleza está la Carta Democrática”. Cierra invitando a Argentina a alinearse con Almagro para ejercer presión sobre Venezuela hasta lograr resultados concretos; porque este país no tiene tiempo para ambivalencias.

Él no leyó a Vivanco

Para el defensor del Pueblo: “No debe manipularse el término de ‘crisis humanitaria’ con el fin de dañar la imagen de un Gobierno“. Así responde a la declaración del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon sobre su preocupación por la crisis humanitaria de Venezuela. Tarek William Saab habló, pero no contra la violación de los derechos humanos sino contra la potencial degradación de estatus de su despacho ante la ONU. La parcialidad política no perturba tanto a Tarek como la difusión del informe del Subcomité de Acreditación de la Alianza Global de Instituciones de Derechos Humanos (Ganhri), y por eso aseguró que: “Ganhri no es la ONU”. Siguiendo la línea de propaganda del Gobierno, argumentó que ha trabajado con más de 500 ONG en el país -como si la defensa de los DDHH se midiera por cantidad de alianzas y no por coherencia, constancia y resultados- y que han mejorado 57% su efectividad. Seguro la medición la hizo Hinterlaces.

¿Por qué te degradan, Tarek?

La diputada Delsa Solórzano aseguró que la Defensoría del Pueblo no se ha expresado ni una vez ante las reiteradas violaciones de Derechos Humanos perpetradas contra los detenidos por razones políticas, a pesar de todas las denuncias que se han realizado, haciendo de la indiferencia de Saab, la única constante en su gestión como defensor del Pueblo. Enfatizó que incluso con varios casos certificados por la ONU como violaciones de DDHH, la Defensoría nunca los tramitó y aseguró que la cifra de presos políticos (unas 130 personas en este momento) cambia con frecuencia porque semanalmente se producen nuevas detenciones sin justificación.

El Caracazo de Bernal

Desde Carúpano, estado Sucre, el vicepresidente territorial del Psuv -no me pregunten qué significa ese cargo- Freddy Bernal declaró: “La oposición quiere repetir un Caracazo el 1º de septiembre y les digo: aquí está el pueblo chavista preparado para la batalla”. El hombre que está trabajando en el fortalecimiento de la estructura del partido que destrozó Nicolás, añadió: “Que la oposición venezolana diga el día, la hora y el lugar de la batalla (…) que de igual forma los vamos a derrotar las veces que sean necesarias”, repitiendo el recurso de hablar de sus militantes como tropas, de protestas como batallas y de la mínima disciplina partidista como disposición para defender al Gobierno.

Nicolás prometió en su programa una “ofensiva revolucionaria” del 1º de septiembre al 31 de diciembre para un cerrar un año victorioso -con 700% de inflación- asegurando que el Psuv tiene una fuerza multidimensional constituida por los libertadores y el finado. Lástima que el ministro Néstor Reverol hablara a su lado, la fuerza moral no es su fuerte, pero se supone que las OLP por venir le rendirán algún rédito. Nicolás también prometió activar una serie de incentivos para impulsar el ahorro nacional, aunque no le importa lo que diga Fedecamaras y de paso anunció una sorpresa para el 1º de septiembre. ¿Quién anuncia una sorpresa? Lo de la estatura intelectual no es broma, mis estimados.

@Naky