Desde la fertilización, el cigoto tiene un sexo predeterminado (¡es una niña!) y su ADN humano único. Su ADN guiará el desarrollo de su cuerpo durante los siguientes nueve meses.
A pesar de medir sólo 0,6 centímetros, su nariz, su boca y sus oídos empiezan a tomar forma. Su corazón late a 100 pulsaciones por minuto y la sangre empieza a circular por su cuerpo. Las ondas cerebrales son detectables desde ¡las 2 ó 3 semanas!
Con sólo 5-6 semanas de gestación.
Con sólo 7 semanas de gestación.
Todas las funciones principales de su cuerpo están funcionando: sus riñones, intestinos, cerebro e hígado están trabajando. Sus pequeños brazos y piernas empiezan a flexionarse.
A las 12 semanas.
A las 16 semanas de gestación.
Más o menos en este momento ya tiene sus huellas dactilares propias.
Chupándose el pulgar a las 18-20 semanas.
Este bebé puede responder a sonidos externos moviéndose e incrementando su pulso. ¡Una madre puede notar sacudidas cuando el bebé tiene hipo!
A los 6 meses de gestación.
A los 6-7 meses.
Este bebé puede oír y está empezando a reconocer la voz de su madre. Su piel es rosa y está empezando a ser monísimo y con la robustez que tienen los recién nacidos. Ese extra de grasa es muy importante, porque permite al bebé regular su temperatura después de nacer.
A los 8 meses de gestación…
Es difícil de creer que todos nosotros evolucionamos desde una simple y pequeña masa hasta las maravillosas criaturas que somos ahora. El nacimiento de un niño es sin duda uno de los eventos más milagrosos de la naturaleza.