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Organización Panamericana de la Salud

Miguel Pizarro: Acuerdo con OPS busca salvar vidas y romper dinámica de control social impuesta por el régimen
El organismo también ayudará a garantizar que el personal de salud que reciba el beneficio del programa “Héroes de la Salud” no sea perseguido por el gobierno.

El diputado Miguel Pizarro, comisionado para la Organización de Naciones Unidas y comisionado especial para la ayuda humanitaria, explicó las soluciones que el gobierno interino viene articulando en materia humanitaria.

“Evitar que un médico se contagie de COVID-19 o garantizar que un paciente contagiado – que sabe que el régimen destruyó el sistema de salud – reciba gracias a organizaciones internacionales el tratamiento para salvarse beneficia a los venezolanos, no a Maduro”. Así responde Pizarro a la preocupación de que el acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud pueda oxigenar al gobierno.

“Este acuerdo ha permitido garantizar mejor protección para los médicos y personal de la salud, tratamientos para los contagiados, descentralización de las pruebas, mayor rapidez en la detección y mejoramiento en las áreas de aislamiento para fortalecer el sistema de salud ante el COVID-19; pero garantizando que el régimen de Maduro no tocará ni administrará, ni dirigirá un solo céntimo de estos recursos de los venezolanos en cuentas en el exterior protegidos de la corrupción de la dictadura”, amplió el diputado.

Además explicó que ningún organismo internacional «se prestará para lavar la cara a la dictadura poniendo en riesgo su credibilidad y los programas de gran envergadura que desarrolla en el mundo y que dependen del fondo de donaciones». Por ello, añadió, “esperamos que la respuesta humanitaria no solo permita salvar vidas de venezolanos, sino también romper la dinámica del control social que ha impuesto el régimen al que menos tiene”.

La OPS también ayudará a garantizar que el personal de salud que reciba el beneficio del programa “Héroes de la Salud” no sea perseguido por el gobierno.

Sobre la ayuda humanitaria

“A pesar del intento de propaganda del régimen, la realidad es que Estados Unidos y Unión Europea son los primeros países en la carta humanitaria para Venezuela. La gasolina que manda Irán no es un donativo, la estamos pagando con sobreprecio y sosteniendo el guiso de muchos aliados del régimen”, aclaró Pizarro.

Asegura que la pandemia, lejos de disminuir la ayuda humanitaria, ha permitido, a través de los medios digitales, ampliar la voz del gobierno interino que alerta sobre la necesidad de aumentar los recursos para atender la emergencia humanitaria en Venezuela.

“Hace año y medio no se reconocía la emergencia humanitaria, no había una arquitectura humanitaria en terreno ni una respuesta multiagencias acorde a la necesidad de los venezolanos. Hoy hemos avanzado, pero la brecha entre la capacidad de financiamiento y la necesidad del pueblo venezolano es de 500%, lo que hace difícil percibir la intervención humanitaria”, sumó.

Cruz Roja Venezolana no distribuirá ayuda humanitaria de la OPS
Recordaron que el rol del organismo es proteger al personal médico y sanitario, pero aclaró que su labor además es de apoyo a las políticas del Estado venezolano en este tenor 

El director nacional de comunicaciones de la Cruz Roja Venezolana, Luis Farías, aclaró el 4 de junio que ese organismo no será el encargado de distribuir la ayuda humanitaria que llegará al país, luego del acuerdo que se firmó entre la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Asamblea Nacional y la administración de Nicolás Maduro.

«La Cruz Roja se encarga de distribuir e ingresar ayuda humanitaria gestionada por Cruz Roja, no por otras iniciativas. Busca ayuda para Venezuela, a través de sus propios sistemas», explicó en Unión Radio.

Farías manifestó que la Cruz Roja Venezolana se encuentra buscando ayuda humanitaria para Venezuela a través de sus propios medios y por gobiernos y hacer frente principal al coronavirus, al tiempo que manifestó que el organismo tiene más de un año trabajando de forma intensa en estas actividades donde han asistido a más de un millón de personas.

Respecto al covid-19, señaló que han asistido cerca de 30.000 personas en sesiones educativas, triajes y apoyo psicosocial, así como aseveró que la prioridad es poder proporcionar la protección necesaria del personal médico y sanitario para el combate de esta enfermedad en especial en las fronteras del país.

«En eso nos vamos a concentrar, para que cuentan con los implementos necesarios para atender a los más necesitados en esas áreas», subrayó.

Detalló que 2019 hasta marzo de 2020, «han ingresado 575 toneladas de medicinas e implementos médicos intrahospitalarios» a Venezuela, distribuidos a los ocho hospitales y 33 ambulatorios de la Cruz Roja, así como algunos centros de salud del Estado, que es gestionada por voluntarios, y que a su vez se cuentan con mecanismos de monitoreo y seguimiento que son constituidos por la comunidad, hospitales, y otros organismos.

Subrayó que se han escalado las operaciones en materia educativa, prevención y potabilización de agua, haciendo hincapié en esta operación por el covid, sin dejar de prestar atención a las otras áreas en las que brindan servicios.

Luis Farías recordó que el rol de la Cruz Roja es el de proteger al personal médico y sanitario, pero aclaró que su labor además es de apoyo a las políticas del Estado venezolano en este tenor.

Ante alerta de Coronavirus, Organización Panamericana de la Salud enviará misión a Venezuela
Los equipos  revisarán los planes nacionales para enfrentar el nuevo virus, el sistema de vigilancia para detectar nuevos casos y la preparación para atenderlos

 

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) enviará a partir de la próxima semana misiones de apoyo a países de la región que “conllevan un mayor riesgo” por la epidemia del nuevo coronavirus, entre ellos Venezuela y Haití, dijeron el viernes autoridades del organismo.

El listado incluye además a Surinam, Guyana, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Bolivia y Paraguay, así como las islas del Caribe oriental.

“Estaremos en el terreno para evaluar y ayudarlos a abordar algunos de los problemas que pueden ser importantes”, señaló la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Etienne dijo que hasta este viernes había 189 casos confirmados de coronavirus en la región.

Esto incluía a trece países y territorios donde se han reportado enfermos en los últimos diez días: Brasil, México, Ecuador, República Dominicana, San Martín, San Bartolomé, Argentina, Chile, Guayana Francesa, Perú y Martinica, así como Estados Unidos y Canadá. Colombia anunció poco después un primer caso.

“Estos países de América Latina y el Caribe ya están en la fase de respuesta a casos y brotes de COVID-19”, señaló.

Pero dijo que aunque la región está mejor preparada que hace 10 años tras las “lecciones” de la pandemia de influenza H1N1 y de zika, “lo que se requiere ahora es que los países estén listos, listos para responder hoy y listos para responder con las herramientas que ya tienen a su disposición ahora”.

“Debemos estar en alerta máxima”, señaló, reiterando las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Consultada sobre si hay países en América Latina y el Caribe donde hay mayor peligro de propagación del nuevo virus, Etienne dijo que algunos “conllevan un mayor riesgo”.

“Mayores riesgos no solo para la importación de casos, sino también para la capacidad de garantizar una vigilancia sólida y detectar casos de manera temprana. Y, lo que es más importante, para la capacidad de gestionar casos para salvar vidas y garantizar que la infección esté bajo control”, señaló.

“Es por eso que estamos apuntando fuertemente a estos países para brindarles un intenso apoyo de la OPS”, afirmó, al anunciar el comienzo de las misiones la próxima semana.

 

 

Venezuela cerró 2018 con 5.688 casos de sarampión

EL NÚMERO DE CASOS DE SARAMPIÓN SE DISPARÓ en Venezuela en 2018. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que el país acumuló, entre julio de 2017 y diciembre de 2018, un total de 9.101 casos sospechosos con la enfermedad, de los cuales 5.688 casos confirmados el año pasado.

La cantidad representa un aumento de 679% con respecto a la cantidad de casos que se registraron hasta el 31 de diciembre de 2017, cuando el Ministerio de Salud notificó a la OPS que hubo 727 personas que adquirieron la enfermedad viral. En total, Venezuela sumó 6.395 casos confirmados con el virus desde que reapareció la epidemia en 2017, así lo refleja la primera actualización epidemiológica de la OPS sobre sarampión de 2019, publicada por el organismo el pasado 18 de enero.

La incidencia de enfermedad pasó de 14,5 a 17,8 por cada 100.000 habitantes, siendo los estados Delta Amacuro, Distrito Capital, Amazonas y Vargas los que concentraron el mayor número de casos. Desde el mes de mayo (semana epidemiológica N° 21), se ha registrado un descenso de la curva epidémica, aunque el virus aún circula en el país.

Más información en El Pitazo.

Gobierno pedirá ayuda a OPS pero niega la crisis humanitaria

 

«En Venezuela no hay crisis humanitaria, lo que hay es un bloqueo financiero, para la adquisición de medicamentos e insumos médicos», dijo el ministro de Salud, Luis López, citado en un comunicado de su despacho difundido este lunes 11 de junio.

En este escrito se indica que «como respuesta al bloqueo financiero internacional» al que, se asegura, está «sometida» Venezuela, el Gobierno de Nicolás Maduro suscribió acuerdos con la OPS, «con el objetivo de adquirir los medicamentos necesarios para atender la demanda del pueblo venezolano».

Criticó a la oposición venezolana por decir que hay países que quieren ayudar con el envío de medicamentos y materiales médicos cuando «el canal regular para ayudar» es la OPS.

También indicó que existen ONG como «Médicos sin Fronteras» que «son una farsa».

Dijo que esta organización solicitó el ingreso de medicamentos a Venezuela «con el fin de ser donados en los hospitales y así atender la demanda de los pacientes, (pero) cuando se le permitió el ingreso (…) lo que se recibió fue 1 cajita, que no alcanzaba ni para atender a la totalidad de pacientes de un hospital».

López ha hecho estas afirmaciones pese a que a mediados de 2014 el Gobierno de Maduro ratificó un acuerdo con China para la adquisición de más de cien tipos de materiales médico quirúrgicos que serían destinados a la red ambulatoria y hospitalaria del país con una inversión de 127 millones de dólares.

Según se informó entonces, este acuerdo permitiría «la continua llegada de más de 100 tipos de materiales» médicos que hoy en día no se consiguen en el país.

Asimismo, en septiembre de 2017 el vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, informó de la firma de una nueva alianza con la India para la importación de medicamentos.

«Y todas las medicinas y componentes que requiera Venezuela van a ser suministrado por la India. Aquí no nos van a hacer arrodillar por ningún bloqueo ni nos van a asfixiar», indicó entonces el funcionario.

En lo que va de año, al menos una vez a la semana Venezuela es escenario de protestas que tienen que ver con la crisis sanitaria pues existe una severa escasez de medicamentos y materiales médicos para tratar cualquier tipo de enfermedad y, cuando se logran conseguir, los costos superan con creces el salario promedio de los ciudadanos.

Esta situación, que se inició hace más de cinco años, se ha ido agravando con el paso de los meses en los que Efe ha confirmado el deterioro de los hospitales, golpeados además por la falta de agua, electricidad, e incluso de médicos pues un gran número de profesionales de la salud se ha marchado del país.

OPS: Venezuela tuvo 40 muertes por difteria en cuatro meses de 2018

 

Venezuela registró 40 muertes por difteria entre enero y abril de 2018, por lo que la cifra de muertes aumentó a 160 desde 2016, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La difteria reapareció en 2016 luego de 24 años. Desde julio de ese año se han confirmado 1.086 casos de la infección letal, según detalló la OPS a finales de abril.

Venezuela posee el mayor número de contagios desde 2016, seguido por Haití, con 515 casos probables desde 2014, y Colombia, que reportó dos casos correspondientes a «ciudadanos de Venezuela», recalcó la OPS.

La organización afirmó que los casos se han producido en nueve estados y que la población más afectada está entre uno y 49 años de edad “con mayor incidencia” en las personas entre cinco y 79 años.

La OPS alertó en un informe previo sobre brotes de difteria en Venezuela y Haití y casos importados en Brasil y Colombia y subrayó que la vacunación es clave para prevenirlos.

Venezuela presenta 85% de escasez de medicamentos básicos y hasta 100% de algunos fármacos para tratar afecciones crónicas como VIH, según estimaciones de la Federación Farmacéutica y ONG.

“La situación sanitaria se agrava, incluso enfermedades prevenibles como la difteria siguen repuntando”, aseguró Huníades Urbina, de la Sociedad de Pericultura y Pediatría.

Advirtió que una vez que estas enfermedades reaparecen, es muy difícil volver a erradicarlas.

Wall Street Journal: Venezolanos mueren mientras Maduro se niega a aceptar ayuda humanitaria

En español, el nombre de Calabozo, esta ciudad en las abrasadoras llanuras centrales de Venezuela significa mazmorra. Para Marta Solórzano, receptora de un riñón trasplantado, estar allí se transformó en una sentencia de muerte, publica The Wall Street Journal.

Con el sistema de salud estatal de Venezuela en ruinas y la economía del país colapsando, el año pasado el gobierno dejó de suministrar las pastillas que Solórzano necesitaba para mantener el funcionamiento de su órgano, dijeron su familia y su médico.

Sin la medicina, la ex conserje de 50 años sufrió fatiga crónica y dolor debilitante durante meses mientras su cuerpo rechazaba el riñón, dijo su esposo, Enzo Array. Ella murió el 4 de marzo.

“Mi mundo me ha sido arrebatado”, dijo Array durante una reciente visita a su tumba, donde su nombre había sido grabado en un palo en una capa de cemento. “Culpo al gobierno”, dijo.

Con el sistema de salud estatal de Venezuela en ruinas y la economía del país colapsando, el año pasado el gobierno dejó de suministrar las pastillas que Solórzano necesitaba para mantener el funcionamiento de su órgano, dijeron su familia y su médico.

Sin la medicina, la ex conserje de 50 años sufrió fatiga crónica y dolor debilitante durante meses mientras su cuerpo rechazaba el riñón, dijo su esposo, Enzo Array. Ella murió el 4 de marzo.

“Mi mundo me ha sido arrebatado”, dijo Array durante una reciente visita a su tumba, donde su nombre había sido grabado en un palo en una capa de cemento. “Culpo al gobierno”, dijo.

El régimen socialista del presidente venezolano Nicolás Maduro, prohíbe la mayoría de las donaciones humanitarias internacionales, incluidas las contribuciones de medicamentos que salvan vidas, excepto de unos pocos aliados restantes como Rusia. El líder autoritario y sus lugartenientes han negado que el país se encuentre en una crisis humanitaria y consideran que la ayuda internacional es parte de una estratagema de los rivales estadounidenses y políticos para manchar al gobierno y abrir la puerta a la intervención extranjera.

“De ninguna manera vamos a permitir que esta derecha imponga una supuesta ayuda humanitaria cuando nuestro pueblo ya está siendo atendido por el presidente Maduro”, dijo el ministro de Salud de Venezuela, Luis López, en diciembre.

La salud pública se ha deteriorado drásticamente en lo que solía ser una de las naciones más ricas de América Latina. La tasa de mortalidad infantil en Venezuela fue más alta que en Siria en 2016, según cifras del Ministerio de Salud. Los casos de difteria y malaria, enfermedades controladas por la mayoría de las naciones latinoamericanas, han aumentado en medio de la falta de vacunación, dijo el ministerio.

“La situación es complicada, creo que es un punto en el que todos estamos de acuerdo debido a los problemas sociales, políticos y económicos”, dijo José Moya, un médico peruano que es el representante en Venezuela de la Organización Panamericana de la Salud, una rama de la Organización Mundial de la Salud. “Esto realmente ha afectado la compra de suministros, el funcionamiento de los hospitales, [y] está afectando la disponibilidad de medicamentos”.

En marzo, el Tesoro de Estados Unidos sancionó a Carlos Rotondaro, ex jefe del Instituto de Seguridad Social del gobierno, que es responsable de proporcionar medicamentos para enfermedades crónicas. EEUU dijo que el mal manejo de la atención médica por parte de él y otros ha contribuido a los brotes de enfermedades que alguna vez fueron controladas, como la difteria y el sarampión. Rotondaro no pudo ser contactado para hacer comentarios.

Carlos Rotondaro

“Tenemos una escasez de casi el 100% de los medicamentos y lo que está disponible, las personas no pueden pagar”, dijo Feliciano Reyna, jefe de un grupo de defensa de la salud con sede en Caracas, Acción Solidaria, que ha tratado de abrir el país a la asistencia médica internacional. “Estamos viendo más y más muertes y sufrimiento”.

Los pacientes con trasplantes son particularmente vulnerables debido al riesgo de que sus cuerpos rechacen los nuevos órganos, un resultado que los medicamentos supresores del sistema inmune pueden ayudar a prevenir. Hay aproximadamente 3.500 pacientes trasplantados en Venezuela, la mayoría de ellos receptores de riñón, según grupos defensores de la salud.

El programa de trasplante del gobierno fue suspendido a mediados de 2017 debido a problemas financieros, dejando a 5.000 pacientes que esperan nuevos riñones en el limbo, dicen los grupos de defensa.

Sin fármacos anti-rechazo, un órgano puede deteriorarse en tan solo 48 horas. Un paciente rechaza un órgano trasplantado cada dos días en Venezuela, según Codevida, el organismo de salud con sede en Caracas.

La malnutrición ahora común en Venezuela significa que los pacientes también enfrentan mayores riesgos de rechazo de órganos, dijo el Dr. Luis Hernández, un nefrólogo del Hospital Universitario de Caracas.

“Tenemos que ayudar a la gente”, dijo el Dr. Hernández, quien dijo que ha pedido al gobierno que acepte la ayuda internacional.

En enero, la Organización Panamericana de la Salud dijo que ayudó a Venezuela a comprar 135,000 píldoras del tacrolimus inmunosupresor con un descuento. Pero eso cubre solo uno de los varios medicamentos que los médicos recetan a los pacientes de trasplante, activistas

La señora Vicuña, arriba a la izquierda, y su hermana Carmen empeñaron su cama y televisión para pagar un paquete de las píldoras que toma Moravia Vicuña.

El año pasado, la Organización Panamericana de la Salud firmó un acuerdo con el Instituto de Seguridad Social de Venezuela que le permite comprar medicamentos inmunosupresores con descuento. Se espera que aproximadamente 500,000 píldoras de otro medicamento inmunosupresor llamado micofenolato se entreguen en abril, dijo el Dr. Moya de la OPS.

Además, la OPS ha utilizado sus propios fondos para comprar medicamentos para Venezuela, dijo el Dr. Moya, aunque reconoce que el suministro es insuficiente para pacientes trasplantados. “Son cantidades que garantizan unas semanas, meses de tratamiento, así que tenemos que seguir trabajando para obtener el medicamento”, dijo.

Moya dijo que su oficina ha estado en contacto con naciones extranjeras que han expresado interés en proporcionar apoyo a través de la OPS para suministrar más medicamentos inmunosupresores. Los donantes individuales también quieren ayudar, incluidas personas asociadas con una federación que organiza competiciones atléticas en todo el mundo para receptores de trasplantes.

Rodolfo Wetzel, ex presidente de un grupo de atletas de trasplantes en Argentina, dijo que tiene cerca de 50 cajas de medicamentos inmunosupresores listos para su entrega. En Bulgaria, Stoyanka Ananieva, ex miembro del consejo de la federación, cuya hija recibió un trasplante de riñón, dijo que está recogiendo medicamentos que quiere enviar a Venezuela. Pero dicen que no han enviado las drogas por temor a que los materiales puedan ser incautados por el gobierno venezolano en los puertos. Los paquetes pequeños que ingresan con viajeros individuales no son suficientes para satisfacer la demanda, dicen los activistas. “Es una situación de impotencia”, dijo Wetzel.

Los pacientes de todo el país están improvisando, toman medicamentos caducados o esperan donaciones de las píldoras no utilizadas por la gente que muere. Debido a la escasez de esteroides, que los pacientes de trasplantes también suelen tomar, algunos recurren a los esteroides que los veterinarios recetan para mascotas domésticas.

Durante meses, Moravia Vicuña, de 56 años, ha estado tomando solo uno de los tres medicamentos inmunosupresores que le recetaron. Recientemente, ella tenía menos de 10 pastillas. Dijo que ella y su hermana mayor, Carmen, empeñaron su cama y la televisión para pagar su último paquete de píldoras, que toma solo una de las cuatro veces al día que los médicos recomiendan. “Estoy tan preocupada que no puedo dormir “, dijo Vicuña, que vive en un pueblo no muy lejos de Calabozo. “Solo quiero vivir, eso es todo”.

En una funeraria en un pueblo cercano, Rafael Funes, de 48 años, estaba haciendo los arreglos para el entierro de su esposa de 40 años, Luz Marina Martínez. Pasó un mes sin pastillas para su riñón donado, dijo. Él contó cómo en el hospital, su esposa también necesitaba sangre con urgencia. Funes reunió a los donantes, pero las enfermeras no tenían equipo para recibir sangre donada. Murió poco después. “Es solo crueldad”, dijo Funes, rompiendo a llorar.

Calabozo es un páramo de proyectos de construcción paralizados y pastos no utilizados. Residentes hambrientos y sin empleo han decidido robar cableados de cobre y cables de fibra óptica para venderlos como chatarra. En un día reciente, no había electricidad en la ciudad y el único centro de diálisis de la región, alimentado por un generador de combustible, apenas funcionaba.

La hiperinflación significa el personal del centro gana un par de dólares al mes y el centro se esfuerza por comprar los tubos de luz ultravioleta de $ 100 que se usan para desinfectar el agua necesaria para la diálisis, dijo la Dra. Raquel Parra, nefróloga del centro. Sin acceso a los antibióticos, dijo, los pacientes a menudo mueren de infecciones.

“Mucha gente dice que es debido a la guerra económica”, dijo el Dr. Parra, aludiendo a la afirmación del gobierno de una conspiración internacional. “Todo lo que sé es que necesitamos ayuda ahora”. Dos meses antes de su muerte, la Sra. Solórzano comenzó a viajar a Caracas para recibir tratamiento, dijo su esposo, el Sr. Array. Pero el ómnibus accidentado de 200 millas recorre carreteras que se desmoronaban se volvió demasiado doloroso, por lo que pasó las últimas semanas de su vida en Caracas, dijo.

El Sr. Array, un albañil desempleado, dijo que tuvo que pedir un préstamo de amigos para pagar el funeral de su esposa. “No quiero que destruyan a otras familias como si hubieran destruido la mía”, dijo. “Por favor, señor presidente, necesitamos esa ayuda humanitaria. Por favor, abra esa puerta. “Dolientes en el funeral de la Sra. Martínez en su ciudad natal.

OPS alerta aumento de malaria en Venezuela: 319.765 casos se registraron en 2017

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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó este viernes del aumento de casos de malaria en Brasil, Ecuador, México, Nicaragua y Venezuela en 2017 y llamó a las autoridades de la región a reforzar la vigilancia y el control.

La tendencia se ha revertido tras casi una década (2005-2014) de descenso sostenido en Latinoamérica de la malaria, una enfermedad que se transmite por la picadura de un mosquito y puede llegar a causar infección cerebral, insuficiencia renal o meningitis.

En Venezuela, el Centro Nacional de Enlace para el Reglamento Sanitario Internacional notificó a la OPS que entre la semana 1 y 42 de 2017 se registraron 319.765 casos de malaria, un aumento respecto a los 240.613 casos reportados en 2016.

Brasil notificó 174.522 casos de malaria entre enero y noviembre de 2017 en la región Amazónica, un incremento con respecto a los 117.832 casos reportados en 2016.

El incremento de casos se registró en Nicaragua los casos notificados pasaron de 6.209 en 2016 a 10.846 en 2017.

A principios de 2017, la OPS alertó sobre el riesgo de brotes, aumento de casos y defunciones en áreas endémicas, así como sobre el posible restablecimiento de la enfermedad en áreas en las que se había interrumpido la transmisión.

La OPS advierte de que los logros alcanzados en el camino hacia la eliminación de la enfermedad podrían verse comprometidos si no se mantienen o fortalecen las acciones de vigilancia y control en toda la región.

“Si bien los Estados miembros de la OPS realizaron esfuerzos en respuesta a dicha alerta, el incremento de casos durante 2017 denota la persistencia de los condicionantes y brechas en la respuesta“, señala la organización, que actúa como la oficina regional para América de la OMS y es la agencia especializada en salud del sistema interamericano.